Horacio Andrés Ameli se separó en 2008 de Marcia Alejandra Gutiérrez, quien era su mujer hasta el momento del escándalo, y es hoy un importante empresario del ámbito inmobiliario. Está radicado en Rosario, Santa Fe, de donde es oriundo, pero al menos cuatro veces al año visita Villa Pehuenia, Nequén, donde es propietario de Amarras, un hostería y complejo de cabañas que tal como se indica en su descripción, es “una increíble aldea de montaña sumergida en un entorno natural majestuoso”, al pie del lago Aluminé, que está abrazado por la Cordillera de los Andes.
Coco fue expulsado por el fútbol pero aunque aquello marcó el rumbo de su vida e inoculó en él cierto resentimiento con el ambiente, le dio vida durante un tiempo junto a unos amigos y socios al Santa Fe Fútbol Club, una institución formativa y de esparcimiento que luego se discontinuó para lanzarse al mercado inmobiliario mediante la firma Cash Construcciones S.R.L., creada en sociedad con su exesposa y con domicilio en la calle 1° de Mayo de Rosario.
En Pehuenia, Ameli es una persona valorada y muy reconocida. Carlos Koopmann , el intendente de Zapala, localidad por la que hay que pasar de camino a la Villa, le dijo a Toda Pasión: “Horacio es muy amigable, he compartido con él distintos acontecimientos” . Luego, añadió: “Le ha dado trabajo a mucha gente, construyó la mejor hostería de Villa Pehuenia y para eso contrató a una empresa de acá, Pehuenia Construcciones, con lo cual movilizó muchísimo la zona”.
Enamorado del lugar
Horacio Ameli descubrió Villa Pehuenia en una de sus vacaciones durante su última etapa como futbolista. “Se enamoró del lugar y cuando se retiró hizo ese emprendimiento y viene seguido al lugar”. Allí se llevan a cabo tradicionales concursos gourmet y la cocina de Amarras, la hostería del exfutbolista, es una de las más esperadas al momento de la presentación de los platos. La zona ha sido elegida además por otros exjugadores como Pablo Vitamina Sánchez, José María Buljubasich, Juan Antonio Pizzi y Lucas Bernardi, entre otros.
Coco no quiere hablar. Le molesta la prensa y para él, aquella historia que quebró su amistad con Tuzzio, su carrera como futbolista y parte de su vida, es un tema tabú. También lo es para algunos de los futbolistas que formaron parte del plantel cuando ocurrió todo. Uno de ellos, al ser consultado por Toda Pasión, respondió: “No voy a decir nada de ese episodio”.
Fueron pocos los que hablaron. En su momento lo hicieron Astrada, el expresidente de River José María Aguilar (”fue una situación muy perturbadora hacia adentro y de repercusiones incalculables hacia afuera. La infidelidad, escenificada en el principal equipo de la Argentina”, expresó al respecto), el exfutbolista Gastón La Gata Fernández (”nos dijeron que no podíamos decir nada de lo que pasó esa mañana en el club. Yo llegué a mi casa y estuve tres horas con dolor de cabeza porque sabía lo que había pasado y no lo quería transmitir en mi casa. Hasta que empezó a salir en los noticieros, en todos lados”, comentó), Hernán Díaz (”podríamos haber ganado la Copa, pero el fútbol tiene estas cosas. Es claro que nos perjudicó, mucho más en el grupo, porque se llevaban bien”) y la lista se queda allí.
¿Y Tuzzio?
Fue quien quedó como la víctima de esta historia y, aunque contó con el apoyo absoluto del fútbol argentino, quedó tan afectado por lo ocurrido que decidió irse del país. Su destino fue España, precisamente Mallorca. “En ese momento yo sentía que me tenía que ir del país sí o sí, estaba muy mal, necesitaba salir, cambiar de aire. Mirá que dejaba a mis hijos y todo, eh, porque me fui solo, pero era una decisión que debía tomar, no tenía alternativas”, dijo la única vez que habló al respecto en una entrevista con El Gráfico .
Luego volvió a la Argentina para jugar en Independiente, donde validó su categoría como jugador y encontró la revancha que necesitaba al convertir en 2010 el penal decisivo en la Copa Sudamericana ante Goiás que consagró campeón al Rojo. Más tarde fichó por Ferro, club en el que se retiró del fútbol, en 2013.
¿Con Ameli no volviste a hablar? “ Nunca más”, dijo el también el exdefensor al ser consultado. ¿Te sorprendió que, salvo unos pocos partidos en Colón, no jugara más al fútbol? Como que el ambiente del fútbol le hizo la cruz . “Es un tema de él, no es un tema mío”, sentenció.
Horacio Ameli rehizo su vida y en Pehuenia se lo ve con su pareja e hijos en actitud amigable (más allá de un episodio que vivió en 2007 en Zapala, donde tomó a golpes de puño a un trabajador de una estación de servicio, hecho por el cual debió pasar unas horas demorado en una comisaría). Tuzzio, por su parte, reconstruyó su vida junto a Carolina, con quien tuvo una hija, además de los dos que había tenido con su pareja anterior, la de la infidelidad con su excompañero y amigo.