y está en él como persona adulta saber contenerse. lo pones como algo que esta fuera de sus manos, y no es asi ¿queres que termine como George Best, Paul Gascoigne, y tantos que terminaron destruidos por el alcohol?
De todas maneras ya ni se para que se sigue discutiendo este tema. Que hasta tipos tan miopes desde lo futbolístico y mediocres desde lo administrativo-político como lo son nuestros dirigentes se hayan dado cuenta de que no puede jugar más, que ya ni de símbolo ni de bandera sirve (no se lo lloró ni una vez desde su salida) da la pauta de que esto es un tema cerrado desde hace mucho.
yo tambien deseo lo mismo, pero quiero que devuelva con algun tipo de laburo la guita que se le paga y sino ver la forma que se vaya sin tener que pagarle aunque no sea todo lo que se le adeuda, lo que hace es seguir cagandose del club.
El cuerpo y la cabeza le podrán pedir lo que quiera, problema de él. Pero en River se debería pedir y exigir jugadores que sean capaz de responder, comprometer y cumplir con su labor y función a la perfección.
BASTA de victimizar a Ariel. BASTA de pensar más en él que en River.
Para el caso, basta de martirizarlo. Si no está, lo echaron hace medio año, no va a volver. Ya está, para qué, “no sos responsable, el cuerpo te pide alcohol, esto, lo otro”. Ya fue, que siga su camino y nosotros el nuestro. No nos tiene que rendir cuentas a nosotros, de absolutamente nada.
No estoy de acuerdo con afirmar que “el cuerpo le pide alcohol”, no somos médicos. La prensa se regodea con los problemas del Burrito, no lo reproduzcamos nosotros, no nos pongamos en “opinólogos de la salud y la moral”. El resto de los jugadores tienen un comportamiento pésimo. No sé si faltan a los entrenamientos o no, pero que les importra tres carajos River a muchos, es un hecho. Por qué no nos empezamos a preocupar por eso? Encima en la b, va a ser mucho peor, van a estar menos estimulados y se la van a pasar de joda. Y seguimos hablando de Ortega…
Ortega tuvo muchísimos errores pero siempre, en el campo de juego, defendió la camiseta con valentía, cosa que los demás deberían imitar (en vez de quejarse porque no pueden ponerse en pedo los miércoles y Ortega sí). Igual, insisto, no vale la pena seguir martirizando un pobre tipo que lo único que hizo fue darnos alegrías y se fue por la puerta de atrás. Concentrémos en los erra-penales, en los “me rebota la pelota y la meto adentro”, en los espásticos que se metieron el gol de belgrano en el Monumental, etc.
Ariel es un ex jugador, no sólo porque es un alcohólico enfermo y blabla, también porque tiene 38 años y sus virtudes técnicas desaparecen con el desgaste físico. Está grande, con alcohol o sin alcohol, le llegó la hora del retiro. Eso es claro. No lo podemos culpar por no haber estado a la altura de las circunstancias, sabíamos que no era eterno, juega al fútbol en primera hace 17 años. No nos va a salvar él sólo cuando el físico ya no le da. Ya está, pasemos de página.
Claro, no se le detectó “irresponsable, borracho, mala persona, decepción total para los hinchas de River”, a eso me refiero. No es alcohólico, tiene tendencia a caer cuando está mal anímicamente. Son cosas distintas. Igual si fuera alcohólico, lo mismo, no me parece que se reproduzca el discurso que baja desde los medios, de martirización. Él siempre se refiere a eso y es algo que no le hace bien, al contrario, empeora las cosas, por eso le pido que al que le importa Ortega se mantenga al márgen de dar esas opiniones. Y al que le importa River no tiene de qué preocuparse porque la carrera del Burrito en el club se terminó.
En realidad la afirmación “El cuerpo le pide alcohol”, “La cabeza le pide alcohol”, “Ariel padece el síndrome depresivo” o cualquier otro matiz en referencia a lo mismo, debería adquirir nula implicancia en River. A ello hacía referencia. Sí el está enfermo o no, no debería ser preocupación de River en la actualidad.
En verdad, no podría rechazar o aminorar la trayectoria de Ariel en River. Pero, me parece, que más allá de la historia y la simbolización que Ariel adquirió en su momento por lo que ganó, triunfó y representó en River, se lo inmortalizó. Sí, a veces pareciera que River tuviera una deuda eterna con Ortega, cuando no debería ser así.
Sí bien, no voy a despreciar los goles, los triunfos y las glorias que tuvimos de la mano de Ariel, tampoco voy a ensamblarlo como el futbolísta intachable de River. Y ello, va más allá de la irresponsabilidad que demostró.
River a Ariel lo banco muchísimo, más de lo que se debía. No sólo a nivel de contrato, sino también en cuanto a ofrecimiento de tratamientos de rehabilitación que él una y otra vez, menospreció. Él no volvió a River a ayudar o defender la camiseta con valentía, el venía por comodidad y por sobreponer su egolatría que en River sabía que la encontraría. El sabía que no rendía. Y sin embargo, aún así persistía en jugar. Él sabía que no contribuía. Y aún así, desafiaba a River a continuar. Cada vez que se lo desplazó, no sólo se enfureció, sino que además partió y volvió cuando vió que el resultado no lo acompañó. Por lamentar, hay que aceptar que el aporte de Ariel en la última época no fue fructífera ni en lo anímico ni en lo futbolístico.
En fin, el tema “Ortega” debería estar culminado, cerrado y certificado. River no está para pensar ni priorizar un nombre por sobre el club; un ídolo por sobre el equipo. River es un club de fútbol no un centro de caridad.
Igual, aclaro, me referí a tu “basta” como puntapié inicial para mi comentario, pero no fue hacia vos en particular, sino hacia todos los comentarios que fui leyendo. Estoy totalmente de acuerdo con los primeros párrafos, la enfermedad o lo que sea que tenga Ariel, no tiene nada que ver con River hoy en día, porque ya se lo separó del grupo, hecho con el que estoy de acuerdo.
Con respecto a los últimos dos párrafos, no comparto. Yo tengo una lectura distinta. Para mí River lo usó como escudo cuando necesitó apagar incendios con él, y lo echó o dejó literalmente “tirado” cuando no. Todo empezó cuando Aguilar se negó a comprarle la mitad de su pase al Parma, cuando sí se lo merecía con creces, y entre él y su representante le llenaron la cabeza, lo amenazaron con que si no lo transferían, tenía que dejar el fútbol, y se tuvo que ir a Turquía (negoción para Aguilar y cia, muerte futbolística y anímica para el Burrito). Ahí empezó su infierno, no se lo bancó, vuelve y está dos años parado, y River no hace absolutamente nada para recuperarlo. Después, lo de siempre, cuando te necesitamos, puertas abiertas de par en par y cargate al hombro las responsabilidades. Cuando no, patada en el orto.
Tampoco me parece que el Burrito sea un “ególatra”, me parece una exageración. Es difícil pedirle a cualquier persona que se de cuenta de sus propias limitaciones, la culpa la tuvo siempre River que le tiró “el fardo” cuando lo necesitó, no él. Es similar a lo de Almeyda (que no tiene ninguna enfermedad mental y está en su sano juicio). No le podemos pedir que él mismo se de cuenta de que no está capacitado para dirigir a River, si es lo que quiere. La responsabilidad es de los dirigentes que le tiraron el buzo de dt para usarlo como escudo.
Es verdad que River lo utilizó como escudo o como el caballito de batalla para apagar el incendio, no lo podría negar. Pero, por otro lado, no podría no considerar que Ariel sacó mucha utilidad de ello. Ariel volvió a River porque sabía que allá no tendría la misma recepción y banca que en River. El sabía que acá encontraría la “contención” que en otro lado no le darían.
Por otro lado, Passarella como técnico apoyó muchísimo a Ariel: lo mandó a tratamiento a una clínica de Chile. ¿Resultado? Sólo asistió en dos oportunidades. Luego, con Simeone, más allá de la actitud discutida de él de sacarlo a último momento, se le ofreció permanecer en River con la condición de someterse a rehabilitación ¿Resultado? No aceptó y partió.
Por lo demás, va relacionado a lo mismo. El hecho que la principal responsabilidad sea atribuía a la dirigencia o a la utilidad que el técnico le quiera dar o no al jugador, no libera de responsabilidad la acción o el desempeño del futbolísta en cuestión. Ariel estará enfermo; será alcohólico, depresivo o como lo quieran llamar. Pero, más allá de eso y de su accionar poco profesional, el sobreponía su egolatría, su soberbía y orgullo. ¿Irá ligado a lo de su salud? Podrá ser. Pero, en termino general concluía en la misma acción; en la misma finalidad.
En fin, el termino “Egolatría” no debería ser tomado tan literal, sino más bien utilizado en vías de considerar, que más allá de su falencia, él se sabía mucho más en nombre que los demás y lo hacía notar aún sabiendo que no era aporte ni mucho más.
Aclaro, estoy contestando a Cruzada, me olvidé de citar.
No diferimos tanto, yo no veo tanta responsabilidad en Ortega. También tengo amigas que tienen problemas no resueltos y no los tratan, a todos nos pasa eso. Además de ser un ídolo, es un ser humano, y es muy difícil pedirle que se trate si no lo siente así. Si pasa en la vida cotidiana, también pasa en el ámbito del fútbol, más todavía, pq capaz entra en juego el orgullo, el nombre, la exposición. Me parece que el Burrito jamás niega su problema, pero él cree que lo que lo mantiene vivo es el fútbol, que mientras pueda jugar al fútbol va a estar todo bien. Es un error grave, pero no veo mala intención, sino las incapacidades que tenemos todos para aceptar que nos llega la hora de tomar decisiones, que, por más duras que sean, nos van a ayudar a estar mejor. Es muy complicado pero por eso, yo creo que no tiene que jugar más en River, y espero con todas mis ansias que se de cuenta algún día de que ya es un ex-jugador y seguir jugando no mejora su situación, por el contrario, la empeora.
Saludos!
PD: a mí tampoco me consta, me apresuré al decir que Almeyda está en su sano juicio:twisted:. De hecho el otro día estábamos jodiendo con mi novio, con qué jugadores son “grasas” y cuales no, y cuando salió Almeyda, estuvimos de acuerdo en que NO ERA, pero hoy en día, con la vinchita, el Gladiador, las tribuneadas, se fue al carajo jajaj.
El dilema está, en que su problema, no debería sobreponerse a River. Sí el no quiere ver y enfrentar la realidad de su propia persona, River no debería hacerlo por él. Sí bien, Ariel no ha pensado en su propio bienestar en el sentido de comprender que lo mejor sería sellar su carrera y buscar rehabilitación. Sí lo ha hecho en la accción de priorizar su preferencia de seguir jugando, aún sabiendo que en los demás, no vendría a contribuir en nada. ¿Es problema de quién alimentó ello? Claro, no se podría atribuir toda la culpa al empleado cuando hay un poder jerárquico. ¿Pero ello, anula su responsabilidad? No lo considero.
En conclusión, viendo la realidad de River, la culpabilidad y la responsabilidad que pudo haber tenido Ariel, poco y nada podría implicar en la actualidad; no la va cambiar, no va aportar ni nada se va modificar. Por lo qué, Ariel no debería ni siquiera ser tema de discusión. He ahí mi “BASTA”. He ahí tú “Dar vuelta la página”.