Debería leer el libro de Sarlo, pero si es como el Perro lo transcribe: ¿Desde cuando el juicio y castigo a los genocidas era, en el 2003, un reclamo mayoritario?
Que ganas de darle entidad a un libro al reverendo pedo. ¿Qué pasa Verbinsky?¿Año electoral, poco laburo de investigación puertas adentro de kirchnerismo? Que no se note mucho.:mrgreen:
Yo no recuerdo a los formadores de opinión pidiendo juicio y castigo con el énfasis con el que hoy piden seguridad y mano dura…
Tampoco recuerdo marchas multitudinarias a favor de los DDHH, solo manifestaciones de los sectores que siempre estuvieron al pie del cañón, y que hoy reconocen al kirchnerismo la satisfacción de sus demandas.
Me refiero al 2003 pero se aplica lo mismo para la década infame. ¿Dónde estaba el clamor popular mayoritario que supuestamente Kirchner supo aprovechar maquiavélicamente, durante toda la década del 90?
Te repito, no había clamor popular porque no era un tema de urgencia en ese momento, la gente estaba mas preocupada por la economia y la inestabilidad politica que por el juicio a los militares, pero siempre fue un tema muy presente en la sociedad. Y era sabido que quien obrara en ese aspecto se iba a anotar un poroto importante. Eso no quita que el tipo haya tenido la conviccion real de hacerlo.
Yo difiero en eso. La sociedad votó dos veces a Mehenem, una después del indulto. Durante los 90 no había inestabilidad política, todo lo contrario, lo que había era una metástasis silenciosa del sistema productivo, de la educación, y de tantas otras cosas que se terminaron de pudrir. Las manifestaciones por el juicio y castigo tendrían quizá algo más de visibilidad que los cortes de ruta en Cutral-Có o en General Mosconi… Es decir, dentro del marco de un pueblo anestesiado, difícilmente los DDHH hayan sido la excepción. Por eso el reconocimiento a los luchadores incansables que mantuvieron siempre latente ese reclamo, minoritario desde mi punto de vista pero constante, que finalmente acogió Kirchner. Osea, en el 2003 no solo veníamos del 2001.
Es que yo dije que estuvo presente, no dije que era prioridad. A lo que voy es que si bien es un tema que estaba en el primer renglon de la agenda, era y es aceptado ampliamente. Es como si el gobierno que viene recuperase las malvinas, yo no veo a nadie pidiendo que las recuperen, pero si se llega a dar, no crees que sería un golazo para ese presidente?
Sigo en disidencia. Yo creo que hoy en día tenemos una concepción diferente de los derechos humanos de la que existía en 2003. Frases como “olvidar el pasado y mirar para adelante” tal vez hoy llamen mucho la atención y sean mal recibidas por una gran parte de la población, pero hasta hace algunos años formaba parte de un pensamiento muy instalado en la sociedad.
POR ORLANDO BARONE
Conmigo
“Conmigo o sinmigo”, dijo el antiacadémico Herminio Iglesias en una frase ya antológica. “¡Conmigo no, Barone!”, exclamó la académica Beatriz Sarlo en lugar de contestar con “¡Los genocidas no, con los hijos apropiados ni con Papel Prensa, tampoco!”
Si Graciela Camaño lo abofeteó a Carlos Kunkel abusando del género, Beatriz Sarlo me prepoteó abusando del género y de la mentira. Cuando dijo: “Vos trabajaste en Extra, trabajaste en La Nación, aguantaste hasta que pudiste”, está diciendo que yo no aguanté más mientras ella aguanta. ¿O disfruta? Mi participación en La Nación a partir del golpe de los chanchos sojeros fue haciéndose cada vez más discordante y en tensión con la línea del diario. Cuando me fui no hice escándalo como suelen hacer los que se dicen perseguidos pero siguen siendo caros y prósperos en el mismo sistema que los adiestra.
¡Conmigo no, Barone! Pero si no hablaba de vos Beatriz, hablaba de tantos que ya a sabiendas de quiénes son sus empleadores y qué umbral de ignominia traspasaron, los defienden y adulan. Si te considerás incluida no es mi culpa sino del soporte que te sostiene y que te consagra parte de su mensaje.
¡Conmigo no, Barone! No es lo mismo que decir ¡Barone renunciaste a La Nación justo cuando yo entro y la represento! Yo nunca fui el escudo cultural de un barco cuyo rumbo se opone al rumbo de los náufragos.
En el diario Extra, que mencionaste menemista, yo firmé crónicas implacables contra el uno a uno cuando todos le cantaban loas y satiricé sin anestesia a personajes carnales de esa época.
Cada uno es lo que es y no es lo que no es. Lo dice una vieja canción de la negritud. Y Sarlo no es Barone ni yo aspiré nunca a ser Sarlo. Prefiero estar en una remera barata que en la antipopular historia de la tribuna de doctrina.
Qué nota impecable la de barone, tendría que haber sido escritor por lo bien que escribe. Por qué no se lo dijo en la jeta que se quedó mudo? por qué no habló de su pasado en clarín el pelotudo éste obsecuente. Un mamarracho es este tipo.
Porque les gusta confrontar en patota, solitos se comen los mocos. O hacen lo que hicieron recien, escribir muucho despues y pretender quedar como duques.
Estuvo falto de reflejos, ya se dijo eso aquí mismo. A diferencia de Veigas que sí puso en evidencia las cosas que Sarlo ignora, pese a su postura de hablar de todo y después aclarar que hay temas que desconoce
¿Sarlo escribió algo respecto a su visita? Si se vio mucho artículo de La Nación, Clarín y Perfil.
Ahora con respecto al pasado de Barone: ¿reconocen implícitamente que haber estado en Clarín o La Nación avergüenza? ¿Asumen que estos medios representan valores que están quedando en el pasado, que sus ideas son obsoletas?
Mmmmm… Iba a empezar a tipear, pero en vista de que prácticamente todo es cuestión de preferencias y pareceres, creo que no tengo nada que contestar, más que transmitirte mi respeto y mandarte un abrazo.
RREPERCUSIONES
Chiche sacado: ahora se la agarró con Beatriz Sarlo
Gelblung, a quien Sarlo calificó como un “producto del mercado”, la acusa de “caer en la trampa” del “foro nazi fascista 678”. “Vos, estimada Beatriz, descubriste que lo popular existe desde que escribis la columna en Clarin revista”, le dice.
Que la presencia de Beatriz Sarlo no pasó desapercibida para nadie, es un hecho; dan cuenta todos o casi todos los medios gráficos de la Argentina, que cotidianamente publican algo al respecto. Tampoco para Chiche Gelblung, que de amenazar con “llevar a juicio” a 6,7,8 por un informe que lo involucra, pasó ahora a agarrársela con la socióloga y analista, quien en el programa de marras dijo del conductor que era un “producto del mercado”.
Al parecer, a Chiche no le gustó mucho tal calificación, aunque en un momento asegura sentirse “muy orgulloso”, y por tal razón le escribió a Sarlo una carta abierta, titulada “Conmigo no, Sarlo”, en la que repasa “tu participación en el foro nazi fascista 678 y descubro que tu brillante inteligencia no alcanza para evitar caer en la trampa de las espadas manipuladoras de los productores de dicho programa”.
Para Chiche, “cuando te preguntaron sobre la frase de '¿Qué pasó el 24 de marzo?”', queda en evidencia que se trata de una frase manipulada, cortada, editada y que tiene una continuidad que aclara perfectamente mi pregunta y que de ninguna manera esa frase representa una opinión sobre el 24 de marzo y menos aún la ignorancia de lo que significa ese día".
“Si querés un día lo podemos discutir -amenaza Gelblung- pero como vos decís que yo soy un ‘producto del mercado’, del lo cual me siento muy orgulloso, y vos sos intelectual de izquierda a lo mejor pensás que no estamos en igualdad de condiciones para una polémica, pero a lo mejor tenés un rasgo de humildad y concedes a polemizar sobre el tema”.
“Vos, estimada Beatriz, descubriste que lo popular existe desde que escribis la columna en Clarin revista”, tira Chiche, mientras que él “hace más de 40 años que vengo olfateando la calle detectando las voces que adulan y que reclaman. Camino la noche, el día, el mundo y por suerte no necesito que nadie me enseñe cual es la diferencia entre el cielo y el infierno, entre lo bueno y lo malo y menos lo correcto y lo incorrecto”.
Luego se victimiza y le dice, con relación a su historia durante la dictadura, que “vos no me vas a enseñar lo que pasó el 24 de marzo y menos las basuras nazis de 678”. Y repite: “Qué lastima estimada Beatriz Sarlo, que hayas caído en la trampa y te hayas comido el amague de las basuras nazis de 678”, a cuyo panel defino como “pelotón fusilador y maniqueo de los mercenarios de 678”.