Queda medio descolgado, pero le contesto a Hernán, que me había preguntado qué técnico me gusta. Pongo mi Top 6 en sentido amplio y general:
1) Rinus Michels, 13 títulos. Llevó a su máxima expresión el sentido colectivo del juego, revolucionó el fútbol con su Holanda '74, aunque pocos equipos pudieron emular aquella epopeya táctica. Creo que ese equipo es más famoso por haber perdido la final que si la hubiera ganado. Pero mucho más famoso porque cada jugador no se llevaba a sí mismo en el momento de ejecutar un movimiento o una jugada, sino al equipo como unidad.
2) Johan Cruyff, 14 títulos. Discípulo del #1. Fue de algún modo el iniciador de la idea de que un club debe tener un proyecto institucional y estructural a largo plazo, cuyo eslabón final es el equipo de primera, mientras que todo comienza por la formación del jugador (la idea que aplica hoy el Barcelona de que todas las inferiores jueguen con el mismo sistema la comenzó Cruyff). Su famoso 3-4-3 se pone al servicio del aspecto más importante de un equipo: el ataque. Con Barcelona, entre otros títulos, ganó cuatro ligas consecutivas jugando un fútbol extraordinariamente vistoso.
3) Frank Rijkaard, 5 títulos. El padre de la criatura. Continuador de la línea michels-cruyffiana, comenzó como DT a narrar la historia del Barcelona de los últimos años que deslumbró al mundo. Hizo debutar a Messi, pero se VIO a Ronaldinho.
4) Josep Guardiola, 15 títulos. El educador de la criatura. Nunca un equipo había ejecutado tan a la perfección y durante tanto tiempo y durante tantos resultados un libreto en particular: el de la primacía de la tenencia del balón y el toque corto. El pase al compañero mejor ubicado, la explosión final cuando al rival se le quemaron las neuronas, y el pase a la red. El fútbol más simple que he visto en mi vida. Por eso, por lo del libreto mejor aplicado, es que considero que su Barcelona fue el mejor equipo de la historia. No ocupa los primeros puestos porque no está tan claro si Pep fue “el” artífice de todo esto, o si fue un importante engranaje dentro de todo un sistema institucional. El tiempo dirá.
5) Marcelo Bielsa, 5 títulos. Más allá de su cruyffiano 3-3-1-3, más allá del vértigo y del fútbol ofensivo, de la osadía del mismo argumento en cualquier lugar, ante cualquier rival, dirigiendo el equipo que sea, y del morir con las botas puestas, y de la táctica y la estrategia al servicio del ataque, lo que más me gusta de Bielsa es Bielsa mismo. Un tipo tan entero y coherente con sus conceptos, tan claro, auténtico, un formador. Incluso muchos de sus pensamientos son aplicables no sólo al fútbol sino a la vida en general, y a mí me han servido. La mayoría de los jugadores que él ha dirigido han sido marcados más por él que por cualquier otro técnico. Un groso.
6) Ramón Díaz, 8 títulos. Más allá de todas las abstracciones anteriores, es simplemente el director técnico que más feliz me ha hecho, y el que ha armado los mejores River que he visto. Es el más grande en River porque está hecho de River. Creo que aparte de su tremendo carisma y si ingenio, su máxima virtud es la de hacer que sus jugadores rindan al máximo, y a partir de eso armar grandes equipos, ganadores y ofensivos.
Bueno, es eso, fin.
Ahora bajo a la tierra y sigo con lo del Tata: me parece un buen técnico, pero no descollante. Un tipo que aburre con su pose de correcteza y que si hay que definirlo sería: se adapta a lo que tiene. Y aparte se cree Bielsa, tiene un tema de diván con eso. Nada que ver en el funcionamiento de equipo, porque si hay algo que Bielsa no es es pragmático. Y no me parece que eso sea del todo una virtud. Prefiero los tipos que laburan una idea fundamental e intentan plasmarlas en un equipo, ganen o pierdan. Martino camina como Bielsa, se mueve como Bielsa, intenta hablar como Bielsa… qué sé yo… es a Bielsa lo que es Coti a Calamaro y lo que es Calamaro a Dylan.
Ojalá le vaya bien en el Barcelona, pero esto me huele a ciclo terminado y comienzo de uno nuevo que no será lo mismo y va a hacer repuntar nuevamente al Madrid. Le pifió el Barsa. Encima, se va a pelear con Messi, acuérdense lo que les digo, estas cosas terminan así. Se terminó el Barsa, muchachos. C’est fini