Nota a Domingo en el Ole de hoy…
“No me condiciona tener a Ledesma en el banco”
Nico Domingo reconoce su bajón ante Quilmes, pero no se vuelve loco por el acecho del Lobo. Y dice que lo motiva el apoyo de Almeyda y el grupo.
Transpira más que con Garnier y Rimoldi juntos. Pero Nico Domingo habla con sinceridad y sin frases hechas del pésimo partido en Quilmes, de su salida en el segundo tiempo y de ese Lobo (Ledesma) que está al acecho. Sigue igual, con la misma fuerza que en sus épocas de pensión, cuando a la par de entrenarse en Primera hacía el curso de dirigente deportivo para superarse. Porque si hay algo que sabe Domingo, es pelear para ganarse un lugar.
-¿Te condicionó tener a Ledesma sentado en el banco de los suplentes?
-No, para nada. Fue un partido raro para mí, donde no pude hacer pie y estuve impreciso. No tengo dudas: fue mi peor partido desde que estoy en River pero sólo se trata de un tropezón. Venía de tres muy buenos partidos.
-¿Ni inconscientemente sentiste al Lobo respirándote en la nuca?
-La competencia está en lo cotidiano pero es sana. Todos queremos jugar, pero soy sincero: no me condicionó ni me condiciona. Siempre vamos a estar los dos, no sólo ahora. Tuve una mala tarde, erré un pase, erré dos y después me costó volver a mi juego. Aunque estoy tranquilo porque tengo el apoyo de mis compañeros y del cuerpo técnico. Todos me recordaron que había jugado muy bien en los tres partidos anteriores. Me tengo que apoyar en eso, dar vuelta la página y matarme para recuperar el rendimiento que tenía.
-Quisieron traer a Arévalo Ríos, Freitas y llegó Ledesma. Así y todo, la peleaste para ganarte el lugar. ¿Qué sentiste cuando te tocó salir?
-En ese momento me sentí raro. A nadie le gusta salir, pero Matías vio que era lo mejor para el equipo y primero está el grupo.
-¿Te sorprendió?
-No me lo esperaba, pero sabía que no estaba haciendo las cosas bien. Aunque después me tranquilicé con las palabras de Matías y de todo el grupo.
-¿Qué te dijo Almeyda?
-Esa misma tarde me agarró en el vestuario y me pidió que me tranquilizara. Me dijo que todos alguna vez tuvimos una mala tarde. Después, en cada entrenamiento se me acerca y me alienta. En el primero de la semana me pidió que no me bajoneara, que una mala tarde no iba a cambiar nada de todo el esfuerzo que vengo haciendo desde que volví. Lo más lindo que me dijo es que él confía en mí y eso es muy importante. Después de todos los altibajos que tuve en el club, que el técnico me dé su respaldo me cayó muy bien.
-¿Por qué bajaste tanto el nivel siendo que tus compañeros te consideran el termómetro del equipo?
-Sinceramente, me sentía mal. Me costó en los primeros minutos y después, me fui del partido porque tenía la cabeza en tratar de asegurar el otro pase y no me salía. Una cosa me llevó a la otra. Ahora, el apoyo de mis compañeros me va a ayudar para volver a mi nivel. Necesito trabajar sin desesperarme. Me quedo con las palabras de Matías, hoy me afirmo en los partidos que jugué bien.
-Y de tus compañeros, ¿quiénes te hicieron el aguante en esta semana complicada?
-Cavenaghi y el Chori me bancan a morir. Alayes también me tranquilizó un montón. Todos tuvieron malos partidos. Aun cuando ganamos, a algunos las cosas no les salieron de la mejor manera, se apoyaron en el grupo y se entrenaron al máximo para no perder el lugar. Como hice yo.
-Hoy sabés que vas a ser titular. ¿Tuviste miedo de de perder el puesto?
-No. Ni lo pensé, como tampoco pensé que iba a jugar todos los partidos. Nadie me aseguró la titularidad. Lo que sí quiero, y me encantaría, es revertir la imagen que dejé en el último partido.
-¿Cómo quedaron después del empate en el último minuto?
-Nos dolió, pero lo bueno es que salimos bien parados de una cancha difícil y seguimos punteros. El partido fue extraño porque nos costó presionar, ya que Quilmes no nos dejó y nunca quiso jugar. Tiró pelotazos o vino a buscar la segunda pelota o algún rebote.
-¿Pasó el golpe?
-Por suerte, sí. Quedó en la bronca del momento. Ya cuando entramos al vestuario nos aplaudimos por el esfuerzo. Estamos bien, como equipo y como grupo. No sé cuánto hacía que River no tenía una racha tan buena en el arranque. Estamos fuertes y sabemos que depende de nosotros.
-Se ve un juego muy fuerte, con algunos jugadores como el Chori o Sánchez que sufren más las patadas de los rivales. ¿Se puede marcar sin tanta suela?
-Es difícil. Nosotros estamos tratando de no golpear porque la mayoría de los equipos apuesta a la pelota parada e intentamos no darle esa posibilidad al rival. Igual, parece que vamos a tener que acostumbrarnos: en el fútbol argentino se juega fuerte, tanto en la B Nacional como en Primera. Esperemos que de a poco se sancione antes de que nos lesionen feo a alguno.
-¿Seguro se pega igual en BN que en Primera?
-Sí, no hay diferencias. Yo me fui al exterior y volví, y enseguida me di cuenta de que todo sigue igual.
-¿Y te diste cuenta de que todos se juegan la vida contra River?
-Sí, lo sabíamos y lo comprobamos en cada partido. Para los demás son como dos finales durante el torneo. Pero nosotros tenemos finales todos los fines de semana. Esa mentalidad nos llevó a estar arriba cuando todos decían que a River le iba a costar mucho. Y eso es mérito del grupo. Ahora hay que seguir igual o mejor. Para reafirmar por qué estamos y podemos ser primeros.