Un técnico que se mira en el espejo de Angel Labruna
Juan José López tuvo un técnico que lo marcó para siempre: Angel Labruna. Y le resulta imposible apartarse de algunos de los patrones que le transmitió El Feo .
¿Tu estilo es el diálogo o la mano dura? Me gusta mucho el diálogo, cambiar opiniones con los jugadores. Nos gusta que ellos también opinen de táctica. Y después con el cuerpo técnico decidimos quiénes juegan y qué táctica usamos.
¿Almeyda es tu técnico dentro de la cancha? Con Matías tengo… todos tenemos una relación especial porque es un líder positivo. Es un tipo que siempre piensa con ambición y es lo que queremos. Con Juan Pablo (Carrizo) pasa lo mismo, con Ferrari, Ferrero y Pavone igual. Juan Manuel (Díaz) y Román se están integrando bien al grupo y de a poquito queremos que los chicos también tengan voz y voto.
Labruna siempre propició la participación del grupo, ¿no? Sí, Angel nos pedía que habláramos y yo le pido eso mismo al plantel. A nosotros nos hace crecer escuchar al grupo, pero el día que no le encuentre una respuesta a una inquietud de un jugador, es el día que tengo que dejar el fútbol y dedicarme a otra cosa.
Antes se decía que a Labruna le hacían el equipo entre Merlo, Perfumo, Passarella, Alonso y vos. ¿Te preocupa que ahora digan que te lo arma Almeyda? Dios quiera que digan lo mismo, porque sería señal de que el equipo funcionó y obtuvimos cosas importantes.
Passarella reconoce que con vos habla mucho de fútbol pero que al equipo lo armás vos. ¿No te complica que te hable mucho? No, el otro día hablé por teléfono y le dije que hacía como diez días que no hablábamos. Me nutre, porque vamos el Flaco (Pitarch), el Pato (Fillol) y yo. Dice: “Muchachos, tengo diez minutos”. Y después empieza a suspender renuniones y seguimos hablando cuatro o cinco horas, pero no específicamente de River: de táctica, de cómo jugar y cómo no jugar, de otros equipos, de jugadas, de las pelotas paradas. A uno lo nutre que él cuente sus experiencias. Y él también se distiende porque su vida siempre fue el fútbol. Es como que volvemos a la concentración del 75 en adelante…
¿Y si un día te quiere armar el equipo? Si él me quisiera formar el equipo, le diría: “Daniel, ponete el buzo vos, y listo”. Es como si yo le quisiera manejar el club. Somos muy respetuosos uno del otro.