A veces me pregunto qué puede tener un foro para ser un espacio cómodo de sociabilización, y más pregunto qué tiene TR para ser un punto de encuentro tan genuino y enigmático; es como ese lugar que no podés dejar de visitar, aunque sea una vez al día, porque te renueva.
Visto desde fuera, resulta paródijico que, en la soledad física del que escribe y su máquina, se esté consolidadndo una comunidad virtual que ríe y hace reir, que intercambia ideas, construye afectos, alimenta pasiones, todo tipo de pasiones.
Y estos threads demuestran que TR es mucho más que un espacio de River: es el café de la esquina, es el pub, es el parque, es la cancha, es el lugar de relax, es la biblioteca, es la isla solitaria, es la manifestación multitudinaria, y más.
Particularmente, más allá del chiste, la chicana y la broma, estoy muy agradecida con lo que creamos aquí. Y coincido con Vir; después de años de estar en el foro, nos animamos a mostrar caras y cuerpos, porque sabíamos que el respeto, el humor, la simpatía, la buena vibra iba a predominar.
Conocernos físicamente o no, aquí, es indistinto. Cada uno de nosotros alimenta TuRiver con una esencia y se aprende a aceptarla, desde el cariño, la admiración, sin necesidad que medie una foto, un video, un curriculum de logros y profesiones.
Lo que hemos logrado desde 2007 (antes también) en adelante, resulta increíble. Se ha generado una entidad colectiva sólida, no pasajera que supo modificar vidas o bien, sostenerlas.
Por eso, debemos, siempre, defender este espacio y darnos cuenta que todos merecen su lugar sin exclusividades, por más que la personalidad de algunos, su historia, su esencia se destaque.
Si TR se transforma en una colectividad poco plural, donde los espacios de participación se cierran, estamos restando y quitándole al foro su mayor virtud.
Creo que año a año, TR se fortalece más; por supuesto que con sus picos de tensión, sus lapsus y ese clima futbolístico que tanto nos condiciona.
Pero podemos lograr mucho más, sólo con la intención de brillar , para uno mismo, para los otros. No es necesario demostrar a nadie nada, ni generar coronas o lápidas; simplemente ser, ser uno, dejar ser y por qué no, ser con el otro, ser con los otros.