Suicidios adolescentes

Ayer a la tarde nos sorprendió un nuevo caso de suicidio adolescente en Chamical. Pero no fue un caso aislado, ya ocurrió otro, casi un año atrás, y hubo una verdadera oleada unos 8 año.
Por qué esto se multiplica en las provincias más tranquilas, donde la vida, naturalmente, corre menos peligro

Triste estadística: La Rioja segunda en un mapa del suicidio

                 										                    										                    										                 												                 												                												 	 		 				 						[Triste estadística: La Rioja segunda en un mapa del suicidio](http://www.noticiasnoa.com.ar/newnoa/index.php?option=com_content&view=article&id=13702:triste-estadistica-la-rioja-segunda-en-un-mapa-del-suicidio-&catid=20:intergeneral) 				 	
	 		 		 		 		 		 		[IMG]http://www.noticiasnoa.com.ar/newnoa/images/stories/suicidio.jpg[/IMG]En  Argentina se suicidaron 818 adolescentes y  jóvenes de entre 15 y 24  años (con una proporción de 3,6 varones por  cada mujer). Superan la  tasa de suicidio de adolescentes y jóvenes  varones del país total, las  provincias de Río Negro (24,4); Tierra del  Fuego (25,6); La Pampa  (29,4); Chubut (34,5) ySalta (35,2). La duplican  Jujuy (40) y La Rioja  (47,8) y la triplica Santa Cruz (61,1).       

El 11% de los adolescentes argentinos está en riesgo de quitarse la vida, es decir que pensó o intentó suicidarse. A esta conclusión llegó una investigación que se realizó en una población de alumnos secundarios privados y estatales, de distintas provincias, que realizó la investigadora del Conicet María Martina Casullo. El estudio científico -uno de los pocos disponibles en Argentina- indica, estimativamente, que el 25 % de los suicidios ocurre entre los 15 y los 25 años, y que se trata de un problema de varias regiones del país. Por otra parte, el psiquiatra Héctor Basile, que publicó “El suicidio de los adolescentes en Argentina”, en la revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica, con un mapa del suicidio en Argentina.

Durante 2003, indica el informe, en Argentina se suicidaron 818 adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años (con una proporción de 3,6 varones por cada mujer). Superan la tasa de suicidio de adolescentes y jóvenes varones del país total, las provincias de Río Negro (24,4); Tierra del Fuego (25,6); La Pampa (29,4); Chubut (34,5) ySalta (35,2). La duplican Jujuy (40) y La Rioja (47,8) y la triplica Santa Cruz (61,1). Además la periodista de “La Nación” Leila Guerriero investigó en la localidad santacruceña de Las Heras, con 14.000 habitantes, en donde se produjo el suicidio de 12 jóvenes a los fines de los 90. Luego publicó el libro “Los suicidas del fin del mundo” (2007), dando cuenta de esta problemática y denominando a Las Heras capital del suicidio. En el municipio salteño de Rosario de la Frontera, los adultos apuntan contra internet y el celular; y los chicos dicen que sus papás “ahora preguntan todo el tiempo”. Todavía conmocionada, la comunidad rosarina se pregunta " qué les pasó". El juego por la red, en el que no todos creen. El jueves por la tarde, el padre de una alumna de la Escuela de Comercio Nuestra Señora de Rosario, había salido hasta la panadería sin imaginar que, diez minutos más tarde, encontraría a su hija asfixiada, con una bufanda fatalmente enroscada en el cuello.
El suicidio de la adolescente puso en alerta a toda la sociedad de Rosario de la Frontera, donde se registraron otras muertes similares. Todo comenzó en abril pasado, cuando otra alumna de la misma escuela se quitó la vida ahorcándose. En ese momento, pocos rosarinos imaginaron que el primer suicidio adolescente derivaría en una seguidilla -ya había habido dos casos el año pasado-. El entorno entonces lo consideró como un hecho aislado. Grave, sí, pero aparentemente inocuo.
La preocupación creció el sábado pasado, tras comprobarse que otra chica, que tenía la misma edad de la que murió el jueves y asistía a su mismo establecimiento educativo, había ejecutado el mismo acto suicida. Sin embargo, y de acuerdo con los testimonios que obtuvo La Gaceta en Rosario, sus familiares y amigos atribuyeron la decisión a un aparente desequilibrio psicológico. La adolescente tenía, según sus allegados, una situación familiar extremadamente delicada.
El tercer suceso, que precipitó la reacción de esta ciudad de 25.000 habitantes ubicada al sudeste de la capital de Salta, ocurrió el miércoles, un día antes del de la adolescente de la escuela de comercio. Un chico se ahorcó en su habitación. Pero, a diferencia de los dos casos anteriores, el joven concurría a una escuela privada. Sus señas particulares indican que era huérfano y que, al igual que la adolescente que se suicidó el sábado, tenía una familia desestructurada o disfuncional. A diferencia de las otras suicidas, el chico dejó una carta dirigida a su maestra y compañeros, donde les pide que vayan a su entierro y que no lo juzguen ni se enojen por el paso que dio.
El misterio rodea la dolorosa muerte de los adolescentes. Por ejemplo, las autoridades de la Escuela de Comercio descubrieron que en un pupitre de la institución habían sido grabados los nombres de dos de los menores fallecidos y otra media decena de adolescentes. El mueble fue entregado a la Justicia. En toda la ciudad circulaba la versión de que en uno de los pizarrones de otro establecimiento educativo apareció escrita la leyenda: “ahora le toca a esta escuela”.
La policía informó que, en los últimos dos días, se registraron otros tres casos en los que se consiguió intervenir a tiempo. En uno de los casos, un padre revisó las cosas de su hija y encontró una carta de suicidio. Inmediatamente fue a la escuela, habló con la directora y la llevaron al hospital. Ahora la chica está recibiendo contención y se encuentra internada Ella también era de la escuela de Comercio.
La ola de suicidios no ha paralizado sin embargo a los vecinos, que el viernes se reunieron masivamente en la plaza principal de la ciudad salteña. Además de llorar a los adolescentes muertos, los padres y las autoridades buscan una explicación. lgunos deslizaron que los hechos podían obedecer a una especie de juego o rito promovido en internet.
La tragedia de Rosario la Frontera despertó la alerta entre los profesionales de la salud mental. La Gaceta consultó a Norma Contini, doctora en Psicología y especialista en adolescencia: “Uno, como profesional, se entera de estas situaciones y automáticamente se pregunta en qué momento esos chicos se quedaron tan solos como para llegar a considerar que la muerte era la única solución. ¿Acaso no tuvo nadie que le ayudara a reconsiderar el problema? La vida está hecha de adversidad, pero todos disponemos de las herramientas cognitivas y afectivas para enfrentarlos; la pregunta es, entonces, por qué esos chicos no dispusieron de esas herramientas”. Desbordadas. Así se definieron las autoridades de la escuela de Comercio Nuestra Señora del Rosario, luego de que tres de sus alumnas se quitaran la vida en dos meses. “Tratamos de estar tranquilos y de no romper ningún esquema. Lo importante es contener a padres y chicos. Es necesario que los papás hablen y lleguen a sus hijos, y los chicos tienen que entender la situación de sus padres, porque los adolescentes a veces miran sólo desde su punto de vista”, dijo Delia Gius, vicedirectora de la institución. “Los chicos están mas propensos a contar sus historias a los ‘amigos’ desconocidos que tienen en internet, en lugar de recurrir a sus padres”. La afirmación pertenece al presidente del Concejo Deliberante de Rosario de la Frontera, Adrián Luque, quien dio su opinión acerca de los suicidios que conmocionan a la ciudad salteña.

Ayer a la tarde nos sorprendió un nuevo caso de suicidio adolescente en Chamical. Pero no fue un caso aislado, ya ocurrió otro, casi un año atrás, y hubo una verdadera oleada unos 8 año.
Por qué esto se multiplica en las provincias más tranquilas, donde la vida, naturalmente, corre menos peligro

Triste estadística: La Rioja segunda en un mapa del suicidio

                 										                    										                    										                 												                 												                												 	 		 				 						[Triste estadística: La Rioja segunda en un mapa del suicidio](http://www.noticiasnoa.com.ar/newnoa/index.php?option=com_content&view=article&id=13702:triste-estadistica-la-rioja-segunda-en-un-mapa-del-suicidio-&catid=20:intergeneral) 				 	
	 		 		 		 		 		 		[IMG]http://www.noticiasnoa.com.ar/newnoa/images/stories/suicidio.jpg[/IMG]En  Argentina se suicidaron 818 adolescentes y  jóvenes de entre 15 y 24  años (con una proporción de 3,6 varones por  cada mujer). Superan la  tasa de suicidio de adolescentes y jóvenes  varones del país total, las  provincias de Río Negro (24,4); Tierra del  Fuego (25,6); La Pampa  (29,4); Chubut (34,5) ySalta (35,2). La duplican  Jujuy (40) y La Rioja  (47,8) y la triplica Santa Cruz (61,1).       

El 11% de los adolescentes argentinos está en riesgo de quitarse la vida, es decir que pensó o intentó suicidarse. A esta conclusión llegó una investigación que se realizó en una población de alumnos secundarios privados y estatales, de distintas provincias, que realizó la investigadora del Conicet María Martina Casullo. El estudio científico -uno de los pocos disponibles en Argentina- indica, estimativamente, que el 25 % de los suicidios ocurre entre los 15 y los 25 años, y que se trata de un problema de varias regiones del país. Por otra parte, el psiquiatra Héctor Basile, que publicó “El suicidio de los adolescentes en Argentina”, en la revista Argentina de Clínica Neuropsiquiátrica, con un mapa del suicidio en Argentina.

Durante 2003, indica el informe, en Argentina se suicidaron 818 adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años (con una proporción de 3,6 varones por cada mujer). Superan la tasa de suicidio de adolescentes y jóvenes varones del país total, las provincias de Río Negro (24,4); Tierra del Fuego (25,6); La Pampa (29,4); Chubut (34,5) ySalta (35,2). La duplican Jujuy (40) y La Rioja (47,8) y la triplica Santa Cruz (61,1). Además la periodista de “La Nación” Leila Guerriero investigó en la localidad santacruceña de Las Heras, con 14.000 habitantes, en donde se produjo el suicidio de 12 jóvenes a los fines de los 90. Luego publicó el libro “Los suicidas del fin del mundo” (2007), dando cuenta de esta problemática y denominando a Las Heras capital del suicidio. En el municipio salteño de Rosario de la Frontera, los adultos apuntan contra internet y el celular; y los chicos dicen que sus papás “ahora preguntan todo el tiempo”. Todavía conmocionada, la comunidad rosarina se pregunta " qué les pasó". El juego por la red, en el que no todos creen. El jueves por la tarde, el padre de una alumna de la Escuela de Comercio Nuestra Señora de Rosario, había salido hasta la panadería sin imaginar que, diez minutos más tarde, encontraría a su hija asfixiada, con una bufanda fatalmente enroscada en el cuello.
El suicidio de la adolescente puso en alerta a toda la sociedad de Rosario de la Frontera, donde se registraron otras muertes similares. Todo comenzó en abril pasado, cuando otra alumna de la misma escuela se quitó la vida ahorcándose. En ese momento, pocos rosarinos imaginaron que el primer suicidio adolescente derivaría en una seguidilla -ya había habido dos casos el año pasado-. El entorno entonces lo consideró como un hecho aislado. Grave, sí, pero aparentemente inocuo.
La preocupación creció el sábado pasado, tras comprobarse que otra chica, que tenía la misma edad de la que murió el jueves y asistía a su mismo establecimiento educativo, había ejecutado el mismo acto suicida. Sin embargo, y de acuerdo con los testimonios que obtuvo La Gaceta en Rosario, sus familiares y amigos atribuyeron la decisión a un aparente desequilibrio psicológico. La adolescente tenía, según sus allegados, una situación familiar extremadamente delicada.
El tercer suceso, que precipitó la reacción de esta ciudad de 25.000 habitantes ubicada al sudeste de la capital de Salta, ocurrió el miércoles, un día antes del de la adolescente de la escuela de comercio. Un chico se ahorcó en su habitación. Pero, a diferencia de los dos casos anteriores, el joven concurría a una escuela privada. Sus señas particulares indican que era huérfano y que, al igual que la adolescente que se suicidó el sábado, tenía una familia desestructurada o disfuncional. A diferencia de las otras suicidas, el chico dejó una carta dirigida a su maestra y compañeros, donde les pide que vayan a su entierro y que no lo juzguen ni se enojen por el paso que dio.
El misterio rodea la dolorosa muerte de los adolescentes. Por ejemplo, las autoridades de la Escuela de Comercio descubrieron que en un pupitre de la institución habían sido grabados los nombres de dos de los menores fallecidos y otra media decena de adolescentes. El mueble fue entregado a la Justicia. En toda la ciudad circulaba la versión de que en uno de los pizarrones de otro establecimiento educativo apareció escrita la leyenda: “ahora le toca a esta escuela”.
La policía informó que, en los últimos dos días, se registraron otros tres casos en los que se consiguió intervenir a tiempo. En uno de los casos, un padre revisó las cosas de su hija y encontró una carta de suicidio. Inmediatamente fue a la escuela, habló con la directora y la llevaron al hospital. Ahora la chica está recibiendo contención y se encuentra internada Ella también era de la escuela de Comercio.
La ola de suicidios no ha paralizado sin embargo a los vecinos, que el viernes se reunieron masivamente en la plaza principal de la ciudad salteña. Además de llorar a los adolescentes muertos, los padres y las autoridades buscan una explicación. lgunos deslizaron que los hechos podían obedecer a una especie de juego o rito promovido en internet.
La tragedia de Rosario la Frontera despertó la alerta entre los profesionales de la salud mental. La Gaceta consultó a Norma Contini, doctora en Psicología y especialista en adolescencia: “Uno, como profesional, se entera de estas situaciones y automáticamente se pregunta en qué momento esos chicos se quedaron tan solos como para llegar a considerar que la muerte era la única solución. ¿Acaso no tuvo nadie que le ayudara a reconsiderar el problema? La vida está hecha de adversidad, pero todos disponemos de las herramientas cognitivas y afectivas para enfrentarlos; la pregunta es, entonces, por qué esos chicos no dispusieron de esas herramientas”. Desbordadas. Así se definieron las autoridades de la escuela de Comercio Nuestra Señora del Rosario, luego de que tres de sus alumnas se quitaran la vida en dos meses. “Tratamos de estar tranquilos y de no romper ningún esquema. Lo importante es contener a padres y chicos. Es necesario que los papás hablen y lleguen a sus hijos, y los chicos tienen que entender la situación de sus padres, porque los adolescentes a veces miran sólo desde su punto de vista”, dijo Delia Gius, vicedirectora de la institución. “Los chicos están mas propensos a contar sus historias a los ‘amigos’ desconocidos que tienen en internet, en lugar de recurrir a sus padres”. La afirmación pertenece al presidente del Concejo Deliberante de Rosario de la Frontera, Adrián Luque, quien dio su opinión acerca de los suicidios que conmocionan a la ciudad salteña.

Es muy difícil la vida a esa edad.

Uno ahora, con el tiempo, se toma todo de otra manera. Pero es la edad en que tenés los sentimientos mucho más a flor de piel, y en donde ves todo blanco o negro, sin posibilidad de ningún gris. Si a eso le agregamos que la escuela suele ser bastante cruel…

es una edad jodida… cualquier acto de presunta injusticia se potencia emocionalmente y las decisiones posteriores se toman en base a los ideales casi romanticos sobre la vida que se tienen en ese momento…

Por supuesto que ademas… si a ello caen en un ambiente donde no son ‘aceptados’ por sus pares (adolescentes)… todo es mucho peor… ya no solo son sus ideales, sino la crueldad de la discriminacion, el aislamiento y burlas de sus pares… es demasiado…

Exacto. Creo que es la peor edad, porque es como que tendés a magnificar todo.

Yo la otra vuelta estaba pensando en eso, a raíz de algo que charlábamos con amigos. La crueldad de los pibes en la escuela, donde la idea siempre es tratar de formar tu propia personalidad tomando de punto a los que difieren en 5 grados a lo socialmente aceptado, es realmente preocupante. Sobre todo que suceda en la escuela, digamos… porque supuestamente tiene que ser la escuela la que logre que vos seas un tipo que se destaque en tu ámbito, y en realidad funciona como una picadora de carne (como bien graficaba The Wall) y como ente mediocrizante.

Abrazos, Martín.

Y vos como docente, que es lo que ves? notas conductas raras en los chicos?

quien alguna vez no lo penso? es un tema bastante complejo igual.

pero la escuela que tiene que ver?, si te toman de punto ya sea en la escuela o en cualquier otro lado es por que uno asi lo quiere, hacete respetar y listo

Que la escuela, hoy por hoy y como está, no es un formador de individualidades como debería ser. Es largo de debatir, pero por ahí vale la pena, no sé qué opinará Silvana ( [MENTION=3145]riversita78[/MENTION]), pero para mí, la escuela tiende a formar estereotipos y no gente pensante. Y eso sin dudas que contribuye.

Con respecto a “hacerte respetar”… no todos se pueden hacer “respetar”, Fer. No es todo tan así, tan literal. Para mí, por ejemplo, la escuela secundaria hasta los 15 años fue un parto, y debe de ser la peor época de mi vida. Y era muy difícil hacerme respetar con lo que era, ya que hasta esa edad no había estirado, y en segundo año medía un metro treinta. Era abonado a que me tomasen de punto, y difícilmente podía devolverle un ñoqui a tipos que me sacaban cuarenta centímetros. Después ya fue otro cantar.

En la escuela donde paso más horas el ambiente es bastante sano. La chica que se mató ayer iba a una escuela católica, de administración privada. En ese tipo de escuela pesa mucho la discriminación económica, la vanidad, la superficialidad
En la que trabajo más tiempo, la de arte, el tipo de alumno es distinto, hay muchos artistas antisociales, por un lado, y los que necesitan escenario, llamar la atención por otro. Hay conflicto con el paso de los años, pero ninguno de los suicidados en Chamical salió de esa escuela
En la otra, la de comercio, que no es elegida tanto por la orientación, sino por ser la escuela “popular” tiene un ambiente más pesado, muchos no terminan la escuela.

jodida las bolas, es una edad común, tiene sus cosas difíciles pero como todo en la vida, de acá a pensar sucidarte tenes que tener un trastorno.

igual… la peor etapa para mi fue entre los 14 y los 16 porque el ambiente se torno jodido y no encajas siempre… ademas que en esa etapa es donde se potencian los ‘loquitos’ y si consumen drogas ni les cuento…

Y el tema es que se supone que uno va a un ambiente ‘sano’ … tampoco es que uno va a una carcel y “tenes que hacerte respetar”… … y en ese contexto algunos realmente quedan muy vulnerables… y ahi es donde eso de hacerse respetar no es ‘tan facil’ … despues con el tiempo ‘por suerte’ (pero en realidad tiene logica) fueron quedandose afuera por obvias razones (principalmente, no pasar de año o cambiarse de escuela)… eso si, en el medio no me olvidare jamas que en mi curso habia un “gay” (muy afeminado) y una “gorda” … si a mi me parecio medio jodido… no puedo ni imaginar lo que fue con ellos (hasta el ultimo año la padecieron)…

buen tema…

Yo creo que el tema de la escuela es clave. Por eso siempre yo voy a preferir los colegios “grandes” con muchos chicos donde los pibes tengan más posibilidad de encontrar amigos que se les asemejen, o si no les cabe eso, por lo menos pasar inadvertidos. Por lo menos esa es mi experiencia en el colegio al que fui.

OBVIAMENTE. Eso está fuera de la discusión, si no, tendrías más suicidas que sobrevivientes. Ahora… yo pienso que si se tiran estadísticas de suicidios, los adolescentes la puntean, guarda. Entonces, eso te marca que SÍ es una edad jodida, simplemente porque todavía no estás maduro emocionalmente para manejar ciertas cosas.

En tercer año en mi curso me pasaba lo mismo, había un flaco que era gay y lo volvían loco. Yo, por suerte, para ese momento ya me había atropellado el auto, y después de comerme siete meses de yeso y en cama, cuando me levanté había estirado como 35 centímetros ja, ya estaba casi en la altura que tengo ahora (1.68/1.69). El primero que me quiso joder con algo en tercer año se comió un roscazo de una y sin decir agua va. Después terminamos más o menos parejo en la trompadeada, pero desde ahí no me jodieron más porque sabían que tenía pocas pulgas.

Por eso le decía a [MENTION=18245]ferpu[/MENTION]; que no era tan fácil hacerse respetar, yo pasé un primer y segundo año de mierda realmente. El flaco que me vino a joder en tercero pagó el pato por todo lo que me jodieron los demás, todavía tengo la marca de sus dientes en los nudillos. :lol:

ya no repartis mas abrazos? antes eras chevere martin

Coincido con Lauti. Igual habría que ver los casos en particular de las personas que se suicidan, cómo vivían, cómo los trataban en su hogar y en los demás lados. Creo que esas dos cosas, más sus posibles problemas psicológicos, es lo más importante.

Entre tantas boludeces que a uno se le cruzan por la cabeza, pensé que la adolescencia, en hogares con problemas, es como cuando viaja en auto con uno que es loco para manejar. Va todo el tiempo asustado porque no sabe lo que va a hacer el otro. Después maneja y es peor, pero en ese momento tiene el control
Los problemas, las dificultades existen siempre, pero un adulto tiene formas, herramientas, obligaciones y posibilidades de solucionarlos. Un adolescente no tiene el control, ve cómo otro maneja

---------- Mensaje unificado a las 14:52 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 14:48 ----------

En este caso en particular, hasta donde sé, no tenía problemas graves con los compañeros. El infierno estaba en su casa, con los padres separados hace años y que jamás actuaron como adultos, hablando mal uno de otro, con el padre en otro lado, usando su cuota de poder para crearle problemas a su ex esposa. En ese marco pasó esto

¿Estás mimosón hoy? :mrgreen:

Abrazos, Martín.

Uff qué complicado.

En realidad, creo que el problema pasa por las presiones y los moldes de éxito que hoy se imponen. Tenés que ser inteligente, tenés que ser cool, tenés que ser experimentado en todo sentido, saber lo que querés ser en el futuro, tenés que conseguir bienes y a tal edad y de tal forma. Todos tienen la receta y te empujan a aplicarla, si no quedás fuera (cuando quedar fuera, a veces, es tan sano). Se los empuja a perder la fantasía, la inocencia, la espera, la curiosidad. Se los aplasta de realidades desde edades tempranas.

Veo a los chicos y siento que viven demasiado acelerados; todo un entorno que los empuja a ser un estereotipo, que los masifica. Yo siempre les digo que ellos tienen una ventaja que nosotros, a su edad, no : viven en una época más sincera en la que hablar de familias no tipo, elecciones sexuales, adicciones no son temas tabú y que aprovechando esa ventaja, tienen la chance de construir algo distinto, de formarse con una mente más abierta. Pero, lógico, el adulto tiene que acompañar, tiene que motivar, entender, orientar; si el adulto vuelca su frustración y esas ridículas imposiciones sociales, el chico explota.

En la escuela, tenés de todo y no todos son iguales pero sí hay muchos abismos entre los chicos y los adultos porque, también, se parte de prejuicios (o el pibe es un vivo bárbaro y con esos hay que tener cuidado o es un pelotudo con tope, para qué gastarse). Y ellos piensan lo mismo de vos. Ni una cosa ni la otra. Hay que despojarse, un poco, de esos roles y tratar de establecer un vínculo más sincero, sin esas metas utópicas (voy a lograr que este chico sea el mejor así, cuando termina el año, se sube al banco y me dice “oh capitán, mi capitán”), se logrará lo que ese chico pueda dar y lo que vos como docente puedas entregar, el resto se hace sobre la marcha, sin carátulas, sin diplomas extras. Del mismo modo, si se detecta un caso de maltrato, no mirar para el costado y hablar, pero no desde la fórmula moral (el bueno al cielo, el malo al infierno) sino desde lo que se siente, desde lo que se vive.

Hay que sacar presión y acompañar más, comprender más y evitar tanto “deber ser”.

Creo que para llegar a una decisión tan extrema algo tiene que andar mal en la cabeza del suicida: esto es así a los 15 o a los 37.
De todas formas, todas las edades tienen sus dificultades porque a los 14 te puede joder soberanamente la vida que te digan “gordo” en el colegio o que tus viejos se separen, pero a los 35 si tenés una familia y no tenés laburo también te la regalo. Voy a que si bien uno cuando es adulto procesa las cosas de otra manera, “excusas” siempre va a haber. Lo que creo que nunca se va a saber es qué pasa exactamente por la cabeza de un suicida al momento de tomar la decisión de quitarse la vida.

De hecho los suicidios de personas mayores se dan más por problemas económicos. En épocas de inundaciones de la provincia de Buenos Aires, hubo un pequeño productor que se mata para “licuar” la deuda familiar con el banco