Se gradúan casi 4 abogados por cada ingeniero

Raquel San Martín
LA NACION

Algo no cambió en la universidad argentina desde sus orígenes: nació para formar profesionales liberales y ése sigue siendo su producto más numeroso.

En el país, cada año se gradúan casi cuatro abogados por cada ingeniero; casi 11 economistas y contadores por cada especialista en ciencias agropecuarias; 44 médicos por cada físico, y 177 psicólogos por cada estadístico.

La comparación, realizada a partir de las últimas estadísticas disponibles del Ministerio de Educación, de 2007, pone frente a frente las carreras tradicionales y más concurridas con algunas de las incluidas en el listado de “carreras prioritarias para el desarrollo del país”. Son 106 carreras de grado, así establecidas en 2004, para las que desde ese momento se dan becas específicas. Este año se sumaron, además, becas para impulsar las carreras vinculadas con tecnología e informática. Los números demuestran que, a pesar de las difundidas evidencias de que ciertas ramas de la ingeniería, el campo, la biotecnología y las ciencias de la tierra, entre otras, tienen oportunidades laborales abiertas y en crecimiento, los estudiantes no terminan de volcarse a ellas.

Los expertos señalan el miedo a ciertas materias “duras”, como la matemática, y el desconocimiento de opciones alternativas de estudio como factores responsables de la falta de interés.

Según los datos oficiales, en 2007 se graduaron 17.631 profesionales de la economía y la administración en las universidades estatales y privadas del país (el 20% del total), seguidos por 13.298 abogados, 5937 auxiliares de la medicina, 5236 médicos y 4698 psicólogos. Pero sólo se recibieron 3475 ingenieros, 1625 profesionales de carreras agropecuarias, 119 físicos, 26 estadísticos y 9 meteorólogos.

Si se mira en perspectiva, la tendencia es similar: entre 1995 y 2007, la cantidad de alumnos en carreras de ciencias económicas creció el 2,5% y sus egresados un 8,2%, mientras las carreras de ingeniería e informática juntas aumentaron un 1,7% en alumnos y un 5% en egresados.

La excepción son las carreras auxiliares de la medicina, como enfermería, kinesiología, fonoaudiología y nutrición. En total, registraron 5937 graduados en 2007, más que los médicos, y un crecimiento del 9,7% en sus egresados desde 1995.

“El número de alumnos de ingeniería se mantiene o muestra un crecimiento mínimo”, comentó a LA NACION Benito Alvarez Ovide, secretario académico del ITBA. “La cantidad de graduados sigue siendo insuficiente. Hay ramas particularmente críticas, como la informática y la electrónica, en las que a los alumnos les cuesta recibirse porque consiguen trabajo enseguida y ganan bien. Y otras, como la eléctrica, en las que hay más mercado que los egresados que tenemos”, dijo. “Hace falta despertar vocaciones tecnológicas, porque en la medida en que haya más gente también se puede aspirar a mayor calidad”, analizó Alvarez Ovide.
Mejoras académicas

En 2005, la Secretaría de Políticas Universitarias puso en marcha un programa que financia mejoras académicas y de infraestructura en 245 carreras de ingeniería estatales del país. En total, en el país se dictan 396 carreras de ingeniería, en 21 especialidades. La evaluación realizada por la Coneau en ellas antes de 2005 devolvió un panorama preocupante, con tasas de graduación que rondaban el 6%, bajo rendimiento, atraso en equipamiento tecnológico y superposición de ofertas en el país.

Según el secretario de Políticas Universitarias, Alberto Dibbern, los resultados del programa empiezan a ser positivos: la reinscripción de alumnos pasó del 46% en 2002-03 al 66% en 2006-07; el promedio de materias rendidas por estudiante pasó de 1,7 en 2002 a 2,5 en 2007 y los egresados crecieron un 19% en esos años.

“Vamos en buen camino. El sistema de becas va a mejorar la situación. Hay que tener en cuenta que la Argentina tiene un ingreso diferente a otros países. Si la selección es más estricta, el rendimiento tiende a ser mejor”, justificó Dibbern, quien resaltó que el 10,5% de graduados de ingeniería e informática del país se acerca al 13% en países desarrollados.

En las carreras vinculadas con el campo, la tendencia es a una mejora lenta de la matrícula, sobre todo en las facultades de las provincias. En la UBA, el número está estabilizado y con tendencia a disminuir. Hay 26 facultades de agronomía en el país.

“La agronomía tiene injerencia directa en dos problemáticas centrales hoy: la producción de alimentos y el cambio climático; por eso tiene un campo laboral interesante”, señaló Lorenzo Basso, decano de la Facultad de Agronomía de la UBA.

“La ocupación de nuestros egresados es muy buena: en empresas de agroquímicos, de semillas y de servicios; en industrias de la cadena agroalimentaria y en temas ambientales.” Señaló, además, que no hay egresados suficientes en biotecnología y mejoramiento genético.
El atractivo de la ley

Del lado de los que atraen estudiantes sin hacer publicidad, como las carreras de abogacía, encuentran razones coyunturales, pero también históricas, para el fenómeno.

“El derecho está en la impronta de la propia institución universitaria; tiene la perspectiva de ascenso social que es muy importante en nuestra sociedad, y desde el mercado, es un título con mucha demanda”, analizó Gonzalo Alvarez, secretario académico de la Facultad de Derecho de la UBA. “El título de abogado sigue representando la posibilidad de abordar una amplitud de campos disciplinarios y ámbitos de aplicación.”

Alvarez arriesgó otra explicación para el interés sostenido por la abogacía. “Las sociedades buscan lo que no tienen. En la Argentina hay un exceso de normas, pero eso no siempre se traduce en el Estado de Derecho que quisiéramos”, dijo.

Suena paradójico, pero en una generación de chicos hiperconectados con información, el desconocimiento sobre las carreras sigue siendo una constante.

“El común de los alumnos sólo conoce las carreras tradicionales”, admitió Dibbern, quien comentó que se está trabajando en diseñar un programa en ese sentido que se dirigirá a estudiantes de nivel medio. En tanto, en el ITBA preparan una maestría en enseñanza de la ingeniería. “Para redefinirla y dejar de echar culpas al nivel educativo anterior”, dijo Alvarez Ovide.

Raquel San Martín
LA NACION

Algo no cambió en la universidad argentina desde sus orígenes: nació para formar profesionales liberales y ése sigue siendo su producto más numeroso.

En el país, cada año se gradúan casi cuatro abogados por cada ingeniero; casi 11 economistas y contadores por cada especialista en ciencias agropecuarias; 44 médicos por cada físico, y 177 psicólogos por cada estadístico.

La comparación, realizada a partir de las últimas estadísticas disponibles del Ministerio de Educación, de 2007, pone frente a frente las carreras tradicionales y más concurridas con algunas de las incluidas en el listado de “carreras prioritarias para el desarrollo del país”. Son 106 carreras de grado, así establecidas en 2004, para las que desde ese momento se dan becas específicas. Este año se sumaron, además, becas para impulsar las carreras vinculadas con tecnología e informática. Los números demuestran que, a pesar de las difundidas evidencias de que ciertas ramas de la ingeniería, el campo, la biotecnología y las ciencias de la tierra, entre otras, tienen oportunidades laborales abiertas y en crecimiento, los estudiantes no terminan de volcarse a ellas.

Los expertos señalan el miedo a ciertas materias “duras”, como la matemática, y el desconocimiento de opciones alternativas de estudio como factores responsables de la falta de interés.

Según los datos oficiales, en 2007 se graduaron 17.631 profesionales de la economía y la administración en las universidades estatales y privadas del país (el 20% del total), seguidos por 13.298 abogados, 5937 auxiliares de la medicina, 5236 médicos y 4698 psicólogos. Pero sólo se recibieron 3475 ingenieros, 1625 profesionales de carreras agropecuarias, 119 físicos, 26 estadísticos y 9 meteorólogos.

Si se mira en perspectiva, la tendencia es similar: entre 1995 y 2007, la cantidad de alumnos en carreras de ciencias económicas creció el 2,5% y sus egresados un 8,2%, mientras las carreras de ingeniería e informática juntas aumentaron un 1,7% en alumnos y un 5% en egresados.

La excepción son las carreras auxiliares de la medicina, como enfermería, kinesiología, fonoaudiología y nutrición. En total, registraron 5937 graduados en 2007, más que los médicos, y un crecimiento del 9,7% en sus egresados desde 1995.

“El número de alumnos de ingeniería se mantiene o muestra un crecimiento mínimo”, comentó a LA NACION Benito Alvarez Ovide, secretario académico del ITBA. “La cantidad de graduados sigue siendo insuficiente. Hay ramas particularmente críticas, como la informática y la electrónica, en las que a los alumnos les cuesta recibirse porque consiguen trabajo enseguida y ganan bien. Y otras, como la eléctrica, en las que hay más mercado que los egresados que tenemos”, dijo. “Hace falta despertar vocaciones tecnológicas, porque en la medida en que haya más gente también se puede aspirar a mayor calidad”, analizó Alvarez Ovide.
Mejoras académicas

En 2005, la Secretaría de Políticas Universitarias puso en marcha un programa que financia mejoras académicas y de infraestructura en 245 carreras de ingeniería estatales del país. En total, en el país se dictan 396 carreras de ingeniería, en 21 especialidades. La evaluación realizada por la Coneau en ellas antes de 2005 devolvió un panorama preocupante, con tasas de graduación que rondaban el 6%, bajo rendimiento, atraso en equipamiento tecnológico y superposición de ofertas en el país.

Según el secretario de Políticas Universitarias, Alberto Dibbern, los resultados del programa empiezan a ser positivos: la reinscripción de alumnos pasó del 46% en 2002-03 al 66% en 2006-07; el promedio de materias rendidas por estudiante pasó de 1,7 en 2002 a 2,5 en 2007 y los egresados crecieron un 19% en esos años.

“Vamos en buen camino. El sistema de becas va a mejorar la situación. Hay que tener en cuenta que la Argentina tiene un ingreso diferente a otros países. Si la selección es más estricta, el rendimiento tiende a ser mejor”, justificó Dibbern, quien resaltó que el 10,5% de graduados de ingeniería e informática del país se acerca al 13% en países desarrollados.

En las carreras vinculadas con el campo, la tendencia es a una mejora lenta de la matrícula, sobre todo en las facultades de las provincias. En la UBA, el número está estabilizado y con tendencia a disminuir. Hay 26 facultades de agronomía en el país.

“La agronomía tiene injerencia directa en dos problemáticas centrales hoy: la producción de alimentos y el cambio climático; por eso tiene un campo laboral interesante”, señaló Lorenzo Basso, decano de la Facultad de Agronomía de la UBA.

“La ocupación de nuestros egresados es muy buena: en empresas de agroquímicos, de semillas y de servicios; en industrias de la cadena agroalimentaria y en temas ambientales.” Señaló, además, que no hay egresados suficientes en biotecnología y mejoramiento genético.
El atractivo de la ley

Del lado de los que atraen estudiantes sin hacer publicidad, como las carreras de abogacía, encuentran razones coyunturales, pero también históricas, para el fenómeno.

“El derecho está en la impronta de la propia institución universitaria; tiene la perspectiva de ascenso social que es muy importante en nuestra sociedad, y desde el mercado, es un título con mucha demanda”, analizó Gonzalo Alvarez, secretario académico de la Facultad de Derecho de la UBA. “El título de abogado sigue representando la posibilidad de abordar una amplitud de campos disciplinarios y ámbitos de aplicación.”

Alvarez arriesgó otra explicación para el interés sostenido por la abogacía. “Las sociedades buscan lo que no tienen. En la Argentina hay un exceso de normas, pero eso no siempre se traduce en el Estado de Derecho que quisiéramos”, dijo.

Suena paradójico, pero en una generación de chicos hiperconectados con información, el desconocimiento sobre las carreras sigue siendo una constante.

“El común de los alumnos sólo conoce las carreras tradicionales”, admitió Dibbern, quien comentó que se está trabajando en diseñar un programa en ese sentido que se dirigirá a estudiantes de nivel medio. En tanto, en el ITBA preparan una maestría en enseñanza de la ingeniería. “Para redefinirla y dejar de echar culpas al nivel educativo anterior”, dijo Alvarez Ovide.

Eze, tenés 4 posibilidades contra 1 de que te caguen a trompadas algunos que se ofendan. :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen:

Abrazos, Martín.

:lol::lol: los técnicos tambien pueden ligar.

Me podes averiguar cuantos ingenieros aeronauticos se graduan por año ? Si llegamos a 5 es todo un merito. :mrgreen:

asi esta el país:lol::lol::lol:

te imaginas un mundo sin abogados??

Abogaaaados:banana_01::banana_01::banana_01:
Ya nos van a necesitar.

yo voy a estudia para abogado :mrgreen::twisted:

yo voy a estudiar analista de sistema
me comentaron ya muchas personas q con un par de materias, ya tenes laburo al toque:mrgreen:

Ah bueee :twisted: :lol::lol::lol: Deben ser pedidos los Ingenieros

Ni hablar, mirame a mí que laburé casi todo el tiempo de programador, y no terminé el secundario… te puedo dar fe de eso. :wink:

En todo lo que es sistemas, basta con que tengas las neuronas medianamente bien ubicadas y vas a laburar aunque no tengas título. Pero tratá de no estar en el grupo de los chantas, que yo cada vez que pego un cliente tengo que jurarle sobre la Biblia que soy uno de los honestos, y no de esos programadores que cuando van a arreglar una cosa te descomponen otra para asegurarse mantenimiento a futuro, ya me tienen podrido los garcas, nos dejan a todos como el orto. :evil:

Abrazos, Martín.

Una verguenza, vamos Ingeniería Química , carajo:P

con 14 años ya sabes que vas a estudiar. Realmente te admiro.

Geologia Rlz.!

en la UNLP se gradúan 1 o 2 por año, lo mismo para Astronomía… y demás

tengo un amigo que la madre es profe de 4to año de la facu de Astronomía… y me cuenta siempre que el año que mas alumnos tuvo eran 7 :lol::lol::lol::lol:

asi estamos…

debe estar re copado tener Estructuras como materia troncal…:roll:

antes q tener comunicaciones!

jajaja el tema esta en que todos esos componentenes de por ejemplo una cpu,estan hechos para romperse o averiarse. es como pensar que el antivirus esta hecho para proteger la maquina de todos los virus:mrgreen::mrgreen:

y si garca anda suelto por todos lados, y aparte la programacion,o hasta el simple hecho de formatear un maquina no es algo tan comun.