El problema número 1
La decisión del DT Gorosito de reemplazar al arquero Ojeda por Mariano Barbosa reavivó un complejo que los millonarios arrastran en los últimos años; ni apellidos con experiencia ni los jóvenes del club ofrecieron garantías
Noticias de Deportiva: Miércoles 4 de marzo de 2009 | Publicado en edición impresa
[
](javascript:void(0))
Por Alberto Cantore
De la Redacción de LA NACION
La goleada que sufrió ante San Lorenzo profundizó un tema que es recurrente en River. Esos cinco tantos reabrieron un debate que se produce cada vez con mayor frecuencia en Núñez, aunque en esporádicas oportunidades se le encontró una solución concreta. Ahora, las miradas se detuvieron en el arquero Juan Marcelo Ojeda, aunque en la misma situación, en los últimos 15 años, estuvieron nombres con historia como Sergio Goycochea, Germán Burgos, Angel Comizzo, Roberto Bonano… Tampoco estuvieron exentos de las críticas los productos forjados en las divisiones inferiores, como Germán Lux o Franco Costanzo.
Sin dudas, el puesto es un trastorno para los dirigentes y los entrenadores. Un espacio que genera controversias entre los hinchas, que añoran a guardavallas con estrella, que enseñaron un camino y perduraron en el tiempo: Amadeo Carrizo y Ubaldo Fillol lideran la lista. A partir de mañana, otro apellido se añadirá a la extensa nómina de futbolistas que estuvieron bajo la lupa: Mariano Barbosa, que por decisión del entrenador Néstor Gorosito relegará al banco de los suplentes a Ojeda, cuando los millonarios se midan con Universidad de San Martín de Porres, de Perú, por la Copa Libertadores.
Para algunos es considerado el arco más grande de la Argentina; para otros, un lugar que se devoró a jóvenes promesas e hizo tambalear a hombres con experiencia. Ni tan siquiera en los años dorados, donde las vueltas olímpicas eran algo común para los millonarios, el arco estuvo blindado por el guardián de turno. El último exponente que brindó seguridad y se constituyó en una pieza fundamental para que el equipo lograra un título fue Juan Pablo Carrizo, en el Clausura 2008. Otros debieron compartir el sitio, a pesar de que para lograr un buen rendimiento se necesita, más que en otra función, continuidad.
Un caso emblemático fue Burgos, que atajó 10 torneos en River y en la primera experiencia en el club -llegó procedente de Ferro- fue campeón. El Mono integró los planteles del tricampeonato que obtuvo Ramón Díaz y fue un personaje carismático que sedujo al público, pero también recibió fuertes cuestionamientos por aquellos mismos que lo idolatraron. Paradójicamente, un par de años más tarde los millonarios contrataron un competidor con características opuestas: Bonano. El rosarino terminó imponiendo su estilo -más sobrio, menos espectacular-, ya que fue titular en más encuentros en cinco de los seis certámenes que compartieron. Pero ninguno de los dos, que también integraron la selección, alcanzó el grado de indiscutido.
La puja entre Burgos y Bonano no se trató de un capricho del riojano Ramón Díaz. La búsqueda para consolidar al N°1 fue problemática para el chileno Manuel Pallegrini y conflictiva para Daniel Passarella. Un dato que revela la dificultad que tuvieron los antecesores de Ojeda para adueñarse del arco de River es que en los 31 torneos pasados, apenas cinco arqueros jugaron los 19 encuentros: Bonano, en el Apertura 2000; Costanzo, en el Clausura 2001 y Apertura 2004; Comizzo, en el Apertura 2001, y Carrizo, en el Clausura 2008.
En esta búsqueda frenética, también se realizaron cambios profundos. En el Clausura 2003, Pellegrini quitó del arco a Comizzo y respaldó a José María Buljubasich. Pero la apuesta sufrió un nuevo percance, cuando antes del encuentro con Boca ubicó a Costanzo como titular. El cordobés fue contemporáneo de Lux, aunque éste último recién tomó las riendas cuando Costanzo fue transferido, en 2005. Mostaza Merlo intentó consolidarlo, pero el corto tiempo en el cargo -menos de un torneo- impidió que el santafecino alcance el nivel que insinuaba en las divisiones inferiores.
Llegó Passarella y ni la frase del presidente José María Aguilar, que alguna vez manifestó la intención de ofrecerle un contrato por 10 años, salvaron a Lux. El DT lo borró y se inclinó por Carrizo -fue una apuesta de riesgo que terminó siendo un acierto-; los dirigentes avalaron la decisión y el arquero estuvo más de un torneo sin atajar.
Hoy es el tiempo de Barbosa y Ojeda parece ser un número más de la lista que el arco de River se devoró en los últimos años.
[ul]
[li]Jugará en Perú con seis modificaciones [/li]El entrenador Néstor Gorosito realizará seis cambios respecto del equipo que perdió 5 a 1 con San Lorenzo, el domingo pasado. Además del ingreso de Mariano Barbosa por Marcelo Ojeda, el DT dispondrá que Danilo Gerlo, Rodrigo Archubi, Martín Galmarini, Nicolás Domingo y Rubens Sambueza reemplacen a Paulo Ferrari, Cristian Villagra, Augusto Fernández, Matías Abelairas y Diego Buonanotte.[/ul]
Carrizo, sin discusiones
El título logrado en el Clausura 2008, donde fue una figura determinante para la conquista, hizo que Juan Pablo Carrizo fuera el único de los arqueros logró consolidarse en el puesto. Igualmente debió soportar algunas críticas cuando al regresar de Italia le anotaron 11 goles en tres