Todos los refuerzos de Ramón Díaz como DT. (PM)
Interesante nota para analizar como le fue a cada uno.
[SPOILER]Tres arqueros, doce defensores, trece mediocampistas y trece delanteros. En total, si se contemplan sus tres ciclos como técnico de River, donde se consagró como el más campeón de la historia, Ramón Díaz incorporó 41 futbolistas. Muchos la rompieron, otros cumplieron y algunos decepcionaron.
Por muchos, el Pelado fue insistente hasta el hartazgo, sino que lo digan los ex presidentes Alfredo Dávicce y David Pintado, quienes por una cuestión de años de relación (cinco en dos etapas) fueron los que más “sufrieron” los pedidos del riojano. José María Aguilar, porque él decidió prescindir de sus servicios, lo toleró poco. Y Daniel Passarella, en quizás sus últimos meses sentado en el sillón, zafó en el primer mercado de pases, pero Ramón ya le tiró un mensaje lacerante hace unos días cuando le pidió protagonismo pensando en el River que se viene.
Entonces, en pleno mercado de pases, bien vale la pena repasar esos 41 apellidos y cómo le fue a cada uno.
1995
Juan Gómez: llegó de Argentinos Juniors, jugó mucho en la primera ronda de la Copa Libertadores y rindió tanto de zaguero como de volante.
Alberto García Aspe: un fracaso. River pagó fortunas por un mexicano al que le quedó grande la Banda. Jugó cuatro partidos y rescindió el contrato.
1996
Ramón Medina Bello: contaba con un pasado de goles y vueltas olímpicas, aunque su vuelta de Japón no fue de las mejores. Aportó goles en el Apertura 97, aunque se fue peleado con Ramón.
Marcelo Escudero: le costó ganarse un puesto, recién en el 99 lo logró. Luchó con el rendidor Monserrat. Fue siempre hombre de Ramón y hoy es su ayudante de campo.
Leonel Gancedo: otro al que le costó hacer pie ante la cantidad y riqueza de los volantes millonarios de los dorados 90. También comenzó a ser titular en el 99.
Juan Pablo Sorin: arrancó de volante en los partidos de visitante en la Libertadores 96. Luego fue un 3 que marcó una era.
Roberto Bonano: peleó el puesto con el Mono Burgos durante tres años. Rindió mucho.
Sebastián Pena: venía, como Sorín, con la chapa de haber sido campeón juvenil Sub 20. Jugó poco. Jugó mal.
Eduardo Berizzo: cuando aterrizó en Núñez se lo recordaba de aquellos grandes equipazos de Newell´s dirigidos por el Loco Bielsa. Tras su paso por México, el Toto era un central maduro y terminó siendo el líder de una defensa de lujo integrada además por Hernán Díaz, Celso Ayala y Sorín.
Roberto Monserrat: un 8 a la antigua que venía de ser campeón con San Lorenzo. Hasta que su rodilla le dijo basta, el Diablo fue un hombre clave.
Sergio Berti: en el mito quedó que fue, como Sorín, uno de los jugadores de peor relación con Ramón. Pero con Juampi formaron un tándem inolvidable. Uno de los últimos grandes volantes zurdos que hubo en el fútbol argentino.
Marcelo Salas: Boca lo había desechado y Ramón lo aceptó. Arrancó de suplente, pero terminó haciendo goles de todos los colores. Se fue siendo ídolo. Su vuelta, en 2003, no fue la mejor, porque se la pasó lesionado, pero con el Pelado la rompió.
Julio Cruz: una apuesta pura de Ramón. Fue titular por encima de Salas y tras un año se fue a Holanda. Aportó muchos gritos.
1997
Roberto Trotta: un caso muy particular. Llegó a gritarle un gol a Ramón en la cara, ante Newell´s. Se fue a Racing, luego a España y dos años más tarde regresó. Fue capo del fondo y hasta vistió la cinta de capitán.
Hernán Maisterra: era de lo mejorcito de Platense. En River fue un fiasco.
Diego Placente: otro 3 “made in Argentinos”. Supo aprovechar sus momentos en River y terminó siendo titular cuando se fue Sorín.
Pedro Sarabia: arribó desde Banfield y fue un comodín durante muchos años actuando en todos los puestos de la defensa.
Juan José Borrelli: otro ex compañero de Ramón que volvió del Oviedo de España con mucho cartel por su buen pasado en el club y se terminó yendo enemistado con el DT.
Sebastián Rambert: Ramón se lo “sacó” a Boca. Empezó bien y por culpa de una lesión crónica en su rodilla derecha su ciclo en River se fue desinflando. Luego trabajó en el cuerpo técnico del riojano.
Martín Cardetti: otro caso con matices. También le gritó un gol “in your face” a Ramón, en el Parque Antartica de Palmeiras. Sin embargo, el entrenador lo bancó y fue goleador de aquel Apertura 2001, con 17 tantos
1998
Marcelo Gómez: River le pagó a Vélez, que no quería negociar jugadores en el ámbito local, más de tres millones de dólares, una millonada para la época. Ramón, con el Negro, sumaba a otro 5 para minarle el puesto a Astrada, quien a la larga terminaba jugando. Gómez fue otro fracaso.
Carlos Netto: metió un gol de penal en la Bombonera y nada más.
Juan Pablo Angel: arrancó resistido, pero Ramón lo bancó, lo rodeó de Saviola y Aimar, y el colombiano se asentó. Un 9 completo.
Jorge Martínez: un lateral de moda que se había destacado en el Independiente de Menotti. En River mostró poco.
Cristian Castillo: otro hombre moda. Había vuelto loco a Ramón en un partido con Colón. Su estadía en Núñez fue más afuera que adentro de la cancha.
Juan Antonio Pizzi: ¿cómo podía irle mal a un delantero que venía de jugar el Mundial de Francia para España y que además actuaba en el Barcelona? River es otra cosa y él nunca encajó.
1999
Leonardo Ramos: un zaguero de buena pegada que no se adaptó.
Nelson Cuevas: la descoció en el Preolímpico 99 de… lateral derecho. Fue más una apuesta de los dirigentes que de Ramón. Nunca fue titular, pero es muy querido por los hinchas. ¿Quién puede olvidarse de su corrida ante Racing y del gol a Abbondanzieri en un clásico?
Gastón Sessa: vino para ser suplente y atajó un solo partido.
Mario Yepes: otra apuesta que resultó siendo un gran acierto. Reemplazó con mucha jerarquia a Berizzo.
Eduardo Coudet: le costó entrar bien en el mundo River. Cuando lo hizo, no salió más. Un carrilero de los que ya no quedan.
Cristian Ledesma: sí, es el mismo Lobo que a los 35 años se destaca en el actual River de Ramón. Hace 14 años el Pelado ya le había echado el ojo.
2001
Angel Comizzo: regresó a los 40 años y fue importante en la obtención del Clausura 2002.
Alejandro Escalona: ¿chileno como Salas? Sí, pero rindió todo lo contrario al Matador.
Matías Lequi: recién con Pellegrini pudo ser titular.
Esteban Cambiasso: uno de los mejores refuerzos. En un año la rompió. Volante con juego y gol.
2002
Alejandro Domínguez: el Chori jugó dos partidos (recién lo habilitaron en el torneo local cuando Ortega fue vendido a Turquía) y metió un par de goles.
Juan Esnaider: tras más de diez años en Europa, su historia en River duró seis meses. Marcó apenas una vez.
Daniel Fonseca: ilusionó con su gol de tiro libre a Boca en un clásico de verano, pero al mes se marchó envuelto en un escándalo.
2013
Juan Iturbe: muchos amagues, escasos resultados. Se va de River.
Leonel Vangioni: otro acierto. De lateral y de volante fue uno de los puntos más altos del equipo en el último torneo.[/SPOILER]