2005
—¿Estás diciendo que le quedó grande?
—No, pero a lo mejor tiene el pensamiento en otras cosas. Cuando nos fuimos por primera vez, se decía que salir campeón era fácil, que ganaban la Copa, el campeonato, todo… Y al final no ganaron nada: vino Gallego y parece que todo lo que dejamos armado gana. Pero al campeonato siguiente ya no lo ganan…
—Antes de irte, dijiste: “Yo me renovaría por diez años”. ¿Sentís que Aguilar te traicionó?
—No, traición no. Además, los hinchas me quieren más ahora que cuando los dirigía. Y cuando los que están no consiguen resultados, más todavía te quieren…
—¿Tenés nostalgia por estar en el banco de River?
—Yo siempre dije que en la Argentina sólo iba a dirigir a River. Ese es mi deseo y lo que le prometí a la gente. Pero si ellos no me quieren, tendré que ir a trabajar a otro club. Mi idea es quedarme en el país y volver a dirigir.
—Y si te tocara volver, vos…
—(Interrumpe) ¿Si me tocara? Yo voy a volver y voy a salir campeón. Se lo prometí a la gente.
—¿Pero tuviste otras ofertas?
—Me llamaron de todos los equipos del país.
—¿De todos?
—De todos.
—¿De Boca también?
—Nooo, de todos menos Boca… Los hinchas de Boca me respetan, nunca tuve problemas porque los trato con respeto. Este es el mejor país del mundo, diferente de todos los demás, muy futbolero. Hasta mi vieja me dice “poné a éste, sacá al otro”. Esta pasión sólo la encontré en Italia.
—¿No te seduce salir campeón en otro club que no sea River, como para potenciar tu carrera? Mirá a Gallego, campeón también con Independiente y Newell’'s.
—Sí, sí, pero con el potencial que tenía en River, podría haber salido campeón diez veces más…
—Se ha dicho que cualquiera sale campeón con River.
—No es fácil, desde afuera se ve una cosa, pero cuando estás adentro la realidad es otra.
—Hubo gente que siempre aseguró que vos no trabajabas.
—¿Y dónde están los que decían que no laburaba? Eso quiero saber yo, ¿dónde están?
—¿Qué te parece la gestión de Astrada? ¿Aprendió de vos?
—¡¿Cómo no?! Ganó un campeonato, pero ¿vieron? No era tan fácil… Parece, je. A Astrada siempre le gustó el fútbol, depende de su capacidad y de los jugadores que quiera traer, lo económico. Pero sé que a River quieren ir todos los jugadores, y vendrían gratis… Eso hay que aprovecharlo. Hay pibes que tienen mucho futuro. Miralo a Vélez, a los pibes de San Lorenzo.
—¿Y los de River?
—También, crecieron un montón. Mascherano o Lucho González, a quien ya se lo veía muy bueno desde la época en Huracán.
—¿Pero creés que Astrada rindió o no?
—Lo que pasa es que la gente quiere resultados. Y si no los conseguís, no está conforme. Ahora el entrenador no está sólo para entrenar, es diferente.
—¿A qué te referís?
—Tenés que estar muy cerca de los dirigentes, entender de presupuestos, hay muchas cosas… Pero Astrada conoce muy bien a River y sabe las exigencias.
—¿Hizo bien en quedarse después de la última crisis?
—A nadie le gusta irse perdedor. No sé por qué yo siempre me fui campeón.… Será por casualidad, jeje. Bianchi también siempre se fue ganador (a Ramón se le escapó la derrota con Once Caldas…). O Bielsa, que dejó la Selección en el mejor momento. Son decisiones personales.
—¿Le darías un consejo a Astrada?
—No, conoce muy bien a River.
—¿Le tenés confianza?
—Conoce muy bien a River.
—¿Le tenés confianza o no?
—Conoce muy bien a River… Y sí, le daría un consejo.
—¿Cuál?
—Que amistad se puede tener con los jugadores, pero dentro de la cancha se termina, tienen que rendir. Hay jugadores que pueden dar mucho más. Yo sé que es amigo de algunos jugadores, como lo es Hernán Díaz.
—¿Vos qué relación preferís?
—Yo puedo ser amigo de alguien, pero que me rinda. Por ejemplo, es lamentable lo que pasó con Boca contra los mexicanos. ¡Con Bianchi no hubiera ocurrido! Lo que transmite el entrenador siempre es importante.
—¿Te imaginás a Bianchi dirigiendo a River?
—Noooo, no podría.
—¿Por qué?
—Porque estuvo en Boca. ¡No lo va a querer la gente! Ojo, lo admiro. Bianchi o yo podríamos dirigir la Selección. ¡Si son todos jugadores de River y Boca!
—¿Cuando vos lo sacabas, a Astrada le gustaba?
—A nadie le gusta salir. A Sorin tampoco le gustaba salir y jugaba Placente. Tenés que competir. Acá no quieren hacerlo y cuando se van a Europa compiten, ¿cómo es eso? Entonces, si te llevan a la Juventus o al Real Madrid no podés jugar. Aimar acá era titular indiscutido, pero allá tiene que competir y muchas veces no juega. El jugador tiene que competir y ganarse el puesto.
—David Pintado dijo que la gente le pide que vuelva al club con vos.
—A mí me interesa más lo deportivo que lo político.
—Entonces, no querés ser presidente de River como sueña Passarella…
—¿Yo presidente? Nooo, ¡soy muy joven! No quiero decir con esto que Aguilar no sea joven, tiene mi edad, je. ¿Tiene 43, no? (En agosto Ramón cumple 46). Ah, una primicia: me voy a hacer socio de River.
—Maradona se sumó a Boca. ¿Cuándo va a ser el momento de Francescoli en River?
—No sé. Tuvo posibilidades de agarrar como entrenador y no quiso (sonríe) porque conoce a River, las exigencias que tiene.
—En el cuerpo técnico actual están Astrada, Hernán Díaz, Corti, también Berti… ¡Vos tuviste problemas con todos! ¿Quedó mal la relación?
—No tuvieron problemas conmigo, pero por ahí no rendían lo que yo pretendía y listo.
—Vamos, Ramón, si nunca se quisieron…
—Pero ahora se están dando cuenta de que no es fácil dirigir a River. La gente me reconoce, la gente quiere resultados y nada más. Tenés que ganar.
—¿Veías los partidos de River?
—No jugaba mal, eh. A River lo ves en cualquier lugar del mundo. Y contra Banfield casi voy a la cancha, pero me pareció que iba a quedar mal. Lo vi por televisión… A nivel Copa son equipos duros. Los entrenadores también cambiaron. Banfield fue un equipo duro, combativo, tácticamente juega diferente, no les ganás fácil. Esa es virtud del entrenador y de todo el club: armar un equipo porque tenés que competir. Aunque claro, River y Boca son siempre superiores a todos los demás.
—¿Qué te dolió más: la eliminación de la Copa ante Boca o contra el San Pablo?
—La del año pasado, contra Boca. Es más duro. Revertir esas situaciones es difícil.
—¿Cómo se hace para volver a ganar la Copa?
—No es fácil. Mentalidad, sacrificio, el jugador debe saber que pueden ser protagonistas, que tienen que ganar porque así pueden ser vendidos al extranjero. Nosotros lo supimos aprovechar y los jugadores entendieron que podían hacer historia en un club tan importante. Porque tengo claro que River y Boca son los más importantes del mundo.
—Pero los últimos campeones fueron Newell’'s y Vélez…
—River y Boca tienen el potencial para ganar los campeonatos todos los años.
—Entonces, por lo que decís, es culpa de Boca y de River.
—Y, si ves los campeonatos que hicieron Boca y River este año…
—¿Se cometieron errores?
—Cuando no se gana, siempre hay errores.
—¿Cómo manejarías la situación de tener a dos referentes del plantel peleados, como pasó con Ameli y Tuzzio?
—Los jugadores tienen que entender dónde están. Esa es la función más importante del entrenador. Están en River, no en un equipo cualquiera. Hay cosas que se pueden hacer y otras que no. Y el que no lo entienda, lamentablemente no se puede quedar.
—¿Te imaginaste que Ortega le iba a meter un gol a River?
—No digo que se cometió un error, pero Ariel es de River. Con sus virtudes y defectos. Yo creo que podría rendir 100 veces más de lo que rinde ahora. Aguilar daría un golpe grande si lo trae. Hay jugadores que son de River, no son para otros equipos.
—¿Y Salas?
—Yo creo que podía dar mucho más. Pero también depende de lo que quieran los jugadores, aunque vos tenés que motivarlos para que entrenen y que laburen.