RIVER CAMPEON: AHORA ES EL RIOJANO MAS FAMOSO
“Esto es para los hinchas de verdad”
Ramón vivió el partido muy excitado y al final se descargó. Tomó su 6` título como una revancha contra los dirigentes que no lo quieren. Y hoy se reúne con Pintado.
MARTIN EULA Era historia. Hace historia. Tenía los días contados, armó con paciencia su autodefensa y ganó. Por sobre todo ganó, a Boca y otro título. De paso, pavada de chapa igualar a Angel Labruna como el técnico más exitoso de la historia de River. Aunque ahí es el único momento en el que se puso a un costado: “Siempre digo que se pueden alcanzar los récords de Angelito, pero no su forma de ser. El fue el mejor”, dijo. De Ramón Díaz se trata.
Elizondo marcó el final y el Pelado estalló. De felicidad, de paz interior. Y habló enseguida. Firme, serio, desafiante, trastocó sus gestos durante un minuto. “Esto es para todos los hinchas de River, pero para los hinchas de verdad. Porque no todos son verdaderos hinchas”, manifestó. Palazo para adentro, destino fijo en las piedras que muchos dirigentes le pusieron en el camino de su continuidad.
En medio del delirio, el técnico no pudo olvidar -como ejemplo más concreto- aquella mañana de noviembre en la que se levantó y leyó un título: “Sale o sale”, decía la tapa del suplemento deportivo de La Nación. Ahí nomás llamó a Omar Labruna, su fiel ayudante de campo. Ahí nomás se acuarteló y fabricó su defensa. “Me quiero quedar hasta el 2001”, declaró a los pocos días. “En River hasta dirijo gratis”, anunció cuando las discusiones por el contrato estaban en su punto más problemático.
Los resultados y nada más que los resultados serían su aliado. También el apoyo de los Borrachos del Tablón y el efecto dominó que causó ese respaldo en el resto de la gente. Esos veinte mil hinchas que ayer en el Nuevo Gasómetro entonaron siete veces el “oy, oy, oy, oy, es el equipo de Ramón”.
Gracias. Toalla al cuello y abrazado a sus hijos Emiliano y Michael saltó y gritó en el vestuario. El agua le mojó su pantalón azul y su camisa celeste, el mismo atuendo que usó en cada título. “El fútbol es claro. Me ponía muy contento cuando San Lorenzo nos quería ganar. El equipo estuvo al margen de todas las presiones y fue fundamental la experiencia de Astrada, Trotta y Bonano, jugadores que ya han ganado mucho y que les inculcaron a los jóvenes las ganas de sacrificarse”, dijo. Pausa y otra definición: “Quiero felicitar a Boca y a Central porque hicieron un campeonato bárbaro, que se definió en la última fecha. Pero creo que contra este River no se podía. Los jóvenes demostraron que tienen categoría y nivel. Miralo a Saviola, goleador en su primer campeonato”.
¿Y ahora? La ronda de festejos siguió en Canal 13 y en el Monumental. Y tendrá un final como él quiere: “Con mi gente que está en La Rioja”. Pero habrá un apartado que no es menor. Será esta tarde, a las 17, en el estadio. David Pintado, Alfredo Davicce y Mario Israel de un lado. El Pelado y Omar Labruna del otro. Ahí se sellará la continuidad. “El contrato ya está arreglado de palabra”, manifestó el propio técnico. ¿Qué falta? La charla de hoy, la aprobación de la Comisión Directiva y la firma. Será por un año. Por ese 2000 que lo tendrá otra vez en la Copa Libertadores, el difícil paso previo a su cuenta pendiente: la Intercontinental.
“Los hinchas de River no me pueden pedir nada más. Pero nada más”. Ni él se lo creyó.
Olé. “Esto es para los hinchas de verdad”