Desde el 2018 que nos viene pasando eso y tenemos guiños divinos para pasar caminando haciendo las cosas bien, pero nunca falta el tiro en el pie.
Sin ir más lejos, jugamos una Libertadores donde en octavos nos tocó un cuco que nos tuvo que jugar con la reserva por el COVID y lo sacamos cagando, después en cuartos un rival donde el arquero se hizo echar a los 10 minutos.
Pase regalado a semis. ¿Qué hizo la gente que maneja River? Regalar la serie con Rojas defendiendo en mitad de cancha, nos comimos 3 de local.
Llegamos a una Libertadores donde en cuartos y semifinales, arrancamos a los cinco minutos con un penal a favor.
¿Qué hicieron en la final? Regalarla.
La estupidez humana en River siempre es más infinita y supera el guiño divino como si fuera una ecuación, a propósito, exponente suerte = x, estupidez = X+1.