El atraso cambiario existe, no es exagerado pero es innegable, tanto en 2011 como en 2012 las exportaciones de los sectores mas “sensibles” al atraso cambiario, como las economías regionales, vienen mal y se están desplomando (y la de los competidores de Argentina no acusan el mismo golpe a pesar de la crisis mundial). Lo único que mas o menos disimulaba esto era la fortaleza del Real, que le permitía a la mayoría de la industria seguir siendo competitiva, pero eso se termino abruptamente con la devaluación brasileña. No es culpa del gobierno, no podemos controlar que hace nuestro vecino, como tan poco así podemos controlar el desarrollo de la crisis internacional, pero es una realidad. Que haya sectores muy competitivos como la soja no implica que el resto de los sectores exportadores no este sufriendo en este momento. La Argentina tiene una inflación en dólares alta y eso en algún momento nos iba a pasar factura. Afortunadamente se logro evitar la restricción externa durante mucho tiempo y pudimos crecer a tasas chinas, pero hoy el estrangulamiento de divisas llego para quedarse.
La balanza comercial se deterioro poco en 2011 con respecto a 2010, es cierto, pero lo iba a hacer bastante en 2012 sino era por los controles que se metieron. Además las otras partidas de la cuenta corriente como los servicios o las rentas, son cada vez mas negativas. Si a eso le sumamos la fuga de capitales el resultado general de la balanza de pagos iba a ser malo. La crisis mundial tiene que ver, es cierto, mas que nada en la parte de fuga de capitales, pero hay encarecimiento interno eso es innegable, y el atraso cambiario, junto al alto crecimiento de la economía, hicieron que las importaciones crecieran a un ritmo absolutamente frenético. No hay balanza comercial que soporte eso. No se puede explicar todo por la crisis, ya que en 2008 y 2009, que fue un golpe mucho mas duro, Argentina lo sorteó sin problemas.
Hay que cuidar los dólares si, pero no al punto de cerrar totalmente las importaciones o prohibir la compra de la divisa norteamericana. Justamente queremos los dólares para el comercio (y para pagar deuda). ¿De que sirve tener un peso fuerte sino se puede importar nada, ni siquiera los insumos para la industria? ¿Es un buen ancla inflacionaria cuando el informal esta un 30% mas caro y ya lo están tomando de referencia muchos sectores importadores?
Y después el texto habla de que tenemos que permitir que el estado aplique esta política “porque es como si estuviésemos en una situación crítica”. Estamos en una situación crítica de dólares, que lamentablemente no se va a aliviar en el mediano y largo plazo (el dolar en el mundo esta apreciándose), justamente por eso hay que encarar soluciones de largo plazo. Se ensayaron estos controles, perfecto, en el corto plazo tuvieron éxito para contener la caída de reservas, pero en este momento no están funcionando como se esperaba. Estos controles son de corto plazo por definición, porque su sostenimiento en el tiempo (principalmente el cierre de importaciones), genera efectos reales inocultables. Como es evidente que no podemos aun con todos los controles evitar perder reservas, hay que buscar por otro camino, antes de que paralicemos la actividad económica por la escasez de divisas que queremos evitar. Si el gobierno ya tiene el dinero para los vencimientos de julio y agosto, habría que empezar a levantar las restricciones
Podríamos empezar por recuperar el superávit fiscal (continuando con la política de eliminación de subsidios, que en este momento esta suspendida), eliminar o atenuar la pesada carga que tiene el BCRA para juntar 7000 millones de dólares todos los años, (o sea que el tesoro vuelva a comprar dólares con ahorro público como lo hizo durante la mayor parte de los 9 años kirchneristas), y tratar de moderar la inflación.
Dejar flotar por un par de semanas la moneda hasta que encuentre un valor mas alto y luego establecer una nueva banda de flotación sucia, un nuevo cambio cuasifijo que le permita al gobierno seguir comprando dólares y que mejore tanto la recaudación fiscal como la competitividad de los sectores exportadores.
También hay que acompañar con medidas que permitan canalizar el ahorro privado al sector público y al mercado de valores, hay que buscar contener la fuga de capitales en forma genuina y no solo mediante el control de cambios. De los controles, si tenemos que mantenerlos a la fuerza, preferible mantener este último (pero no con un cierre total), y aflojar bastante en el tema de importaciones. El desdoblamiento cambiario “oficializado”, de última es una opción válida si realmente hay mucho miedo por la demanda de dólares para importaciones, para tratar de frenarlas vía precio, pero mejor sería evitar esa herramienta.