Despojándonos por un momento de nuestra “hermosa camiseta” y tratando de hacer un análisis serio del equipo vemos que, a pesar de las buenas condiciones de muchos jugadores, es muy difícil pretender rápidamente cosas serias con un plantel al que todavía le falta muchas horas de trabajo para lograr encontrar una identidad como equipo de futbol en la cancha.
Barovero: es un buen arquero, no es un superdotado pero es serio y sabe ubicarse entre los tres palos y achicar saliendo al borde de su área chica. No tiene mucha agilidad para llegar a los ángulos difíciles.
Mercado: en los equipos donde jugó (Racing y Estudiantes) tuvo buen desempeño pero en River es muy irregular tanto en la marca como cuando pasa al ataque, tiene muy serios problemas cuando marca en retroceso a los rivales.
Ponzio: hoy juega de lateral derecho pero su puesto verdadero es de volante central, tiene oficio pero con el paso del tiempo perdió velocidad y trata de compensar con su rica experiencia. Tiene problemas cuando se encuentra con un jugador rival veloz y con bastante habilidad para superarlo.
Maidana: tiene excelente contextura física para ser marcador central y tiene buen cabezazo en las dos áreas pero es muy limitado con la pelota.
Balanta: igual que Maidana tiene buena condición física para ser zaguero central, buena marca y cabezazo, pero todavía le falta acumular la experiencia suficiente para ganar seguridad y no tener fallas en el puesto.
Vangioni: es veloz y sabe gambetear cuando va en ataque, tiene buena marca pero no tiene quien lo releve cuando ataca por el lateral.
Carbonero: es un buen volante derecho y con experiencia porque jugó en Atlético Huilla (Colombia), Once Caldas (Colombia), Estudiantes de La Plata y Arsenal de Sarandí. Ademas de ser campeón de la liga colombiana con el Once Caldas, jugó dos Copas Libertadores (con Arsenal y con Once Caldas) y dos Copas Sudamericanas (con Atlético Huilla y ahora con River). Tiene muchas condiciones si se lo sabe aprovechar.
Ledesma: está considerado uno de los mejores volantes centrales actuales del futbol argentino por su excelencia en la distribución de pelota en la mitad de la cancha, pero tiene 34 años y ya no tiene la agilidad y la velocidad de precisión suficientes en la marca contra rivales mas jóvenes y mas rápidos.
Rojas: en Velez y en Godoy Cruz se destacaba jugando de volante central ó lateral izquierdo, pero claro, tenía compañeros que armaban un juego compacto y solidario donde se hacían muy bien los relevos, en River eso no pasa.
Lanzini: tiene habilidad, tiene buen remate, pero también tiene que decidirse a ser el volante de enganche de un equipo que no tiene ningún conductor y que por eso no tiene ningún orden.
Jonathan Fabbro: tiene habilidad y buen remate pero juega a una velocidad distinta del resto de sus compañeros, él va a 40 km/h y los demas 60 km/h. Lo terrible es que los rivales también juegan a 60 km/h.
Teo Gutiérrez: Teo es un delantero goleador, lo que a los brasileros les gusta llamar en portugués “asesino de arqueros” ó “animal de área”. Si a Teo no lo habilitan bien y seguido y lo obligan a bajar hasta casi la mitad de cancha para recibir la pelota entonces eso es igual a asegurarle el cero gol en contra a nuestros enemigos.
Mora: es un delantero de punta que sabe jugar por afuera y marcar goles pero, si los volantes de nuestro equipo no se preocupan en habilitarlo mas seguido y con pases precisos entre líneas rompiendo la marcación rival por la banda donde él ataca entonces su juego se pierde y se desaprovecha.
Ferreyra: es un volante izquierdo que supo tener como sus mejores atributos una gran velocidad en ataque gambeteando rivales y un potentísimo remate de media y larga distancia, Ramón debe buscarle su ubicación en el equipo donde pueda ser mas útil a los atacantes y lastimar mas a los rivales.
Repito, al actual plantel de River todavía le falta una cantidad importante de horas de trabajo en conjunto para convertirse en un equipo sólido y eficiente, el problema es que ya el tiempo de preparación terminó y ahora se están disputando el torneo local y la Copa Sudamericana.
Ramón y sus jugadores ahora tienen que “correr contra reloj” para obtener resultados positivos.