Ahora estoy muy enganchado con Peronismo de Feinmann (y ya me compre Dias de infancia para seguir la historia de Joe Carter) pero el anterior que lei fue el excelente “Putas asesinas” de Bolaño. Maravillosos casi todos los cuentos del libro.
El nombre de la rosa es excelente, capta el clima de época y le mete ese aura de thriller que te atrapa. Yo leí también La misteriosa llama de la reina Loana y El cementerio de Praga. El primero, en ningún momento me sentí “identificada” con algún aspecto de la historia. El argumento parece una excusa para que Eco pase revista de todo lo que formó parte de su propia historia. Lo que se revela, sin dudas, es que el semiólogo le gana al escritor y el relato sufre porque no avanza jamás. Lo mejor de esa novela es que trae láminas e ilustraciones, un chiche. El otro tiene mucho más enganche, por decirlo de algún modo. Es complicado, gracioso en cierto punto, tiene misterio. Todavía le banco la narrativa a Eco, pero sigo detestándolo en todo lo que tiene que ver con comunicación/semiótica.
Yo también prefiero ver la película y luego leer el libro, me decepciono mucho con la transposición de medio, siempre falta algo que me parece imprescindible. La única adaptación que no sufrió es LOTR y la mayor parte de los libros de Harry Potter. Después… mmmm. Los juegos del hambre es una buena historia, mucho mejor que la película, más cruel, el personaje de Katniss es mucho más profundo (está narrado en primera persona, eso ayuda). Este mes calculo que me compro el segundo de la saga.
Ahora, estoy leyendo Cometas en el cielo, de Khaled Hosseini. Excelente, excelente, excelente. Es la historia de un niño afgano que busca el amor de su padre, empieza en los setentas, pre invasión rusa, pre talibán y llega hasta nuestra época. Este autor tiene una capacidad para describir las cosas de modo tan transparente y auténtico que logra que te metas en la historia. Lo recomiendo, y también Mil soles espléndidos, un libro posterior de él.
Por ahora está bueno, habla de cómo hacer para que los pibes de inferiores salgan buenos futbolistas y que sepan disfrutar del deporte (obviamente con ejemplos de la época de Peucelle en River).
Terminé “La sombra del viento” la semana pasada y ayer, “El prisionero del cielo”. Ya estarían los tres primeros libros de la tetralogía y a la espera del cuarto, a ver si me saca las dudas sobre el último libro que no me ha gustado. :evil:
Comentarios
La Sombra del viento
Hermoso. La historia es bellísima y el modo en que está relatada contribuye a valorarla todavía más. Es una novela que te lleva por todas las emociones: suspenso, dolor, dulzura, tristeza, alegría. Te conmueve. Me encantó esa madeja de misterio sobre la desgracia de Julián Carax y cómo Daniel es quien continuará lo que debió ser se destino. Las pinceladas de humor con Fermín, la dupla detectivesca, el chiflado de Fumero y su pasado, la conexión entre estos amigos malditos por una España en caída. La recta final te deja sin aliento y te come la ansiedad por saber si Bea y Daniel podrán ganarle al destino. Eso me encanta en una novela, ese sigilo, el tenerte en ascuas y borrar lo predecible. El final me pareció brillante, me cerraron los hilos y la trama, como así también me permitieron continuarla en mi cabeza, con la sospecha, el puede ser o el tal vez suceda.
EL juego del ángel
El primero que leí de los tres libros. Personalmente, me fascinó. Creo que estuvo muy bien lograda la historia y, en cuanto a los giros inesperados y los laberintos detectivescos, a mi ver, superó a la Sombra del viento, sólo en ese aspecto. Por lo demás, fue mucho más oscura y trágica. El personaje de Martín me conquistó de entrada, me dolió su pasado, su presente y lo peor, su condena futura. Hubiese preferido que dejara de amar a Cristina para enamorarse de Isabella (la adoré de pies a cabeza) pero, cuando leí la Sombra del viento, comprendí que las cosas debían ser así y que a Isabella le esperaba otra vida y un hijo maravilloso por nacer. El final fue doloroso y muy confuso pero coherente en relación a lo que propuso el lbro. Por eso me eclipsó e hizo que esté en mi podio
El prisionero del cielo
¿QUÉ ME HICISTE ZAFÓN? ¡QUÉ! Ni misterio, ni adrenalina, ni belleza; sólo un rejunte de piezas que me desencajaron lo que más me gustó de las novelas anteriores. Por empezar, desdibujó la figura de Martín, lo convirtió en un loco, sumido en su duelo personal con Andreas Corelli. Todo en él se me hizo signo de pregunta ¿Qué pasó con la Cristina niña? ¿No era que estaba en la playa y allí fue que recibió la carta de Isabella comunicándole de su enfermedad? Ahora resulta que la playa era una prisión y que el precio que tuvo que pagar David es el de su esquizofrenia (en un sitio web sobre este libro, hice un comentario guiada por la furia y la decepción y los otros lectores que, también tuvieron las mismas percepciones sobre los datos y hechos que no coinciden entre una novela y otra, sostenían que posiblemente ésa sea la intención del autor, llevarnos al terreno del no está nada dicho y lo que creías verdad no era tal. Aún así me parece jaladísimo de los pelos. Ni hablar de Daniel, participó poco y nada y el final lo deja como un vengador a futuro y no como el hombre tranquilo consigo mismo que ve crecer a su niño, que ama los silencios de su mujer y que construye con ella una vida sincera. Me desarmó por completo lo bonito de los libros anteriores .
YO TAMBIÉN!!! Disciplina que empezó gustándome bastante, ahora me tiene realmente podrida. De los semióticos me quedo con Barthes y Verón. A Eco, como vos decís, lo prefiero en la ficción.
Esos son los de Ruiz Zafón, ¿no? Son los siguientes en mi lista de pendientes. ¿Qué tal son? Evité los spoilers por razones obvias.
A mí la semiótica me gustó al principio de la carrera, cuando no conocía nada. Tanto Eco como Verón los repitieron en varias materias, pero no son los que más me gustan. Barthes me encanta, de hecho, hasta leí un par de libros suyos por motu proprio. Me gustan y me resultan más útiles a la hora del análisis otros autores, como Voloshinov o Van Dijk.
Ahora estoy leyendo “El hombre duplicado” de Saramago. No sé por qué sigo leyendo a este autor, es un parto superar esa ruptura que hace de las convenciones de escritura y tengo que leer cada página un par de veces hasta entender lo que dice. Sin embargo, me gusta mucho. Es un placer mezclado con tortura, como depilarse. (?)