hay que dividir las cosas, la reaccion popular salto por el discurso de la fulana. una cosa es el campo que a mi no me motiva a quejarme y otra que un gobernante no entienda que gobierna para todos incluyendo la contra y debe actuar con mesura. nuevo punto de bronca, utilizar las hordas infradotadas a sueldo de delia como fuerza de choque. hace poco te querian desarmar a los civiles y por atras con decreto secreto al renar dieron portacion a piqueteros oficialistas…este gobierno fomenta y tiene practicas de terrorismo de estado. leanse esta nota y diganme si realmente quieren que volvamos a eso:
El modelo de los Kirchner es volver a los 40
Mucho se ha hablado sobre el retorno a la ideología setentista por parte del kirchnerismo. El estilo político confrontativo, la llamada acumulación de poder y la política de derechos humanos, son algunas de sus manifestaciones más relevantes. Pero frente al conflicto del agro, el oficialismo pasa a asumir ahora una visión cuarentista, al estilo del primer Perón de los años 40.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Nueva Mayoría)Mucho se ha hablado sobre el retorno a la ideología setentista por parte del kirchnerismo. El estilo político confrontativo, la llamada acumulación de poder y la política de derechos humanos, son algunas de sus manifestaciones más relevantes. Pero frente al conflicto del agro, el oficialismo pasa a asumir ahora una visión cuarentista, al estilo del primer Perón de los años 40.
Los contra-piquetes se parecen más a los rompehuelgas a los cuales recurrió el peronismo seis décadas atrás frente a los paros de ferroviarios y frigoríficos, que a las luchas sangrientas que se dieron dentro de esta fuerza política en los años setenta.
Las agresiones a manifestantes críticos del gobierno en la Plaza de Mayo por parte de seguidores de Luis D’Elía, tiene más semejanza con la Alianza Libertadora Nacionalista de Guillermo Patricio Kelly -que rompía a golpes los actos antiperonistas-, que con la violencia de los Montoneros.
La ausencia policial para que los militantes oficialistas realizaran ataques a los símbolos de la oposición a comienzos de los cincuenta, es similar a lo que sucede ahora frente a actitudes como la vivida en la Plaza de Mayo y sus inmediaciones en la noche del martes 25.
Los conflictos suelen escalar por errores de cálculo -como le sucedió a Perón con la Iglesia-, y ello debe ser recordado ahora por la administración Kirchner, cuando el conflicto con el agro se agrava peligrosamente.
El discurso de Cristina Kirchner contra el agro, buscando enfrentarlo con la sociedad, pareció revivir las antinomias que Perón solía utilizar para motivar a sus militantes, que en muchos casos fueron más allá de donde él hubiera querido.
Como entonces, vuelven a ser los sectores medios, en este caso urbanos y rurales al mismo tiempo, los que salen a reclamar, y no sólo contra el aumento de las retenciones, sino también contra un estilo de ejercer el poder en forma autoritaria.
Se comienza a vivir así una riesgosa situación de violencia, la que quizás se asemeja más a los conflictos generados por el peronismo en los años cuarenta que la violencia política vivida en los setenta.
La repudiable agresión al periodista Jorge Fontevecchia es un claro ejemplo del clima político de tensión, antagonismo e incluso odio, que generó el inoportuno discurso de la Presidente.