Que no tiene los patitos en fila, no hace falta una anécdota como ésta para que nos conste; basta con escucharlo declarar, ó ver cómo reacciona en la cancha.
Y que Sánchez es muchísimo más afín a 13 que a Timón y Pumba, tampoco requiere de micrófonos ocultos. Se nota en la cancha, y en los festejos; siempre es uno de los primeros en ir a abrazar a Monsieur.
Trezeguet me saca una lágrima cada vez que juega, es el único que me hace acordar a las épocas doradas de River. El gol que nos dio un triunfo como hace rato no teníamos, ganando un partido que sí o sí teníamos que ganar. 10.