00:00 | NEWELL’S: RICARDO CARUSO LOMBARDI/ MANO A MANO IMPERDIBLE"Es el dirigente más pillo de todos"Para Caruso, Newell’s es un paraíso. Elogia al presidente del club, dice que la barra nunca se metió con él y avisa que se siente DT de Primera, listo para dirigir a Boca o a River. SEBASTIAN SANCHI | ssanchi@ole.com.ar
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“Con Eduardo tomo café, hablo de todo y nunca me defraudó. Lo respeto mucho”, afirmó Caruso.
Polémico, verborrágico, audaz, caradura, simpático, comprador, extrovertido… Miles de adjetivos servirían para describir al hombre en cuestión. Un personaje de estos tiempos, capaz de sensibilizarse casi hasta las lágrimas cuando una nena lo cruza a la salida del bar donde es entrevistado y le dice: “Genio, no te vayas nunca de Newell’s. Sos el más grande”. Y también capaz de opinar que Eduardo López, presidente de Newell’s y de lo más cuestionado del fútbol argentino, "es el mejor dirigente, es el más pillo de todos". Caruso Lombardi en estado puro…
-¿Por qué arreglaste seguir en Newell’s?
-Yo no arreglé nada, esto es una continuidad. Cuando se dijo que no seguía, fue una conjetura que hicieron los periodistas. Me reuní con el presidente, y le dije lo que pensaba y quería para la próxima temporada. El evaluó mi trabajo, los objetivos cumplidos y fueron unas charlas muy positivas.
-Se habló mucho en este receso. ¿Te sentiste manoseado por López?
-No. El agarró y me dijo: “Dame tiempo, dejá que hablen, pero vos sos mi técnico”. Lo que pasa es que no todos conocen a Eduardo como lo conocí yo en este tiempo.
-A ver, contá: ¿quién es Eduardo López?
-Ja. No puedo creer lo intrigante que resulta Eduardo. Todo el mundo me pregunta por él. A mí me lo habían pintado casi como un mafioso. Que andaba con guardaespaldas, que se movía en auto con vidrios polarizados y que para hablar con él había que pedir audiencia. Nada es verdad. Es un gran dirigente. El mejor. A mí me atendió siempre, a toda hora. No vamos a cenar porque él no cena con nadie, pero tomamos café juntos, hablamos de fútbol, de la vida, salimos a caminar. El otro día íbamos por el centro de Rosario y desde un auto nos gritaron: “Mamita, qué dúo”. Lo que pasa es que López se encontró con un técnico que diferente y por eso se siente cómodo.
-¿Qué te pidió cuando llegaste al club?
-Apenas asumimos me dijo: “Ojalá me dures”. Y ahí nomás me planteó cuatro objetivos: no al descenso, no a la Promoción, terminar arriba de Central y ganar el clásico. Le cumplí en todo, ja. ¿Dónde va a encontrar un técnico así?
-Por lo que estás contando, estamos en presencia de un prócer…
-No. Es un hombre normal que ama a Ñúbel y que hay que saber entenderlo y escucharlo. Yo me terminé de dar cuenta de su personalidad cuando ganamos el clásico. Vi que me venía a encarar y dije: “¿Con qué me saldrá ahora?” No me dio ni bola y de repente me tiró: “No esperarás que te felicite, era tu deber”. Ese es López. Un tipo que me da toda la libertad para armar el equipo y que nunca se metió para poner o sacar un jugador.
-Ahora sólo te falta decir que paga en tiempo y forma, y que no le debe nada a nadie.
-Se atrasa como todos. Ahora, por ejemplo, nos debe dos meses, pero sabemos que apenas agarre una plata viene y nos paga los dos atrasados, y por ahí te adelanta un par de meses. Y ojo que yo no digo esto porque dirijo acá, eh; si me le tengo que plantar, lo hago. He discutido fuerte con él y hasta estuvimos diez días sin hablarnos. Pero siempre con respeto. López me respeta mucho como entrenador aunque le molesta un poco mi forma de ser.
-Al fin una diferencia…
-Es que tal vez no me conocía. Una vez me agarró y me dijo que yo tenía que salir menos en los medios. Ja. “Tenés que contratar a un jefe de prensa que te filtre los llamados”, me dice. Yo no puedo. Soy de otro palo, tengo gente conocida del Ascenso desde hace años y no puedo colgarlos. Entonces, un día la hice fácil, iba con un periodista en el hotel a hacer una nota y justo salía López. Lo paré y le dije: "Eduardo, usted
es mi jefe de prensa: ¿me autoriza para hablar con este periodista?". Se largó a reír y el tema quedó ahí.
-¡Bingo, lo hiciste reír!
-Viste. El me dijo que sólo el Bambino y yo lo hicimos reír. Aunque le gano al Bambi porque un par de veces lo hice llorar, je, je. Soy como Sandrini: te hago reir y al rato, llorar.
-Seguí hablando de tu estadía en Newell’s. ¿Cómo es trabajar en un lugar donde la barra participa de las decisiones más importantes del club?
-Yo me siento muy cómodo en Newell’s. Y ese punto es muy parecido al anterior. Si me hubiese guiado por lo que me decían, directamente no venía a Rosario. Pero la verdad es que Newell’s no es lo que me pintaron. Nunca tuve ningún problema con nadie. Es más, al jefe de la barra lo vi una sola vez y fue él quien se presentó. Estaba en un bar y me dijo: “Hola, soy el Pimpi”. Y ahí lo salude y me preguntó cómo me trataba la ciudad, si estaba cómodo en el club, pero nada más. Después nunca más me lo crucé. Además, a Bella Vista, donde nosotros entrenamos, nunca vienen.
-Bueno, pero el intendente del predio de Bella Vista es Daniel Cáceres, barra del club que tiene una causa por “apremios”.
-Sí, lo conozco. Es más, hemos comido unos cuantos asados con él. Pero la verdad es que yo no sé nada, no estoy al tanto de eso y mi trato se da sólo en el lugar de entrenamiento. Pero la verdad es que a nosotros nunca nos molestó nadie. A mí me dijeron que la barra se me iba a meter en el vestuario y hasta ahora eso no pasó. En el entrenamiento estamos solos con los jugadores. Por ahí en las cercanías he visto a alguno de los muchachos de la barra, pero siempre me paran para sacarse una foto, firmar un autógrafo y cosas así. Y ojo, ganando y perdiendo. Porque cuando perdimos con Huracán y Olimpo también hubo muy buena onda de parte de ellos. Te soy realista: de lo que me contaron y de lo que salió en los diarios, a la realidad que me toca vivir, hay una diferencia total. Es otro Newell’s.
Su teléfono celular no para de sonar. Caruso aprovecha, toma un sorbo de café y atiende por única vez en la entrevista.
-¿Te reconciliaste con Schiavi?
-No, porque nunca me peleé. Cuando él declaró que tenía problemas con el preparador físico, yo lo encaré y le pregunté cuál era el inconveniente. Y en definitiva el problema era más con el Profe que conmigo. Pero igual, antes del partido con San Juan, nos reunimos una hora y media en el vestuario y nos dijimos todas las cosas en la cara. Aparte, el Flaco es fundamental dentro de la cancha y por eso no me puedo enojar con él. A Rolo ya se lo dije: “El Newell’s que viene te va a tener como capitán y referente principal”.
-¿Hacia dónde va la carrera de Caruso?
-No lo sé. Nunca me lo puse a pensar. Yo lo único que tengo claro es que estoy preparado para dirigir cualquier equipo de Primera, hasta Boca o River. Aunque no es un tema que me desvela, porque siento que este año cumplí el sueño de dirigir a un grande. Porque Newell’s es muy grande, con una hinchada maravillosa y que en Buenos Aires no nos damos cuenta de lo que se mueve en Rosario. Cuando me vaya de ahí, la vida me llevará por otro camino que seguramente disfrutaré como lo hago con cada cosa que comienzo. Soy un agradecido al fútbol, a la vida y en lo único que pienso ahora es en poder salir campeón con Newell’s.
-¿Lo vas a conseguir?
-Ojalá, nos vamos a preparar para lograrlo.
jajajajajaajaj me cague de risa. Lo banco a Caruso
Uds q opinan?