Condena histórica: perpetua para Menéndez en una cárcel común
El represor Luciano Benjamín Menéndez fue condenado esta tarde a prisión perpetua por el secuestro, tortura y muerte de cuatro militantes, ocurridos en 1977. De acuerdo al fallo, dictado por el Tribunal Oral Nº1 de Córdoba, el ex jefe del III Cuerpo de Ejército deberá cumplir la pena en una cárcel común, tal como había reclamado la querella.
Menéndez, quien más temprano había defendido con énfasis la represión ilegal, escuchó el veredicto en silencio. Como reflejo de la enorme expectativa que había generado el proceso, la lectura fue seguida en primera persona por el gobernador de la provincia, Jorge Schiaretti; su vice, Héctor “Pichi” Campana, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde; el Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino; y la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, entre otros integrantes de organismos de derechos humanos.
Además de Menéndez -cerebro de la represión ilegal en Córdoba- otros cuatro represores también deberán cumplir prisión perpetua en un penal común. Se trata de Luis Alberto Manzanelli, Carlos Alberto Díaz, Oreste Valentín Padován y Ricardo Alberto Ramón Lardone. Además, Hermes Oscar Rodríguez y Jorge Ezequiel Acosta fueron sentenciados a 22 años de cárcel, mientras que Carlos Alberto Vega fue sentenciado a 18 años.
Todos fueron condenados por los crímenes de Hilda Palacios, Humberto Brandalisis, Carlos Lajas y Raúl Cardozo, militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), ocurridos en 1977.
La sentencia fue recibida con alegría por los militantes de derechos humanos, que desde bien temprano se concentraron frente a los Tribunales de la capital cordobesa. Allí se instaló una pantalla gigante que transmitió en directo las alternativas del veredicto.
En sus últimas palabras antes del veredicto, Menéndez había justificado la represión llevada adelante por la dictadura, al manifestar que se trataba de “una guerra” con las organizaciones ERP y Montoneros. Su discurso, en el que citó a Lenin y Gramsci, se interrumpió por los insultos de un grupo de familiares de víctimas, que terminaron desalojados.
“Los delincuentes subversivos ensangrentaron el país durante 10 años, en los cuales asesinaron a 1.500 personas”, lanzó el represor, al tiempo que se quejó porque “este es el primer país que juzga a sus soldados victoriosos que lucharon y vencieron por orden de y para sus compatriotas”. Y agregó: “Los marxistas no conciben la armonía y la concordia sino el conflicto permanente”.
Dentro del recinto se vivieron algunos momentos de tensión: promediando el discurso, Menéndez recibió insultos. El presidente del Tribunal lo interrumpió y a los gritos le pidió a la Policía que desalojara a un grupo de personas. Hubo forcejeos y más discusiones, pero el discurso pudo continuar.
Menéndez repitió varias veces la palabra “guerra” y remató su discurso con un mensaje político. “Antes los terroristas estaban en la ilegalidad, ahora pretenden ser ciudadanos atados a la Constitución. Confío en que los guerrilleros del 70 ahora en el poder no puedan imponer su régimen autoritario”, disparó.
La condena a Menéndez estuvo a tono con lo solicitado por la Fiscalía y la querella. La defensa del represor, al reclamar su absolución, había denunciado en su alegato “inseguridad jurídica”, reivindicando las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. El argumento fue rechazado de plano por los integrantes del Tribunal.