Este articulo resume un poco todo:
Era verano y fue en Mar del Plata. Los archivos dicen que el Independiente de Canaveri, Ravaschino, Seoane, Orsi y Lalín fue el primer grande en jugar un amistoso fuera de temporada y en la ciudad que ya era La Feliz. Varias décadas después, José Piantoni, presidente del Quilmes local, organizaba partidos amistosos. Entrados los '60, Alberto J. Armando vio que había un negocio en la asociación verano-fútbol si le agregaba una palabra relativamente nueva: televisión.
El presidente de Boca era amigo del empresario Oscar Martínez, quien pasó a la historia como el padre del fútbol del verano. Después de un año de negociaciones con las autoridades marplatenses, Martínez logró los permisos y en enero de 1968 se disputó el primer certamen estival, tal como se conoce hoy, en el desaparecido estadio San Martín que fue reacondicionado con la financiación de Armando. Los Matadores de San Lorenzo se quedaron con la Copa Libertad superando a Boca, Central y Peñarol. El Vasas húngaro (con Farkas, Bene y el maravilloso Florian Albert) se quedó con la Copa Ciudad de Mar del Plata.
En el San Martín, que fue demolido y en cuyo predio funciona un supermercado, jugó cuatro veces el Santos (4-1 a un combinado local, 4-0 a River en 1967; 1-2 con Racing en 1969 y 2-2 con Boca en 1970) y Pelé marcó dos goles. En ese ya inexistente estadio, Diego Maradona marcó sus dos primeros goles oficiales, convertidos en el 4-1 a San Lorenzo de Mar del Plata, en 1976. Detalles de esas historias están en el libro “Pelé y Diego en Mar del Plata”, del relator Juan Carlos Morales, editado por Deportea. Maradona tiene una curiosa historia con los torneos de verano. Casi exclusivo para los cinco grandes, la presencia de Diego en Argentinos obligó a invitar al club de La Paternal a la cita de 1980. Pero Maradona, aquel verano, decidió irse a pescar a Esquina, el pueblo de su padre, y no jugó.
En sus inicios, los torneos de verano servían para presentar a los nuevos jugadores o entrenadores, que debutaran chicos de Inferiores o para observar estrellas del exterior que sólo se conocían de mentas porque la tele todavía no había invadido. Así, pasaron equipos extraordinarios como aquel Vasas, o Rapid Viena, Nantes, Slovan Bratislava, los más cercanos Palmeiras, Santos, Peñarol y Nacional y las selecciones de Checoslovaquia y Hungría. Mucho tiempo después, la de Polonia, a la que Francescoli hizo su celebrado gol de chilena, en 1986. Vasas en el '68, Palmeiras en el '72 y Nacional en el '89 son los únicos equipos del exterior que lograron ser campeones.
Disparado el negocio, el fútbol de verano se abrió a otras sedes y dejó ser exclusividad marplatense. Donde sea, el futbolero lo consume mientras espera el Clausura. La hora de la pasión oficial