00:00 | U. DE SAN MARTIN 2 - RIVER 0
Master en papelones
River falló ante la Universidad de San Martín, otro chico que lo deja de cama. Es el primer gran aplazo para Simeone. MARTIN BLOTTO | mblotto@ole.com.ar
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Chiste fácil pero realista al fin. Así, jugando como jugó ante la Universidad de San Martín, River se va a marzo, repite, lo bochan y no le queda otra que copiarse… No a sí mismo porque caería en una lección autodestructiva.
La sensación es irrefutable: ayer este equipo fue similar al del año pasado, al que quedó eliminado en la primera fase de la Libertadores. Con otro esquema, otro técnico, otra idea y lo que sea, mantuvo la ingenuidad defensiva, no tuvo control de pelota y, ante la adversidad, entró fácilmente en un desorden que finalizó en caos. También, ante el mínimo tropiezo, no reaccionó y si ganó el 5% de los rebotes es mucho.
El verano terminó antes para River, abruptamente en realidad. Porque el debate sobre el sistema vuelve a un punto de ebullición. Simeone apuesta al desequilibrio mano a mano y a un fútbol vertical, pero le ganó a Gimnasia de Jujuy por dos goles de pelota parada y en Perú dependió casi exclusivamente del 1,93 metro de Abreu. Y no es que haya apostado al centro a la bartola desde cualquier sector: lo usó por necesidad. Como River no desequilibró en el uno a uno y cayó en un embudo, el bochazo al uruguayo se transformó en un arma única, previsible e ineficaz.
Cualquier equipo de fútbol necesita la pelota y River la encontró pero no la supo administrar. Fue al frente y chocó de frente. No hubo pase horizontal ni pausa para generar un espacio. Ortega, el más capacitado para hacerlo, no funcionó. Los externos debieron recorrer mucho terreno y perdieron lucidez para resolver. Augusto generó desequilibrio por los costados y se perdió como doble cinco. En esa ambiciosa búsqueda, el supuesto trío conductor no condujo y varias veces cerró jugadas con sus tres integrantes amontonados en un mismo rincón.
Para colmo, esa misma defensa que el Cholo elogió el domingo esta vez se asustó hasta de sí misma. Cada pelota que pasó cerca del área fue una invitación al tren fantasma. Tuzzio perdió un cuerpo a cuerpo con el chiquitín García, perdió a Ovelar en el 1-0 y perdió el control en esa pelota que dejó corta y salvó Carrizo. Y Cabral dejó en evidencia una lentitud peligrosa para un zaguero que debe lidiar con muchos metros a sus costados.
Los peruanos empezaron a ganar el partido a espaldas y a los costados del doble cinco (no fue acertada la salida de Domingo). Muy inteligentes García y Leguizamón, un peligro latente Ovelar y un lujo el gol de José Luis Díaz… Demasiado para un River que intenta renacer, pero dio el segundo paso y perdió con un equipo que tiene cuatro años de vida, como ya perdió con Caracas, Godoy Cruz, Paulista, Tigre, otra vez Caracas…
No es ningún chiste. Así, con tantas caídas insólitas, River sigue con su master en papelones.
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Lo que dijo el cholo…
“Supieron aprovechar los detalles y ganaron”
El Cholo terminó muy caliente y la autocrítica se la guardó para la intimidad. “¿Qué me preocupa? Lo voy a hablar con los jugadores”. Que lo haga rápido… MARTIN BLOTTO | mblotto@ole.com.ar
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EL CHOLO ABRE LOS BRAZOS: “CUANDO NO JUGÁS BIEN, TENÉS MUCHAS CHANCES DE PERDER”.
No lo tenía entre los dientes, ni en sus manos. Pero estaba, ese cuchillo imaginario habría cortado el espeso hedor que signaba el clima del vestuario de River. Y Diego Simeone, ahí, no entraba en su enojo. Masticaba bronca al entrar al camarín. No habló con nadie. Ni con sus colaboradores. No les dirigió la palabra a sus jugadores. Miraba al suelo, o apuntaba a las paredes. Después de 15 minutos de pensar en la triste realidad, en el equipo con nombre de santo que resultó el mismísimo demonio, salió a dar la cara, sin extenderse en sus respuestas, cortante, seco, molesto.
–¿Qué pasó?
–Los partidos están llenos de detalles. Ellos supieron aprovecharlos y por eso ganaron. El que comete errores, pierde; nosotros cometimos errores.
–¿Duele perder así?
–Duele, obviamente.
–¿Qué deben mejorar?
–Hay que trabajar. Si no, no estaríamos acá.
–¿Les puede costar esta derrota para clasificar?
–Estamos empezando, pero hay que sumar.
–¿Qué te preocupa?
–Lo hablaré con ellos (por los jugadores). Tenemos que mejorar.
–¿Qué cosas planificadas no les salieron?
–El 1-0 llegó en un momento no deseado ni imaginado. Ahí, el equipo empezó a mejorar. No hicimos un buen partido, pero pudimos haber empatado.
–¿Los sorprendieron?
–No, habíamos visto que tenían jugadores interesantes, delanteros rápidos y a Leguizamón y Del Solar con buena técnica.
–¿Por qué los cambios?
–Con Domingo, la idea era recuperar y poder salir. Al perder, pusimos a Augusto en el medio y a Falcao más cerca de Abreu. Con Abelairas, tener más claridad. Pero no fuimos claros.
–¿Rescatás algo?
–Es bueno haber tenido situaciones. Pero cuando no jugás bien, tenés muchas chances de perder.
–¿Cómo viste al rival?
–Jugó bien.
–¿Y a River?
–No jugamos bien, no jugamos como lo hubiésemos deseado. Obviamente, al no jugar bien… No jugás bien. Chau, hasta luego…
Y cortó. Sin cuchillo.
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Lo que dice el boludo de Farinella…
01:08 | DE FRENTE: RIVER
¿Quién dijo que es yeta?
Sin hinchas pero con un equipo
Caos. Desorden. Desdén. Desconfianza. Incredulidad. Falta de compromiso. Vergüenza. Sin vergüenza. Un hito más en la historia negra de River, este 0-2 es un castigo a la testarudez contra un equipo que no tiene hinchas pero es un equipo de fútbol, que sabe sus limitaciones y juega lo más simple posible. Este funcionamiento antinatural que pretende Simeone tal vez haga de River un team imbatible dentro de un tiempo. Pero ahora, lo que se ve, es un rejuntado de voluntades incrédulas, fantasmas sin alma ni convicción que no saben para dónde correr y corren, desesperados como Forrest Gump, sin pensar dónde los llevará el próximo paso.
La idea de esta columna no es entorpecer el proceso conductivo del DT de turno. Pero no se entiende lo que quiere Simeone. Que no lo entienda yo, es lógico dada mi precariedad y escasez, pero ¿lo entienden los jugadores? ¿Sí? ¿Y qué corno están haciendo? Es penoso ver a River deshilacharse. La forma en que juega expone las miserias y el mínimo error se hace gigante al no haber cobertura. Tuzzio antes tenía jerarquía, ¿lo vieron ayer? Cabral es muy lento y Villagra, tímido. Como el sistema no está aceitado, todos juegan menos de lo que pueden. Hasta Ortega hace lo que no debe y se recluye a un costado y desaparece o quiere hacer la que ya no puede, la gran Alexis, gambetear a todos. Así no sirve. Sólo los cabezazos de Abreu, a las manos del arquero. El problema está en el medio… Pero es medio oriente… Un quilombo.