La mejor noticia para River es que terminó el 2011
Se fue. Chau. Hasta nunca. Se terminó el 2011. El peor año de la historia de River y se terminó fiel a cómo se vivió: sufriendo hasta más no poder. El rival era Patronato de Paraná, uno de los tantos equipos que vino -y que vendrá- al Monumental buscando el error de River algo que, como se ha visto, no es tan descabellado.
River, como no, empezó mejor. Lucas Ocampos mostró ganas, Alejandro Domínguez condujo y Fernando Cavenaghi, fiel a su estirpe de goleador de raza, siempre se mostró cerca del área entrerriana. Claro, River no consiguió, rápido, el 1-0 y, por eso, comenzó a desesperarse.
Para colmo, el aurinegro de Entre Ríos se dio cuenta que, si lo apretaba, River crujía. Un poco por su escaso orden táctico, otro poco por la presión de no poder ganarlo. Así, Patronato fue y el palo se lo negó. Y, Casado, el mejor de la visita, lo desperdició.
River, como en cada partido de este campeonato, apostó a Cavenaghi, Domínguez y lo que pudiera hacer Carlos Sánchez. El medio sufrió, porque Martín Aguirre jugó sólo, porque Nicolás Domingo, una vez más, hizo agua. Desde ahí, todo se empiojó.
Por suerte para River, la suerte, una vez, le jugó a favor. Luego de los palos en la noche correntina ante Boca Unidos, que le negaron una victoria largamente merecida, hoy un inédito e insólito rebote de la defensa de Patronato habilitó a Sánchez que, de manera letal, definió para el 1-0 cuando Matías Almeyda había estirado la mano y había sacado a Carlos Arano como “variante” y “plan B” para este partido.
Así, River, con ese gol de Sánchez, lo ganó. Ojo, incluso luego del gol, Patronato lo apretó y, con quizás algo más de jerarquía y/o fortuna, podría haberlo empatado. También el Millo podría haberlo aumentado hasta un 2-0, si un remate de Cavenaghi hubiese entrado o si el arquero de Patronato, Bértoli, no hubiese respondido tan bien.
Se terminó el 2011. River está en puesto de ascenso directo para volver a la Primera División, esa donde ganó más títulos que cualquiera. Pero en juego está bastante más lejos de la élite del fútbol argentino. Las voces coinciden, el 2012 será mejor. Para que eso pase, hay que trabajar para que eso pase. No habrá magia, el cambio de año calendario no borrará de un plumazo todos los problemas de River.
Hay que tomar conciencia y trabajar. Es la única manera. La suerte, la fortuna, pueden jugar a favor (hoy) o en contra (vs Boca Unidos), pero jamás pueden ser culpables del resultado de 38 fechas.
River debe entenderlo y debe trabajar para volver a Primera. Material tiene, habrá que ver si sabe cómo. Así, como está hoy, más allá de lo que diga la tabla, le costará. No olvidar que cuando perdió la categoría, los números lo ubicaban jugando la Copa Sudamericana.
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