Ayer estaba recordando buenas épocas (leyendo Gráficos viejos) y me encontré con una nota que le hacen a un tal José María Aguilar, “El Pibe”, un 27 de noviembre de 2001, 11 días antes de las elecciones de ése año. Lo leí y me causó mucha gracia, la cual ocultaba mi llanto. En éste artículo dice tantas pelotudeces que me duelen los testículos…prometo que en unos días lo subo entero, sino búsquenlo en internet, es muy gracioso. Por ahora les tiro unas líneas, esas que me sacaron lágrimas, digo, risas:
Por ahora son citas a la entrevista, cuando cite al Pelícano lo voy a aclarar.
“JMA destila pasión riverplatense (…) cuando evoca al responsable de haberle metido el virus rojiblanco en la sangre (su padre), de picardía cuando recuerda sus tiempos de roba-banderas con la barra del barrio, (…)”
“(…) Uno de los ejes de la campaña de Aguilar tiene que ver justamente con la necesidad de cambiar una forma de hacer política en River. Una metodología que ÉL considera arcaica y que requiere un cambio urgente.”
Ahí en el medio cita a Clinton y tira un par de chistes, un crack el muchacho…
“(…)se juntó con la barra del barrio y era el Benjamín del grupo: el encargado de acercarse a los autos de las hinchadas rivales y con un simple “tic” sacarles la bandera. Eso sí, siempre sin violencia, confiesa.(…)”
Cito a Aguilar:
“ De los 13 a los 29 años fui a todas las canchas del país, siempre a la popular.(…)”
“(…) Yo jamás me tomé una licencia de diez años sin ir a la cancha, como hizo el doctor Santilli en esta última década. Por eso yo le pregunto al hincha: ¿Vos te imaginás diez años sin ver a River en vivo?”
Cito el artículo:
“(…) Y fue el protagonista principal de una movida estratégica que puso sobre el tapete su capacidad de maniobra política y su nítida diferenciación del oficialismo. Fue cuando consiguió abortar, hace apenas un año, la iniciativa llevada adelante por Alfredo Davicce de otorgarle el gerenciamiento del fútbol de River al grupo texano Hicks. Una propuesta que ya estaba “cocinada” y que él consiguió neutralizar a tiempo. Esa bandera (la de los clubes como asociaciones civiles) es la que Aguilar levanta con orgullo y que ha venido impulsando en los últimos años en charlas abiertas.(…)”
Cierra el de la papada gigante:
“Sin un adelantamiento de los cuadros conductivos, es imposible generar el cambio cultural que River necesita.”
*Ahí termina la nota, no incluí los chistes boludos porque sino se hacía muy largo. Se los dejo a disposiciñon…Espero lo disfruten o no, como Uds. quieran.
Abrazo, Seba.