A ver, no quiero sonar cabeza de termo pero la verdad que es algo que todos sabemos pero este torneo se ve aumentando a la enésima potencia.
Desde el momento que perdés el clásico contra tu rival de toda la vida, en tu cancha, con tus hinchas, y dejás que festejen como festejaron en la mitad de cancha, gastandonós como nos gastaron y no te arrimas ni siquiera a armar un poco de quilombo, no te digo a trompearte, sino un par de empujones, algo como para no permitirlo, te das cuenta que todo está mal.
No hay sangre, no hay huevos, no hay nada. Todos los fallos árbitrales que nos cogieron durante el torneo nunca vio a más de un tipo de River protestandolo, exceptuando el penal que nos hicieron patear de nuevo contra San Lorenzo y hoy, que directamente no protestó ninguno.
Es gravísimo la falta de referentes, de tipos con pelotas, en el plantel. Ponzio, el capitán más asqueroso desde el juego y desde la actitud que tuvimos desde hace mucho tiempo, parecería chuparle todo un huevo y la mitad del otro. Barovero, Ledesma, Mora, Vangioni, Rojas, y todos los jugadores “grandes” que hay en el plantel son mudos, no hablan, no dicen nada, más alla de si rinden o no.
No digo que lo hagan por amor a la camiseta pero por lo menos profesionalismo hermano, te están tocando el sueldo, hace algo. La parsimonia viene desde la dirigencia y pareciera que hay una bajada de línea en el plantel como tomando que esto es algo natural, que no pasa nada y que bueno, ya fue, es lo que hay.
Es inaudito que estos tipos se caguen de risa de donde estan, a nadie le importa nada. En enero si o si tienen que venir tipos pesados, con huevos, con sangre, más alla de si quieran a River o no, que salgan y se coman a todos crudos y empujen para adelante y no estos hijos de puta.
Con las pulsaciones más bajas, pero igual de caliente, esto es algo que me hace ruido en la cabeza desde todo el torneo. Y así el único boludo que queda quejandose de los árbitros es el técnico, para que después algún boludo de los jugadores salga y diga “Bueno, son humanos, se pueden equivocar”. Es una garchada atómica la que nos están pegando, y esto va más alla de como se juega, es como dijo Ortega, no hay rebeldía para nada.
Es un dolor ver a River así, y no se le puede caer a los pibes como Balanta, Pezzella, Lanzini porque son pibes. Dudo mucho que salgamos adelante si las cosas no cambian urgente desde la actitud y las ganas de no ser robados constantemente.