Yo creo que la cosa no pasa por aplaudir o no aplaudir.
Lamentablemente, y sí, digo LAMENTABLEMENTE, no vivimos en los '60. En esa época, para que se den una idea, Racing vino con la primera copa Intercontinental a la Argentina y le tocó jugar contra Independiente, su clásico rival. ¿Sabés lo que hizo la hinchada de Independiente, amigo BARBAROJA, cuando el equipo de Racing dio la vuelta en un partido contra Independiente mostrando la Copa? LO APLAUDIERON DE PARADOS.
Creo que a ese nivel, sí me gustaría estar entre los que aplauden los logros del otro equipo, por más que sea la contra. Porque eso es sinónimo de caballerosidad, de hidalguía, y por sobre todo, de NO VIOLENCIA. Algo que está haciendo mucha falta.
Igualmente, ojo, no es que viva con el símbolo de la paz colgado en el cogote… es más, creo que ya ni lo fabrican. :twisted: Y los detesto, y creo que mucho tiene que ver en mi odio la chanchada que hicieron contra Oriente Petrolero en el inodoro para dejarnos afuera de la Copa en los '90.
Al margen de este divague, me parece que hay otra cosa, y es simplemente reconocer las falencias propias. Si eso implica aprender de las virtudes ajenas, aprendamos. Si no tenemos ganas de reconocer, no lo hagamos. Nada implica aplaudir al otro, y Boca francamente, desde hace rato, se viene ganando el odio de todos, y no precisamente por lo que gana, sino por la soberbia de sus hinchas.
Pero al margen de todo, eso sí… no dejemos de mirar la viga en el ojo propio… que tenemos una viga más o menos como para volver a armar el Empire State.
Abrazos, Martín.