Para.
Yrigoyen no era populismo. Era Popular. No cambiemos las cosas
De peron y Kirchner no quiero hablar porque como difiero en muchas cosas con varios, es entrar en discusiones y discusiones y no quiero.
Yo no dije que lo eran, dije los gobiernos a los que se tildó de populistas. Igualmente, son muchísimas las coincidencias entre yrigoyenismo, primer peronismo y kirchnerismo.
De acuerdo a su acepción convencional por el común de los ciudadanos, un gobierno ineficiente, corrupto, autoritario, entre otras cosas… Quién lo iba a esperar de vos :twisted:
Pero en el discurso no son lo mismo, en las polítcas a largo plazo tampoco, en los consensos con la oposición y los gobiernos salientes, en la generación de antinomias, tampoco. ¿¿El mismo porcentaje??? mmmmm… Bueno de última, es es tu opinión. Lo que me interesaba era definir populismo en base a lo que usa la gente habitualmente. Después, cada quién califica con su parecer.
Yo creo que sí… Tal vez estoy equivocado. Entonces, el kirchnerismo no sería tan populista :P:twisted:
Igual, obvio que la corrupción se puede aplicar a otros estilos también, como el caso neoliberal, entre otras características…
La oposición de Lula dice que es un gobierno neoliberal y populista … en la campaña de Dilma le dijeron de todo a la mina los opositores … no sé de donde sale eso que las relaciones con la oposición son mas “consensuadas” o algo por el estilo … discursivamente, Lula sale bastante a pegarle a O’Globo y a los gobiernos liberales anteriores de Brasil … en políticas a largo plazo puede ser que nos saquen ventaja …
La verdad, ignoro qué es lo que el común de la gente entiende por populismo. La definición que yo entiendo que más se puede aplicar es la que cité antes (y que se desprende etimológicamente de la palabra), que es muy amplia. Que para mí (otros la utilizan peyorativamente) es más buena que mala, pero al ser tan amplia, no quiere decir demasiado, y no se desprende de ahí que un Gobierno populista sea muy malo ni muy bueno.
Ineficiencia, corrupción y autoritarismo no son características intrínsecas de ningún tipo de gobierno. Salvo el autoritarismo, del fascismo (que también podría verse como una especie de populismo inaceptable).
Ahí radica tu confusión. Yo estoy hablando de un estilo de gobierno, y vos hablás de un tipo de gobierno. Se puede ser un dictador populista o un presidente democrático populista. Es como “monetarista” o “keynesiano” en términos económicos. Estoy hablando de estilos. Los estilos, por definición, tienen características. LA ineficiencia es una de ellas. Creo que el populista es completamente conciente de que es ineficiente, pero utiliza esa ineficiencia con fines políticos, que pueden ser personales o bien por prioridades de gobierno.
Pero no creo que ineficiencia, corrupción y autoritarismo sean estilos, así como tampoco creo que sean propios de gobiernos populistas. La última dictadura militar vaya si fue ineficiente, corrupta y autoritaria, y lo más lejos estaba de ser populista.
Sí son estilos la demagogia y el verticalismo, y acá creo que sí asimilables a los diferentes tipos de populismos.
La corrupción y autoritarismo son rasgos comunes a varios estilos… eso sí. Bueno, los saco, para definir con más precisión. Ahora, la ineficiencia, creo que forma parte del estilo, porque es deliberada. No pienso que sea accidental. Hay una convicción ideológica acerca de esa ineficiencia. Lo de la demagocia es verdad, le lo re comí. Ese es el rasgo fundamental. De hecho, hay ineficiencia, porque hay demagogia.
¡Pero como osaron en decirle negro populista al peludo!
Una buena definición sería, populista es todo aquello que espanta a Mirtha Legrand, Murdoch, Mario Baracus, Morales Solá, Grondona, Aguinis, Rosendo Fraga…
Nunca ganaría una elección una fuerza política que siguiera mis consejos. Y es que, en el fondo, tengo la sospecha de que la derrota persigue cierto encanto, cierto poder oscuro donde late el deseo. Qué bolazo que dije, pero algo de eso puede haber. Algo así.
Pienso que una fuerza política que suba al palco a Delía, el terror de la gente de adentro, un tipo que es gordo, morocho, del conurbano y que está dispuesto a putear y pegar una piña, me cae bien. Me cae bien que lo suban al palco. Me cae bien una fuerza política que enfrente, o siquiera amague, o insinúe, prepotear a Clarín, a la jerarquía católica, que se junte con Hebe de Bonafini, que reciba su pañuelo.
Me gusta ir a los actos y ver a las señoras gordas y pobres de Barrios de pie tomando gaseosas de segundas marcas, me gusta mirar a los jujeños mascando coca de la Tupak, me caen bien –aunque extraños- los pibes de barba y pelo largo de la JP Evita, me resulta agradable leer Página 12, acordarme del cuadro de Videla, de la primer ministra de economía, de las mujeres en la corte, de Zafaroni, sí, Zafaroni ahí. Me gusta acordarme del himno de Charli García en la Esma, del discurso de Victoria Donda –que ahora es diputada, diputada- de Torcuato di Tella diciendo que le aburre el teatro y que no le importa la puta que esté al frente del Museo de Bellas Artes, me cae bien todo eso. Lo extraño a Ginés Gonzales García, ese personaje con pinta de fiestero. Una mujer en el ministerio de defensa, poder hablar del aborto, la deuda externa, el FMI, la legalización de las drogas. Poder hablar de este modo.
Me gustó que Kunkel le dijera hijo de puta a Solá, y sí. Que Bonasso sea diputado, también. Que Recalde grabe a los coimeros, que no esté más Nina Juárez, que se haya hundido en su mugre el progresismo berreta y conservador. Creo que nada de esto sirve para ganar una elección, creo que esto por sí mismo no alcanza para hacer un país más justo.
Creo que se están apagando las cenizas. Ya veo las caras de los inteligentísimos avispados que, con gesto de yo te dije, pasarán al frente para explicarnos que somos unos estúpidos irremediables, que todo esto es un engaño, una fantasía. Bien, pasen, adelante. Yo soy así: lo disfruté. Quizás quede algo más por ver. Quizás no. Pero si estuviese en Venezuela sería chavista, si estuviese en Bolivia compraría las postales de Evo Morales, si estuviese en Ecuador apoyaría a Correa, si estuviese en Brasil me vendría a la Argentina, donde Kirchner cumple las promesas de campaña del PT, si estuviese en Uruguay me sentiría un extraño, si estuviese en Chile tiraría piedras contra los carabineros. Soy un populista irremediable. Y Lozano me parece un pajero.
¿Porqué nadie escribirá mi canción, mi ensayo, la parte que me toca por ser, también, de clase media? ¿Porqué los que escriben sobre mí nunca me tienen en cuenta, porqué no detenerse en que yo no trabajo con las manos, no soy asalariado, compro más de tres diarios, escucho a Mozart y voy al cine y al teatro y a los actos kirchneristas?
Qué extraña representación: un país donde todos somos clases medias, no existen los empresarios –sino los camioneros, los productores, los periodistas, pero nadie es empresario, parece- ni los trabajadores. Existen las clases medias y los kirchneristas, que son esos negros que viven de un plan social o trabajan en el estado y son fuerza de choque, descerebrados que, perdónalos Jesús, no saben lo que hacen.
Tranquilos, ya les llegará su turno. Relean los dos primeros párrafos que escribí y entenderán: estoy acostumbrado a ser minoría. Ya les llegará su turno de hacer un país serio, con derechas e izquierdas y con división de poderes. Ya les llegará, no se desesperen. Vendrán las caras bonitas, los discursos con citas a Weber, los salvadores de la Patria, los respetuosos de las instituciones, los que luchan por la libertad y la dignidad, los restauradores de la democracia. Yo me volveré al rincón. A asustarlos, a ustedes que se asustan fácil, a asustarlos con que cuidado, despacio, que siempre podemos volver. Que puede volver la turba de sindicalistas, gordos del conurbano, pañuelos blancos, pendejos faloperos, barbudos y barderos, señoras tomando gaseosas de segundas marcas agarradas a una cuerda dentro de una columna piquetera, y un muchacho, ahí a la izquierda, que escucha a Mozart y en el fondo está contento con que la canción de las clases medias no lo incluya.[COLOR=Red]
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No. Simplemente me causó como gracia imaginarme a un radical entrando en pánico al ver que osaban tildar de populista al peludo.
Pienso que el yrigoyenismo fué la raíz del proceso populista en el país. Como el primer antecedente de lo que se venía en Argentina y Latinoamérica.
El populismo me imagino que nació con Vargas, Perón, Nasser, etc…