Recién llego de la cancha y para testear sensaciones me zambullo en el foro. Dos de las palabras que más se repiten son pesimistas y positivistas. Me permito dejar la siguiente opinión.
Aquellos que califican de pesimistas a quienes hoy le bajan los decibeles al triunfo, cometen un error, al menos en la palabra que utilizan para quienes piensan diferente.
Esos supuestos pesimistas se respaldan en la imagen futbolística que brinda regularmente el equipo desde que lo dirige Passarella, y no por eso desean que River pelee el descenso. Su análisis no es sólo futbolístico, arrasa con otros factores como el insititucional y el ético. Defiende la camiseta desde un sentido que muchos no entienden ni comparten, pero no por eso dejan de ser hinchas.
También cometen un error esos “pesimistas” que casi dictatorialmente quieren eliminar el festejo de los positivistas, porque tampoco dejan de ser hinchas los que hoy explotaron su alegría reprimida. Después de tanto sufrimiento, es lógico como pestañear mientras te aplauden en la cara.
Hoy TODOS teníamos derecho a festejar ESE cuarto gol. Positivistas y pesimistas.
Pero también hay otros hinchas, los que legitiman todo. Y creanme, me asombra lo panqueque que son la mayoría de los hinchas de River. Que se yo, el hincha de River se publicita diferente, exigente, analítico. Me asombra el porcentaje de hinchas a los que no les importa el cómo, futbolístico e institucional.
Yo puedo entender al que estaba en la cancha, embriagado por el marco, pero me resulta chocante que casi el 80% de los que se sientan para alimentar al foro con sus opiniones -todas saludables por cierto- no reparen en las cuestiones que les achacan al eterno rival, aún casi dos horas después de terminado el partido.
Propongo el siguiente ejercicio: pensemos que el que daba vuelta el cotejo era Boca, ¿De qué iba a hablar este foro?
De un arbitraje tendencioso, típico de Amarilla (porque Boca si sabe elegir a los árbitros). Los dardos iban a apuntar contra la expulsión del mejor jugador de ellos de manera absurda, contra el constante cobro de tiro libres cerca del área rival. Porqué no contra un supuesto penal para el rival de Boca (léase River) a dos minutos del final o porque Krupoviesa (leáse Villagra) no fue expulsado.
Para mí el hincha de River era diferente, defendía al club, no sólo a la camiseta. Que se yo, veo a los hinchas de Racing reclamando una variante institucional pese a que el equipo gane, pierda o empate. Incluso se hacen sentir después de cada gol a favor.
Siendo un tanto exagerado, se me cruza por la cabeza que aquellos que legitiman todo, el día de mañana pueden tener un hijo chorro y en vez de ayudarlo se van a poner contentos porque la cana no lo agarra o porque el martes afanó más que el jueves.
Porque el fútbol es una forma de sentir y de vivir, imagino a aquellos que todos le chupa un h… felicitando a sus hijos e hijas por promocionar de año en la secundaria, sin importar si el camino elegido fue el estudio, copiarse de un compañero o comprar el exámen.
Repito, no es un ataque de moralina, porque todos tenemos manchas, sólo que me asombra la cantidad de gente que legitima todo por el único hecho de que representa un espasmo de placer, un masaje al ego.
Poco me importa la calidad del rival, del arquero o la instancia. Muchos me dirán que es reacción de una sola vez, que igualmente quieren lo mejor para River en todo sentido, pero así se empieza.
Hoy me pregunto cuántos hinchas de River mantienen su postura de acabar con lo que representan globalmente Aguilar-Passarella-Israel, aún ganando 10 títulos seguidos.
Y me respondo: Matías, te volviste a equivocar, jeje. No pretendas ser tan egocéntrico y querer tener la razón o que todos piensen como vos. Y es ahí cuando me doy cuenta que quizás elegí al periodismo para no morirme de una sobredosis de LEGITIMIDOL.
PD: Estoy contento porque ganamos, pero no estoy feliz. ¿Se entiende la diferencia?
Abrazo. Ah, después del segundo gol del Botafogo, y creo que un diario lo iba a publicar, un dirigente andaba preguntándose qué técnicos estaban libres…