Matías Tombolini
GANANCIAS, LO QUE NADIE DISCUTE.
En el contexto del debate por la nueva ley de Ganancias desafortunadamente se coló la discusión sobre la forma de financiar la rebaja de un impuesto (discusión que no se dio cuando se bajaron OTROS impuestos, por cierto).
Vale decir que antes de analizar cualquier alternativa, oficialistas y opositores podrían haber buscado en el presupuesto la forma de liberar recursos de los trabajadores (rebajando ganancias) sin subir otros impuestos, sino simplemente GASTANDO MENOS.
Gastar menos NO ES DE DERECHA ni de izquierda, sino simplemente un concepto que debe ser puesto como la contracara del hecho que supone la sencilla razón de que hay que pagar la cuenta.
Es decir, bajar el GASTO para financiar cualquier rebaja de impuestos podría ser áspero de pensar para algunos sectores pero si, dado un presupuesto determinado (votado hace unos días), lo que queremos es BAJAR UN IMPUESTO que devuelve recursos de la clase trabajadora y que se pueden volcar al ahorro e inversión, bien valdría la pena que se analice cómo financiar eso mirando el lado del gasto y no necesariamente creando nuevos impuestos.
El presupuesto nacional es de 2,3 BILLONES de pesos y este ya contempla un costo por la rebaja de ganancias de 27 mil millones de pesos, es decir que si efectivamente l proyecto opositor (sin evaluar aspectos kafkianos que presenta la redacción de la norma) insume 65 mil millones, la diferencia a financiar son 38 mil millones. Es decir el 1,7% del total del gasto. Digo ¿es muy difícil encontrar áreas que permitan bajar el gasto en ese importe?
¿No será que no quieren tocar los egresos porque prefieren recaudar para gastar a discreción en la campaña? Es decir, acá no hay irresponsables de un lado y sensatos del otro, la verdad es que esta discusión se define con el porotero de la política en la mano.
Acá no hay un conjunto de valores, ni un plan político determinado que tiene una dirección concreta y se avanza en esa dirección pagando los costos que haya que pagar.
Lo único claro es que todos quieren ganar la elección de 2017 y les importa tres pitos lo que suceda con tu sueldo al lado del interés electoral. Sino, también nos podríamos preguntar qué hacemos discutiendo esto en diciembre cuando se pudo haber elaborado DURANTE TODO 2016.
La pelea política, no ceder, confrontar y decir lo que mas “garpa” es el eje conceptual que determina la profundidad del debate. Una pena. Una vez más.
La creación de nuevos impuestos para financiar ganancias (que está en los planes de oficialistas y opositores) es un tema MUY IMPORTANTE. No debería ser el resultado de la eliminación de otros sino producto de un debate integral donde determinemos, como sociedad, cual es el tamaño del gasto que queremos asumir y cómo vamos a distribuir el esfuerzo colectivo para solventar eso, de modo que el resultado sea el progreso del conjunto.
Si seguimos debatiendo el futuro de nuestros recursos, entre el “timing” político de unos, la necesidad de negociar votos por cordón cuneta de los gobernadores e intendentes y lo que mejor resulta en función del focus group para el gobierno, el resultado va ser el que hemos tenido como promedio en el siglo XX, en donde sobró la retórica y terminamos con mas pobres los que habíamos empezado, con menos relevancia internacional que al comienzo y enfrascados en peleas que no resuelven los problemas de las grandes mayorías nacionales.