Marcelo Gallardo - DT de River Plate

Te banco, Gallardo.
Sos crack, muñeco!

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Es verdad lo que decís pero no perdamos la esperanza en que Maidana pueda jugar, además esta Mercado y recordemos que los logros empezaron con Balanta en la defensa titular (el titulo con Ramón), así que tengamos fe. Para mi también es clave que Ponzio Kranevitter y Sanchez marquen la diferencia en la mitad de la cancha.

Ojo nose si el problema es el preparador físico, me acuerdo el semestre pasado que el equipo jugaba como el barca casi y corría todo el partido todos decíamos que el preparador físico era un capo, tengan en cuenta que river no para de jugar nunca, casi ni hizo pretemporada, y sumado que no tenemos un super plantel de 35 jugadores como si lo tiene boca

Lo saqué del feibu. Es un flashhh
"El domingo llueve torrencialmente, la cancha se vuelve primero rápida, después pesada y por último una verdadera aventura acuática. Boca se adelanta en el marcador con un gol del místico paladín de la humildad, capturando una pelota que generosamente le otorga la más flamante incorporación del club de Nuñez. Milton, herido en su orgullo y ya manchada su iniciación en el club, decide desafiar el pésimo arranque y se manda al ataque por la banda con el pecho inflado de revancha. Todo esto en el primer tiempo, que termina con un desborde defectuoso del jugador, que se va con pelota y todo por la línea de fondo en una carambola bochornosa que despierta las dudas en los cautos, y los cuestionamientos en los conocidos pesimistas. “Es un paquete”, reza un habitué de la Platea más célebre de la Argentina.

Aliento en el vestuario local, ansiedad en el visitante. Salen de nuevo a la cancha los equipos y es como si no hubieran jugado un tiempo. Se miden como alimañas desconocidas que desconfían mutuamente de su propia integridad, y por lo tanto de la integridad de su oponente. A los 30´ la primer emoción, si así puede llamarse. Como si no fuera poco cargar con la todavía hipotética responsabilidad de ser el causante primero de la derrota, Milton Casco da rienda suelta a sus bajos instintos y sacude de una patada al 5 de Boca Juniors. Este se queja como de costumbre, la terna arbitral no logra divisar si es teatro o no, pero el movimiento ampuloso y la conexión certera e indudable del 3 sobre la pierna del rival son motivos suficientes para que Herrera, notable colegiado, alce el cartón colorado por encima de su cabeza, y para que la lluvia pase a ser un eufemismo del sufrimiento millonario.

River ya es todo desesperación. Los centros al área de Boca se multiplican, también las irracionales quejas al árbitro de ambos lados, los gritos de fastidio que se mezclan con arranques de aliento y alguna arremetida millonaria que, acercándose el partido a su fin, disminuyen progresivamente.
Gallardo piensa. Medita y sobre todo sufre. Su fiel lacayo no logra aconsejarlo, el banco es limitado y no parece haber variante de altura para lograr conectar ese cabezazo que ni siquiera había sido insinuado. Resignado a la única variante que veía factible, manda a calentar a Saviola. “Alguna vez le hizo un gol a Boca”, se consuela Marcelo. “Está perdido”, piensa la gran mayoría. Pero por suerte el optimismo y la no doblegación están en ese rectángulo de cal. En un instante de inspiración futbolística, en una epifanía táctico-estratégica Gallardo patea el tablero, y le patea la cara al que hizo el tablero, y al ayudante.
-“Julio, levantate.”
-“Para qué, el Chelo está bien”
-“Mirá si serás tonto. Sacate los guantes y ponete la banda”

Paró de llover. Las gradas crujen de incertidumbre. Algunos lloran y ríen al mismo tiempo por la conmoción. Todo es confusión, menos la proyección de Gallardo. “La va a meter”. El arquero entra por Alario, que prácticamente se arrastra para dejar el campo, agobiado por el esfuerzo incansable de luchar contra la desconexión total de los mediocampistas con los atacantes.

-“ANDÁ AL ÁREA QUE ES LA ÚLTIMA!!!”-, gritaba desesperado Gallardo que veía como el cordobés se posicionaba como tres para tapar el hueco inmenso que había en la mitad de la cancha. Es un corner más, de otros tantos que hubo, pero en este hay un aroma extraño. Un presentimiento nunca antes experimentado. La pelota llueve en tiro oblicuo sobre el área, el centro nada se asemeja a los pases quirúrjicos del mago zurdo. Esta pelota destila decadencia, es la viva imagen del último esfuerzo agonizante de un equipo que se desmoronó de a poco, que se topó de nuevo con la eventualidad climática otrora amiga y cómplice, que ve frustrado como su rival renace de las cenizas para posicionarse de nuevo como candidato al título. Finalmente la pelota cruza el área y cae como desplomada en un charco insólito de agua embarrada. Reina la confusión y se paralizan los corazones; Diaz intenta vestirse del último salvador e intenta rechazar la pelota que rebota en no se sabe quien y deriva en el vértice del área, donde Chiarini reposa la vista como plácido espectador de un evento atemporal. Ya con la pelota en sus pies no decide, el destino se apodera de su semblante y con un débil disparo, logra atravesar las miles de piernas que danzaban en el área para llegar finalmente a las manos del arquero cegado por el torrente infinito de agua; agua que hace minutos había vuelto a caer para sellar la Historia."

Empate?
No me gustó, quiero jugar lindo, por el piso, ir ganando desde el minuto 0 y golear por 4 goles.

Como mierda sigue habiendo votos que dicen “No” ???!?

Y digamos que al momento de votar no se imaginaba todo esto, yo lo veo lógico. No me acuerdo si voté pero si hubiera votado hubiera puesto que no me gustaba como DT (y obviamente no hubiera panquequeado), lo tengo que decir. Y me tapó la jeta olímpicamente. Y así les debe haber pasado a muchos

Usted está presente en cada rincón de mi corazón, señor Gallardo.

Humille, maestro

Creo que es el primer punto negativo del Muñe, yo entiendo que no hubo pretemporada y que se apuntaron los cañones a esos 4 partidos que nos llevaron a la gloria, pero que se caigan tantos soldados muestra que hay un laburo mal hecho por parte del PF. Va a ser muy dificil pelear lo que se viene si se nos lesionan dos o tres jugadores por semana.

Que buena la nota que le hicieron los putos de Ole.

Aca, completa:

-¿Encontraste el celular, Marcelo?
-¿Celular? ¿Les tengo que preguntar qué celular?

-El celular de Dios. ¿Te acordás que antes se decía que lo tenía Bianchi?
-Sí, sí. Ese lo tuvo él.

-¿Vos no tenés el número?
-A mí no se me ocurre decir nada al respecto.

-Del celular, nada. Pero al que ven como a un dios los hinchas es a vos…
-No dejan de sorprenderme los hinchas. Todo el tiempo. Y eso que no tengo el contacto con ellos que me gustaría. Me los cruzo cuando llevo a mis hijos al colegio o a fútbol, o cuando vengo al club. A veces esperan cuatro o cinco horas en la puerta para vernos. Y hubo un montón, pero un montón, eh, que se tatuaron mi nombre, mi apodo o mi imagen. Hasta me mandan fotos para mostrármelo. Eso es muy fuerte.

-¿Y qué te provoca, a vos que estás acostumbrado a tanta pasión?
-Me asombra. Y es que se generó un vínculo muy fuerte y es muy intenso todo lo que se vive. La gente volvió a ser feliz con este equipo. Ese sentimiento cada vez me marca más.

-¿Qué te agradecen antes: haber ganado la Copa, haber cortado la mala racha con Boca o haber recuperado el estilo?
-Todo lo que se vivió en el club en el último año y pico. La gente se identificó con una idea. Eso para mí es reconfortante. Y me despierta aún más el desafío de seguir generando cosas que nos permitan no salirnos del camino. No es fácil que se reconozca un estilo. O sea, ya encontrarlo no es fácil… Y que se reconozca, y se lo pueda sostener, es una satisfacción.

-¿Te cansa hablar todo el tiempo de fútbol?
-La gente que me conoce, mi entorno, no me pregunta de fútbol. Ahí me siento cómodo. Pero no quiere decir que me sienta incómodo: me encanta hablar de fútbol. Me encanta. Sólo que hay veces que tengo nada de ganas y veces que si no tienen problemas, me puedo quedar horas…

-Entonces, hablemos de fútbol: ¿cómo van a marcar a Tevez el domingo?
-Con Tevez no va a ser la excepción: vamos a tomar los recaudos necesarios y vamos a estar atentos a los detalles porque es un jugador de jerarquía, como lo hacemos con los jugadores importantes de los rivales, pero primero vamos a pensar en lo nuestro.

-¿Lo pondrías de 9 o de 10?
-¡Dejalo! ¡Yo no lo tengo a Tevez en mi equipo, así que de eso que se preocupen los que lo tienen!

-Tenés a Maidana: ¿lo puede complicar que Boca no tenga un 9 de área?
-No. Nos pueden dar una referencia como no, y el equipo está preparado.

-¿Que Casco se haya incorporado ayer lo inhabilita para jugar el domingo?
-En circunstancias normales, lo hubiese inhabilitado. Pero no estamos en circunstancias normales: tengo al lateral izquierdo titular lesionado y a ningún otro que naturalmente juegue en ese puesto. Vega es una alternativa.

-¿Les tenés que explicar a los jugadores si en un superclásico es titular un jugador con tres prácticas?
-No. Me conocen bien. Saben que las decisiones las tomo por algo, no por capricho. Y si tengo una decisión, la tomo y listo.

-¿Haber dicho que el Boca del año pasado jugaba mejor que éste es minimizar a tu rival?
-Es una opinión, nada más. Aquél, en juego, era mucho más. Tenía mejor funcionalidad. Daba la sensación de tener mayor generación de juego.

-¿El actual te parece débil?
-No, no me parece más débil. Los equipos se van reconvirtiendo. A nosotros nos pasó y tuvimos que adaptarnos a las circunstancias.

-¿Pagarías una entrada para ver a este Boca?
-No iría a ver a Boca.

-¿Y para ver a River?
-Sí, pagaría.

-¿Si ganan el domingo, pelean el torneo?
-Si le ganamos a Boca y sacamos 21 puntos, vamos a pelear el título. La derrota contra San Lorenzo hace que Boca esté obligado a ganar en el Monumental. Pero si jugara al Prode, le pongo una cruz a River.

-¿Ganarle a Boca sería lograr un título más?
-No. Ganarle a Boca sería una alegría, aunque después esto sigue. No nos da un título.

-¿En tu interior lo vivirías con la misma alegría que cualquier triunfo?
-Lo vivo con una alegría muy intensa que termina en ese partido porque empieza otra semana. Es muy dinámico esto. El día de mañana disfrutaré mucho más de lo que se ganó. Hoy la competencia no nos da margen.

-¿Por qué en partidos como éstos el equipo siempre te responde?
-Porque pudimos forjar una mentalidad ganadora. Un mensaje en el que los jugadores se sintieran representados. Yo aprendí de las cosas negativas para intentar cambiar la historia.

-¿Estas semana machacás sobre esa mentalidad?
-Voy preparando los partidos muy intensamente. Vivo el día a día así, y los jugadores no miran para otro lado. En la previa de partidos como éstos siento que hay que decir algo más y hay que saber llegar.

-¿Qué imagen te quedó grabada de los superclásicos que jugaron?
-El gol de Pisculichi no me lo olvido más. Por el momento en que se dio, ya que en esa semana decidimos jugar con un equipo diferente en cancha de Racing, por lo que significaba para el hincha y por lo que representaba para nosotros ganar un título dejando afuera al máximo rival. Era una parada importante y fue muy fuerte la emoción. Para colmo, desde lo personal venía conmovido por la enfermedad y la muerte de mi mamá, que había sucedido hacía poco.

-Cambiaron la racha. Pero, ¿en ese momento les pesaba?
-Yo no vivo de la historia, lo que quería, y lo que quiero, es ganar ahora. Pensaba en hoy, no en hace diez años atrás. Y el domingo voy a pensar en el domingo, no en el partido de la Libertadores. Yo miro para adelante.

-¿Con Arruabarrena quedó la misma relación después del gas pimienta?
-No somos amigos con el Vasco. Sí fuimos compañeros de muy chicos y siempre hubo una relación de respeto. Entiendo que a cualquiera lo puede desbordar una situación y no juzgo por eso. Me saludaré con él como corresponde por una cuestión de respeto.

-¿A Gallardo qué le gusta más de Gallardo?
-Lo que más me gusta, en realidad, es no hablar de mí. Me incomoda.

-¿Qué te provoca que D’Onofrio haya dicho que vas a ser a River más de lo que Bianchi fue a Boca?
-El orgullo de que el presidente tenga semejante elogio para su entrenador.

-Francescoli admitió que “es bravo el petiso”. ¿Sos tan bravo?
-Lo normal, lo normal, je…

-¿Qué te provoca que se te compare con Ramón y ya se empiece a decir que sos mejor DT que él?
-Las comparaciones me incomodan, por eso yo no las hago. Todas son muy odiosas.

-¿Te gustaría ser bandera?
-No me muero por eso, no tengo el ego allá arriba para pretender estar en una bandera. Esas cosas están fuera de mi eje natural.

-¿Y que se te recuerde como el padre de Boca?
-A ver… Los elogios te hacen bien y te llenan de felicidad porque son una muestra de respeto a tu trabajo. Cualquier tipo de elogio lo tomo bien, pero lo que se genera en cuanto a eso lo miro de reojo porque tengo que estar preparado para soportar todas las ingratitudes de esta profesión.

-¿Y estás preparado por si llega la mala?
-Sí, porque lo estuve como futbolista. Mi vida como jugador no fue color de rosa, mi trayectoria fue negativa en cuanto a lo físico. Jugué 18, 19 años con un físico que me castigó bastante, pasé por momentos dolorosos y muchas veces pensé en dejar porque no me podía expresar de manera natural. Sufrí más de la cuenta, entonces sé lo que es el castigo. A la gente no le importa cómo entrás sino cómo respondés ahí adentro. Sé lo que es el sufrimiento. Y también sé cómo te castigan cuando no estás bien.

-¿Cuál es el elogio que más te enorgullece?
-El de los jugadores. Que ellos se sientan representados por el trabajo que uno hace. Eso te da cierta tranquilidad: los elogios del resto vienen cuando ganás; en cambio, que el futbolista se sienta identificado por algo y lo exprese te sostiene como entrenador.

-No te gusta perder ni con tus hijos. ¿De dónde sacaste esa personalidad ganadora que impusiste en tu River?
-Es la esencia personal. Uno lo trae de cuna. Yo fui forjando mi personalidad de todas las cosas que me pasaron en la vida. Y siempre cuento lo mismo: a este club llegué desde Merlo, mirando lo que era este monstruo, y estuve cuatro horas sentado contra el paredón de Lugones, con mi viejo yéndome a buscar tres veces para irme, y en las tres diciéndole lo mismo: “No me voy, no me voy, no me voy”. Y no era una cuestión de capricho sino de estar convencido. Y si tuve que plantarme delante del técnico y decirle “páseme para el otro equipo porque en el del club no me la pasan”, lo hice.

-¿A Alario le advertiste algo de tu personalidad cuando se te plantó en Cardales y te dijo “yo me quiero quedar acá”?
-Alario hizo lo que yo hubiese hecho. Cuando se especulaba con que su pase no se iba a dar, el pibe me dijo “yo no me muevo, no me quiero ir de acá”. Yo le había contado de nuestra mentalidad y de nuestra manera de trabajar y el pibe no se quería ir. Estaba convencido. Era capaz de clavar una carpa ahí afuera de Cardales y no irse hasta que se resolviera su transferencia. Eso de alguna manera me hizo sentir identificado. Lo mismo que antes de la semifinal con Guaraní: le pregunté si estaba para jugar y corrió la taza de café con leche tranquilo y me respondió “para eso me trajiste”. Con algo de timidez, sí, pero demostrándome que estaba para eso.

-¿En la cancha es más de lo que vos esperabas?
-No es fácil ponerse la camiseta de River, eh. O sea, vos podés ser un fenómeno en otro lugar pero cuando te encontrás con todo esto no es fácil. Y él lo tomó con naturalidad, supo que era un cambio fuerte pero lo hizo naturalmente. Lo demostró y lo va a seguir demostrando.

-¿Pensás como Francescoli que Kranevitter es el sucesor de Mascherano?
-Kranevitter tiene el potencial para ser el futuro Mascherano de la Selección por muchos años.

-¿Y ya te hiciste la idea de lo que le va a significar su pérdida a River?
-Nos va a costa asimilar la pérdida de un jugador tan importante. A Matías lo vamos a disfrutar este tiempo y ya estamos pensando en cuando ya no esté porque tenemos que anticiparnos a diciembre.

-¿Es cierto que te gustan Arzura y Martínez, el chico de Unión, para reemplazar al Colo?
-No di nombres. Todo lo que no salga de mi boca, no es cierto. Son pocos los que saben los nombres que pedí.

-¿Y a Donatti y Kannemann no los pediste?
-Me sorprende. Soy muy respetuoso de los nombres. Si digo que sí, generaría una ilusión muy grande. Y si digo que no, los estaría descartando.

-¿Cuánto te complicaría que Carlos Sánchez no renueve el contrato?
-Un montón. Contemplo la posibilidad, pero sé que las dos partes están interesadas en llegar a un acuerdo.

-¿Cuál es el jugador que más sentirías si se fuera?
-(Piensa unos segundos) Tengo un equipo bastante consolidado en cuanto a su estructura, pero hubiese sufrido si se iba Maidana. Hubiese sido muy difícil para nosotros…

-¿Por la venta de Funes Mori o más allá de eso?
-Más allá de la venta. Y, obviamente, aún más después de la venta. Si bien son todos importantes, Maidana es un jugador que juega todos los partidos con la misma intensidad y se entrena todos los días con la misma seriedad. Hoy es fundamental.

-¿Qué pasa si se va en diciembre?
-Tendríamos que apelar a Mammana, que es uno de los grandes potenciales del fútbol argentino, para que se vaya preparando para adueñarse del puesto.

-¿A Balanta lo vas a tener que trabajar para que adquiera la fortaleza mental que tenía Funes Mori?
-Trabajamos permanentemente para que los jugadores estén fuertes futbolística pero también mentalmente. River requiere muchísimo de eso. La exigencia del mundo River hace que si no estás bien de la cabeza para soportarla, estás dando lugar para que otro más fuerte venga y ocupe tu puesto.

-¿Su nivel es el que esperabas o te preocupa?
-Creo mucho en Balanta. Tiene que recuperar esa continuidad de juego que no volvió a tener después del Mundial por los problemas físicos. Ahora está en el momento que, si quiere, puede retomar ese nivel. Yo le tengo confianza. Por eso decidí no traer a ningún otro central. Creo enormemente en las condiciones que tiene.

-¿Por eso le dijiste no a Demichelis?
-Yo no le dije no a Demichelis. Nunca se planteó la posibilidad de su llegada.

-El declaró que tenía las valijas listas para volver.
-¡A mí me sorprende que haya dicho eso! Yo no diría, estando en un club, “tengo las valijas hechas para irme”. Pero no puedo hacerme cargo de las cosas que dicen los demás.

-Dijiste que la dinámica que encierra ser técnico te lleva a meterte en la locura. ¿Hoy estás en el pico de esa locura?
-Y… Trato se salir en el momento que me agarra esa locura. Decían “¿cómo hace para estar jugando al tenis cuando River tiene que jugar la final de la Copa Libertadores?” y respondo: trato de salir para no convertirme en un loco obsesivo.

-Llama la atención que, expuesto al nivel de estrés y de decisiones al que estás, no vayas al psicólogo. ¿Cómo canalizás tantas presiones?
-No hay muchas cosas que cambien mi rutina. Hago cosas cuando siento ganas de hacerlas. Tomo decisiones todo el tiempo, pero lo hago con naturalidad. Entonces, eso me da tranquilidad. A veces no advertís que estás loco, pero lo estás. Lo más difícil es sostener el equilibrio. Y yo trato de mantenerlo con las cosas normales que hago en mi vida.

-¿Qué te desenchufa?
-Qué sé yo… Un día puedo ir al teatro con mi señora y con amigos. Si en un momento siento que necesito salirme un poco, puedo jugar un partido de tenis. O puedo hacer alguna otra actividad que me saque el foco: ir a al cine o estar en la concentración y dejar de ver cosas de rivales o de mi equipo y ponerme a mirar una serie en la computadora.

-¿Estás viendo alguna serie ahora?
-Sí, Breaking bad. Pero me da la sensación de que no la voy a terminar nunca, je. Me gusta, pero la voy viendo de a poquito. Cuando me puedo enganchar, aparece algo que me perturba. Aunque creo que este año termino de ver las temporadas que me quedan…

-¿El técnico de River ya pudo ver El Clan?
-Todavía no la vi, pero suelo ir al cine. No en los días ni horarios picos.

-¿Qué días elegís para ir al cine?
-Un lunes.

-¿A las tres de la tarde?
-No, a las siete, por ahí. A veces mis hijos me demandan pero ya están medio acostumbrados: saben que el fin de semana es imposible y lo dejamos para lunes, martes o miércoles. Bah, miércoles no…

-¿A quién tenías en el poster cuando eras pibe?
-Por haber vivido lo del 86, a Maradona. Y va más allá de los colores: a Maradona yo lo tengo como jugador de Selección. Y a Enzo y a Ortega, con los cuales tuve la suerte de compartir una cancha con mucho placer.

-¿Y a quién admirás hoy?
-A mí me llama mucho la atención cómo se sostiene Federer. Sin conocerlo admiro a Ginóbili: que haya conseguido lo que consiguió en la cocina del basquetbol mundial y que haya perdurado me llena de admiración. Igual que Messi: a los que jugamos al fútbol nos hace sentir así de chiquititos porque hace cosas que son extraordinarias. Nos hace parecer hasta algo ridículos: la mayoría no las podríamos haber hecho y él las hace con una naturalidad tremenda.

-En unos meses, en el Mundial de Clubes, podés llegar a enfrentarte con unos de ésos a los que tanto admirás…
-Messi es un monstruo. Cuando estaba sin dirigir y miraba al Barcelona, pensaba de qué manera se le podría jugar a ese equipo que nos generaba muchísima admiración a todos. Y esos partidos que jugaba imaginariamente, ahora los juego desde otro lugar. Pero no me puedo anticipar. Sería un error exponer qué estrategia voy a utilizar o hablar de esa posible final porque antes tenemos que jugar tantos partidos…

-¿River le puede ganar al Barcelona?
-En 90 minutos contra cualquier rival del mundo puede pasar cualquier cosa.

-¿Imaginaste que el cantito sea “de la mano del Muñeco ganamos en Japón”?
-No. Ya es emocionante que todo un estadio cante esa canción, y hace que por momentos trate de mirar para otro lado, como para imaginarme otra cosa…

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Ustedes piensan que las lesiones son por cuestiones meramente físicas y de exigencias?, cuando uno se lesiona la parte mental tiene casi la misma importancia que las cuestiones físicas.

-¿Encontraste el celular, Marcelo?

-¿Celular? ¿Les tengo que preguntar qué celular?

-El celular de Dios. ¿Te acordás que antes se decía que lo tenía Bianchi?

-Sí, sí. Ese lo tuvo él.

-¿Vos no tenés el número?

-A mí no se me ocurre decir nada al respecto.

El bosteriodismo queriendo comparar a toda costa a Napoleon con la mistica penalera de gaganchi, dan pena ya… se piensan que el muñe es boludo

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Me leí también la de “Vasco, Vasco, Vasco… huevo, huevo, huevo”. Para reírse! já! Escriben como contando lo que se habla en bosta, “el vestuario más famoso”, que nos van a salir a combatir el medio campo y si es necesario nos van a jugar fuerte metiendo pata. :roll:

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jajaja increible esa…

la del muñe es tremenda, parece que se tomara 100 años para pensar cada respuesta porque no hay una sola respuesta en donde deje algun culo sin cerrar

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Cuando leía la nota del “Vasco, Vasco…” fue imposible no recordar este capítulo:

Claramente no entendes que no hubo pretemporada, que se apuntaron los cañones a esos 4 partidos, el viaje a japon, y todo el estres fisico y mental que todo eso conlleva. Es recontra esperable ver varias lesiones. Las de alario y viudez ni siquiera tienen que ver con eso, si no con como venian de antes.
No tiene la culpa el PF para nada. Como no la tuvo con las lesiones de balanta y kranevitter en su momento.

---------- Mensaje unificado a las 10:53 ---------- El mensaje anterior habia sido a las 10:52 ----------

Tal cual!!

-En unos meses, en el Mundial de Clubes, podés llegar a enfrentarte con unos de ésos a los que tanto admirás…
-Messi es un monstruo. Cuando estaba sin dirigir y miraba al Barcelona, pensaba de qué manera se le podría jugar a ese equipo que nos generaba muchísima admiración a todos. Y esos partidos que jugaba imaginariamente, ahora los juego desde otro lugar. Pero no me puedo anticipar. Sería un error exponer qué estrategia voy a utilizar o hablar de esa posible final porque antes tenemos que jugar tantos partidos…

De pie señores, Estamos ante el Estratega.

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No tiene que ver el pf. Hay estudios cientificos que lo avalan.

Ademas el año pasado se peleo Copa y campeonato con 13 jugadores, si hubiesen estado mal preparados ni a palos se podria haber hecho

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