ATILIO COSTA FEBRE
Es el periodista más vinculado a la información de River. Lleva mas de 20 años siguiendo la campaña del club. “No cambio a River por nada”, sentencia.
INFANCIA. “Yo comencé a trabajar a los 14 años en la radio de mi pueblo, que se llamaba Radiodifusora Alberti. Estos fueron mis primeros pasos en el periodismo, y lo remarco porque esta experiencia me hizo tener soltura, y sobre todo, no tenerle miedo al micrófono en el momento que llegase a Buenos Aires”.
EL FÚTBOL. “Siempre fui un fanático del fútbol, porque venía de una familia futbolera. Cuando mis viejos se separaron me fui a vivir de muy pequeño a la casa de mi abuela donde mis tíos todavía estaban solteros. Mi mamá tiene diez hermanos donde cinco eran varones de los cuales tres eran muy futboleros. Eran de River, Boca e Independiente, y cada uno me tiraba para el lado de sus intereses”.
LOS COMIENZOS. “En la radio de mi pueblo recuerdo que me daban La Razón, y leía las noticias deportivas desde el diario. Aquí, mi primer partido relatando a River fue en el verano del ’91 contra Racing. Ganó River 2 a 1 con goles de Higuaín y Berti, y Luis Artime había sido invitado por Del Plata para hacer el comentario del partido”.
LA SUERTE. “Tuve la fortuna de encontrarme con gente que confió en mis condiciones. Pero yo siempre digo que en esto hay que tener una profunda vocación, mucha paciencia, hay que conocer los límites. Gracias a Dios nunca fui un paracaidista de los medios. Yo con mucho orgullo digo que soy uno de los pocos relatores independientes que hay en los medios de Capital Federal. Luego de Víctor Hugo Morales debo venir yo, y eso que nunca nadie me escribió un discurso. Seguramente mi carrera hubiese sido más fácil de haber trabajado con una figura como Víctor Hugo, de haber pertenecido a Radio Rivadavia cuando estaba en su mejor momento o de ser parte de Torneos y Competencias. Pero estoy orgulloso de haber llegado adonde llegué siendo independiente.
Me arriesgué hace veintidos años cuando me ofrecieron seguir la campaña de River por Radio Del Plata cuando Santo Biasatti era el director y Mario Cella el gerente artístico. Muchos me decían en ese entonces “vos estás loco, no te metas en River”. Pero me la jugué y afortunadamente me fue bien, fundamentalmente porque propuse un trabajo honesto, sincero, profesional, sin golpes bajos, sin engañar a la gente de River, que es distinta, y por algo debe ser que sigo ahí y nadie les pudo robar el corazón en estos veintidos años siguiendo al equipo”.
RECUERDOS, PARTIDOS, GOLES, EQUIPOS. “Yo hice mucho el fútbol de ascenso cuando era pibe. Recuerdo los que nos costaba tener en el aire en Radio Colonia el Ascenso X 3, aquella transmisión que se hacía con mucho sacrificio, con mucha dedicación, con escasos recursos. Nos teníamos que colgar de los palos de luz, con permiso de los vecinos, y transportar una línea a la cabina para hacer la transmisión.
De River tengo recuerdos marcados. La Copa Libertadores del ’96, el gol de Francescoli a Talleres sobre la hora en el ’94, las victorias sobre Boca…
Mi vida profesional está muy emparentada con River. Por ejemplo, yo relaté por primera vez y de manera espantosa los últimos diez minutos de un partido en el año ’84. River tenía un paraguayo que jugaba de centrodelantero, se llamaba Villalba e hizo el gol sobre la hora.
Mis primeros noventa minutos fueron en la cancha de Ferro, un día que River le ganó por cuatro goles a Estudiantes de La Plata, y el comentarista era Guillermo Nimo.
Mi primer partido como profesional de los medios fue en abril del ’81. River empató 1 a 1 en el Monumental con Sarmiento de Junín. Es decir que cada etapa mía en el relato tiene a River como compañero”.
LA RELACIÓN CON LOS COLEGAS. “El medio nuestro es muy difícil. Es complicado que todos hablemos bien de la misma persona. Es un ambiente cargado de celos, de muchos “serruchos”, donde hay gente que por un minuto de cámara o micrófono es capaz de resignar el cariño por su madre, y no estoy exagerando. Pero tengo buena relación con todos.
No tengo muchos amigos en el medio porque mis amigos de la vida están en Alberti. Tengo un gran respeto profesional por Víctor Hugo, que es sin duda un maestro, y eso que no trabajé con él. Yo siempre digo que todos los relatores de fútbol somos un desprendimiento de ese talento impresionante que tiene el uruguayo. Hay que saber hacer radio, y si hay alguien que me enseñó a hacer radio, ése fue Alejandro Apo”.
ACIERTOS. “Nunca levanté la bandera de nadie. Acá hubo una pelea inventada por el periodismo entre Menotti y Bilardo. En River he criticado y elogiado en la medida que lo creía conveniente. Aciertos, fue decir en algún momento que Ortega, Gallardo, Saviola, entre otros, iban a ser figuras cuando estos estaban todavía en divisiones inferiores. Pero nunca defendí a nadie a ultranza en estos veintidos años”.
LAS PELEAS. “Son propias de la relación del día a día. El jugador de fútbol es muy especial. Nunca te agradece un elogio pero sí te recrimina una crítica. Pero siempre han sido peleas pasajeras. Yo he discutido muchas veces con Ramón Díaz, pero él siempre dio la cara ante el periodismo, aunque muchas veces se lo acusó de cosas que no eran ciertas. Me he peleado con Passarella y con colegas sobre fútbol… Pero enemistades no tuve, no tengo ni espero tener”.
LOS MOMENTOS DIFÍCILES. “Cuando no hay anunciantes, cuando el país vive situaciones como esta, y vos sabés que sos independiente y tenés que tirar el centro e irlo a cabecear. Como productor artístico de todo esto me resulta difícil el momento en que no tenemos los elementos necesarios para llevar a cabo un trabajo. Pero incuestionablemente el momento mas horrible que viví en mi vida en el futbol fue la pesadilla del descenso de River que todavía hoy no lo puedo creer”.
ANÉCDOTAS. “Tengo una preferida y la cuento siempre. Yo vivía en una casa que tenía un patio muy grande, y era de consumir mucho todo lo que tenía que ver con los medios de comunicación orales y escritos. Empecé a fanatizarme por el relato cuando corría en aquel patio y nombraba a todos los jugadores de aquella época. Me encantaba anotar todas las planillas de los equipos, me memorizaba los nombres… Se puede decir que ahí me enamoré del relato. Siguiendo a River hay muchas, sobre todo de los viajes al exterior con los compañeros, con los que tengo una gran relación. River es famoso en todo el mundo”.
LOS CAMBIOS EN EL RELATO. “Fueron muchos. Afortunadamente no soy el mismo que relató aquel gol del paraguayo Villalba. Aquel era un relator por el que nadie hubiese apostado un solo centavo. He ido evolucionando, he leído, he escuchado a los que son superiores a mí, he aprendido de mucha gente, y relato más con la cabeza que con el corazón… Hoy opino mucho más que antes. El paso de los años te da más autoridad para opinar”.
LA MOTIVACIÓN. “Sigo motivado porque trabajo de lo que me gusta. Yo siempre quise ser lo que soy actualmente. Nunca fui a una cancha desmotivado. Tengo problemas como cualquiera, pero en el momento que se abre el micrófono hay que olvidarse de todas esas cosas”.
LOS MÉRITOS. “Primero, soy honesto. Porque nunca cagué a nadie profesionalmente, porque le conté a la gente de River lo que siempre sentí… Valoro la honestidad porque los deshonestos tienen vuelo corto en esta profesión, aunque a veces aparecen pícaros que se mantienen”.
EL FUTURO. “Pasa por mantener lo que he conseguido. Yo un convencido que nunca relataría a otro equipo por más que me pongan una parva de dinero arriba de la mesa. Mi vida no va atrás de la guita. Ojalá pueda seguir relatando muchos años más, sino iré preparando a alguno de los pibes para que pueda seguir con esto. Yo voy a morir profesionalmente con River, de eso no tengo dudas”.