Partamos de la base que el hinchismo es la posesión de un símbolo (nombre del club, colores de la camiseta, apodos) basado esencialmente en un sentimiento de exaltación yoísta, que una expresión sincera de amor o pasión, como vulgarmente suele decirse. O sea. “Yo soy River, Yo soy Boca”, y no el club propiamente dicho. “A ustedes les ganamos”…“Le rompimo el…”…El hombre, el hincha se apropia del nombre del club, de los jugadores, del cuerpo técnico. Eso de que gana la gente es uno de los mitos con mayor falta de fundamento que se puedan haber inventado.
Una vez concurrí a una cena de celebración de un campeonato de Boca, y allí estaba la 12 de entonces. (No digo el año ni el nombre del jefe de ese momento para evitar suceptibilidades). De pronto, nos pusimos a hablar por separado con el Jefe, el segundo y algun otro. Cuando hice mención de un campeonato ganado por Boca en los 70 en el Monumental, contra Rosario Central, con goles de Jorge Coch y Angel Rojas (el de Central fué de Landucci), el tipo este, el jefe de la 12, me dice muy suelto de cuerpo:
“Ah, pero ese campeonato lo gané yo”
Ante la mirada atónita mía y la de mi compañero (un cantante famoso de aquel tiempo), el personaje nos dice:
…“lo gané yo porque agarré una cadena y le empecé a pegar a toda la gente para que grite”…
Ahí me di cuenta (siendo aun bastante pibe), que este era un perfil enfermizo del hincha argentino.
Se siente dueño del equipo, se siente más que los jugadores, que el técnico (“…lo gané yo…”), y descubrí entonces porque durante los partidos, estos personajes, lo único que hacen es cantar sin mirar si quiera el partido. No les interesa el partido. Les interesa sobresalir cantando para despues atribuírse los resultados que transcurren en la cancha.
Ojo. Pongo esto refiriendome precisamente a La Doce, para que mis amigos de River no sientan menoscabados ni heridos en su honor.
Hay una especie de proyección del “YO” utilizando el nombre de la divisa. Ese es el hinchismo. Pertenezca o no a la barra, cante o no. Este impulso (decirle pensamiento sería un chiste) es típico del hincha argentino en general.
Las veces que fuí a la cancha este año, llevado por un amigo que pertenece justamente a la 12, me obligaron a ubicarme en ese sector de la hinchada. En realidad, quise ver el record de Martin Palermo, a quien como todos ustedes saben, considero uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos, y para mi, es el mejor nueve de Boca de la historia, que de Valentin para acá vi a todos.
Despues de ese partido en La Plata, repetí cuatro o cinco veces mas en La Bombonera y ahi descubrí nuevas y negativas manías de los barras.
En principio, no se ve un carajo por causa de la gran cantidad de banderas que llueven como gruesos penachos desde la tercer tribuna, y sumada a estas, las más pequeñas, que tienen su bastón propio y son flameadas por un brazo hincha pelotas durante todo el partido. Aunque en la cancha no esté pasando nada.
Esto provocó que por ejemplo, no vea goles ni estando detrás del propio arco de la Doce. (Perdíamos uno a cero con Colo Colo y yo no sabía, porque no había visto el gol porque me tapaba una bandera).
Para completarla, y esto aun mirandolo por televisión, me despierta un tremendo fastidio, ¡¡¡el canto permanente!!!
Los tipos eligen una canción y la repiten sin parar durante todo el primer tiempo, y por ahi, pueden llegar a cambiarla fugazmente despues de un gol, para volver otra vez con la misma cantinela.
¿Porque digo esto? Bueno. Al márgen de que nunca me gustó cantar en la cancha, porque voy a ver el partido y no puedo hacer las dos cosas el mismo tiempo, ANTES, EL CANTO DE TRIBUNA ERA ESPONTÁNEO Y ESTABA SUJETO A LAS CIRCUNSTANCIAS DEL JUEGO.
O sea que lo que se cantaba, por más que el cantito fuese conocido y preparado, era un subrrayado más justo con lo que se reflejaba desde la cancha. Ahora no. Ahora se obstinan en cantar una o dos canciones durante todo el partido, y le meten sin parar aunque el partido sea un hielo…O sea…NO TIENE NADA QUE VER LA MÚSICA QUE SE CANTA CON LO QUE SUCEDE EN EL PARTIDO, Y ESO ES UN DESFASAJE DE IMAGEN Y SONIDO PLAGADO DE ANTI-ESTÉTICA.
Que tiene que ver que la hinchada cante una canción “equis” cuando en la cancha esta sucediendo otra cosa que no tiene relación con la letra ni con la música?
Noches atrás, por ejemplo, veo que Boca estaba quedando eliminado contra el Inter, y sin embargo la gente cantaba, saltaba y se reía como si nada pasara. ¿Que carajo tiene que ver eso?
¿Me van a decir ahora que están contentos lo mismo aunque Boca pierda? ¡Por favor!
Porque no tiene nada que ver esta estupidéz con el concepto “Ganamo, perdemo a Boca… o quien sea…lo queremo”…Eso es válido. Pero una cosa es querer y la otra seguir cantando y saltando como si uno estuviese ganando cuando la realidad indica que Boca quedaba eliminado en la propia Bombonera.
Y ESTO GUARDA ABSOLUTA RELACIÓN CON LO QUE ESCRIBÍ AL PRINCIPIO. Con eso de que a la gente, por lo general, le importa más el ego de sobresalir haciendose el hincha, hacienco sanatas desubicadas como hincha, que ser un hincha verdadero. Porque la lógica indica que si un equipo está perdiendo, el hincha no tiene porque mostrarse alegre.
Yo no digo que hay que llorar, ni arrancarse los pelos, ni putear… pero resulta desfazado con los hechos reales que quedando eliminado de una copa en su propia cancha, el público (Obviamente no todo, como es lógico imaginar), festeje alocadamente.
Al entrar en mi sitio amigo, el Foro Monumental, observé por alguna parte que alguien preguntaba…“Vamos a cantar el domingo?”. Cantar pueden cantar, porque de pronto es el folclore del fútbol. Que nadie se la tome a mal, pero me parece que resultaría fuera de lugar que realicen cantos relacionados con “ganar”,o “campeones”… etc… algo que disfrace una realidad… porque la realidad es que River acaba de ser eliminado de la Copa Sudamericana y además, va último en la tabla de posiciones del campeonato.
Convengamos que mientras Boca perdió bien en La Bombonera, y que una vez más quedó demostrado que la abundancia de chicos en un equipo que tiene que disputar un partido definitorio, es un suicidio; River perdió injustamente en Mexico. Y digo esto último porque vi la totalidad del partido y sufrí mucho por la mala suerte de River a la hora de embocar un gol. La realidad indica que mereció ganar, y si esto hubiese sucedido hoy seguiría Simeone y estarían frotandose las manos por una segura Copa Sudamericana en las vitrinas del Hall Central del Monumental.
No sería injusto que los jugadores sean bien recibidos, pero de ahí, a cantar enloquecidamente como si hubiesen triunfado hay una distancia.
Lo que si me gustaría, relamente, es que sigan cantando para pedir el regreso de Ariel Ortega.
Se los dice alguien que siendo de Boca, salió a apoyarlo publicamente primero que nadie. Antes, mucho antes que Maradona y que mi querido Roman. No es una loa a mi persona. Es un pase de factura, porque en ese momento, hasta llegue a decir en Olé…“hasta el proximo Clasico Ariel, aunque tenga que padecerte”… y en realidad lo padecí porque despues de esa nota vino el clasico en donde nos metieron 3 con dos de Higuaín, sin que nos alcance el gol del grandísimo Martin Palermo.
El próximo técnico de River, casi ni me caben dudas, será Neri Pumpido. O sea que por ese lado, hay poco que decir. Porque aunque ustedes sigan soñando con Ramón, es imposible que el Pelado, estando ahora mal con un tipo poderoso como Tinelli, siga dirigiendo en Argentina. Y entre el Tolo Gallego y Pumpido, el de mayores posibilidades es este.
Lamento tremendamente lo que les pasó en Mexico. Lamento también que Diego Simeone haya suferido semejantes problemas familiares, que fueron el detonante para sus desequilibrios anímicos en su relación con el plantel.
Lamento también que se haya “caído” tanto San Lorenzo. Y quizá no disfrute tanto si Boca sale campeón en este torneo. Por dos cosas: porque a Tigre lo dirige Diego Cagna (el mejor Director Tecnico de la actualidad), y porque ademas, no está Martín Palermo, quien con sus goles, le daba otro panorama emotivo y pintorezco a los triunfos y los campeonatos de Boca.