Llambías: "Martínez de Hoz merece el mayor de mis respetos"

eplicame la famosa teoria del derrame…

yo creo q es mas justo pagar cuando se gana q pagar cuando se gana y se pierde, por lo menos eso teniendo un gobierno como este q da subsidios de 5 mil pesos a perdidas por 500 mil o un millon de pesos.

Y ya se van a venir con la boludes de q nos mantienen el dolar a nosotros y bla bla… cuando sabemos q no es unicamente al campo al q este lo favorece…


naa, estos segun lei no son tan poderosos… Pero que hay alguien atras de ellos no queda duda.


lo lei hace un tiempo ya…

por las dudas, aclaro q ni me interesa la sociedad rural… no la voy a defender en lo mas minimo por las cosas q haya hecho.

Cristina dando el presente en el CFR:

http://www.lanacion.com.ar/archivo/anexos/fotos/37/895237.jpg

Seguro es Photoshop del PRO :stuck_out_tongue: (Que son la misma mugre)

La Sociedad Rural no ha cambiado en su esencia
La Federación Agraria se quemó al convertirse en sus nuevos peones

Lamentablemente el gobierno, nunca hizo un buen trabajo relevando impuestos, y presiona sobre lo fácil de cobrar (aranceles, retenciones,IVA). Cuando las corporaciones rurales piden que se cobren ganancias y no retenciones, están pidiendo un impuesto fácil de evadir, y el campo es el sector que más evade todo tipo de obligaciones fiscales: ganancias, aportes, etc.

La teoría del derrame dice que si el Estado no interviene en el mercado, este crecerá tanto, que sus ganancias llegarán a todos los sectores de la sociedad. Suena muy lindo y sería lo ideal si se cumpliera, pero ya se comprobó su fracaso en todos los países que lo aplicaron. Compara los mercados con una pirámide de copas, donde al llenarse la primera se derrama, llenando la segunda fila, y así sucesivamente.

Si el mercado es el global, el estado debe intervenir para proteger el mercado interno. En este sentido las retenciones son necesarias, porque impide competir plenamente con mercados que son más poderosos por tener alto valor agregado. No podemos pagar 20 dólares un kilo de carne como lo hace un japonés o un alemán, cuyos ingresos son mucho más altos.
Además son un instrumento de regulación. No es lo mismo ganar 2000 pesos con la soja que con la leche. Con la leche implica más inversión, más sueldos y más trabajo. Si no hay retenciones, y sólo ganancias, ambos sectores pagan el mismo impuesto. Esto sin tener en cuenta que la producción lechera es básica para el mercado interno, mientras la soja lo es para el externo

Migue, la movilidad de las retenciones es lo que justamente hace que tengas que pagar menos en tanto vos ganaste menos, y viceversa.

Con respecto a lo del dolar, el tipo de cambio alto beneficia a toda actividad orientada a la exportación, que en nuestro país consiste casi excluyentemente la agropecuaria. El dolar alto genera, entre otras cosas, la inflación que sufre el resto de la población (y esto es economía de la más básica).

Argentina se hizo agrodependiente debido a la desmantelación del aparato industrial por parte del campo y la dictaduro, asco dan estos señores.

y no es mejor q el estado se ocupe de q se termine la evasion de impuestos?? no, porq eso es algo q a los gobernantes no les conviene. Si alfin y alcabo ellos son quienes mas avaden!

sacando q la produccion de un lechero es mas segura por q no tiene q estar esperando muchas lluvias para mantener su tambo, mientras q si al sojero le vino mal y no llovio perdio todo.
Me parece absurdo creer q con los ingresos del campo en base a retenciones el pueblo paga barato los alimentos. Habria q ver porq un kilo de carne q sale del campo valiendo 3 pesos llega a un supermercado valiendo 15 o 20. Por q tanta diferencia entre el productor y el consumidor final…


Alejo, eso no tiene nada q ver con las retenciones q se manejan en Argentina. Eso lo hacen los paises serios q en epocas malas dan subsidios para q sigan produciendo.

Lo del dolar di muchas veces mi postura, en argentina no solo se exporta Soja.


y porq ningun gobierno busca formentar la industria denuevo?? porq prefieren seguir gastando en mantener a la vagancia?? por q tanto plan descansar y no un laburo…

Pasaron tantos partidos “peronistas” y ninguno hizo nada en estos años…

En los países serios se dan subsidios en las malas épocas, porque en las buenas se hacen aportes extraordinarios. Países serios implican tanto gobierno como empresarios responsables.
Además eso de que el kilo vivo sale $3 y se encarece por la cantidad de intermediarios y los enormes costos del transporte que hay en un país con nuestras distancias (antes de que salte un boludo comparando con Uruguay), ya se sabe.

Si el precio de exportación, sin retenciones, compite con el precio interno, me parece absurdo pensar que no habrá inflación. ¿O por qué se produce la inflación con el aumento del dólar?

El principal responsable de que le país no se haya industrilizado fue el Proceso militar que hizo lugar a todo el lobby de la SRA, con la política de Martínez de Hoz, y eso no se recupera de un día para el otro

La excesiva rentabilidad del sector agro exportador disminuye las posibilidades de industrializar un país. En países desarrolllados, un terrateniente exitoso, para aumentar su fortuna, se pasa al sector industrial o bancario. En Argentina, a un industrial le convienen comprar o arrendar tierras, donde tiene que realizar menor inversión, tiene menos riesgos y obtiene mayor rentabilidad.

A ningún gobierno le conviene sostener vagos, porque su gasto colapsa. Ningún gobierno, radical o peronista, que intentara industrializar, pudo completar su mandato. El plan Jefe de hogar otroga un subsidio de $200 a cambio de 4 horas de lunes a viernes. Es un trabajo liviano, pero te aseguro que el que lo toma es que no tiene nada, no porque sea negocio. Si se quejan por esa plata, imagino si vivieran en países donde el desempleado se subsidia con 400 dólares. Son países mucho más seguros que el nuestro, pero quién acepta ese costo.
En tiempo de cosecha los terratenientes se quejan de que por los planes no consiguen trabajadores. Entonces, ¿cuánto pagan por esos trabajos temporarios? No solo el gobierno saca provecho de las necesidades de la gente

Estamos de acuerdo de que ningún gobierno hizo un buen trabajo con la recaudación impositiva, pero el sector agrario es quien mas evade. Entonces no se hace cargo de su cuota de responsabilidad, amparándose en fallas ajenas

Condenan por evasión impositiva al segundo de De Angeli

Ya nos fuimos de tema. Aquí la cuestión era el orgullo que sentía la SRA por su conexión a los Martínez de Hoz

José Alfredo Martínez de Hoz - Wikipedia, la enciclopedia libre

Biografía [editar]

Descendiente de una familia de ricos estancieros, presidentes de la entidad patronal de los grandes propietarios de tierras, la Sociedad Rural Argentina y propietarios de 2.500.000 hectáreas de terreno en la Patagonia cedidas por Julio Argentino Roca tras la conquista del Desierto, Martínez de Hoz se inició en la función pública como ministro de Economía de la provincia de Salta durante la Revolución Libertadora.1 Se desempeñaría luego como secretario de Agricultura y Ganadería y eventualmente ministro del presidente de facto José María Guido (1962-1963) y en los sectores bancario, financiero, industrial y agrario.
Dirigió la estancia Malal Hué, la aseguradora Buenos Aires Compañía de Seguros, y la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad; presidió la petrolera Petrosur y la financiera Rosafin,2 y, habiendo trabado relación con los Rockefeller,3 fue titular de la acería Acindar durante los años inmediatamente precedentes al golpe de Estado.4 Sería luego convocado por Jorge Rafael Videla para ocupar el Ministerio de Economía.
Martínez de Hoz tenía estrechos lazos con la cúpula militar, que emplearía Acindar como campo de pruebas para las prácticas represivas ejercidas luego durante el Proceso. Según declaraciones del propio Martínez de Hoz —en la investigación abierta, tras el regreso de la democracia, por la nacionalización dolosa de la Compañía Italo Argentina de Electricidad, de cuyo directorio era miembro cuando se pagó 300 millones de dólares por una compañía descapitalizada—, en 1975 habría visitado a Videla, a la sazón jefe del Estado Mayor, junto con otros miembros del Consejo Argentino Empresario, para solicitarle que contribuyera a preservar el orden en las circunstancias que impedían “la libertad de trabajo, la producción y la productividad”. En el curso de sucesivas entrevistas con los líderes del Ejército se diseñó un sistema de espionaje y vigilancia, coordinado con las fuerzas de seguridad y la inteligencia militar, orientado a identificar a los principales activistas sindicales.
En mayo de ese año hubo ocasión de ponerlos en práctica durante la represión de una masiva huelga de metalúrgicos en la planta de Acindar en Villa Constitución, dirigida por Alberto Piccinini, secretario local de la Unión de Obreros Metalúrgicos y opuesto a la línea blanda de Lorenzo Miguel; ante la huelga, que duró 59 días, Martínez de Hoz obtuvo del ministro de Interior, Alberto Rocamora, la declaración de la ilegalidad de la huelga y el envío de las fuerzas de seguridad. Numerosos huelguistas fueron secuestrados, sometidos a simulacros de fusilamiento, y otros asesinados.5 Dentro de las instalaciones de la fábrica se montó el primer centro clandestino de detención, una antesala de los que se aplicarían luego durante el Operativo Independencia. Rodolfo Peregrino Fernández, entonces inspector de la Policía Federal Argentina, declararía ante la Comisión Argentina de Derechos Humanos que Acindar “pagaba a todo el personal policial —jefes, suboficiales y tropa— un plus extra en dinero (…) [para convertirla en] una especie de fortaleza militar con cercos de alambre de púas”. El reemplazo de Martínez de Hoz al frente de Acindar sería el general Alcides López Aufranc, que continuaría con la labor represiva.6

La economía de Martínez de Hoz

En 1977 se inicia un cambio estructural orientado a transformar radicalmente la economía del país en beneficio de sectores concentrados, con base transnacional financiera, sostiene el autor. Así, pasa revista a los puntos centrales y a las consecuencias económicas y sociales del plan anunciado el 2 de abril de 1976 por José Alfredo Martínez de Hoz.

Alejandro Vanoli. ECONOMISTA. PROFESOR DE ECONOMIA INTERNACIONAL (FCE, UBA).

Hoy, 2 de abril se conmemora el trigésimo aniversario del inicio del Plan Económico de la dictadura instaurada el 24 de marzo del 76. El plan, la contracara del terrorismo de Estado, arrastró a millones de argentinos a la exclusión económico-social.

El golpe representó la ruptura de la institucionalidad y la legalidad. Se rompió el Contrato Social, piedra angular de todos los contratos, la desarticulación del Estado y del tejido productivo y social.

Se generó un profundo retroceso en la legislación laboral y en las condiciones de trabajo, coherente con la represión y la intervención de la CGT y la CGE.

El primer año pareció un clásico ajustazo, ante shocks externos o desequilibrios endógenos causados por la dinámica del modelo industrialista (ISI) que, con logros económicos y sociales desde 1943, aún no había resuelto las brechas productivas, externas y fiscales.

Pero en lugar de corregir las deficiencias del modelo, en 1977 se inicia un cambio estructural orientado a transformar radicalmente la economía del país en beneficio de sectores concentrados, con base transnacional financiera.

Un mojón del nuevo modelo fue la reforma de la ley de entidades financieras, la liberalización de la cuenta capital, una política monetaria ultrarestrictiva y la tablita cambiaria que generó un profundo retraso cambiario.

Las altas tasas de interés en el marco de la estabilidad cambiaria crean un proceso de ingreso de capital financiero que facilita un boom de importaciones. Todo ello unido al creciente cortoplacismo financiero afectó profundamente a la inversión y al conjunto de los sectores productivos.

El programa incluyó además el aumento del gasto en armamentos y obras de infraestructura costosa y de baja rentabilidad social todo lo cual provocó, en el marco de la desregulación financiera, un crecimiento explosivo de la deuda externa pública y privada para financiar el creciente déficit gemelo externo y fiscal.

La crisis fiscal se agravó con la reducción de los aportes patronales y el vaciamiento de la seguridad social. Ello exigió mayores ajustes, el sobre—endeudamiento de las empresas del Estado para financiar al Tesoro y la reducción del gasto social incluyendo la transferencia de hospitales y escuelas sin recursos a provincias y municipios.

La inviabilidad de la tablita ante la esperable falta de convergencia de los precios internos a los externos y el nuevo contexto global de fuertes subas en las tasas de interés, condujeron a una crisis bancaria y cambiaria que llevó al default en 1982.

Los peores

El rojo de las cuentas públicas se agravó por la estatización de la deuda privada, mediante avales y seguros de cambio y tasas de interés. La socialización de pérdidas incluyó redescuentos a bancos, garantía pública de depósitos ante quiebras producidas por préstamos a empresas vinculadas, autopréstamos, transferencias de la “cuenta de regulación monetaria”, etcétera, que implicaron en conjunto una pérdida fiscal de más del 50% del PBI.

Si bien el paradigma neoliberal de valorización financiera atravesó la región, la Argentina el “mejor alumno”, obtuvo los peores resultados. Entre 1976 y 2001 el crecimiento per capita es casi nulo. El PBI pasó de un 72% del promedio de los países desarrollados en 1970 a menos del 43% en 2003. Comienza un aumento récord de la desigualdad. Argentina que hasta 1975 era la sociedad más igualitaria del continente, aumentó casi en un 40% la desigualdad medida por el coeficiente de Gini.

El desafío en democracia implicaba algo más que modificar las políticas macro, requería cambiar de raíz el modelo. La falta de decisión para quebrar el mismo, en un contexto internacional adverso, agravó las condiciones a fines de los '80. El alto endeudamiento externo heredado financiado con emisión y deuda interna desembocó en la hiperinflación que generó las condiciones para la reproducción y profundización del modelo 1976—81 en los años 90.

Si bien desde hace tres años se han producido indudables mejoras, muchas de las profundas consecuencias económicas y sociales sistémico—estructurales de tres décadas, continúan vigentes.

Se necesita un proceso simultáneo de acumulación de capital y distribución progresiva del ingreso, que implique una ruptura definitiva con el modelo anterior. Ello implica cambiar las matrices productiva —mayor diversificación y valor agregado a la producción— y redistributiva, a efectos de eliminar la indigencia y atenuar la desigualdad a través de la recuperación paulatina de ingresos y la adecuada provisión de los bienes públicos, básicamente salud y educación.

Tales objetivos pueden ser financiados sin comprometer la solvencia fiscal, alineando la recaudación a niveles internacionales. Además de seguir creciendo y combatir la elusión y la evasión, se debe encarar una reforma tributaria progresiva que grave la renta financiera. Es fundamental también encarar, como hace hoy Chile, una reforma previsional que asegure una cobertura universal y mejores jubilaciones.

La Argentina tiene hoy una oportunidad inédita de avanzar en la senda del desarrollo con equidad. Un repudio integral a la Dictadura, implica un verdadero Nunca Más a las políticas 1976-2001, un compromiso con el progresivo desendeudamiento productivo y social, que recupere a los desaparecidos sociales, para hacer realidad el sueño de un país mas justo y viable.

Y pongo un artículo de Clarín para que vean que no sólo es cosa de Página o diarios “oficialistas”

En los países serios se dan subsidios en las malas épocas, porque en las buenas se hacen aportes extraordinarios. Países serios implican tanto gobierno como empresarios responsables.
Además eso de que el kilo vivo sale $3 y se encarece por la cantidad de intermediarios y los enormes costos del transporte que hay en un país con nuestras distancias (antes de que salte un boludo comparando con Uruguay), ya se sabe.

Si el precio de exportación, sin retenciones, compite con el precio interno, me parece absurdo pensar que no habrá inflación. ¿O por qué se produce la inflación con el aumento del dólar?

El principal responsable de que le país no se haya industrilizado fue el Proceso militar que hizo lugar a todo el lobby de la SRA, con la política de Martínez de Hoz, y eso no se recupera de un día para el otro

La excesiva rentabilidad del sector agro exportador disminuye las posibilidades de industrializar un país. En países desarrolllados, un terrateniente exitoso, para aumentar su fortuna, se pasa al sector industrial o bancario. En Argentina, a un industrial le convienen comprar o arrendar tierras, donde tiene que realizar menor inversión, tiene menos riesgos y obtiene mayor rentabilidad.

A ningún gobierno le conviene sostener vagos, porque su gasto colapsa. Ningún gobierno, radical o peronista, que intentara industrializar, pudo completar su mandato. El plan Jefe de hogar otroga un subsidio de $200 a cambio de 4 horas de lunes a viernes. Es un trabajo liviano, pero te aseguro que el que lo toma es que no tiene nada, no porque sea negocio. Si se quejan por esa plata, imagino si vivieran en países donde el desempleado se subsidia con 400 dólares. Son países mucho más seguros que el nuestro, pero quién acepta ese costo.
En tiempo de cosecha los terratenientes se quejan de que por los planes no consiguen trabajadores. Entonces, ¿cuánto pagan por esos trabajos temporarios? No solo el gobierno saca provecho de las necesidades de la gente

Estamos de acuerdo de que ningún gobierno hizo un buen trabajo con la recaudación impositiva, pero el sector agrario es quien mas evade. Entonces no se hace cargo de su cuota de responsabilidad, amparándose en fallas ajenas

Condenan por evasión impositiva al segundo de De Angeli

Ya nos fuimos de tema. Aquí la cuestión era el orgullo que sentía la SRA por su conexión a los Martínez de Hoz

José Alfredo Martínez de Hoz - Wikipedia, la enciclopedia libre

Biografía [editar]

Descendiente de una familia de ricos estancieros, presidentes de la entidad patronal de los grandes propietarios de tierras, la Sociedad Rural Argentina y propietarios de 2.500.000 hectáreas de terreno en la Patagonia cedidas por Julio Argentino Roca tras la conquista del Desierto, Martínez de Hoz se inició en la función pública como ministro de Economía de la provincia de Salta durante la Revolución Libertadora.1 Se desempeñaría luego como secretario de Agricultura y Ganadería y eventualmente ministro del presidente de facto José María Guido (1962-1963) y en los sectores bancario, financiero, industrial y agrario.
Dirigió la estancia Malal Hué, la aseguradora Buenos Aires Compañía de Seguros, y la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad; presidió la petrolera Petrosur y la financiera Rosafin,2 y, habiendo trabado relación con los Rockefeller,3 fue titular de la acería Acindar durante los años inmediatamente precedentes al golpe de Estado.4 Sería luego convocado por Jorge Rafael Videla para ocupar el Ministerio de Economía.
Martínez de Hoz tenía estrechos lazos con la cúpula militar, que emplearía Acindar como campo de pruebas para las prácticas represivas ejercidas luego durante el Proceso. Según declaraciones del propio Martínez de Hoz —en la investigación abierta, tras el regreso de la democracia, por la nacionalización dolosa de la Compañía Italo Argentina de Electricidad, de cuyo directorio era miembro cuando se pagó 300 millones de dólares por una compañía descapitalizada—, en 1975 habría visitado a Videla, a la sazón jefe del Estado Mayor, junto con otros miembros del Consejo Argentino Empresario, para solicitarle que contribuyera a preservar el orden en las circunstancias que impedían “la libertad de trabajo, la producción y la productividad”. En el curso de sucesivas entrevistas con los líderes del Ejército se diseñó un sistema de espionaje y vigilancia, coordinado con las fuerzas de seguridad y la inteligencia militar, orientado a identificar a los principales activistas sindicales.
En mayo de ese año hubo ocasión de ponerlos en práctica durante la represión de una masiva huelga de metalúrgicos en la planta de Acindar en Villa Constitución, dirigida por Alberto Piccinini, secretario local de la Unión de Obreros Metalúrgicos y opuesto a la línea blanda de Lorenzo Miguel; ante la huelga, que duró 59 días, Martínez de Hoz obtuvo del ministro de Interior, Alberto Rocamora, la declaración de la ilegalidad de la huelga y el envío de las fuerzas de seguridad. Numerosos huelguistas fueron secuestrados, sometidos a simulacros de fusilamiento, y otros asesinados.5 Dentro de las instalaciones de la fábrica se montó el primer centro clandestino de detención, una antesala de los que se aplicarían luego durante el Operativo Independencia. Rodolfo Peregrino Fernández, entonces inspector de la Policía Federal Argentina, declararía ante la Comisión Argentina de Derechos Humanos que Acindar “pagaba a todo el personal policial —jefes, suboficiales y tropa— un plus extra en dinero (…) [para convertirla en] una especie de fortaleza militar con cercos de alambre de púas”. El reemplazo de Martínez de Hoz al frente de Acindar sería el general Alcides López Aufranc, que continuaría con la labor represiva.6

La economía de Martínez de Hoz

En 1977 se inicia un cambio estructural orientado a transformar radicalmente la economía del país en beneficio de sectores concentrados, con base transnacional financiera, sostiene el autor. Así, pasa revista a los puntos centrales y a las consecuencias económicas y sociales del plan anunciado el 2 de abril de 1976 por José Alfredo Martínez de Hoz.

Alejandro Vanoli. ECONOMISTA. PROFESOR DE ECONOMIA INTERNACIONAL (FCE, UBA).

Hoy, 2 de abril se conmemora el trigésimo aniversario del inicio del Plan Económico de la dictadura instaurada el 24 de marzo del 76. El plan, la contracara del terrorismo de Estado, arrastró a millones de argentinos a la exclusión económico-social.

El golpe representó la ruptura de la institucionalidad y la legalidad. Se rompió el Contrato Social, piedra angular de todos los contratos, la desarticulación del Estado y del tejido productivo y social.

Se generó un profundo retroceso en la legislación laboral y en las condiciones de trabajo, coherente con la represión y la intervención de la CGT y la CGE.

El primer año pareció un clásico ajustazo, ante shocks externos o desequilibrios endógenos causados por la dinámica del modelo industrialista (ISI) que, con logros económicos y sociales desde 1943, aún no había resuelto las brechas productivas, externas y fiscales.

Pero en lugar de corregir las deficiencias del modelo, en 1977 se inicia un cambio estructural orientado a transformar radicalmente la economía del país en beneficio de sectores concentrados, con base transnacional financiera.

Un mojón del nuevo modelo fue la reforma de la ley de entidades financieras, la liberalización de la cuenta capital, una política monetaria ultrarestrictiva y la tablita cambiaria que generó un profundo retraso cambiario.

Las altas tasas de interés en el marco de la estabilidad cambiaria crean un proceso de ingreso de capital financiero que facilita un boom de importaciones. Todo ello unido al creciente cortoplacismo financiero afectó profundamente a la inversión y al conjunto de los sectores productivos.

El programa incluyó además el aumento del gasto en armamentos y obras de infraestructura costosa y de baja rentabilidad social todo lo cual provocó, en el marco de la desregulación financiera, un crecimiento explosivo de la deuda externa pública y privada para financiar el creciente déficit gemelo externo y fiscal.

La crisis fiscal se agravó con la reducción de los aportes patronales y el vaciamiento de la seguridad social. Ello exigió mayores ajustes, el sobre—endeudamiento de las empresas del Estado para financiar al Tesoro y la reducción del gasto social incluyendo la transferencia de hospitales y escuelas sin recursos a provincias y municipios.

La inviabilidad de la tablita ante la esperable falta de convergencia de los precios internos a los externos y el nuevo contexto global de fuertes subas en las tasas de interés, condujeron a una crisis bancaria y cambiaria que llevó al default en 1982.

Los peores

El rojo de las cuentas públicas se agravó por la estatización de la deuda privada, mediante avales y seguros de cambio y tasas de interés. La socialización de pérdidas incluyó redescuentos a bancos, garantía pública de depósitos ante quiebras producidas por préstamos a empresas vinculadas, autopréstamos, transferencias de la “cuenta de regulación monetaria”, etcétera, que implicaron en conjunto una pérdida fiscal de más del 50% del PBI.

Si bien el paradigma neoliberal de valorización financiera atravesó la región, la Argentina el “mejor alumno”, obtuvo los peores resultados. Entre 1976 y 2001 el crecimiento per capita es casi nulo. El PBI pasó de un 72% del promedio de los países desarrollados en 1970 a menos del 43% en 2003. Comienza un aumento récord de la desigualdad. Argentina que hasta 1975 era la sociedad más igualitaria del continente, aumentó casi en un 40% la desigualdad medida por el coeficiente de Gini.

El desafío en democracia implicaba algo más que modificar las políticas macro, requería cambiar de raíz el modelo. La falta de decisión para quebrar el mismo, en un contexto internacional adverso, agravó las condiciones a fines de los '80. El alto endeudamiento externo heredado financiado con emisión y deuda interna desembocó en la hiperinflación que generó las condiciones para la reproducción y profundización del modelo 1976—81 en los años 90.

Si bien desde hace tres años se han producido indudables mejoras, muchas de las profundas consecuencias económicas y sociales sistémico—estructurales de tres décadas, continúan vigentes.

Se necesita un proceso simultáneo de acumulación de capital y distribución progresiva del ingreso, que implique una ruptura definitiva con el modelo anterior. Ello implica cambiar las matrices productiva —mayor diversificación y valor agregado a la producción— y redistributiva, a efectos de eliminar la indigencia y atenuar la desigualdad a través de la recuperación paulatina de ingresos y la adecuada provisión de los bienes públicos, básicamente salud y educación.

Tales objetivos pueden ser financiados sin comprometer la solvencia fiscal, alineando la recaudación a niveles internacionales. Además de seguir creciendo y combatir la elusión y la evasión, se debe encarar una reforma tributaria progresiva que grave la renta financiera. Es fundamental también encarar, como hace hoy Chile, una reforma previsional que asegure una cobertura universal y mejores jubilaciones.

La Argentina tiene hoy una oportunidad inédita de avanzar en la senda del desarrollo con equidad. Un repudio integral a la Dictadura, implica un verdadero Nunca Más a las políticas 1976-2001, un compromiso con el progresivo desendeudamiento productivo y social, que recupere a los desaparecidos sociales, para hacer realidad el sueño de un país mas justo y viable.

Y pongo un artículo de Clarín para que vean que no sólo es cosa de Página o diarios “oficialistas”

ahh y el campo no hizo aportes extraordinarios los ultimos años??

Enormes costos de transporte? si aca en mi ciudad matan el animal a menos de 40 km y te lo cobran al mismo precio q en bs as.

A un terrateniente exitoso le conviene eso porq no hay leyes claras para tener una industria. Conviene irte del pais y montar una afuera antes q arriesgarte a perder aca por culpa de los gobernantes.

A todos los gobiernos q vienen pasando estos años les conviene formentar vagos, alfin y alcabo es gracias a ellos q llegan casi siempre al poder. En mi ciudad cobran y ni siquiera cumplen las 4 horas. Y eso pasa en casi todo el pais.

Deleitate:
(…)"Los revolucionarios de 1810, por ejemplo, con exclusión de Mariano Moreno, adoptaron sin análisis las doctrinas corrientes en Europa y se adscribieron a un libre cambio suicida. No percibieron siquiera, esta idea tan simple: si España, que era una nación poderosa, recurrió a medidas restrictivas para mantener el dominio comercial del continente ¿cómo se defenderían de los riesgos de la excesiva libretad comercial estas inermes y balbuceantes repúblicas sudamericanas? Pero el manchesterismo estaba en auge (AGREGO YO, con un guiño conspiracionista:mrgreen:: “el manchesterismo” estaba en auge?)y a su adopción ciega se le sacrificó todas las industrias locales.

América no estaba aislada. Fuerzas terriblemente pujantes, astutas y codiciosas nos rodeaban. Ellas sabían amenazar y tentar, intimidar y sobornar, simultáneamente. El imperialismo económico encontró aquí campo franco. Bajo su perniciosa influencia estamos en un marasmo que puede ser letal. Todo lo que nos rodea es falso o irreal. Es falsa la historia que nos enseñaron. Falsas las creencias económicas con que nos imbuyeron. Falsas las perspectivas mundiales que nos presentan y las disyuntivas políticas que nos ofrecen. Irreales las libertades que los textos aseguran. Este libro no es más que un ejemplo de alguna de esas falsías.

Volver a la realidad es el imperativo inexcusable. Para ello es preciso exigirse una virginidad mental a toda costa y una resolución inquebrantable de querer saber exactamente cómo somos. (…)

Raúl Scalabrini Ortiz, Prólogo de “Política británica en el Río de la Plata”, 1936)

Abrazo amigo, un conspiracionista de pura cepa (?) jajaja, Maxx

Bueno, y yo porque no quiero meterme en las influencias Iluminattis, digo Iluministas en la Revolución Francesa jajaj:mrgreen:

En fin, si no entendés la relación entre dólar, retenciones y precios,ejor no desvirtuar más
Me quedo con la opinión del campo que no sale en los grandes medios
“No estoy de acuerdo con Buzzi porque se contradice todo el tiempo” - Criticadigital.com

Mientras en la ruta nacional 14 los productores rurales mantienen cortes de tránsito intermitentes y en Armstrong, Santa Fe, los chacareros están a la vera del camino para manifestar contra la política argropecuaria nacional, en la ciudad de Arroyo Seco se levanta un movimiento campesino enfrentado a la Mesa de Enlace. El líder de la disidencia del campo es José Luis Livolti, un productor afiliado a la Federación Agraria Argentina (FAA), pero situado en la hectárea opuesta al presidente de la entidad, Eduardo Buzzi. Livolti es el líder del Movimiento Campesino Liberación y discrepa con el lockout propuesto por la dirigencia del agro hasta el viernes. “Hay que debatir sobre la crisis económica y de la contención para que no haya despidos, no hablar de las retenciones”, propuso en diálogo con Criticadigital.

Livolti milita en el Partido Comunista, es un ex detenido político de la última dictadura y veterinario de profesión. Representa a una corriente interna de la FAA y no duda en cuestionar a la conducción de esa Federación. “No estoy de acuerdo con Buzzi porque se contradice todo el tiempo. Éramos una unidad hasta que ellos giraron a la derecha. Sentimos dolor por no coincidir”, se lamenta y también mete en la bolsa al “mediático” Alfredo De Angeli: “Siempre debatí con Alfredo porque tiene un sólo objetivo: defender a los sojeros de más de 4.000 toneladas”.

Habla pausado y claro. En la entrevista teléfonica con este medio explica que su “movimiento” está en todo el país, desde que en 2002 crearon una corriente de izquierda nacional agraria dentro de la FAA. No esconde su defensa del “proyecto nacional” de los Kirchner y sostiene que él y sus compañeros quieren que el Gobierno administre, intervenga y retenga un porcentaje de lo cosechado. “Estamos a favor de que exista un ente regulador del comercio de granos, carne y lácteos con participación popular”, apuntó.

  • ¿Qué contradicciones encuentra en la Federación Agraria Argentina?

  • Defender a los pequeños productores sentado al lado de (Hugo) Biolcati, cuando Biolcati es parte de la oligarquía. Andan a los besos y a los abrazos como representantes de las entidades, pero la Sociedad Rural y la Federación Agraria tienen objetivos diferentes históricamente. En el 2004 se hizo un congreso internacional del uso y la tenencia de la tierra y lo íbamos a repetir en el 2008, pero no quisieron hacerlo. La Federación se derechizó.

  • ¿Están de acuerdo con el lockout agropecuario de 10 días?

  • No. Nosotros proponemos un debate sobre la crisis económica y hablar de la contención de empleos para que no se despida a más nadie y no de las retenciones a la soja. Están equivocados los ejes. (La Mesa de Enlace) se enemista con el gobierno que le fijó las ocho horas de trabajo al empleado rural y con el mismo que estatizó las AFJP.

  • ¿Se recalienta el clima con los cortes de ruta?

  • De este modo se están poniendo pesadas las cosas. Los camioneros y los chacareros se están enfrentando. En Córdoba ya se quemó un campo. Estamos llamando a la constitución de un foro anticrisis para debatir propuestas.

Ante las protestas en las rutas, Livolti asegura no van a salir a hacer contrapiquetes, sino que la “idea” es reunirse y hablar de los temas que preocupan a los pequeños productores, (y aclara) “que no son precisamente los mismos que discuten Buzzi, Biolcati y el mediático de De Angeli”.

todos los dias aparece un hijo de puta nuevo en este ispa…

GANARON LA SOCIEDAD RURAL, EL GRUPO CLARÍN Y LAS TRASNACIONALESCompartir

Las elecciones del 2009 se perdieron en el 2008. Mi curiosidad era hasta qué punto los medios podían someter a la población a la voluntad de los más poderosos. Me es claro que su poder es superior a lo que suponía, que no era poco.

Durante el conflicto en torno a los derechos de exportación, los medios consiguieron que grandes sectores de la población ubicaran al gobierno de Cristina Kirchner en el lugar del Poder, del padre injusto y arbitrario y a los empresarios rurales en el lugar de los hijos oprimidos por el padre poderoso, con los cuales podían identificarse personas de sectores medios y bajos.

El antiguo mito de una Argentina rica por los productos de su campo y del honesto trabajador rural que hace su fortuna trabajando de sol a sol reforzó esa identificación, contraponiéndola a la imagen del político improductivo rodeado de una clientela de haraganes, largamente difundida por los medios y aprovechada por las dictaduras durante décadas.

Y esa exitosa operación psicológica desembocó en ese treinta y cinco por ciento de votos en la Provincia de Buenos Aires que es suficiente para poner límites al intento de redistribución económica y social que inició el gobierno de Kirchner e intentó profundizar el de Cristina e iniciar un proceso de reprivatización del país, recuperando algunas posiciones perdidas y reencadenando al país a los grandes circuitos del dinero.

Siempre denuncié como distorsionadores los intentos de psicologizar la política que descuidan los aspectos económicos, sociales y culturales de las elecciones de los ciudadanos.

Pero cuando importantes sectores de la población le dicen «no» a un gobierno de alto crecimiento económico, altas reservas y hechos sociales progresivos como la promoción de los juicios a genocidas y represores, la extensión de la jubilación a sectores excluidos, la reducción vertical de la desocupación, el aumento de los puestos de trabajo en blanco y la política internacional de frente latinoamericano, tenemos que reconocer que el factor psicológico es también un componente importante de las opciones políticas.

Por supuesto que las emociones de la población han sido manipuladas por grupos monopólicos de presión audiovisual que responden a grandes grupos empresarios de capital interno y externo.

Pero en el interior del votante, movidas por esos estímulos, operan fuerzas que no obedecen al principio de realidad y pueden llevarlo a tomas de posición que contradicen sus intereses económicos y sociales.

En una república presidencialista como la nuestra, la derrota del partido del gobierno en una provincia cuya población es el treinta y seis por ciento del electorado nacional representa, en el imaginario social, la derrota del padre poderoso a manos de los hermanos rebelados y unidos y el punto de partida de un festín democrático en que presuntamente todos serán iguales y felices.

Ante esa derrota en el punto de urgencia nacional, quedan minimizadas las victorias de los candidatos del gobierno en doce provincias, en un país que, entre los nombres autorizados por la Constitución, elige el de República Argentina, de tinte unitario, por sobre los de Provincias Unidas o Confederación Argentina.

Pero la experiencia histórica nos recuerda que esos presuntos triunfos democráticos suelen ser la antesala de la recuperación de posiciones del Poder grande, el poder de los grandes grupos empresarios que no siempre pueden imponer los candidatos que querrían, pero pueden condicionar a los elegidos para que desistan de ponerles límites.

El mensaje es claro: «no se metan con nosotros»: los grandes poderes son unidos y si hoy un gobierno le pone límites al «campo», mañana pretenderá ponerle límites a «la prensa libre» y pasado mañana a «la industria», «la minería», «el petróleo», etc.

Los odios mutuos y las ambiciones personales de los grupos políticos no suelen permitirle a los grandes grupos empresarios juntar a la oposición e imponer candidatos totalmente propios, pero su poder financiero y mediático les hace posible abortar procesos de cambio, convenciendo a futuros gobiernos de que deben someter su poder chico al poder grande de los dueños del capital.

Y, sin desdeñar los procesos armados, a los que siempre pueden volver, como lo demuestra el golpe militar de Honduras simultáneo a nuestras elecciones, el golpe de la Sociedad Rural y las trasnacionales que la respaldan se perpetra mediante los tanques de los medios audiovisuales.

Como en algún momento les dijimos a los militares que se fueran y nunca volvieran al gobierno, la tarea es desactivar la dictadura mediática con una nueva ley de medios audiovisuales, con las alianzas parlamentarias que sean posibles.

Alejandro Simonetti. 29 de junio 2009.

jaja no es q no entiendo, es q hasta q lo demuestren con hechos me parece un cosa q carece de verdad. Las retenciones son un impuesto q el gobierno le pone a 5 exportadores q venden en los puertos, es decir el campo le banca el impuesto a los exportadores.

Y si, es obvio q una protesta donde no hay casi nadie no va a salir, en cambio donde esta la masividad si! yo me quedo con ninguna de las dos. Lo mejor es laburar, pero en buenas condiciones.

O sea que vas a promover una suba mayor del dólar, esperar que se saquen las retenciones, y cuando los precios se disparen vas a decir "tenían razón los boludos del foro"8|

PD: Ya nos fuimos del tema. Respeto más a la FAA disidente, porque al menos no es un nuevo peón de los herederos de Martínez de Hoz

El Problema no son las retenciones sino la ausencia de un plan agropecuario que replantee el modelo jueves, 27 de marzo de 2008 La política irresponsable del Gobierno Nacional de contentarse con su socio del boom sojero ha terminado emblocando a los pequeños y medianos productores en el cuestionamiento a las retenciones junto a los beneficiarios y promotores del lamentable modelo sojero adoptado por la Argentina.
El Problema no son las retenciones sino la ausencia de un plan agropecuario que replantee el modelo sojero implementado en la Argentina.

Definirnos sobre el conflicto agropecuario supone decir qué pensamos hoy de la situación del sector. Desde nuestro punto de vista el campo argentino actual poco tiene que ver con el que teníamos hace 20 años. Se ha impuesto un modelo de alta concentración y dependencia tecnológica asentado en una matriz productiva que abandonó la perspectiva de una producción centrada en el desarrollo de alimentos de gran cantidad y calidad, al tiempo que consolida la producción de forraje-barato (pasto – soja) para vender a China, India y a la Unión Europea, subsidiando la industrialización de estos países y paralizando la nuestra. Este proceso se hace a costa de debilitar la ganadería, la producción Láctea, la porcina, frutal, ovina, hortícola y demás producciones regionales.
Este modelo sojero además de romper la soberanía alimentaria de la Argentina, destruye puestos de trabajo y debilita a los pequeños y medianos productores ya que mientras la soja genera un puesto de trabajo cada 500 hectáreas, la economía familiar crea 35 puestos de trabajo cada 100 hectáreas. Situación que se empalma con el hecho de que la soja demanda más de 500 hectáreas para que una unidad productiva sea viable y autosuficiente. Es en este contexto de debilitamiento de los trabajadores del campo (el 70% está en negro) y de debilitamiento de la pequeña producción rural, que debe inscribirse el conflicto actual. Se expresa en él la bronca acumulada de los pequeños y medianos productores (los que efectivamente sostienen los cortes) frente a un gobierno que jamás reconoció su situación y que hace gala de un discurso perverso (incluso dice querer “desojizar” el campo) cuando en función de la construcción de su caja fiscal fue hasta hoy socio pasivo del “boom sojero” por la vía de las retenciones.
La aplicación de retenciones en el marco de un Plan Nacional de Desarrollo Agropecuario que reoriente el destino del campo en función de profundizar la agregación de valor, generar empleo, repoblar el país, aumentar el número de productores, facilitar el acceso a la tierra, reforestar lo devastado, sanear las áreas infectadas por agrotóxinas y transgénicos y devolverle las tierras robadas a los pueblos originarios, tiene sentido. Profundizar el uso de las retenciones sin Plan produce lo que hoy estamos viviendo. Conduce a que los productores más débiles vivan como única alternativa la mejora del precio internacional, y perciban a las retenciones como una creciente confiscación. Si es caro acceder a más tierras, si son caros los insumos, si los discriminan tecnológicamente y en materia de crédito, su único oxígeno es el precio. En suma, la política irresponsable del Gobierno Nacional de contentarse con su socio del boom sojero ha termindado emblocando a los pequeños y medianos productores en el cuestionamiento a las retenciones junto a los beneficiarios y promotores del lamentable modelo sojero adoptado por la Argentina.
Las retenciones no son el problema. Es más, aún con ellas las utilidades por hectáreas crecen ya que los precios internacionales crecieron más. Menos aún son un problema las retenciones móviles (suben o bajan según se comporten los precios internacionales) y que discriminan en contra de la soja y a favor del maíz y el trigo. Las retenciones son necesarias ya que permiten captar la ganancia diferencial que surge como resultado de la suba de los precios internacionales ( no del esfuerzo del productor), y posibilitan diferenciar entre precios internos e internacionales. No obstante, tienen el límite de ser un instrumento único que opera sobre una cadena de producción y comercialización donde priman las diferencias y las heterogenidades. Diferencias que exigen mas instrumentos y nuevas herramientas (Junta de Carnes, de Granos, de Producciones regionales, etc). Por ende, solo son sustentables en base a un Plan que replantee el uso y tenencia de la tierra haciendo consistente el desarrollo del sector agropecuario con las necesidades del conjunto de los argentinos.

Claudio Lozano
Diputado nacional y miembro de la mesa nacional de la CTA[FONT=Times New Roman]
Buenos Aires para Todos en Proyecto Sur[/FONT]
Prensa: Virginia Laham 15-6190-0189

me lo decis con palabras pero no me lo demostras con nada. No entiendo como explicarte.
Menores retenciones = mayor produccion = ingresos por retenciones o impuesto a la ganancia.

Muy mal canalizada esa bronca de los pequeños y medianos productores, si acuden a la “protectora” Sociedad Rural para que los “defienda” del perverso modelo K … es más, casi diría en dirección opuesta a sus intereses … pero acá estamos acostumbrados a que la gente vote en contra de sus intereses, no es de extrañar … el famoso medio pelo en la sociedad argentina.


Menores retenciones = mayores ganancias para los grandes exportadores = mayores precios para el mercado interno = menos ingresos estatales para redistribuir = mas dolares para unos pocos bolsillos = mas hambre para unos muchos.

con mentalidad asi el pais nunca va a crecer.

entiendan q con retenciones van a morir hasta los productores pequeños y solo van a quedar unos pocos, saquense la venda de los ojos. Hoy es mas negocio alquilar el campo q laburarlo, mañana el tambero cierra todo y arrenda su campo porq da mas ganancia. Pero a quienes les cierra pagando altos alquileres y sembrando soja aun pagando altas retenciones?? solo a los poles de siembra. Hay gente q no tiene nocion del gastoq significa sembrar 100 hect. de soja. Salgan de bs as. miren los pueblitos del norte, vayan por los campos y vean si los productores hoy estan gozando o se estan cagando de infelices viendo como seguir sembrando.
Hay q impulsar la produccion, creditos a largo plazo, trabajar unos años sin rentenciones hasta q el campo levante cabeza. En su momento el gobierno necesito la plata de las retenciones para safar de la crisis, hoy el q necesita es el campo y no veo q pase lo contrario.

Cuando el campo este mejor se vuelve a charlar de retenciones, pero mientras me parece una locura.