Javier Mascherano la toca dentro y fuera del terreno de juego
[b]El centrocampista ha impresionado al vestuario por su implicación y facilidad para absorber conceptos
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El último en llegar en verano se ha convertido en uno de los primeros de la clase. Javier Mascherano ha asimilado con una rapidez inusual las lecciones tácticas de Pep Guardiola. El argentino es un entusiasta del análisis futbolístico. En verano empezó estudiar al Barça cuando se iniciaron la negociaciones con el Liverpool. En agosto pidió vídeos del juego blaugrana y ya visualizó cuál podía ser su rol dentro del entramado. A la práctica no era tan sencillo como en la teoría y arrimó el hombro para aprender los automatismos del juego. Ocho meses después es una referencia indiscutible en el centro del campo. Y, ante la lesión de Puyol y Abidal, puede llegar a ser clave en esta fase final de temporada.
Los seguidores culés están apreciando las virtudes futbolísticas del jefecito¿, quien siempre se mueve bajo el instinto de la responsabilidad. En su vida privada tiene el mismo recelo para todo. Lleva el control personalmente de sus cuentas y patrimonio. El fútbol es su prioridad y cuenta con asesores para facilitarle la vida, pero quiere estar al corriente de cualquier movimiento. También es un padre de familia aplicado. Casado y con dos hijas (Alma y Lola, de dos y cinco años respectivamente), acude a diario al colegio británico de Castelledefels, donde ha fijado su residencia. Mascherano valora la tranquilidad y el sosiego que propicia la brisa marina a diario. Nada que ver con la lluvia y frío de Liverpool. Los paseos con sus allegados por el paseo marítimo son el mejor antídoto para desconectar del fútbol, así como las infusiones de
mate¿ que tanto furor causan entre la colonia argentina.
Mascherano no es de los futbolistas que precisa para su salud mental desengancharse del fútbol. Al contrario, le apasiona estar constantemente pensando en el balón y en mejorar cada día el juego. Su implicación ha impactado a sus compañeros. Xavi Hernández le acompaña en la zona de creación y considera que “Mascherano juega un papel fundamental que quizás el aficionado de a pie no valora demasiado. Gana todos los duelos. Es una pasada todo lo que trabaja por el equipo”. Xavi destaca especialmente las correcciones tácticas que realiza “cuando Alves, Adriano o Maxwell suben por la banda. Siempre está a punto de realizar la cobertura a los laterales. Es un trabajo que no se aprecia a simple vista, pero en el vestuario lo valoramos una barbaridad”.
Javier es un especialista defensivo de primer orden, aunque tuvo que matizar la forma de emplearse debido a la rigurosidad de los colegiados españoles. En los primeros partidos le empezaban a colgar el cartel de jugador duro y trabajó para alterar su contundencia. Ahora lleva tantas tarjetas como Messi. Pese a ser un jugador de prestigio mundial, Masche¿ llegó con la máxima humildad y se fijó en los movimientos de Busquets, Xavi o Iniesta en la recuperación del balón. En el juego de posición es más importante estar bien colocado que buscar el contacto. Los centrocampistas del Barça ganan muchos balones a partir de la anticipación y la lectura rápida de los movimientos del rival, conceptos poco habituales en el fútbol inglés. Javier ya lo ha asimilado. Víctor Valdés tiene el privilegio de analizar el juego de sus compañeros. Su perspectiva le permite calificarle como un futbolista “vital para el equipo por todo lo que nos da tanto defensivamente como en la creación. Tiene mucha experiencia y está bien colocado durante los 90 minutos. No se le puede pedir más”. Dani Alves es uno de los compañeros que más agradece el trabajo que efectúa Mascherano. Gracias al argentino puede subir por la banda con más tranquilidad. Su espalda nunca quedará descubierta y ello le lleva a definir a su compañero como “un jugador impresionante. Nos aporta mucho equilibrio. Con él estamos muy bien servidos en todas las líneas. Es un privilegio que esté en nuestra plantilla”. El argentino ha jugado hasta la fecha en su posición natural de pivote defensivo, pese a que pronto podría retrasarse y actuar en el centro de la zaga, como ayer avanzó Pep Guardiola. “Es una opción que nos estamos planteando”, reveló el de Santpedor ante el retraso en la recuperación de Carles Puyol. Su rapidez puede ayudar a frenar la sangría de contragolpes a la que los centrales muchas veces se ven sometidos, como ocurrió el miércoles ante el Shakhtar Donetsk. La adaptación táctica está encaminada y también a la del entorno. La presión mediática le parece poco trascendente al lado de la que tiene que soportar como capitán de la selección albiceleste. La
etapa Maradona¿ fue agotadora y le obligó a capear con muchos temporales. Ahora no deja de sorprenderse cuando incluso la prensa le ovaciona en la sala de prensa.
Da órdenes de no escuchar ofertas
Mascherano es un tipo tranquilo que solo se exalta sobre el terreno de juego, y en contadas ocasiones. Amante de su familia y de todo aquello que rodea al mundo futbolístico, anda últimamente con la mosca tras la oreja. Pese a su juventud, Javier lleva mucho tiempo en primera línea y las ha visto de casi todos los colores. Quizá por ello, la constante aparición de rumores que le sitúan en el selecto grupo de equipos que sueñan con refuerzos de lujo para la próxima temporada, lejos de halagarle, le están ocasionando más de un problema.
El ‘Jefecito’ no está por la labor de promocionarse o fomentar su presencia en primera línea de mercado. Una filosofía de vida que no va con él y que parece dispuesto a atajar, al menos en la medida que esté en su mano. De entrada, y para evitar todo tipo de suspicacias, ha impartido la consigna a su entorno más cercano para no entrar en el juego de las ofertas, rumores y posibles proyectos deportivos más allá del Barça. Nada de dejar entrever su deseo de recalar en el Calcio, regresar a la Premier o saborear la Bundesliga. Ni agua.