Leuco vs Timerman

esto es lo que puso leuco… pero no tengo idea como empezo todo, je…

Desafío a Timerman

			 					Miércoles 28 de Jul de 2010
				Por Alfredo Leuco				
			 					Ayer cumplí con mi trabajo profesional: analizar críticamente la  tarea de un funcionario público como es el canciller Héctor Marcos  Timerman. Igual que un respetable diplomático uruguayo comenté que me  parecía de una frivolidad impropia de su cargo que estuviera ventilando  compulsivamente por Twitter opiniones sobre temas tan delicados como la  relación con Uruguay producto de la instalación de la pastera UPM ex  Botnia.

Como respuesta, el gatillo fácil del ministro disparó una información errónea y una difamación inaceptable donde me imputa cometer un delito. La equivocación, producto de haber eyaculado precozmente el twit sin siquiera pedir la desgrabación para saber lo que realmente dije, fue plantear que yo lo había cuestionado por usar el soporte de una red social para comunicar. Tropezones tiene cualquiera. No se enteró de que yo estoy absolutamente de acuerdo con la utilización de Twitter, y de todas las redes sociales y las más nuevas de las tecnologías porque me parecen instrumentos maravillosos para comunicar mejor y más rápido. Jamás un periodista puede estar en contra de eso.
Otra cosa muy distinta es que un diplomático, que representa a una nación y debe cuidar y meditar muy seriamente sus palabras se dedique a la verborragia instantánea e irreflexiva.
Pero no contento con haber metido la pata de esa manera vomitó en la red una mentira fabulosa que, para quienes me conocen, se cae por su propio peso. Inventó descaradamente que yo en algún momento le pedí plata de “pauta publicitaria (sic) para hablar bien de Kirchner”. Estoy a favor del debate caliente y apasionado de las ideas. Entiendo incluso que en ese intercambio cualquiera se vaya de boca con algún insulto. Celebré como todos los periodistas bien nacidos que ya no sea posible enjuiciar penalmente a un periodista por calumnias e injurias cuando se refiere a funcionarios y a temas públicos. Repito: soy periodista hace más de 30 años y estoy absolutamente a favor de la libertad, que es el principal insumo de nuestro trabajo. Pero en este caso el Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación me imputó un delito repugnante que afecta mi buen nombre y honor, mi ética y mi credibilidad profesional. Durante tres décadas, en estos cruces entre periodistas y funcionarios me han dicho y he dicho de todo. Pero nadie se atrevió a poner en duda mi honradez, que defiendo como el principal capital que tengo y la única herencia que quiero dejar a mi hijo. Por eso voy a iniciar una demanda civil contra Héctor Timerman. No pretendo que vaya preso. Solo que repare el daño moral que me hizo a mí y a mi familia. Lo desafío a que aporte en tribunales, aunque sea, una sola prueba de tamaña falsedad. Que presente ante la justicia un solo dato o indicio que sostenga su falacia y su calumnia. Lo desafío a que tenga la hombría de bien de retractarse de inmediato o no voy a descansar un minuto hasta que pague de su bolsillo la más abultada cifra que pueda conseguir para ayudar al comedor de Margarita Barrientos del barrio Los Piletones. Soy conciente que dinero no le va a faltar por su carácter de millonario casado con multimillonaria que vive en un palacio que es la envidia de los niños ricos que tienen tristeza. Además, lo desafío a un debate en vivo y en directo por televisión y le concedo jugar de visitante en cualquiera de los canales que responden a los Kirchner para que cada uno muestre su patrimonio, su declaración jurada, sus recibos de sueldo y de qué manera se ganaba la vida antes de ser funcionario público. También lo desafío a debatir cuál fue su actuación y la mía frente al golpe de estado genocida de 1976 que golpeó cruelmente a Jacobo, su padre, pese al confeso colaboracionismo de su hijo en la dirección del diario La Tarde que apoyó el terrorismo de estado. Finalmente le solicito encarecidamente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que designe a un canciller. No importa si se trata de funcionarios brillantes y honrados como Jorge Taiana o Rafael Bielsa. Sería sano que sea alguien que pueda explicar las contradicciones entre la defensa de Chávez, las víctimas de la AMIA o Irán. Pero a esta altura necesitamos un canciller. Uno solo. Creo que Argentina se lo merece. Para el final, respetable Timerman, permítame un poco de humor judío: ¿sabe lo que significa “Potz” en idish? Lo que es usted. Un verdadero pavo irreal, un muchacho voluntarioso conocido en el mundo diplomático como el peor de los funcionarios que haya tenido nuestra cancillería en democracia. Siga haciendo monerías para divertir a Néstor Kirchner. Twitée todo lo que quiera. Masturbarse no está prohibido. Pero no revolee acusaciones de delitos a las personas honestas. Y si puede, en su tiempo libre, trabaje de canciller. Para eso le pagamos todos los argentinos.

esto es lo que puso leuco… pero no tengo idea como empezo todo, je…

Desafío a Timerman

			 					Miércoles 28 de Jul de 2010
				Por Alfredo Leuco				
			 					Ayer cumplí con mi trabajo profesional: analizar críticamente la  tarea de un funcionario público como es el canciller Héctor Marcos  Timerman. Igual que un respetable diplomático uruguayo comenté que me  parecía de una frivolidad impropia de su cargo que estuviera ventilando  compulsivamente por Twitter opiniones sobre temas tan delicados como la  relación con Uruguay producto de la instalación de la pastera UPM ex  Botnia.

Como respuesta, el gatillo fácil del ministro disparó una información errónea y una difamación inaceptable donde me imputa cometer un delito. La equivocación, producto de haber eyaculado precozmente el twit sin siquiera pedir la desgrabación para saber lo que realmente dije, fue plantear que yo lo había cuestionado por usar el soporte de una red social para comunicar. Tropezones tiene cualquiera. No se enteró de que yo estoy absolutamente de acuerdo con la utilización de Twitter, y de todas las redes sociales y las más nuevas de las tecnologías porque me parecen instrumentos maravillosos para comunicar mejor y más rápido. Jamás un periodista puede estar en contra de eso.
Otra cosa muy distinta es que un diplomático, que representa a una nación y debe cuidar y meditar muy seriamente sus palabras se dedique a la verborragia instantánea e irreflexiva.
Pero no contento con haber metido la pata de esa manera vomitó en la red una mentira fabulosa que, para quienes me conocen, se cae por su propio peso. Inventó descaradamente que yo en algún momento le pedí plata de “pauta publicitaria (sic) para hablar bien de Kirchner”. Estoy a favor del debate caliente y apasionado de las ideas. Entiendo incluso que en ese intercambio cualquiera se vaya de boca con algún insulto. Celebré como todos los periodistas bien nacidos que ya no sea posible enjuiciar penalmente a un periodista por calumnias e injurias cuando se refiere a funcionarios y a temas públicos. Repito: soy periodista hace más de 30 años y estoy absolutamente a favor de la libertad, que es el principal insumo de nuestro trabajo. Pero en este caso el Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación me imputó un delito repugnante que afecta mi buen nombre y honor, mi ética y mi credibilidad profesional. Durante tres décadas, en estos cruces entre periodistas y funcionarios me han dicho y he dicho de todo. Pero nadie se atrevió a poner en duda mi honradez, que defiendo como el principal capital que tengo y la única herencia que quiero dejar a mi hijo. Por eso voy a iniciar una demanda civil contra Héctor Timerman. No pretendo que vaya preso. Solo que repare el daño moral que me hizo a mí y a mi familia. Lo desafío a que aporte en tribunales, aunque sea, una sola prueba de tamaña falsedad. Que presente ante la justicia un solo dato o indicio que sostenga su falacia y su calumnia. Lo desafío a que tenga la hombría de bien de retractarse de inmediato o no voy a descansar un minuto hasta que pague de su bolsillo la más abultada cifra que pueda conseguir para ayudar al comedor de Margarita Barrientos del barrio Los Piletones. Soy conciente que dinero no le va a faltar por su carácter de millonario casado con multimillonaria que vive en un palacio que es la envidia de los niños ricos que tienen tristeza. Además, lo desafío a un debate en vivo y en directo por televisión y le concedo jugar de visitante en cualquiera de los canales que responden a los Kirchner para que cada uno muestre su patrimonio, su declaración jurada, sus recibos de sueldo y de qué manera se ganaba la vida antes de ser funcionario público. También lo desafío a debatir cuál fue su actuación y la mía frente al golpe de estado genocida de 1976 que golpeó cruelmente a Jacobo, su padre, pese al confeso colaboracionismo de su hijo en la dirección del diario La Tarde que apoyó el terrorismo de estado. Finalmente le solicito encarecidamente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que designe a un canciller. No importa si se trata de funcionarios brillantes y honrados como Jorge Taiana o Rafael Bielsa. Sería sano que sea alguien que pueda explicar las contradicciones entre la defensa de Chávez, las víctimas de la AMIA o Irán. Pero a esta altura necesitamos un canciller. Uno solo. Creo que Argentina se lo merece. Para el final, respetable Timerman, permítame un poco de humor judío: ¿sabe lo que significa “Potz” en idish? Lo que es usted. Un verdadero pavo irreal, un muchacho voluntarioso conocido en el mundo diplomático como el peor de los funcionarios que haya tenido nuestra cancillería en democracia. Siga haciendo monerías para divertir a Néstor Kirchner. Twitée todo lo que quiera. Masturbarse no está prohibido. Pero no revolee acusaciones de delitos a las personas honestas. Y si puede, en su tiempo libre, trabaje de canciller. Para eso le pagamos todos los argentinos.

Timerman no se de que joraca lo acuso a Leuco, y en el programa le doy mi palabra dijo que le iba contesta via periodismo y por justicia.

Timerman es bastante impresentable, hay que decirlo… Ahora están todos como locos porque el tipo usa el Twitter (que me parece una soberana pelotudez, también debo decirlo) y les pega sin ningún tipo de filtro a los periodistas que hacen lo mismo solo que desde la solemnidad de un diario…

Leuco prefiere la pauta oficial de Pierri al igual que Lanata…

Bancas a Timerman??

No banco a Leuco y a ese pasquín televisivo que tiene de programa con los otros dos impresentables serviciales a la restauración conservadora…

Es un asco ese programa, el otro al que no puedo ver es al desequilibrado mental de Eliaschev…

A mi me gusta mas que el de lanata el programa ese :mrgreen:

A Leuco lo miro de vez de vez en cuando, no me molesta tanto. Los dos panelistas, Eliaschev y el otro, sí, son impresentables, asco me dan.

A Pepito lo escucho nada mas por lo que dice de medio oriente, es un calco mío hablando :mrgreen:

A mi me gustan mucho ambos, Leuco y Eliaschev. todavia me acuerdo la nota esa a la diputada conti si no me equivoco, muy correctos estuvieron

Patriotismo

Lejos de la pompa acosadora, mutantes y buscas patrullan con displicencia la “Ciudad Bicentenarizada”. El estruendo hiriente que envuelve al Centro suscita la respuesta despreciativa de un sarcasmo sordo.

Por Pepe Eliaschev*

                                        [IMG]http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/columnistas/pepe.jpg[/IMG]                                         
          
          			  [b]Pepe Eliaschev*[/b]

Lejos de la pompa acosadora, mutantes y buscas patrullan con displicencia la “Ciudad Bicentenarizada”. El estruendo hiriente que envuelve al Centro suscita la respuesta despreciativa de un sarcasmo sordo. Las gentes van y vienen, rodeadas de un pronunciado aire de ajenidad. Los fastos encarados a alto costo para celebrar los famosos doscientos años del país no los afectan, ni tampoco interpelan. En varios sentidos, las muchedumbres porteñas miran de reojo y con fastidio el desparramo en una ciudad colapsada por preparativos de gruesa teatralidad. Se nos informa que estamos de fiesta.
Con la 9 de Julio literalmente intervenida, las laterales son corredores de pintoresco existencialismo, patrullados por merodeadores de todo pelaje. Al mediodía del jueves, camino por Lima desde Avenida de Mayo, y paso junto al sobredimensionado stand de las Madres de Bonafini convertidas en estatuas. Por la acera, innumerables tarjeteros, uno cada diez metros, reparten una folletería reveladora de un país envilecido donde innumerables desocupados rasguñan el fondo de la olla. Entregan unas pequeñas octavillas de 8x5, las mismas que decoran las derruidas cabinas telefónicas, vergonzosamente subsistentes.
En Buenos Aires la explosión incontenible de la promoción de servicios sexuales es llamativa. Las pequeñas tarjetas incluyen dirección formal y teléfono de línea de los burdeles. Sus apelaciones son pedestres. Completita, dulce y atrevida. Cumplimos todas tus fantasías. Sólo para exigentes. Sensual y atrevida. Ambiente climatizado. Solita en mi departamento. Te espero. Firman Candela, Pamela, Sofía, Aby, Brisa, Abril.
Ruidosos, beligerantes, invasivos, los bondis marchan a paso de hombre, paragolpe contra paragolpe. Nadie entiende por qué, ni para qué tamaño desbarajuste, pero por todas partes un patrioterismo banderillero y desfachatado pretende justificar el desorden, como si esta gestualidad callejera tan desaforada fuese equivalente a la exaltación de nobles ideas nacionales.
Esas gentes caminan a mi lado, rozan o chocan sus cuerpos, enajenados y miran sin ver nada. Habitan este tablado nacional de fines de la segunda centuria. ¿Estamos molestos? Claro que sí, pero nuestra reacción encarna la irritación arquetípica de esta época argentina, ya que nuestro prurito de fastidio no sale de un intrínseco aislamiento. No cambia nada.
El Teatro Colón muestra su formidable estampa recuperada, puesta en valor tan impresionante que sólo será debidamente valorizada dentro de algunos años, pero hasta en su propio entorno no se han podido evitar las radiografías más elocuentes de la rispidez social. En una Plaza Lavalle embellecida a fuerza de rejas para acotar el vandalismo galopante que barbariza los espacios públicos de este país, y cuya impronta de destructividad más furiosa se hace ver en Buenos Aires, césped, arbustos, canteros y árboles coexisten con grupos de indigentes que duermen al sereno, bajo tolderías vergonzosas. Hay que ser necio o deshonesto para no advertir la ostensible degradación humana patentizada en las calles de esta ciudad.
En una metrópolis donde había por lo menos diez espacios abiertos, enormes y propicios para montar la gran exhibición del patrioterismo gubernamental sin asfixiar a la gente, el Gobierno exhibe su desaforada espectacularidad en torno del Obelisco, para enloquecer aún más la vida cotidiana de decenas de millares de personas durante un mes, antes y después de este 25 de Mayo. No optaron por la Costanera Sur, el Parque Indoamericano, el Autódromo, o el Parque de la Memoria en la Costanera Norte. No. La idea es de un populismo primitivo y rutilante, para enfadar a la mayor cantidad de gente, la mayor cantidad de tiempo posible y al mayor costo.
Supuestamente “autónoma” desde 1994, la Ciudad de Buenos Aires padece impotente la trituradora estatal, que cierra calles, desvía tránsito y destruye espacios oportunamente reparados. En muchos sentidos, todo lo que acontece pareciera sugerir que hay en curso un “máster plan” perverso, indómito e imparable, destinado a cambiar la sustancia y espíritu de una ciudad a la que el poder nacional desdeña, por demasiado burguesa.
Sentadas en cuclillas, a la manera andina, personas ataviadas como indígenas del Altiplano venden objetos, supuestamente artesanales, exhibidos en sus mantas en la esquina, supuestamente peatonal, de Avenida de Mayo y Perú. Para acentuar su apariencia de habitantes legítimamente originarios, beben mate y fuman unas imponentes pipas, junto a la legendaria confitería London eternizada por Julio Cortázar en Los premios, sitio otrora encantado en apasionantes tiempos ya idos.
Recorrer la ciudad observando sus intersticios con morosa y atenta prolijidad revela existencias sorprendentes. ¿Qué tienen que ver esas estampas de derrota y abatimiento con la prepotente y grosera exhibición nacionalista que se agiganta este 25 de Mayo?
Cerca del Congreso, los que viven y duermen en la calle dejan sus colchones sobre los altos alfeizares del edificio del Senado, en la esquina de Solís y Rivadavia. Cuando anochece los bajan, se acurrucan en ellos y ahí se quedan hasta la madrugada. No menos de 50 seres duermen en esos huecos, alimentados de noche desde camionetas del Gobierno de la Ciudad que reparten comida caliente en la Plaza del Congreso. Pocas cuadras más al sur, en la esquina de Solís y Belgrano, a cien metros del Departamento de Policia, un chico está casi todo el día echado al piso junto a una boca de respiración desde la que sale el aire caliente de la cocina de una pizzería.
Mutantes, ambulantes, resignados, alelados, gente desorientada y condenada, sobrevive malamente en una impávida ciudad emborrachada de banderas argentinas y Bicentenarios pretenciosos.
Si me despojo, por un breve instante, de los efectos anestesiantes del brebaje patriotero, percibo de modo rotundo, las imágenes de una puesta en escena indecorosa, como si una gruesa capa de maquillaje intentara tenazmente vestir de tersura y belleza un rostro descompuesto y surcado de arrugas.

:lol::lol::lol::lol::lol::lol::lol::lol:

como se puede ser tan hijo de puta, esa nota destila un elitismo rancio que provoca nauseas.

Me parece que no pasa por ahí Alejo. Leuco le pegó porque el tipo es canciller y usa twitter para ventilar cuestiones oficiales. Es una crítica justa.

Puede tener razón en que un mensaje en Twitter debería para un diplomático, tener la misma responsabilidad que con cualquier declaración pública. Igual Eliaschev es impresentable. :mrgreen::mrgreen::mrgreen:

El bufarra de Eliaschev ficho el nombre de todas las trolas de las tarjetitas.

A mí lo que me parece una huevada es utilizar un espacio que te limita la comunicación a no se cuantos caracteres, en un medio que se utiliza normalmente para transmitir cosas cotidianas relacionadas a la vida privada del común de las personas. De última abrite un blog, qué se yo…

[COLOR=DarkSlateGray]Después, si le quita tiempo de trabajo o no, eso no lo sé. Criticarlo de antemano es medio aventurarse al pedo.
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Respuesta a Alfredo Leuco

Por Héctor Timerman

REPUESTA A ALFREDO LEUCO (en este enlace está lo que dijo Leuco)

Hoy ha sido un gran día para la Argentina y el Uruguay ya que hemos concluido las negociaciones que ponen punto final al conflicto de Botnia. Imaginá mi alegría o mejor, imaginá, qué bueno hubiese sido si además hubiésemos tenido un Canciller que se ocupe del tema.
Hace años que dije públicamente que jamás le haría un juicio a nadie por publicar algo sobre mí persona. Así que no te voy a hacer juicio por las ofensas y falsedades que según leí dijiste en tu programa. Debo confesarte que hayas llamado “masturbación” a mi manera de expresarme no es una forma digna de describir mis actividades. Yo jamás diría que vos defecás cuando abrís la boca. Mantengamos el nivel Alfredo. No te excites que no estás haciendo Watergate.
Tampoco quise ofenderte, simplemente mostrar que los periodistas que se pasan el día hablando de la falta de virtud republicana de los funcionarios no orinan agua bendita. La cena existió, viniste con tu gerente comercial, un tal Daniel Milicih, y fue la única vez que compartimos un encuentro. Nadie viene a hablar de periodismo con su vendedor publicitario. ¿No te parece?
Con respecto a mi patrimonio te cuento que desde hace 6 años es público y está en la Oficina Anticorrupción. Cualquiera puede pedirlo. El tuyo no. Deberías hacerlo público. Compartí los datos de tu fortuna con tus oyentes. Se van a sorprender cuánto rinde cada auspicio que cobrás.
Con respecto a la dictadura no tengo problemas en debatir. Decíme en qué programa querés y yo voy. Tal vez pueda adelantar algosobre mi paso por la dictadura, como la carta que recibí en marzo de 1977 donde Jimmy Carter me felicitaba por mi defensa de los derechos humanos en Argentina. Yo tenía 23 años. En 1978 me tuve que exiliar. En 1979 fui con Emilio Mignone a declarar ante la OEA las violaciones cometidas por los dictadores y con Hebe Bonafini denunciamos la existencia de los campos de exterminio de ESMA y La Perla ante los medios de Estados Unidos. También soy fundador, durante la dictadura, del America´s Watch Committee e integré el Comité de Solidaridad Judío con la Revolución Sandinista. En esos años formé parte del Fund for Free Expression que se dedicaba a salvar periodistas de las dictadura. Durante años fui director de la APDH y actualmente soy Presidente de la Coalición Internacional de Museos de la Memoria.
Claro Leuco que quiero debatir con quien en ese entonces era un empleado de Clarin, que ya se había apropiado de la empresa Papel Prensa mientras sus dueños eran torturados por Camps.
Dale Leuco, debatamos la dictadura. Debatamos el diario La Tarde, veamos si lo dirigí yo o Luis Clur. Preguntále a Mempo Giardinelli que trabajaba ahí cuántas veces me vió en la redacción. Dale Leuco debatamos todo. También tu resentimiento. Y haceme juicio. Haceme todos los juicios que quieras y seguí hablando de los funcionarios como si vos fueras el hada pura de los cuentos. Decí lo que quieras que yo nunca voy a hacerte un juicio. Es tu derecho por vivir en una democracia que vos no hiciste nada para conquistar pero que te la merecés igual por vivir aquí.
Y por último, ya que tanto lo admirás a mi padre te cuento que cuando empezó su carrera le pidieron que se cambie el nombre porque Jacobo era demasiado judío. Se negó. Vos no, ¿Te da verguenza ser judío?

Hace años que dije públicamente que jamás le haría un juicio a nadie por publicar algo sobre mí persona. Así que no te voy a hacer juicio por las ofensas y falsedades que según leí dijiste en tu programa. Debo confesarte que hayas llamado “masturbación” a mi manera de expresarme no es una forma digna de describir mis actividades. Yo jamás diría que vos defecás cuando abrís la boca. Mantengamos el nivel Alfredo. No te excites que no estás haciendo Watergate.

La resalto porque a pesar de que Timmerman no me agrada hay que reconocer la gran capacidad de los algunos ministros de Cristina para cerrar ortos: Aníbal, Timmerman, Filmus, Boudou.:mrgreen:

al final todo se resume al uso o no de twitter??:lol: