Le aumentaron la pena dos veces, por piola

solo hay una exclamación a eso…

cuando le dice ‘adios’ el juez a ella :lol:

La mina es una pelotudita auténtica, pero el juez igual es nefasto.

Más allá de lo justo o injusto de la sanción, hay que ser pelotudo para cagárte de la risa en la cara de un juez. No sé, a mi no causaría gracia nada, ni Cacho Buenaventura al lado contándome chistes, estaría con un cagazo y con una cara de orto terrible esperando que termine la situación.

Obviando el saludo final del juez, a mi me parece que actuó bien.

Uno de los grandes problemas que tienen las sociedades modernas es la falta de obediencia y de respeto en general. Empezás siendo mal educado en tu casa faltandole el respeto a tus viejos (cuando hace treinta años te ponían un voleo en el orto y un cinturonazo y se te iban las ganas de joder), despuès esa indisciplina se traslada al colegio: te cagas en los profesores y te crees vivo por no respetarlos (ya vemos los casos de padres que le pegan a maestros, cosas nunca antes vistas).
Y de adulto le perdes el respeto a la policía, al juez (más allá de que las fuerzas de Argentina no sean de admirar), y en definitiva a todo.

A mi me parece que si fueramos más exigentes con la crianza de los chicos, con priorizar el respeto y/o obediencia, y menos permisivos, sería todo mucho mejor.

En éste caso el juez hace un poco de abuso de poder, pero la mina se lo merece por pelotuda.