Ya hasta es gracioso. Inglaterra va a la Union Europea para “poner en alerta” por lo que paso, la mamarrachada de no comprar sus productos y desde aca emiten un comunicado
“[la Argentina] se complace en que el Reino de Gran Bretaña e Irlanda del Norte haya, finalmente, recurrido a un foro para buscar una solución diplomática a la Cuestión Malvinas”.
Argentina “felicita” a Gran Bretaña por recurrir a la Unión Europea por el tema Malvinas
La Cancillería indicó que "se complace" en saber que el pedido del Gobierno a industriales para no importar bienes británicos se tratará en el foro europeo y en la Unasur
Luego de que la Oficina de Asuntos Exteriores (FCO -por sus sigla en inglés-) llamara hoy al Encargado de Negocios argentino en Londres para pedirle una “aclaración urgente” sobre el pedido del Gobierno a veinte empresas locales para dejen de importar bienes británicos, la Cancillería argentina emitió un comunicado donde “se complace en que el Reino de Gran Bretaña e Irlanda del Norte haya, finalmente, recurrido a un foro para buscar una solución diplomática a la Cuestión Malvinas”.
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriorees y Culto de la Argentina indica: “La Argentina propone que la Unión Europea junto con la Unasur analicen la Cuestión Malvinas e inviten a las partes a reiniciar las negociaciones convocadas, en numerosas oportunidades, por la Asamblea General de las Naciones Unidas y que Gran Bretaña ignora, mostrando el desprecio por el máximo órgano para la resolución pacífica de los conflictos entre naciones, poniendo en riesgo las instituciones de la gobernanza multilateral”.
Y agrega que “la decisión del Reino Unido también dará ocasión a los miembros de la Unión Europea a comprobar las violaciones de resoluciones de las Naciones Unidas por parte de Gran Bretaña debido a la explotación de recursos naturales en zonas en disputa de soberanía”.
Además, nuestro país “invita a la Unión Europea a aprovechar esta oportunidad para convencer al Reino Unido a que acepte el mandato de buenos oficios del Secretario General de Naciones Unidas y lograr que las partes recomiencen las negociaciones”.
Más temprano la FCO informó que se transmitió a los representantes argentinos la opinión de que “este tipo de acciones que van en contra de la actividad comercial legítima no sólo preocupan al Reino Unido, sino también a la Unión Europea (UE) en su conjunto”.
Desde el despacho del primer ministro David Cameron se expresaron en el mismo sentido. Un vocero acusó a Argentina de recurrir a una “política de confrontación” en relación al tema Islas Malvinas y consideró “contraproducente” la propuesta formada a empresarios por parte del Gobierno de Cristina Kirchner.
La iniciativa del Gobierno coincide con un aumento de la tensión entre los dos países por la presencia del príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico, en las islas y el envío de un buque de guerra del Reino Unido al Atlántico Sur.
El portavoz de Cameron afirmó que “claramente es muy triste que Argentina continúe con su política de confrontación en lugar de cooperación” y consideró que esa postura es “una mala interpretación de la determinación británica sobre este asunto”.
La petición fue hecha este martes por la ministra de Industria, Débora Giorgi, al justificar que el Gobierno quiere establecer políticas que “privilegien los vínculos comerciales con las naciones que respetan la integridad territorial” y sus reclamos soberanos.
“El Reino Unido -dijo- es también un inversor principal en Argentina y nosotros importamos productos de Argentina. No va en favor de los intereses económicos de Argentina establecer barreras de ese tipo”, concluyó el representante de Cameron…
El viejo solanas esta gaga pobrecito el otro dia estaba con el genocida de grondona mamandosela a los ingleses lo unico que les faltaba era ponerse a cantar dios salve a la reina se habra olvidado pinito q grondona era el encargado de armar el plan politico de la dictadura que pretendia mantener la tirania hasta el 90 y despues crear dos partidos politicos manejados por los milicos para simular una democracia? O sea q estaba con uno de los ideologos del plan politico de la dictadura que genero la guerra de malvinas? La verdas los ortositores dan asco las cucarachas tienen mas dignidad q esas basuras
Vamos a ver cuando comience la guerra con Irán…van a necesitar petróleo por que obviamente les van a cortar el suministro…bah…supuestamente ya lo han hecho… después restaría que se queden sin guita para mantener las Islas y entonces los mismos kelpers le van a pedir socorro a la Argentina…:mrgreen:
Jajaja, se van a matar por venir a bs as, igual que la gente de acá para ir a malvinas… y van a poner tres vuelos no dos!!! jajajajajajaja, increíble. Ya le contestaron en inglaterra que son ellos los que deciden que empresa viaja a la isla y que prefieren lan.
Jeje, sí quedate tranquilo, antes de eso river va a salir campeón del mundo.
Es una “chicana” Luis. Pasó que en la última reunión de la ONU, Argentina había dicho que por las continuas provocaciones de Inglaterra se podrían a suspender los vuelos. Ese fue uno de los argumentos de los cuales se valió Inglaterra para decir que la actitud de Argentina era contraria a negociar sino a confrontar. Argentina entonces le retruca aumentándole la frecuencia de los vuelos a las islas y además determinando que los mismos sean directos desde Buenos Aires mostrándose lejos de la actitud que auguraba Inglaterra. De esta manera otro de los argumentos ingleses ante la ONU para no negociar, basado en un supuesto que nunca se llevó adelante, se cae.
La única mancha hasta acá sería la de alentar a que no se compren productos británicos. En el contexto global y como siempre teniendo en cuenta que aunque mejor, todavía somos mirados de reojo luego del 2001, no me parece atinado. En lo restante el manejo de la diplomacia argentina ha sido impecable y como pocas veces los ingleses se muestran tan a la defensiva como en este momento dado que se van viendo cercados en sus intenciones de no negociar.
No estaría mal… aunque el soft rock con contenido social de la banda sureña y los certeros acordes del rocker vice president son todo un patrimonio nacional. Yo por eso les pido directamente las islas.
En su editorial dominical (Página/12, 26/1), Horacio Verbitsky señala que, en 1982, “salvo error u omisión, las corrientes leninistas, trotskistas y maoístas apoyaron la invasión con entusiasmo”.
Falso.
Es una evidencia histórica que la ocupación de las islas en 1982 tuvo el propósito de potenciar a la dictadura y a la burguesía argentinas en la estrategia global del imperialismo en la región, un objetivo que fracasó y abrió un nuevo escenario de guerra nacional contra un bloque de naciones imperialistas.
¿Qué dijo Política Obrera, de entonces, frente a la ocupación de las islas?
“Cualesquiera sean las derivaciones de la crisis internacional, como resultado de las contradicciones y alianzas entre yanquis e ingleses y entre la dictadura y ambos, la ocupación de las Malvinas no es parte de una política de liberación e independencia nacionales, sino un simulacro de soberanía nacional, porque se limita a lo territorial, mientras su contenido social sigue siendo proimperalista. La ocupación de las Malvinas es una acción distraccionista, de la que la dictadura pretende sacar réditos internos e internacionales (…) Por eso sigue en pie la reivindicación de la democracia política irrestricta y una Asamblea Constituyente soberana”.
Esto fue publicado el día 4 de abril de 1982 en la edición Nº 382 de Política Obrera.
La plata del cerro de Potosí pagó la revolución industrial en Inglaterra, no en España, aunque el reino español tenía los dominios de estas regiones. Los metales saqueados en América arruinaron la endeble industria española, pero impulsaron decisivamente la industrialización inglesa. Londres instaló tempranamente su cabecera de playa en el Río de la Plata y su comercio no tuvo poco que ver con los acontecimientos de mayo de 1810.
Así, el puerto de Buenos Aires, transformado en puente de la Colonia con Europa, hizo que el virreinato se incorporara al mercado mundial (es decir, al mercado inglés) por su parte más atrasada: la intermediación, el parasitismo comercial.
Las invasiones de 1806 y 1807 no inauguraron la llegada de guerras europeas a estas latitudes. La primera expedición británica al Río de la Plata se produjo en enero de 1762, y ocupó Colonia del Sacramento en el marco de la Guerra de los Siete Años -en la cual Inglaterra y España combatían en bandos opuestos. En octubre de ese año, Pedro de Cevallos recuperó Colonia y, poco después, una flota anglo-portuguesa (tenía por misión ocupar Buenos Aires) fue vencida por las fuerzas españolas en la Banda Oriental.
Incluso la fundación del Virreinato del Río de la Plata, en 1776, fue una medida político-militar orientada a detener el avance regional de Portugal e Inglaterra, mientras sucesivas expediciones inglesas y francesas se dirigían a las costas patagónicas.
Ya entonces, las Malvinas eran parte de aquellas disputas.
Malvinas, las invasiones sucesivas
Descubiertas en 1540 por una expedición comandada por un cura, fray Francisco de Ribera, y financiada por el obispo católico de Valencia, Gutierre de Vargas y Carvajal, España tomó posesión de las Malvinas el 4 de febrero de aquel año.
Más de dos siglos después, el francés Louis Antoine de Bougnaville, fundador de la Compagnie de Saint-Maló, ocupó las islas el 31 de enero de 1764 al mando de dos fragatas. Las llamó Illes Malouines. El 17 de marzo, los franceses fundaron una colonia, Port Saint Louis, en la actual isla Soledad. El 5 de abril tomaron formalmente posesión del territorio en nombre de Luis XV, rey de Francia.
Aquella ocupación generó un conflicto franco-español (es decir, entre aliados), que terminó cuando Francia reconoció los derechos españoles sobre el archipiélago. Inglaterra desconoció el acuerdo al que habían llegado sus enemigos. La Corona británica consideraba que esas islas tenían una importancia estratégica para controlar el paso interoceánico y, a fin de eludir la reacción española, organizó una expedición secreta en 1764. Oficialmente se informó que los expedicionarios se dirigían a las Indias Orientales y sólo el 22 de octubre de 1764, al zarpar de Río de Janeiro, el comodoro John Byron, jefe de la misión, informó a los tripulantes de su verdadero destino: las Malvinas.
Byron llegó a las islas en enero de 1765, un año después del arribo de Bougnaville, y de inmediato instaló en ellas una base militar. “Tomo posesión de este puerto y de las islas adyacentes en nombre de Su Majestad, el rey Jorge III de la Gran Bretaña, y las nombro Falkland Islands”, dijo con solemnidad Byron al momento de desembarcar.
Después de un par de intentos fallidos, España recuperó militarmente las islas en junio de 1770. Una flotilla, que había partido de Montevideo al mando de Juan Ignacio de Madariaga, logró la rápida rendición de Puerto Egmont después de unos pocos cañonazos. Por primera vez, España ocupó realmente las islas. Su primer gobernador, Felipe Ruiz Puente, hizo construir varios edificios comunes, cocinas y un cuartel, así como una capilla cuyo nombre, Nuestra Señora de la Soledad, se extendió a toda la isla.
Por tanto, las Malvinas estaban en poder de España cuando, en abril de 1806, desembarcaron en Quilmes las tropas del Regimiento 71 de Highlanders al mando del general William Carr Beresford. Tenían orden de ocupar Buenos Aires, cuando toda la estructura económica de la Colonia crujía y se desmoronaba.
La bandera inglesa en la Plaza Mayor
La asunción de Napoleón en 1799 renovó la alianza franco-española, que había sido rota por la Revolución Francesa. Impulsada por Napoleón, en 1802 España le declaró la guerra a Portugal, principal aliado de Inglaterra en el continente europeo. Las invasiones inglesas al Río de la Plata, cuatro años más tarde, fueron batallas de aquella guerra.
De todos modos, las guerras napoleónicas en el Río de la Plata tuvieron sus fuertes razones internas.
España, casi sin fábricas, no podía absorber los productos de sus colonias e impedía el desenvolvimiento económico de los virreinatos americanos. Inglaterra, industrialmente poderosa, veía crecer a ritmo de vértigo su demanda de bienes primarios, pero los puertos sudamericanos abundaban en restricciones aduaneras, impuestas por España, y obligaban a Inglaterra a desenvolver sus grandes especialidades marinas: la piratería y el contrabando. Ya a fines de la década de 1780, el primer ministro inglés, William Pitt, había aceptado una propuesta del independentista venezolano Francisco de Miranda, quien esperaba constituir en Sudamérica un imperio gobernado por un descendiente de los incas (uno de los intentos fatalmente fallidos de unidad nacional americana). Con ese fin, Miranda esperaba el respaldo de Inglaterra y Estados Unidos a cambio de un intercambio comercial irrestricto y el usufructo del istmo de Panamá para construir un canal interoceánico. La Convención de Nutka en 1790, que puso fin a una de las tantas guerras anglo-españolas, canceló la expedición militar que preparaba Pitt. Por ese tratado, Inglaterra reconoció la soberanía española en las islas del Atlántico Sur próximas al continente americano. El puñado de colonos ingleses establecidos en las Malvinas abandonó el archipiélago.
De nuevo en guerra, en 1796 el gabinete de Pitt elaboró un nuevo plan de intervención militar en América del Sur. Sin embargo, otra vez el proyecto debió abandonarse, porque Rusia y Austria rompieron su alianza con Londres y la dejaron más expuesta a los ataques de las flotas de España, Francia y Holanda.
No obstante, en enero de 1806, una escuadra inglesa al mando del teniente general David Baird tomó el cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África. La expedición que partiría de allí en abril rumbo al Plata no estaba aprobada oficialmente por Londres, pero los gobernadores de colonias remotas tenían potestad para decidir “misiones militares urgentes”. El Regimiento 71 de escoceses, embarcado en esa flota, era una de las unidades de batalla más sólidas del Reino Unido, al mando del teniente coronel Denis Pack. El comando general de las tropas se encontraba, como se dijo, a cargo de Beresford. No sólo traían sus armas, también cartas de Buenos Aires que les aseguraban el respaldo de los comerciantes y de la aristocracia locales.
El 8 de junio de 1806, la flota inglesa fue avistada frente a Montevideo. El 24, Beresford hizo un simulacro de desembarco en Ensenada, desarrolló maniobras frente a Punta Lara y abrió fuego contra las fortificaciones costeras. Al día siguiente, 1.600 soldados desembarcaron en Quilmes sin que nadie los molestara. Sólo el 26, una fuerza militar de Buenos Aires, al mando de Pedro de Arze, concurrió a enfrentarlos. Cuando esa fuerza tuvo ante así al enemigo, una descarga de artillería y el primer ataque a fondo de la infantería invasora la dispersaron.
El virrey, Rafael de Sobremonte, ordenó el armamento de la población y apostó sus fuerzas en la ribera norte del Riachuelo. Fracasó. El reparto de armas fue caótico y esa fuerza desorganizada no pudo detener el avance inglés. Así, Sobremonte quedó fuera de la ciudad, impotente para cualquier intento defensivo, y huyó hacia Córdoba. El 27 de junio, las autoridades virreinales aceptaron la intimación de Beresford y se rindieron. En la tarde de ese día, la bandera del Reino Unido ondeaba en la Plaza Mayor, actual Plaza de Mayo.
La dictadura no potenció la burguesia nacional, sino más que nada al capital internacional y a los inversores extranjeros en el país.
De hecho, el programa neoliberal aplicado desde 1976 hizo exactamente lo contrario, destruir el capital nacional establecido y apuntar hacia la consolidación de un modelo basado en las importaciones y los mercados financieros.
Está hablando de la guerra de malvinas como potenciadora. Por otro lado, la dictadura fue respaldada por la burguesia nacional, la cual tambien es aliada del imperialismo.
Y en que punto la Guerra de Malvinas potencia a la burguesia nacional?
La dictadura llegó al poder (76) con el respaldo de la burguesia nacional, pero no la potenció y terminó debilitandola con el paso del tiempo. Men-m tambien llegó al poder con el respaldo de la burguesia nacional, y no por eso podemos decir que la potenció, sino todo lo contrario.