No soy de abrir temas, creo que ni debo llegar a la decena de temas abiertos durante mi estadía en el foro, pero esta vez quería reflejar algo que sentí ayer en el estadio.
Tampoco estoy seguro si es un tema mas enfocado a “tribuna”, “campo de juego” o “institucional”, aunque creo que nuclea un poco las tres ramas.
Recuerdo, cuando alguna vez, el desagradable presidente que comanda al club por estas horas, en medio de una de las tantas debacles futbolísticas de su gestion, casi como que se burlaba de los hinchas, diciendo que sus enojos no tenian una lectura profunda, y que con encadenar tres partidos ganados al hilo, todos nos olvidaríamos de todo.
Por supuesto que aquella vez el comentario nos pareció, como dijese el mismo sujeto, “poco feliz”
Ayer en la cancha, noté tristemente, que tan errado no estaba.
Sabemos que a la barra brava no se le puede pedir cordura: cantar tal o cual cosa, es parte de su trabajo depende de que lado venga el sobre.
Pero el resto de las tribunas mostró un “veletismo” si se permite el término, sorprendente.
Tuzzio, que futbolísticamente esta acabado, pasó a ser insultado a ser aplaudido por haber hecho un gol que marcaba un intrascendente empate.Empate al que River llegaba luego de que la defensa, que este mismo jugador integra, hubiera sido un flan en el PT, como lo fue en el resto del torneo.
Ahumada fue el jugador, sin lugar a dudas mas puteado de la tarde.No voy a discutir sobre el porque o si este jugador debe seguir o no.Infinidad de temas ya se han abierto al respecto.
Pero bastó que se tirara un par de veces al piso, para que los chiflidos, pasaran a ser aplausos.
El equipo terminó el primer tiempo insultado a mas no poder.Es mas, estoy seguro que la ovación al Cholo fue de manera indirecta, una crítica a los jugadores.
Cuando terminó el partido, muchos de los que estaban a mi alrededor y hacia un rato se descargaban puteando, aplaudían al equipo por la “gesta épica” de empatarle de local a Huracán, para claro, extender aun mas la peor racha negativa del club y asegurarse al menos una semana mas, el último puesto de la tabla.
Estoy seguro que si el resultado final hubiera sido el del primer tiempo, el hall hubiese sido testigo, una vez mas de quejas al por mayor.
Pero una vez termina el partido, y luego de dar toda la vuelta y discutir con los de seguridad que no me permitían reingresar al club, llegué al hall, no mas de 10 minutos después que abrieron las puertas, y encontré una fiesta, todo muy lindo la verdad, pero con cero critica, para nada indicativa del actual momento que vive el club.
Me diran:¿Y que se gana quejándose? Pregunto:¿Y que se pierde?
Porque al final nos quejamos cuando nos toman de boludos, pero hacemos todo lo posible para dejarnos parados como tal.