Las Abuelas recuperaron al nieto 102

¿Hasta qué punto importa si hay o no hay lucro?

EDIT: Digo, están presentando una noticia importante, están criticando a Clarín porque ni lo mencionó, y le están dando el espacio para que un nieto recuperado de su testimonio. Que haciendo esto llevan agua para su molino, obviamente. Pero es más importante que lo demás? Cuál sería la crítica acá, la falta de espontaneidad?

Hasta el punto de transformar un reclamo legítimo en una propaganda del gobierno. Éticamente me parece repudiable.

Y también hasta el punto donde se utiliza para tapar otras cosas.

Ahí amplié mi pregunta. Y no entiendo la transformación, deja de ser legítimo y noble acaso el reclamo porque le sirva al gobierno?

No, obvio que no. No hay nada más puro que el reclamo por la memoria y la justicia. Las Abuelas somos todos, no el Gobierno.

Ahora la forma de manipulación que tiene el gobierno es asquerosa. Porque en esto comparto con Lanata: Al Gobierno le importa un pito los DD.HH.

Utiliza algo noble para enfrentarse con sus enemigos y ya que estamos dejo la pregunta final a lo 678: ¿Adiviná con quién estuvo Cristina el 2 de septiembre día de la industria?

No comparto pero absolutamente para nada lo remarcado en negrita, pero bueno, son puntos de vista. En algún momento vendrá un gobierno al que le importen en serio … y haga exactamente lo mismo que éste al respecto.

Lo hace con réditos políticos, estoy seguro de eso.

Supongo que ya lo viste, pero son dos minutitos:

//youtu.be/Gi4i8UpT1TQ

Gata, todo lo que quieras, pero la foto descolgando el cuadro de Videla se la sacó a Kirchner porque el cuadro lo descolgó Kirchner. Y no bastaron 20 años de democracia para que eso pasara.

Ahora, el reclamo puntual respecto de este tema, cuál es? Se habla mucho de los DDHH? Se habla muy livianamente? Se banaliza?

No sé, tal vez estoy siendo demasiado simplista, o hay algo que no logro comprender en este asunto puntual.

PD: No sé, con quién estuvo, con Magnetto?

Sí, lo había visto, lo posteó JUNIN una vez si mal no recuerdo. Y la verdad, si tengo que creerle a alguien, o darle veracidad a un testimonio, elijo creerle a Hebe de Bonafini, y a Estela de Carlotto, antes que a lo que opinen el diputado del PRO o la chica esta que aparece en el video, sobre los motivos del apoyo de abuelas, madres e hijos al kirchnerismo. Toda la vida, no lo dudo pero ni medio segundo. Supongo que vos tendrás algún motivo para darle más credibilidad a sus testimonios, yo no lo veo.

Sinceramente, me importa UN CARAJO si Kirchner hace 15 años iba o no a los actos de los que habla el tipo ese en la plaza del pueblo. Me importa lo que hizo Kirchner cuando tuvo el poder de hacerlo. Y eso no se lo quita nadie.

Por otro lado, me comentás que te causan profundo desagrado las cosas malintencionadamente sacadas de contexto,y me citás un video en el que la primer imagen es una foto de kirchner vestido de militar haciendo la venia …

No, a mí no me importa un carajo, bah…sí, pero fundamento que a los K. les importa un pito los DD.HH. y los utilizan con fines políticos. Entonces no les creo.

Ale, estuvo con Osvaldo José Cornide en el acto oficial por el día de la industria.

Cito a Maxi Montenegro “El Gobierno a la hora de tejer alianzas empresarias no tiene prejuicios ideológicos, de ningún tipo (…) Corinde, que estuvo en primera fila en la presentación del informe contra Papel Prensa en casa de Gobierno, el 25 de marzo del '77 le envía a la Junta Militar una carta de la Unión Comercial Argentina (Firmada por el mismo Cornide) (…) 'Deseamos destacar los importantes logros del Gobierno militar en el plano de la acción antisubersiva y el restablecimiento de la moral pública, el orden y la seguridad”

Entonces, ¿cuál es?

Excelente noticia. Falta que el 103 y el 104 se hagan el ADN.

Por mi parte no me interesa hacer ninguna defensa de Kirchner, el tipo nunca hizo una autocritica de su pasado ni nada, no es santo de mi devocion tampoco

Ahora el Gobierno de los Kirchner hizo mas en materia de DD HH que todos los anteriores mas haya de si el tipo le da bola o no a los DD HH

Lo de Lanata me parece lamentable “Si hoy es Clarin, mañana puede ser Lanata o Tenembaum” “Hoy me pongo del lado de Clarin pq es el mas debil” “La historia que cuenta el Gobierno no es asi” y hablo de la nota que vi entera, cuando dijo que lo tienen harto con la Dictadura me dio asco, aca dicen que es sacada de contexto pero si realmente lo que quiso decir con eso es que no le hablen de la Dictadura, la verdad me decepciono mas haya de lo que diga 6,7,8

Lo de Caparros, vi la nota entera cuando la pasaron en vivo por TN, un payaso…

Demagogia - Por Luis Bruschtein

Muchos de los que alguna vez dijeron que les importaban los derechos humanos, ahora los califican de demagogia porque creen verlos copados por el Gobierno. Demagogia podría ser hablar de los derechos humanos pero que no se juzgue a nadie. Si los juicios se hacen y salen las condenas, eso, en vez de demagogia, se parece más a cumplir con el viejo anhelo de justicia. Allí están, en Córdoba, Luciano Benjamín Menéndez, quejándose porque lo están “difamando”, y el dictador Jorge Videla, pidiendo protección porque se siente amenazado por el “resurgimiento” de los montoneros.

Los que perdieron a un ser querido o los que están verdaderamente interesados por los derechos humanos siguen con mucha atención esos juicios, donde, según los mismos defensores de los represores, hay unos 815 militares y civiles acusados. Hay una página en Internet de una vieja publicación ultraderechista llamada El Informador Público que exhibe dos informaciones: una lista de los 815 “prisioneros del gobierno kirchnerista” (los llaman así aunque muchos no están presos y algunos están muertos) y la reproducción de una entrevista publicada por la revista Noticias a un diputado que se dio vuelta y ahora es antikirchnerista, que denuncia la “demagogia” del Gobierno en los derechos humanos.

Para los familiares, estos juicios tienen una fuerza diferente a los anteriores que se hicieron a los ex comandantes. Aquí están los ejecutores directos y los intermedios, a los que ellos conocen con nombre y apellido, y saben que son los que dieron y ejecutaron directamente las órdenes de secuestrar, torturar y asesinar a sus seres queridos. Están, por ejemplo, el mayor Pedro Durán Sáenz o el Francés, los jefes de El Vesubio y de los grupos de tareas dependientes del Ejército que asolaron el conurbano bonaerense. Durán Sáenz y el Francés tuvieron secuestrados a Haroldo Conti y a Héctor Oesterheld, entre otros centenares de víctimas. Ellos los llevaron al último infierno para torturarlos y asesinarlos.

Muchas veces los familiares les ven las caras por primera vez. La mayoría de esos represores siguió en actividad en democracia y algunos fueron ascendidos o premiados con destinos en embajadas. Durán Sáenz fue agregado militar de la embajada argentina en México en 1984, durante el gobierno de Alfonsín, y luego fue asesor de la Secretaría de la Producción de General Alvear. Otros estuvieron en Sudáfrica. Las historias que los tienen como protagonistas son tan aberrantes como las que se conocen de la ESMA. Pero como en general los grandes medios coinciden en que “los tienen podridos con la dictadura”, son pocos los que relacionan esos nombres y esas caras con el horror concreto. Están menos escrachados que el Tigre Acosta o Astiz, pero han sido iguales o peor de cobardes y sanguinarios.

Durante décadas en democracia, los familiares y las víctimas sobrevivientes cargaron con algunos de esos nombres, se los aprendieron de memoria, los rumiaron, sabían que estaban en libertad. Soportaron con paciencia, reclamaron sin descanso y casi sin esperanzas y ahora ven a estos asesinos en los tribunales y muchos de ellos ya condenados y presos. En 1997, tras catorce años de democracia, Menéndez todavía era invitado a los actos oficiales públicos, en ese momento con el gobernador radical Ramón Mestre. Y ese gobierno democrático mantenía como director de Inteligencia de la policía provincial al “Tucán” Yanicelli, el jefe de la Triple A cordobesa antes y durante la dictadura. Los dos estaban denunciados hasta el cansancio pero nadie hacía nada y algunos los protegían, como habría hecho, según denunciaron testigos en el juicio, el actual diputado radical Oscar Aguad. Que Yanicelli y Menéndez hayan ido al banquillo de los acusados y sean condenados como reos de graves delitos constituye el hecho más trascendente de todos estos años de democracia en Córdoba. Durante todos los ’90, el dictador Menéndez siguió siendo el hombre fuerte de la provincia. Para Córdoba, el juicio y condena a Menéndez ha sido más importante que el juicio a los ex comandantes.

Porque se daba esa terrible paradoja. Mientras Alfonsín acometía con valentía en Buenos Aires el juicio a los ex comandantes, en Córdoba los mismos radicales, los peronistas y en general políticos de diversas extracciones trataban con respeto al viejo dictador local. Para los cordobeses, el símbolo de la dictadura no era Videla sino Menéndez. Ahora están los dos juntos para responder por sus crímenes ante la Justicia cordobesa. Quedaron atrás los días en que Menéndez traicionó a Videla e intentó darle un golpe, acusándolo de ser “condescendiente” en la represión. Para la Justicia son la misma cosa.

En este país de equívocos y lleno de malentendidos es difícil encontrar un candidato al bronce. Pero una cosa está clara: si nadie ha sido muy puro, otra cosa diferente son los golpistas, los asesinos y torturadores. La historia reciente ha dejado campos minados, puertas ciegas y senderos pantanosos que llevaron al abismo. Cualquiera que haya participado metió la pata en algo. El que está inmaculado, nunca hizo nada porque nunca le interesó nada, lo cual le resta derecho al reclamo. Una cosa es hacer justicia con los represores y otra es el debate en la sociedad por las hipocresías y responsabilidades propias y ajenas, por nuestras acciones, graves o circunstanciales, por omisiones o por excesos. Ese es un debate que se da en la sociedad. El otro, el de los golpistas y represores, civiles y militares, se da en la Justicia.

Es una diferencia grande que no queda clara, porque para alejar la conciencia de las propias limitaciones se tiende a rechazar los matices y la diferencia. No es lo mismo el que estuvo callado en la dictadura que el que apoyó los secuestros y las desapariciones. No es lo mismo el que se metió en el barro hasta las cejas porque era la única opción que se vislumbraba y sufrió torturas, perdió amigos y familiares o fue preso o exiliado, que el que aceptó torturar o secuestrar bebés y violar detenidas amparado en la impunidad del poder. Nadie está limpio, pero hay muchas diferencias.

En el debate cruzado entre el ex fiscal Julio César Strassera y el Gobierno se mezclan muchas cosas. El ex fiscal se ganó el respeto de la sociedad porque actuó con valentía cuando fue el juicio a los ex comandantes. En un momento tan difícil soportó todo tipo de presiones y amenazas reales a su vida y la de sus familiares. Lo que sucedió antes no borra el lugar que ocupó después. Pero tampoco el haber sido fiscal en ese juicio justifica lo que él haya hecho en situación de debilidad.

Es injusto descalificar a Strassera. Pero justamente por ser el ex fiscal del juicio a los comandantes, Strassera no puede justificar hechos de la dictadura ni su actuación en la investigación por la venta de Papel Prensa. Alfonsín reaccionó con mucha dignidad cuando se anularon las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Podría haberlas defendido porque él las había dictado. Pero reconoció que las había tomado cuando estaba en situación de debilidad y que esas circunstancias habían cambiado. Alfonsín respaldó que un gobierno de distinto signo anulara una legislación que él se había visto obligado a impulsar. Ahora, cuando el partido radical está abroquelado en defensa del statu quo de concentración mediática y de Papel Prensa, por más radical que sea, resulta penoso que el ex fiscal del juicio a los comandantes salga a desacreditar a una víctima de la dictadura, Lidia Papaleo, sólo porque su testimonio respalda la posición del Gobierno. Desde el punto de vista político, siempre es más fácil arreglar un entuerto así, con una reparación económica –como se resolvió en el gobierno de Alfonsín–, que meterse en semejante macroconfrontación al salir apenas de la dictadura. Era una situación de debilidad semejante a la que motivó las leyes de obediencia debida y punto final que, por suerte para la democracia, fueron anuladas.

Página/12 :: El país :: Demagogia

Una situación casi imposible para una persona. Las excepciones son aquellos que siempre sospecharon no pertenecer a un lugar, y deseaban salir corriendo de ahí. El más claro es el Juan Cabandié.

Respecto a las motivaciones, son imposibles de descifrar. Ni siquiera nosotros mismos podemos descifrar nuestras motivaciones. Pero no se puede negar que el gobierno que más hizo por los DDHH. Que tiene temas actuales pendientes, seguro. La situación de la trata de personas no ha mejorado. El mal cuidado del ambiente y los recursos naturales siguen la inercia de los 90’ y se han potenciado, ya que jamás modificaron esas leyes.

Lo de Lanata no fue sacado de contexto y es lamentable. Pero hablar lo justo y necesario para los tiempos de la prensa, es fácil. Aguantar los tiempos de la justicia para llevar a la práctica toda esa prédica, para nada

Alegradisimo por la noticia, entre por aca a ver que decia Maissona, el amargo de independiente y otros tantos. Pero no veo que no escribieron nada…que lo pario.

Dejando las nimiedades, vamos a lo importante. Extraordinaria noticia, emocionante noticia, el compromiso con los DDHH no debe claudicar y la lucha debe ser incesante.

Y sobre Lanata…derrapo mal. Cuando un tipo como Mendez y/o De La Rua estan en el gobierno, es bastante simple colocarse a su izquierda. Ahora, cuando el eje cambia, y el limite ya no es Mendez ni el otro idiota, cuesta un poquito parece. Lanata nunca fue un progresista, siempre se mantuvo en su lugar. Lo que cambio ahora, es el lugar donde esta el eje. Simple.

Saludos.

//youtu.be/Sgud-aseUPw

No me parece sacada de contexto la frase: “Me tienen harto con la dictadura”, es exactamente eso.

Realmente, me entristece verlo al gordo (dicho sea de paso en cualquier momento le explota la cabeza) en esta postura: haciéndose el perseguido: “dejenme pensar tranquilo” Y quién carajo no lo deja pensar? “Dejen de perseguir a la prensa” Y quién carajo lo persigue a él? Ahora, si lo que le molesta es que se opine sobre lo que piensa… Y bueno, macho, dejá de opinar en público, dejá de ser un formador de opinión, dejá de exponerte.

La verdad, me da pena y tristeza verlo al gordo así, en esa postura, con es discurso ridículo y mentiroso. No porque critique al Gobierno si no por el lugar desde donde lo hace. El gordo se vendió: por ego, por ideología o por guita (que hablando de guita a uno también le gustaría saber cómo hizo para fundar todos los medios que fundó) Pero la cuestión es que se vendió. Y es triste. Porque la verdad que siempre le tuve respeto y cariño.

“Me tienen harto con la dictadura”

Hay lugares de donde no se vuelve.

“Siempre me puse del lado del mas debil, como cuando les pague con cheques sin fondos a mis empleados de data54.com” Jorge Lanata segun Barcelona:P

Es triste lo de Lanata, no lo puedo calificar de otro modo.

Lanata es un cadaver critico.
Despues de esto, no se levanta mas.
Patino muy mal.

Pero eso es por los big mac:lol::lol::lol:

Sorry, tenia que decirlo:oops:

Lanata cambió el papel de rebelde, por el de empresario garca