“Somos unos muñecos de torta pero somos felices igual”
Desde que nací soy hincha de River, he vivido muchas alegrías, frustraciones y momentos de mierda, difícilmente haya uno que supere lo vivido en el último semestre en el cual bebimos la hiel de la derrota y soportamos el mayor oprobio, un flagelo desconocido para el hincha de River: el fondo de la tabla. Evidentemente no es casual este punto extremo al que llegó esta centenaria institución cuya escuela mandaba el buen trato de pelota: hay una gran cuota de responsabilidad por la ineptitud y falta de escrúpulos de una dirigencia nefasta conducida por Aguilar desde las luces y Mario Israel desde las sombras, con la irrupción de un sinnúmero de grupos empresarios cuyos capitales tienen un origen cuando menos turbio, técnicos más pendientes del negociado que de armar un equipo competitivo que amontonaban jugadores (Pa$$are££a y Simeone), de agrupaciones políticas que trabajan adentro del club más pendientes de quedar bien con el gobierno de turno (sin importar lo malo que sean) para poder rapiñar entradas y sacarse fotos con los jugadores en vez de aportar algo concreto al club y marcar que cosas están mal como los balances dibujados o las obras sobrefacturadas, y de marcar jugadores que evidentemente o están pensando más en Europa que en jugar en uno de los clubes más importantes de nuestro país o que directamente no les da el nivel. Pero cada vez me convenzo más que el mayor responsable de este momento de mierda es: el hincha de River.
Tengo 27 años pero pareciera que soy de otra época. Cuando yo iba al primario y al secundario les hablaba de una identidad de juego, de los equipos, de jugadores, en definitiva: de fútbol mientras tanto los bosteros me hablaban del aguante que tenía la 12, que Manzanita y el Abuelo se le plantaban a cualquiera… eso es consuelo de pobres. Si hoy los pibes te hablan del aguante de River y se emocionan como si fueran campeonatos por el ranking de entradas vendidas, es porque se están haciendo las cosas demasiado mal: River se forjó como institución grande al margen de por ser un club social y contar con una gran popularidad por contar una identidad clara de juego que se basaba en hacer prevalecer el buen trato del balón por sobre todas las cosas, y eso no se cambió siquiera por 18 años de orfandad en materia títulos… pero llegaron 4 años sin ganar nada con 10 de Boca ganando absolutamente todo y todas las partes que conforman River nos volvimos locos saliendo a quemar todos los libros. Fue como el boxeador que está medio groggy y ve que está sangrando y se va al humo sin saber bien para donde disparar: puede ganar por knockout pero lo más probable es que lo caguen a piñas: River entró en un estado groggy constante y últimamente lo duerme de un piñón cualquiera.
Me molesta la falta de la exigencia histórica del hincha de River para con sus jugadores inclusive en estos momentos donde naúfraga en una mediocridad pasmosa (y que un torneo corto no logra cortar la hemorragia) con hinchas autómatas que viven cantando en como corrimos o dejamos de correr a Boca -cuand se creen que por comerse un chori en el centro de la popular son los hermanitos Schlencker- y siguiendo a esa vergüenza que son los mercenarios del tablón mientras asistimos al hundimiento futbolístico e institucional de River… el horizonte es aún más negro. En otra época ante un equipo que merodee el fondo de la tabla todo el partido al menos se hubieran escuchado tibios reclamos a los impresentables de turno, ahora los cyberhinchas de River que forman la nueva camada criados bajo la nefasta cultura del aguante que creen que tienen paladar negro cuando putean a un jugador limitado pero rendidor como Farías pero se desgañitan en aplausos hacia supuestos líricos mediopelos y camarilleros como Gallardo o en la intrascendencia total de Ferrari en quien ven el sucesor de Junior o peor aun de Roberto Carlos versión winning eleven. Tienen un partido bueno en otros equipos y se pide por la vuelta de Cochas o se escucha un “como dejamos ir a Almerares si es un fenómeno!!!”
Hay que avisarles a todos que ese nefasto programa llamado “El Aguante” se levantó hace 5 años porque quizás andan con delay, ya no los filman en ningún lado y las banderas quizás las saquen en algún fotolog amigo, no se peinen para la foto y dejemos de asistir a una “racinguización”. Aguante tenían los tanos y gallegos que habían sobrevivido a la guerra más sangrienta de la historia y que habían perdido a sus familias, amigos, a sus casas, sus pertenencias, y se fueron con el culo en la mano a donde pudieron y a trabajar como esclavos hacinados en fábricas, minas, etc, para conseguir un pedazo de pan. Eso es tener aguante. No un pelotudo que grita en una tribuna. Pero igual hay gente que no lo va a entender nunca.
Donde se ha visto que el presidente de un club grande en serio salga a chicanear sobre el rival y a intentar tapar con un dedo el desastre que ya llegó hace rato con frases como “somos Aruba” cuando se vacía sistemáticamente River y la gente ni reacciona. Ganas dos partidos y a los que protestan se los mira como locos mientras siguen llegando contingentes de jugadores innecesarios de grupos empresarios de fondos oscuros y la precarización institucional es cada vez más evidente.
El hincha de River permite que sus jugadores le falten libremente el respeto y que después si tienen dos partidos buenos todo se olvida y hasta incluso varios aplauden estos jugadores. El hincha de River hoy tiene menos memoria que Walter Nelson y le gusta que les falten el respeto más que De Renzis. Ya nadie quiere venir a River ni siquiera como vidriera e inclusive algunos se escapan como ratas, ni siquiera figuras de gran cartel: ahora cualquier mediocre le falta el respeto y se le ríe en la cara a River, y el hincha mira azorado como miraban los habitantes originarios de nuestro continente a Colón cuando cayó con los “espejitos de colores”, acá el hincha de River se emboba con las bengalas, los papelitos y los trapos mientras en la cancha los verdaderos protagonistas deshonran y mancillan el buen nombre que supimos conseguir, es más confunden el rol protagónico creyendo que ellos en realidad son los Gary Cooper y Marlon Brando del fútbol.
Francamente creo que no se cae el mundo por decir “hoy Boca nos está rompiendo el culo deportivamente es hora de volver a las raíces, barajar y dar de nuevo” (el malnacido de Macri cuando asumió dijo “Hoy por hoy River es el club Nº 1 de la Argentina e intentaremos cambiar eso“. ¿Se cayó el mundo por una declaración así? ¿hubo alguna invasión aliénigena que exterminó la raza humana? no, a costa de Boca Crece S.A. y un muy cuestionado fondo de inversión hizo crecer considerablemente el palmarés con una gran mano dada por Carlos Bianchi que le cambió la frecuencia al club) y barajar y dar de nuevo significa trazar objetivos realistas: si a Gorosito le imponen ganar campeonato local y Libertadores con este plantel de paquetes como se suele hacer: entonces vamos camino a un nuevo fracaso.
Hay que dejar de pensar en el que dirán los bosteros o el periodismo, si condicionamos la vuelta a la identidad perdida a no poder putear y no poder marcar las cosas que están mal diganme que estamos en el horno. Es signo de un complejo de inferioridad terrible que yo le desconocía al hincha de River, será porque soy de otra generación pero a mi me importa 3 carajos lo que diga el periodismo o los bosteros. Si todo va a estar supeditado a las chicanas que uno pueda recibir al día siguiente, la pendiente no tiene fin y ese parece ser el camino: Bienvenidos al River siglo XXI.
Me daría por satisfecho si intentaramos recuperar el paladar del hincha y del juego que pretendemos poner en práctica: la verdad siempre me importo absolutamente nada no ganar ningún título en tanto y en cuanto se defendiese nuestra identidad y se retornara al camino histórico , puedo esperar el tiempo que haga falta. Creer que a River lo hizo grande únicamente su hinchada es un atropello a la razón, River es grande por un sinnúmero de factores y si hubieramos seguido siendo todos la manga de amargos que iban de sombrero a la platea San Martín y tenían el tupé de putear a Amadeo Carrizo… River tiene una escuela de juego que respetar, ignorarle en pos de la supuesta fiesta que es la popular es por lo menos de un escaso vuelo intelectual.
Creo que cualquier hincha le tiene más aprecio a su club en los momentos de zozobra y yo no soy la excepción pero me rompe particularmente las pelotas que el hincha de River haya olvidado sus raíces y no hay mayor venta de entradas que pueda servir de bálsamo. Discépolo se preguntaba “¿Qué sería del fútbol sin el hincha? El hincha es todo en la vida” se ve que era de otra época porque al fútbol este tipo de hincha no le aporta definitivamente nada
“Somos unos muñecos de torta pero somos felices igual”
Desde que nací soy hincha de River, he vivido muchas alegrías, frustraciones y momentos de mierda, difícilmente haya uno que supere lo vivido en el último semestre en el cual bebimos la hiel de la derrota y soportamos el mayor oprobio, un flagelo desconocido para el hincha de River: el fondo de la tabla. Evidentemente no es casual este punto extremo al que llegó esta centenaria institución cuya escuela mandaba el buen trato de pelota: hay una gran cuota de responsabilidad por la ineptitud y falta de escrúpulos de una dirigencia nefasta conducida por Aguilar desde las luces y Mario Israel desde las sombras, con la irrupción de un sinnúmero de grupos empresarios cuyos capitales tienen un origen cuando menos turbio, técnicos más pendientes del negociado que de armar un equipo competitivo que amontonaban jugadores (Pa$$are££a y Simeone), de agrupaciones políticas que trabajan adentro del club más pendientes de quedar bien con el gobierno de turno (sin importar lo malo que sean) para poder rapiñar entradas y sacarse fotos con los jugadores en vez de aportar algo concreto al club y marcar que cosas están mal como los balances dibujados o las obras sobrefacturadas, y de marcar jugadores que evidentemente o están pensando más en Europa que en jugar en uno de los clubes más importantes de nuestro país o que directamente no les da el nivel. Pero cada vez me convenzo más que el mayor responsable de este momento de mierda es: el hincha de River.
Tengo 27 años pero pareciera que soy de otra época. Cuando yo iba al primario y al secundario les hablaba de una identidad de juego, de los equipos, de jugadores, en definitiva: de fútbol mientras tanto los bosteros me hablaban del aguante que tenía la 12, que Manzanita y el Abuelo se le plantaban a cualquiera… eso es consuelo de pobres. Si hoy los pibes te hablan del aguante de River y se emocionan como si fueran campeonatos por el ranking de entradas vendidas, es porque se están haciendo las cosas demasiado mal: River se forjó como institución grande al margen de por ser un club social y contar con una gran popularidad por contar una identidad clara de juego que se basaba en hacer prevalecer el buen trato del balón por sobre todas las cosas, y eso no se cambió siquiera por 18 años de orfandad en materia títulos… pero llegaron 4 años sin ganar nada con 10 de Boca ganando absolutamente todo y todas las partes que conforman River nos volvimos locos saliendo a quemar todos los libros. Fue como el boxeador que está medio groggy y ve que está sangrando y se va al humo sin saber bien para donde disparar: puede ganar por knockout pero lo más probable es que lo caguen a piñas: River entró en un estado groggy constante y últimamente lo duerme de un piñón cualquiera.
Me molesta la falta de la exigencia histórica del hincha de River para con sus jugadores inclusive en estos momentos donde naúfraga en una mediocridad pasmosa (y que un torneo corto no logra cortar la hemorragia) con hinchas autómatas que viven cantando en como corrimos o dejamos de correr a Boca -cuand se creen que por comerse un chori en el centro de la popular son los hermanitos Schlencker- y siguiendo a esa vergüenza que son los mercenarios del tablón mientras asistimos al hundimiento futbolístico e institucional de River… el horizonte es aún más negro. En otra época ante un equipo que merodee el fondo de la tabla todo el partido al menos se hubieran escuchado tibios reclamos a los impresentables de turno, ahora los cyberhinchas de River que forman la nueva camada criados bajo la nefasta cultura del aguante que creen que tienen paladar negro cuando putean a un jugador limitado pero rendidor como Farías pero se desgañitan en aplausos hacia supuestos líricos mediopelos y camarilleros como Gallardo o en la intrascendencia total de Ferrari en quien ven el sucesor de Junior o peor aun de Roberto Carlos versión winning eleven. Tienen un partido bueno en otros equipos y se pide por la vuelta de Cochas o se escucha un “como dejamos ir a Almerares si es un fenómeno!!!”
Hay que avisarles a todos que ese nefasto programa llamado “El Aguante” se levantó hace 5 años porque quizás andan con delay, ya no los filman en ningún lado y las banderas quizás las saquen en algún fotolog amigo, no se peinen para la foto y dejemos de asistir a una “racinguización”. Aguante tenían los tanos y gallegos que habían sobrevivido a la guerra más sangrienta de la historia y que habían perdido a sus familias, amigos, a sus casas, sus pertenencias, y se fueron con el culo en la mano a donde pudieron y a trabajar como esclavos hacinados en fábricas, minas, etc, para conseguir un pedazo de pan. Eso es tener aguante. No un pelotudo que grita en una tribuna. Pero igual hay gente que no lo va a entender nunca.
Donde se ha visto que el presidente de un club grande en serio salga a chicanear sobre el rival y a intentar tapar con un dedo el desastre que ya llegó hace rato con frases como “somos Aruba” cuando se vacía sistemáticamente River y la gente ni reacciona. Ganas dos partidos y a los que protestan se los mira como locos mientras siguen llegando contingentes de jugadores innecesarios de grupos empresarios de fondos oscuros y la precarización institucional es cada vez más evidente.
El hincha de River permite que sus jugadores le falten libremente el respeto y que después si tienen dos partidos buenos todo se olvida y hasta incluso varios aplauden estos jugadores. El hincha de River hoy tiene menos memoria que Walter Nelson y le gusta que les falten el respeto más que De Renzis. Ya nadie quiere venir a River ni siquiera como vidriera e inclusive algunos se escapan como ratas, ni siquiera figuras de gran cartel: ahora cualquier mediocre le falta el respeto y se le ríe en la cara a River, y el hincha mira azorado como miraban los habitantes originarios de nuestro continente a Colón cuando cayó con los “espejitos de colores”, acá el hincha de River se emboba con las bengalas, los papelitos y los trapos mientras en la cancha los verdaderos protagonistas deshonran y mancillan el buen nombre que supimos conseguir, es más confunden el rol protagónico creyendo que ellos en realidad son los Gary Cooper y Marlon Brando del fútbol.
Francamente creo que no se cae el mundo por decir “hoy Boca nos está rompiendo el culo deportivamente es hora de volver a las raíces, barajar y dar de nuevo” (el malnacido de Macri cuando asumió dijo “Hoy por hoy River es el club Nº 1 de la Argentina e intentaremos cambiar eso“. ¿Se cayó el mundo por una declaración así? ¿hubo alguna invasión aliénigena que exterminó la raza humana? no, a costa de Boca Crece S.A. y un muy cuestionado fondo de inversión hizo crecer considerablemente el palmarés con una gran mano dada por Carlos Bianchi que le cambió la frecuencia al club) y barajar y dar de nuevo significa trazar objetivos realistas: si a Gorosito le imponen ganar campeonato local y Libertadores con este plantel de paquetes como se suele hacer: entonces vamos camino a un nuevo fracaso.
Hay que dejar de pensar en el que dirán los bosteros o el periodismo, si condicionamos la vuelta a la identidad perdida a no poder putear y no poder marcar las cosas que están mal diganme que estamos en el horno. Es signo de un complejo de inferioridad terrible que yo le desconocía al hincha de River, será porque soy de otra generación pero a mi me importa 3 carajos lo que diga el periodismo o los bosteros. Si todo va a estar supeditado a las chicanas que uno pueda recibir al día siguiente, la pendiente no tiene fin y ese parece ser el camino: Bienvenidos al River siglo XXI.
Me daría por satisfecho si intentaramos recuperar el paladar del hincha y del juego que pretendemos poner en práctica: la verdad siempre me importo absolutamente nada no ganar ningún título en tanto y en cuanto se defendiese nuestra identidad y se retornara al camino histórico , puedo esperar el tiempo que haga falta. Creer que a River lo hizo grande únicamente su hinchada es un atropello a la razón, River es grande por un sinnúmero de factores y si hubieramos seguido siendo todos la manga de amargos que iban de sombrero a la platea San Martín y tenían el tupé de putear a Amadeo Carrizo… River tiene una escuela de juego que respetar, ignorarle en pos de la supuesta fiesta que es la popular es por lo menos de un escaso vuelo intelectual.
Creo que cualquier hincha le tiene más aprecio a su club en los momentos de zozobra y yo no soy la excepción pero me rompe particularmente las pelotas que el hincha de River haya olvidado sus raíces y no hay mayor venta de entradas que pueda servir de bálsamo. Discépolo se preguntaba “¿Qué sería del fútbol sin el hincha? El hincha es todo en la vida” se ve que era de otra época porque al fútbol este tipo de hincha no le aporta definitivamente nada
TIENE Q VER CON AGUILAR ASI QUE TIRO ESTA MAN "gorodo puto devolve la plata de adidas, el pase de conca y pokerstars. la puta que te pario para que mierda paga la cuota el socio de river , nunca te voy a perdonar lo que le hiciste a river" listo ni da para leer
Lindo texto, aca se los resumo para los mas vaguetes.
la frase top: Se desgañitan en aplausos hacia supuestos líricos mediopelos y camarilleros como Gallardo o en la intrascendencia total de Ferrari en quien ven el sucesor de Junior o peor aun de Roberto Carlos versión winning eleven.
y bueno es la pura realidad eso de que boca nos esta rompiendo el orto deportivamente… y economicamente nos supera! con este gordo que tenemos no vamos a llegar a ningun lado
pero bueno ya vendran tiempos mejores!
pero estando aguilar…:(! bueno muchachos faltan meses y el gordo puto este se va a la concha bien de su madre!
aguantemos un poco!
ya vendran tiempos mejores como en el 97. q lindos momentos, ganamos la supercopa y le sacamos el campeonato a boca!
que tristeza damos hoy por hoy!
pero bueno el amor por la camiseta no nos los saca nadie!
AGUANTE RIVER CARAJO!!!
vendrán tiempo mejores, en lo deportivo e institucional , cuando la morrrrrrsa se vaya!
es imposible levantar cabeza con esta CD!!
tenenemos que superar esto, como hincha es mi deseo, y tengo esperanzas siempre!
escribis muy bien
y tenes razon
pero creo que es culpa de la sequia de titulos y los desastres de la dirigencia
cuando se vuelva a la normalidad, ojala sea pronto, el hincha va a volver a ser el de antes
quien lo lee?? le doy un premio! jaja
