La izquierda y la derecha en el arte

Vargas Llosa inspira :D:D Y una amiga del facebook, pintora, pero muy facha para su edad (aunque lo niegue), pero entendible, ya que nació y se crió en Chamical (este pueblo creció alrededor de una base militar).

Izquierda y derecha en la percepción del arte « Seikilos

Izquierda y derecha en la percepción del arte
Cuando era más joven, creía en el fundamentalismo en el arte. Creía que el leer determinados libros excluía el leer otros, que una música era la verdad esencial y las otras meras fantasmagorías o imposturas, que un cine había dicho para siempre lo que los otros intentaban en vano decir. Veía el arte como algo lineal, donde todo era comparable con todo, en términos de mejor o peor. Luego me fui dando cuenta de que el recibir arte es simplemente el recibir felicidad, de una manera o de otra. Y que la felicidad aguardaba a la vuelta de cualquier esquina: sí, también en alguna página de un escritor menor o en una canción sencilla.
A medida que ciertas formas de arte popular (la música, el cine, los libros) se fueron acomodando dentro del sistema capitalista, la percepción del arte tendió a fragmentarse en términos de “a favor de/en contra de”. Un poco como los partidos políticos de derecha y de izquierda. Por un lado, el arte masivo: en el cine, son las películas de Hollywood; en la música, el pop prefabricado; en los libros, los bestsellers (estoy consciente de que estoy sobresimplificando). Por otro lado, los que están en contra de estos productos porque “son obviamente generados con el afán de ganar dinero”. Entonces nuestra segunda fracción (llamémosle la izquierda) apoyará incondicionalmente las películas europeas o que critiquen al sistema capitalista, la música que conscientemente busque la innovación y que vaya a contramano explícito de lo que se ofrece en el mainstream, los libros de escritores cultos y refinados, o que posean cierta sofisticación lingüística. Esto en realidad es un fenómeno mucho más complejo; existe también la estruturación formal o histórica: la música clásica, las películas de Godard o de Orson Welles, la tragedia griega, por sólo dar algunos ejemplos que también se oponen a “la derecha del arte”. Al igual que en la política, la derecha es mucho más pragmática que la izquierda, y no duda en canibalizar los logros de la experimentación izquierdista, si estos logros pueden ayudar a vender más. No tienen un sentido religioso acerca de qué es arte y qué no, o si es arte o no. Sólo procuran entretener a su público. Este afán es el que más ofende a la izquierda: la idea de “rebajar” el arte a un mero entretenimiento. Pero vuelvo a mi idea original: el arte debería ser una fuente de felicidad; para la derecha, una felicidad momentánea y rica, para la izquierda, una experiencia trascendente.
Estos dos establecimientos que se oponen generan la idea de una competencia, pero es una idea falsa. El arte de derecha sólo quiere que la mayor cantidad de gente disfrute de la obra (naturalmente, para ganar más dinero), y no busca la oposición por filosofía a la izquierda. No le interesa. En cambio es la izquierda quien desea diferenciarse. Esta diferenciación genera la institucionalización de la percepción del arte: quién entra al panteón y quién no. Así, ciertas obras clásicas son guardadas como piezas de museo, y es la obligación del público de izquierda el admirarlas adecuadamente, el estudiar a conciencia para lograr llegar a ese momento sublime donde uno se “adueña” de una obra consagrada más. Mientras no entienda a Joyce, dirá que el Ulysses es sublime, y buscará secretamente las razones intelectuales para que le guste. Privadamente se quedará dormido escuchando “La Consagración de la Primavera” de Stravinsky, pero repetirá las palabras de alabanza del prospecto interno del CD. Es claro que esta nueva forma de fundamentalismo genera detractores a su vez, y existe una fracción aún más chica que se opone a la oposición. La “izquierda de la izquierda” buscará afanosamente lo no institucionalizado, ni por la izquierda ni por la derecha. Así, rescatará bizarros héroes de la antigüedad, o un catálogo ilustre de desconocidos. La izquierda de la izquierda se caracteriza por no tener un sustento teórico (a diferencia de la izquierda pura): es simplemente la felicidad de pertenecer a un grupo selecto que desprecia lo aceptado. En el campo de la música popular escucharán My Bloody Valentine o Mercury Rev, para oponerse a Radiohead o a Massive Attack, quienes a su vez nacieron para oponerse a, digamos, Backstreet Boys o a Madonna. El modus operandi de cada facción es diferente: Madonna tratará de escuchar todo y rescatar lo que pueda generar algo novedoso al oído promedio y que a la vez sea lo más masivo posible. Normalmente beberá de (copiará de, se inspirará en, contratará a) las aguas de los innovadores: que pase al frente la izquierda. En la izquierda las cosas son mucho más lentas; se generan burbujeos creativos: un contexto que tarda años en formarse, y que incluye normalmente a muchos artistas. De este burbujear, uno o dos salen a la luz y son los que imponen el estándar, los que formalizan finalmente el producto. Los que lograron ser referentes son la mayor parte de las veces los mejores exponentes de cada movimiento; luego queda el sustrato, que es donde abreva la izquierda de la izquierda. Si Kid A de Radiohead resultó novedoso y norma y patrón de lo que vendrá, esa innovación fue en realidad el resultado de años de burbujear, y la izquierda de la izquierda siempre podrá decir “eso se hacía años antes, no sé qué creen haber descubierto”. Naturalmente aducirán nombres que nadie excepto ellos conocen, y se regodearán en la pertenencia a ese club selecto. Hay una diferencia, sin embargo: la izquierda necesita un sustento teórico, mientras que la izquierda de la izquierda lo ignora, porque la teoría es también institución, y hay que despreciarla. Si Radiohead trabaja con complejos patrones rítmicos fuera del alcance de sus pares que no abandonan el 4/4, si busca activamente nuevas formas armónicas que requieren un cierto estudio formal (ver la fascinación que Radiohead ejerce sobre los espectadores de música clásica), si incorpora innovaciones tecnológicas en forma estructurada, la izquierda de la izquierda preferirá ignorar esto para decir “pero esos ruiditos ya se usaban antes”. Preferirá preterir todo lo formal (medidas de división de compases, armonía) para no gustar de Radiohead, porque se ha consagrado en el panteón de la izquierda: ergo, algo malo tendrá. Radiohead les parecerá demasiado popular para que ellos puedan disfrutarlo, o dirán “sólo cuando eran desconocidos hacían cosas dignas de escucharse”. Se vanagloriarán de haberlos escuchado cuando nadie los escuchaba, pretenderán que los discos menos maduros son los únicos buenos, los despreciarán por “vendidos al sistema” (para los fanáticos de Radiohead, ellos son los que innovan sin importar las tendencias comerciales, por lo tanto son todo menos “vendidos”, naturalmente). El otro aspecto de la izquierda de la izquierda es aún más reaccionario: el reivindicar viejos artistas que ya son impresentables. Así, querrán que la “Coca” Sarli sea una gran actriz, y las películas de Armando Bo, clásicos. Rescatarán a ABBA o a los Beach Boys, porque es obligación que los artistas hayan sido a la vez populares en su época, pero ya no considerados válidos hoy. Inútil advertir que en este procedimiento prima, nuevamente, la oposición a la institucionalización en cualquiera de sus formas. Los productos que rescatan son, justamente, los desechos de la derecha: los productos comerciales que fueron descartados por el tiempo, porque la derecha no tiene memoria formal como la izquierda. Alguna vez Madonna o Michael Jackson serán pasto de la futura izquierda de la izquierda. La derecha nunca ha temido al ridículo en pos de ganar dinero, y con el tiempo las modas tienden a verse sin pasión con una sonrisa. El guante blanco de Michael Jackson, las pinturas de Kiss, los trajes de Locomía, los peinados extravagantes y las calzas del metal de los 80s… estas cosas, que nos parecen tan graciosas hoy, se restablecen por bizarras cuando han pasado cierto límite, a través de la izquierda de la izquierda.
Así, el círculo se cierra: el burbujear creativo genera un grupo de artistas de los cuales la izquierda elige unos pocos para convertir en próceres. Los desechos son utilizados por la izquierda de la izquierda, y las enseñanzas, por la derecha. Cuando la fruta se pudre y queda en el pasado, ahí estará la izquierda de la izquierda para rescatarla bajo un manto de ironía y sarcasmo: no vayan a creerse que hablan en serio. Por diferenciarse de, por pertenecer a, por formar parte inconsciente de un patrón, muchos individuos pierden de vista el propósito esencial del arte: producir felicidad. Al excluir por ideologías un enorme conjunto de obras, estos individuos no saben que, finalmente, están excluyendo la posibilidad de obtener más “momentos estéticos”, esos momentos en que una obra nos conmueve internamente algún aspecto de nuestra humanidad.

¿intelectuales y artistas de izquierda vs de derecha? - Yahoo! México Respuestas

¿intelectuales y artistas de izquierda vs de derecha?
izquierdos
Mario Bennedetti,Gabriel Garcia Marquez,Leon Tolstoi,Victor Hugo,Maximo Gorki

Diego Rivera,David Alfaro Siqueiros

Joan Manuel Serrat,Antonio Machado

Sergei Einstein etc

vs

derechos
mario vargas llora y…ahhhh…mmmmm¿alguna sugerencia?

Vargas Llosa inspira :D:D Y una amiga del facebook, pintora, pero muy facha para su edad (aunque lo niegue), pero entendible, ya que nació y se crió en Chamical (este pueblo creció alrededor de una base militar).

Izquierda y derecha en la percepción del arte « Seikilos

Izquierda y derecha en la percepción del arte
Cuando era más joven, creía en el fundamentalismo en el arte. Creía que el leer determinados libros excluía el leer otros, que una música era la verdad esencial y las otras meras fantasmagorías o imposturas, que un cine había dicho para siempre lo que los otros intentaban en vano decir. Veía el arte como algo lineal, donde todo era comparable con todo, en términos de mejor o peor. Luego me fui dando cuenta de que el recibir arte es simplemente el recibir felicidad, de una manera o de otra. Y que la felicidad aguardaba a la vuelta de cualquier esquina: sí, también en alguna página de un escritor menor o en una canción sencilla.
A medida que ciertas formas de arte popular (la música, el cine, los libros) se fueron acomodando dentro del sistema capitalista, la percepción del arte tendió a fragmentarse en términos de “a favor de/en contra de”. Un poco como los partidos políticos de derecha y de izquierda. Por un lado, el arte masivo: en el cine, son las películas de Hollywood; en la música, el pop prefabricado; en los libros, los bestsellers (estoy consciente de que estoy sobresimplificando). Por otro lado, los que están en contra de estos productos porque “son obviamente generados con el afán de ganar dinero”. Entonces nuestra segunda fracción (llamémosle la izquierda) apoyará incondicionalmente las películas europeas o que critiquen al sistema capitalista, la música que conscientemente busque la innovación y que vaya a contramano explícito de lo que se ofrece en el mainstream, los libros de escritores cultos y refinados, o que posean cierta sofisticación lingüística. Esto en realidad es un fenómeno mucho más complejo; existe también la estruturación formal o histórica: la música clásica, las películas de Godard o de Orson Welles, la tragedia griega, por sólo dar algunos ejemplos que también se oponen a “la derecha del arte”. Al igual que en la política, la derecha es mucho más pragmática que la izquierda, y no duda en canibalizar los logros de la experimentación izquierdista, si estos logros pueden ayudar a vender más. No tienen un sentido religioso acerca de qué es arte y qué no, o si es arte o no. Sólo procuran entretener a su público. Este afán es el que más ofende a la izquierda: la idea de “rebajar” el arte a un mero entretenimiento. Pero vuelvo a mi idea original: el arte debería ser una fuente de felicidad; para la derecha, una felicidad momentánea y rica, para la izquierda, una experiencia trascendente.
Estos dos establecimientos que se oponen generan la idea de una competencia, pero es una idea falsa. El arte de derecha sólo quiere que la mayor cantidad de gente disfrute de la obra (naturalmente, para ganar más dinero), y no busca la oposición por filosofía a la izquierda. No le interesa. En cambio es la izquierda quien desea diferenciarse. Esta diferenciación genera la institucionalización de la percepción del arte: quién entra al panteón y quién no. Así, ciertas obras clásicas son guardadas como piezas de museo, y es la obligación del público de izquierda el admirarlas adecuadamente, el estudiar a conciencia para lograr llegar a ese momento sublime donde uno se “adueña” de una obra consagrada más. Mientras no entienda a Joyce, dirá que el Ulysses es sublime, y buscará secretamente las razones intelectuales para que le guste. Privadamente se quedará dormido escuchando “La Consagración de la Primavera” de Stravinsky, pero repetirá las palabras de alabanza del prospecto interno del CD. Es claro que esta nueva forma de fundamentalismo genera detractores a su vez, y existe una fracción aún más chica que se opone a la oposición. La “izquierda de la izquierda” buscará afanosamente lo no institucionalizado, ni por la izquierda ni por la derecha. Así, rescatará bizarros héroes de la antigüedad, o un catálogo ilustre de desconocidos. La izquierda de la izquierda se caracteriza por no tener un sustento teórico (a diferencia de la izquierda pura): es simplemente la felicidad de pertenecer a un grupo selecto que desprecia lo aceptado. En el campo de la música popular escucharán My Bloody Valentine o Mercury Rev, para oponerse a Radiohead o a Massive Attack, quienes a su vez nacieron para oponerse a, digamos, Backstreet Boys o a Madonna. El modus operandi de cada facción es diferente: Madonna tratará de escuchar todo y rescatar lo que pueda generar algo novedoso al oído promedio y que a la vez sea lo más masivo posible. Normalmente beberá de (copiará de, se inspirará en, contratará a) las aguas de los innovadores: que pase al frente la izquierda. En la izquierda las cosas son mucho más lentas; se generan burbujeos creativos: un contexto que tarda años en formarse, y que incluye normalmente a muchos artistas. De este burbujear, uno o dos salen a la luz y son los que imponen el estándar, los que formalizan finalmente el producto. Los que lograron ser referentes son la mayor parte de las veces los mejores exponentes de cada movimiento; luego queda el sustrato, que es donde abreva la izquierda de la izquierda. Si Kid A de Radiohead resultó novedoso y norma y patrón de lo que vendrá, esa innovación fue en realidad el resultado de años de burbujear, y la izquierda de la izquierda siempre podrá decir “eso se hacía años antes, no sé qué creen haber descubierto”. Naturalmente aducirán nombres que nadie excepto ellos conocen, y se regodearán en la pertenencia a ese club selecto. Hay una diferencia, sin embargo: la izquierda necesita un sustento teórico, mientras que la izquierda de la izquierda lo ignora, porque la teoría es también institución, y hay que despreciarla. Si Radiohead trabaja con complejos patrones rítmicos fuera del alcance de sus pares que no abandonan el 4/4, si busca activamente nuevas formas armónicas que requieren un cierto estudio formal (ver la fascinación que Radiohead ejerce sobre los espectadores de música clásica), si incorpora innovaciones tecnológicas en forma estructurada, la izquierda de la izquierda preferirá ignorar esto para decir “pero esos ruiditos ya se usaban antes”. Preferirá preterir todo lo formal (medidas de división de compases, armonía) para no gustar de Radiohead, porque se ha consagrado en el panteón de la izquierda: ergo, algo malo tendrá. Radiohead les parecerá demasiado popular para que ellos puedan disfrutarlo, o dirán “sólo cuando eran desconocidos hacían cosas dignas de escucharse”. Se vanagloriarán de haberlos escuchado cuando nadie los escuchaba, pretenderán que los discos menos maduros son los únicos buenos, los despreciarán por “vendidos al sistema” (para los fanáticos de Radiohead, ellos son los que innovan sin importar las tendencias comerciales, por lo tanto son todo menos “vendidos”, naturalmente). El otro aspecto de la izquierda de la izquierda es aún más reaccionario: el reivindicar viejos artistas que ya son impresentables. Así, querrán que la “Coca” Sarli sea una gran actriz, y las películas de Armando Bo, clásicos. Rescatarán a ABBA o a los Beach Boys, porque es obligación que los artistas hayan sido a la vez populares en su época, pero ya no considerados válidos hoy. Inútil advertir que en este procedimiento prima, nuevamente, la oposición a la institucionalización en cualquiera de sus formas. Los productos que rescatan son, justamente, los desechos de la derecha: los productos comerciales que fueron descartados por el tiempo, porque la derecha no tiene memoria formal como la izquierda. Alguna vez Madonna o Michael Jackson serán pasto de la futura izquierda de la izquierda. La derecha nunca ha temido al ridículo en pos de ganar dinero, y con el tiempo las modas tienden a verse sin pasión con una sonrisa. El guante blanco de Michael Jackson, las pinturas de Kiss, los trajes de Locomía, los peinados extravagantes y las calzas del metal de los 80s… estas cosas, que nos parecen tan graciosas hoy, se restablecen por bizarras cuando han pasado cierto límite, a través de la izquierda de la izquierda.
Así, el círculo se cierra: el burbujear creativo genera un grupo de artistas de los cuales la izquierda elige unos pocos para convertir en próceres. Los desechos son utilizados por la izquierda de la izquierda, y las enseñanzas, por la derecha. Cuando la fruta se pudre y queda en el pasado, ahí estará la izquierda de la izquierda para rescatarla bajo un manto de ironía y sarcasmo: no vayan a creerse que hablan en serio. Por diferenciarse de, por pertenecer a, por formar parte inconsciente de un patrón, muchos individuos pierden de vista el propósito esencial del arte: producir felicidad. Al excluir por ideologías un enorme conjunto de obras, estos individuos no saben que, finalmente, están excluyendo la posibilidad de obtener más “momentos estéticos”, esos momentos en que una obra nos conmueve internamente algún aspecto de nuestra humanidad.

¿intelectuales y artistas de izquierda vs de derecha? - Yahoo! México Respuestas

¿intelectuales y artistas de izquierda vs de derecha?
izquierdos
Mario Bennedetti,Gabriel Garcia Marquez,Leon Tolstoi,Victor Hugo,Maximo Gorki

Diego Rivera,David Alfaro Siqueiros

Joan Manuel Serrat,Antonio Machado

Sergei Einstein etc

vs

derechos
mario vargas llora y…ahhhh…mmmmm¿alguna sugerencia?

Te agrego a Hitler que era pintor y el destino hizo que se meta en politica…igualmente considero que el Fuhrer esta ubicado en una tercera posicion ideologica

Wagner (genio), Borges, Piazzola (genio), Spilberg… Palito Ortega ?? :stuck_out_tongue:

Cacho Castaña?

el boludo que hace los chistes de clarin ja

Borges. Sabato se podría discutir. Bioy Casares? Mujica Lainez?

Agrego:

Izquierda: Chaplín, Neruda y Roger Water.

Derecha: el baterista de Def Leppard…

De gente como vos esta llena el infierno.:mrgreen:


Estaba buscando el video donde VHM menciona este tema, que decía que la gran mayoría de intelectuales y artistas de primer nivel tenían tendencia a la izquierda… Por eso las corporaciones veneran y promocionan tanto a Vargas Llosa. Porque cuesta encontrar un ejemplar valioso en la derecha

No coincido con lo que estas tratando de demostrar, Master.

Practicamente el 80% de la cultura que existe y consumimos en occidente es de derecha y no se si me quedo corto. Conta a todos los productores y escritores de Hollywood y no termina mas la lista…

Si algunos intelectuales y artistas de izquierda logran sobresalir es precisamente porque se salen de la norma.

Si leiste el primer artículo, coincide con tu postura. La segunda parte es una pregunta de yahoo respuestas, y lo último es una visión de VHM, pero apuntando a los escritores, no a la TV y al cine


Es más, no existe cine norteamericano de izquierda. Y te diría que tampoco TV privada

No, no lei el articulo :oops:

Simplemente tome tu planteo/pregunta sobre intelectuales Y ARTISTAS de derecha siendo menos que los de izquierda, algo con lo que no coincido. No entendi que apuntabas exclusivamente a la literatura

Es como los que dicen que hay mas economistas de derecha que de izquierda… que se yo, es para discutirlo.

Johnny Ramone mas gorila no podía ser.

Algunos dicen que los economistas no tienen ideología, que se acomodan a las circunstancias y a los deseos del jefe, tipo Boudou. Pero claramente hay economistas que ven una única posibilidad válida

El artículo aparece en la primera página. Lo de Víctor Hugo apuntaba a los intelectuales debido al asunto feria del Libro

Particularmente, pienso que hay tendencias según la rama artística, y algunas tendencias con más éxitos que otras

en música, cine y TV: la derecha tiene más éxito
en literatura y pintura, la izquierda tiene más representantes

No es excluyente, solo una tendencia

El texto no habla de derecha e izquierda en terminos politicos sino en terminos mas generales, de conservadurismo e innovación.
Me hizo acordar mucho a la teoría de las dos vertientes, la primera que sería la que en este texto llama la derecha, es la que se mueve dentro del mundo de lo establecido.
La segunda vertiente, la izquierda, sería la que siempre busca innovar.

Ocurre entre estas dos vertientes una curiosa paradoja, ya que la 2da es la que está destinada siempre a ganar, pero en el triunfo encuentra su fracaso.

El poder establecido, la derecha, el conservadurismo siempre será derrotado por la innovación, a la larga o a la corta, la moda cambiará, perdera su auge y será derrotado por la tendencia innovadora, pero es en ese mismo momento de triunfo que la tendencia deja de innovar para establecerse y de esa manera compra su derrota, que no es definitiva, ya que al mismo tiempo, la izquierda volvera a generar una nueva innovación, destinada a, como dice el texto, burbujear por un tiempo hasta tomar el poder y asi completar la maquinaria infinita de las dos vertientes.

Podrías mencionar una gran cantidad de nombres si es así.
De izquierda fueron mencionados varios, pero netamente de derecha, muy pocos.

A que te referis con “netamente” de derecha ?

En serio pensas que la mayor parte de la cultura que esta disponible no es de derecha ?
Cuanto de la cultura es “netamente” de izquierda por caso ?

Se mencionaron varios artistas de derecha en lo que va del thread, tambien. Y no, sorry, pero no voy a postear la lista de todos los escritores, productores, actores, musicos y directores de Hollywood.

Netamente… tal vez exageré. Me refiero a personas que expresen en sus palabras y en sus obras que son de derecha.

No, yo no pienso eso. El que mencionó porcentajes fuiste vos.

Esto no responde ninguna de tus preguntas pero sirve para agregar. Lo importante de este tema es lo que se expresan en sus obras, no lo que dicen. A mí, de Charly García me importan sus letras, no si quiere hacerse el Hitler. Lo mismo de Ricardo Iorio. Vos, por lo que dice, podés decir que es de derecha, pero si leés sus letras no lo pensás.

Por lo tanto, para hablar de arte de izquierda y derecha hay que hablar de eso, arte de izquierda y de derecha. Si hablamos de Mercedes Sosa, mencionemos las letras que elegía para cantar, no si vivía en Miami.

De derecha que se me vienen a la mente:

Johnny Ramone : “Un punk de izquierda es un maldito hippie”
Ted Nugent
Kid Rock
Gene Simmons
Alice Cooper
Ian Curtis
50 Cent
Elvis Presley
Moe Tucker
Phil Collins
Sammy Haggar
ZZ Top
Michael Graves (ex cantante de Misfits)
Joe Perry