Por rivales, contexto y cantidad de minutos jugados es muy prematuro hacer un análisis demasiado exhaustivo del equipo. Más alla de que es un semestre donde el resultadismo es nuestra religión muy por encima de las formas, nunca esta de más tratar de buscar por donde se puede potenciar aún más este andar solidario, efectivo y a conciencia que muestra este River.
Quiero puntualizar en un aspecto del equipo del cuál esperaba otro tipo de funcionamiento, por lo menos desde las intenciones, que es en el tándem Lamela-Lanzini, basado pura y exclusivamente en la sociedad y no en lo individual. Así como el conjunto Almeyda-Acevedo es fundamental para el aspecto defensivo del equipo, espero con muchas ansias que esta dupla de jóvenes con enorme potencial pueda ser igual de determinante en el otro costado de la cancha. Pero para eso deberán buscarle la vuelta al hecho de empezar a trabajar y a potenciarse en conjunto, algo que en estos 180 minutos no se ha visto ni en cuentagotas.
Uno tuvo un muy buen partido en Victoria y un regularcito encuentro ante Huracán. El otro empezó a jugar el campeonato después del entretiempo de ayer. Es lógico que sus juventudes los transformen en irregulares y que los altibajos sean constantes. Por momentos se notan perdidos en el campo y se superponen en los movimientos, quedando lejos del circuito ofensivo o del desarrollo de la jugada, un aspecto que creo que va de la mano con el hecho de que se están acostumbrando a un esquema que no mamaron de más chicos y que los obliga a realizar otras funciones dentro del campo.
Tienen características parecidas desde el desequilibrio individual, aunque para mí Lanzini es más para la pausa y Lamela más para el vértigo, y allí es donde deben entrelazar sus fuerzas para ser aún más explosivos trabajando de a dos. Necesitan buscarse más, promover a ese juego de precisión en velocidad del cuál son capaces para facilitar la búsqueda de huecos en la defensa rival. Ellos saben que tienen libertades, que no están atados a una posición rígida y fija a partir de los 3/4 de campo rival, y eso por un lado los suelta y los libera pero por el otro tambien les hace perder referencias.
Estoy convencido de que con el correr de los partidos van a saber mejor dónde ubicarse más tiempo del juego cada uno para poder sacar más ventajas. Ayer Lamela por momentos encontró un sector que lo potencia como ninguno y que para mí es el ideal: el de mediapunta recostado levemente hacia la izquierda. A Lanzini lo veo unos metros más atrás, para ser quien reciba a espalda de los volantes y actúe más de nexo con panorama neto de frente. Es cuestión de que los minutos corran y de que el equipo siga aceitándose partido a partido para que vayan encontrando más variantes no solo entre ellos sino con el resto.
Lo importante es que, desde lo individual, ya demostraron que están a la altura para aprobar las materias. Falta que aprendan a sobredimensionarse en conjunto para que el equipo pueda dar un saltito más de claidad dentro de las limitaciones que tenemos. Inevitablemente deben seguir aprendiendo del juego del error para eso, pero bienvenido sea cuando se trata de jugadores con tanta calidad y futuro.
Finalmente, me quedo con otros dos puntos a mejorar:
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Por un lado, el vicio y la manía por momentos exasperante de perder la paciencia planteando ataques como en el rugby. En el primer tiempo de ayer y en gran parte del partido en Victoria hubo mucho “pelotazo y a la carga” o “pelotazo y adelantarse para agarrar el rebote”. Estas maneras no suelen ir de la mano con la efectividad ante equipos que vienen pura y exclusivamente a defenderse como Huracán. Si durante toda la segunda parte se tuvo la paciencia para arriesgar con el juego por el piso en gran parte del mismo, sabiendo que enfrente hay un equipo limitado desde la marca y la oposición en el mano a mano ¿Por qué no hacer más escuela con eso desde el inicio?
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Por el otro, la poca o nula cantidad de veces que suelo coincidir con los momentos y los nombres elegidos por López en el 90% de las sustituciones. Para mí no lee tan bien el juego desde el banco de suplentes como si lo hace bárbaro en los planteos del minuto cero.
Hasta aca, se han jugado los dos partidos que López quiso jugar y que a River más le convenían, y eso es un mérito absoluto de un DT que cayó del cielo para bañarnos de realismo. Las señales son buenas, pero estamos al límite con el recambio, con el plantel, con el juego y con los puntos. Seguimos haciendo equilibrio en una línea muy delgada, pero afortunadamente con resultados y rendimientos que acompañan a la causa…