Te agradezco la invitación gus, pero no voy ni que me paguen, si bien filmus me parece un tipo respetable, que por lo que sé no está sucio como las grandes lacras del kirchnerismo, no voy ni en pedo.
Desde el seno del Gobierno, se ha construido un aparato de difusión y propaganda que agrede al pluralismo
Martes 26 de abril de 2011 | Publicado en edición impresa Comentá (72) (javascript:print())(javascript:void(0)(javascript:void(0)(javascript:void(0)
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Entre las numerosas señales de involución de estos años en la Argentina, una de las más elocuentes es la restricción a la libertad de expresión. Esa limitación no se ejerce sólo a través de las distintas modalidades de hostigamiento oficial a periodistas y medios de comunicación independientes. Desde el seno del Gobierno, se ha construido y se alimenta un aparato de difusión y propaganda cuyo funcionamiento constituye una agresión al pluralismo.
Ese dispositivo está integrado por el sistema estatal de medios de comunicación y por una red paraoficial de empresas periodísticas que se solventa con recursos del Estado. El cometido principal de esos periódicos, radios, canales de TV, portales de Internet, con los que se alinea la agencia estatal Télam, es realizar la apología del Gobierno y, sobre todo, injuriar a aquellos a los que el kirchnerismo identifica como opositores. En muchos casos, los contenidos de las publicaciones o transmisiones son elaborados y provistos por los servicios de inteligencia del Estado.
Esa comparsa informativa se presenta a sí misma en la categoría de “periodismo militante”. El concepto define para la prensa la misión de embanderarse en la disputa del poder, poniéndose al servicio de un proyecto político partidario.
Esta manera de entender el periodismo y su papel en la sociedad puede ser discutible, sobre todo por aquellos que ven en el espíritu crítico contra cualquier expresión del poder la esencia de la prensa. Aun así, ha sido honrada por una larga tradición. En América latina tuvo su mejor momento durante el siglo XIX, pero sobrevivió en la centuria pasada sobre todo a través de algunas publicaciones partidarias o confesionales, que se reivindican como la expresión de un punto de vista. En Europa, la misma tradición se mantuvo vigorosa hasta nuestros días.
El uso que el kirchnerismo viene haciendo de este modo de entender el oficio periodístico supone una falsificación. La “prensa militante”, cuando constituye un engranaje del Estado, es prensa autoritaria. Muy sencillo: los recursos de los contribuyentes jamás deben ser puestos al servicio de un proyecto de facción. Y es éste el vicio en que incurre de manera cada vez más escandalosa el actual oficialismo.
Las manifestaciones de esta desviación son innumerables. Basta observar la pantalla de Canal 7 y advertir cómo su dirección periodística se ha convertido en una central de propaganda. Algo similar sucede con la agencia estatal de noticias.
La utilización de los espacios de publicidad monopolizados por el Estado durante las transmisiones de fútbol son otra muestra de la misma irregularidad: se han convertido en una incesante campaña publicitaria del partido oficial, que va desde la divulgación de estadísticas de obra pública hasta la mistificación de la figura del fallecido Néstor Kirchner. Esta dimensión propagandística es, sin embargo, accesoria, frente a la permanente descalificación de los adversarios de la gestión oficial o de los que la critican.
El uso del sistema de medios estatales para la defensa del oficialismo se basa en un criterio que fue defendido de forma explícita por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, hace pocos días. “Los medios públicos están al servicio del Gobierno”, dijo el ministro. Esa interpretación hunde sus raíces en las experiencias más agresivas para el sistema democrático: desde el fascismo de Benito Mussolini hasta el comunismo de Fidel Castro, pasando por el stalinismo, todo empeño autoritario estuvo acompañado de un proyecto periodístico estatal.
La confesión de Randazzo expresa una pretensión inconfesable del Gobierno: la de convertir al oficialismo en una voz dominante, capaz de arrinconar toda interpretación de la vida pública que suponga una lectura crítica respecto de quienes ejercen el poder. Mussolini lo dijo mejor que Randazzo en su discurso a los periodistas del 10 de octubre de 1928: “En un régimen totalitario, la prensa es un elemento de ese régimen, es una fuerza puesta al servicio de ese régimen”.
La democracia argentina se debe a sí misma un nuevo régimen de medios de comunicación públicos, que garantice la pluralidad de voces y el equilibrio de los criterios del Gobierno con los de la oposición. Un sistema de esa naturaleza sólo puede funcionar si se lo sustrae de la dependencia del Poder Ejecutivo y se lo somete al estricto control del Congreso. La reforma a la ley de radiodifusión impulsada por la Casa Rosada pasó a años luz de esta agenda.
Si la tendencia a asfixiar cualquier disonancia es siempre grave, en un año electoral se vuelve más peligrosa. Sobre todo, porque la lucha por conservar el poder puede acentuar esa propensión. Ya está sucediendo: la reglamentación de la ley electoral elimina el derecho de los partidos a divulgar con libertad sus ideas, ya que los deja a merced de la publicidad que les asigna el Estado. En cambio, el Gobierno no se impone restricción alguna respecto de la propaganda oficial ni del uso de la cadena nacional. Esa reglamentación achica aún más el cerco que el kirchnerismo ha tendido sobre la libre circulación de los mensajes en la Argentina.
Para que no queden dudas sobre la orientación que ha ido tomando el oficialismo en los últimos meses, autoridades de la Universidad Nacional de La Plata otorgaron un premio a uno de los máximos enemigos de la libertad de expresión en América, Hugo Chávez, por sus aportes al periodismo y a la comunicación. Y casi al mismo tiempo el director de la Biblioteca Nacional quiso censurar la participación de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro.
Ante estas inquietantes señales, conviene recordar la advertencia del filósofo Theodor Adorno, cuando sostuvo que “una de las desviaciones de las que más debe cuidarse toda democracia es de su tendencia secreta a convertirse en dictadura”.
dios mio el que escribio esa nota merece que lo azoten un grupo de kirchneristas en plena plaza de mayo para que hable con razon ,ni ganas te dan de rebatir las barbaridades que puso.
Me gusta porque según vos la nación y clarin te lavan el cerebro, 67 rocho, página 12, el argentino, bajada de linea, el de tontognetti, tvr y demás no lo hacen no?
Qué de la nota no es cierto? el mismo randazzo lo dijo bien clarito.
Y qué tiene que ver? acaso lo que dice la nota es falso? y lo pasaron por el quilombo que se armó sino ni en pedo lo daban y para que los de 678 pudieran decir vieron hablan de cercenamiento de la libertad de expresión pero el discurso lo pasamos, perdón lo pasó el canal del ESTADO no del GOBIERNO.
Dijo “Estan al servicio del Gobierno, no de un partido politico”. Leida sin mala intencion, surge a todas luces que donde dijo Gobierno apunto a decir Estado. Igualmente, flor de furcio.
Como que tiene que ver?
Decir que lo pasaron por el quilombo que se armo sino ni en pedo lo daban es una suposicion tuya nomas Ariel. El hecho objetivo es que se paso todo el discurso, completito.
Pero asi es el analisis que hacen “ustedes”: Si lo paso, lo hicieron por todo lo que paso sino ni en pedo lo daban. Si no lo pasaban, que hijos de puta que son los k que vulneran el derecho a la libre expresion y no pasan el discurso de un premio nobel…
Pase lo que pase, siempre, le encuentran la vuelta para la critica. Y lo peor de todo, es que eso mismo es lo que “ustedes” le recriminan a todos aquellos que apoyan al gobierno.
Y sí, lindo acto fallido. Sabés muy bien matías que lo pasaron por eso, la inocencia supongo la perdiste hace rato. Creo que la nota del diario de mitre no está tan errada, me parece nomás.
A lo resaltado, claramente, si yo mismo te lo admiti arriba.
Respecto a lo otro, me das la derecha en esto
Si lo paso, lo hicieron por todo lo que paso sino ni en pedo lo daban. Si no lo pasaban, que hijos de puta que son los k que vulneran el derecho a la libre expresion y no pasan el discurso de un premio nobel…
Sí, te doy la derecha, igual no sé si es obligación del canal del estado de pasar el discurso.
Ahora me gustaría saber más allá del sesgo idelógico de la nación qué es falso de lo que dice ahí?
No se como llegué acá, pero leí ésto y me pareció muy gracioso. El pibe plantea una ‘‘revolución de la clase alta’’ No existe una revolución de la clase alta porque la misma tiene todos los beneficios que el mundo le puede proveer a un ser humano, comida, comfort, tecnología, etc, etc, en resumen, mucho dinero. Están ‘‘cómodos’’ en éste mundo. Son unos muy pocos que se sienten ‘‘incómodos’’ con los demás. Tu pensamiento es propio de un monstruo más que de un humano.
Entre las numerosas señales de involución de estos años en la Argentina, una de las más elocuentes es la restricción a la libertad de expresión. Esa limitación no se ejerce sólo a través de las distintas modalidades de hostigamiento oficial a periodistas y medios de comunicación independientes. Desde el seno del Gobierno, se ha construido y se alimenta un aparato de difusión y propaganda cuyo funcionamiento constituye una agresión al pluralismo.
Falso. Jamas en la historia argentina hubo mas libertad de expresión que ahora, mas libertad de prensa que ahora. Por lo que trinan no es por la libertad de expresión ni la de prensa, sino por los limites a la libertad de empresa, que es la unica que verdaderamente les importa.
Ese dispositivo está integrado por el sistema estatal de medios de comunicación y por una red paraoficial de empresas periodísticas que se solventa con recursos del Estado. El cometido principal de esos periódicos, radios, canales de TV, portales de Internet, con los que se alinea la agencia estatal Télam, es realizar la apología del Gobierno y, sobre todo, injuriar a aquellos a los que el kirchnerismo identifica como opositores. En muchos casos, los contenidos de las publicaciones o transmisiones son elaborados y provistos por los servicios de inteligencia del Estado.
A que se refiere con que “se solventa con recursos del Estado”? Quien paga, “Duro de Domar”?
No se injuria a nadie, muchos se injurian solos. Con solo ver sus dichos y acciones quedan al descubierto. Eso es lo que les molesta. Que ciertos medios han corrido el velo. Primacia de la realidad.
Servicio de inteligencia del Estado que hace los contenidos??? De que habla? Pruebas? Casos?
Esa comparsa informativa se presenta a sí misma en la categoría de “periodismo militante”. El concepto define para la prensa la misión de embanderarse en la disputa del poder, poniéndose al servicio de un proyecto político partidario.
La Nacion no esta al servicio de un proyecto politico partidario? La Nacion y Clarin no son “periodismo militante” (Mas Clarin que La Nacion). Los periodistas no se jactan de ser “el cuarto poder”?
El uso que el kirchnerismo viene haciendo de este modo de entender el oficio periodístico supone una falsificación. La “prensa militante”, cuando constituye un engranaje del Estado, es prensa autoritaria. Muy sencillo: los recursos de los contribuyentes jamás deben ser puestos al servicio de un proyecto de facción. Y es éste el vicio en que incurre de manera cada vez más escandalosa el actual oficialismo.
Otra vez con los recursos de los contribuyentes? Quienes son los contribuyentes? Todos? O solo los contribuyentes “opositores”?
Las manifestaciones de esta desviación son innumerables. Basta observar la pantalla de Canal 7 y advertir cómo su dirección periodística se ha convertido en una central de propaganda. Algo similar sucede con la agencia estatal de noticias.
La utilización de los espacios de publicidad monopolizados por el Estado durante las transmisiones de fútbol son otra muestra de la misma irregularidad: se han convertido en una incesante campaña publicitaria del partido oficial, que va desde la divulgación de estadísticas de obra pública hasta la mistificación de la figura del fallecido Néstor Kirchner. Esta dimensión propagandística es, sin embargo, accesoria, frente a la permanente descalificación de los adversarios de la gestión oficial o de los que la critican.
La divulgación de estadisticas de obra publica es una obligación constitucional. Publicidad de los actos de gobierno. En lo de Kirchner, te doy la derecha. Me parece una huevada poner eso en los partidos.
El uso del sistema de medios estatales para la defensa del oficialismo se basa en un criterio que fue defendido de forma explícita por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, hace pocos días. “Los medios públicos están al servicio del Gobierno”, dijo el ministro. Esa interpretación hunde sus raíces en las experiencias más agresivas para el sistema democrático: desde el fascismo de Benito Mussolini hasta el comunismo de Fidel Castro, pasando por el stalinismo, todo empeño autoritario estuvo acompañado de un proyecto periodístico estatal. La confesión de Randazzo expresa una pretensión inconfesable del Gobierno: la de convertir al oficialismo en una voz dominante, capaz de arrinconar toda interpretación de la vida pública que suponga una lectura crítica respecto de quienes ejercen el poder. Mussolini lo dijo mejor que Randazzo en su discurso a los periodistas del 10 de octubre de 1928: “En un régimen totalitario, la prensa es un elemento de ese régimen, es una fuerza puesta al servicio de ese régimen”.
Ya hablamos lo de Randazzo. Me remito a lo dicho anteriormente.
La democracia argentina se debe a sí misma un nuevo régimen de medios de comunicación públicos, que garantice la pluralidad de voces y el equilibrio de los criterios del Gobierno con los de la oposición.Un sistema de esa naturaleza sólo puede funcionar si se lo sustrae de la dependencia del Poder Ejecutivo y se lo somete al estricto control del Congreso. La reforma a la ley de radiodifusión impulsada por la Casa Rosada pasó a años luz de esta agenda.
Me esta jodiendo el autor o me esta hablando en serio?
Para que no queden dudas sobre la orientación que ha ido tomando el oficialismo en los últimos meses, autoridades de la Universidad Nacional de La Plata otorgaron un premio a uno de los máximos enemigos de la libertad de expresión en América, Hugo Chávez, por sus aportes al periodismo y a la comunicación. Y casi al mismo tiempo el director de la Biblioteca Nacional quiso censurar la participación de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro.
Al margen del error de Gonzalez (que ya remarque cuando hablamos del tema), no se quiso censurar a nadie. De hecho, vino e inauguro la feria. Y la transmitio en vivo y en directo la TV Publica. Igualito a lo que hace TN con los actos del Gobierno, que son un poquitito mas importantes para el pais que el discurso del premio nobel. Que Chavez es un enemigo de la libertad de expresión es una payasada. Lo que les molesta es que no les renovo las licencias a los medios golpistas. Lo que les molesta es que vieron afectada su libertad de empresa, no de prensa. Como debe ser.
Ante estas inquietantes señales, conviene recordar la advertencia del filósofo Theodor Adorno, cuando sostuvo que “una de las desviaciones de las que más debe cuidarse toda democracia es de su tendencia secreta a convertirse en dictadura”.
Completamente de acuerdo. Clarin y La Nacion en su momento la incentivaron, la apoyaron y le dieron poder economico y politico. Sirvieron de panfleto dictatorial. Esa frase decile que la pegue en el despacho de Mitre y que le gire original con 3 copias a Magnetto y a Doña Ernestina.
Ahi tenes Ariel lo que pienso de esa nota plagada de falsedades.
El problema no es La Nación, que siempre tuvo una línea editorial determinada. Me quejo de los que repiten como loros lo que ahí sale, los que lo toman como verdad revelada toda información extraída de ese diario. Es decir, los que se dejan lavar el cerebro. Entre otras cosas, porque no se informan por otros medios. Yo leo Clarín, La Nación y Perfil tanto como Página 12, y puedo decir cuando 678 manipula información deslealmente, tergiversa o miente. ¿Te leí alguna vez reconocer una mentira de La Nación y Clarín? Y eso que es cosa de todos los días, eh…