Hoy no quise leer los diarios. Traté de no escuchar radio y apenas si, de refilón, me entero algo de lo que pasa porque ahora en esta casa se prende la tele desde temprano. Traté, también, de no leer el tuiter y sólo pispear los títulos de los blogs que sigo.
Por qué?
Porque creo que en momentos críticos hay que pensar autónomamente por un rato antes de salir a consumir opinión. Y este es un problema severo del periodismo actual: se ha abandonado la misión de informar para caer en una actitud que sí es propia y constitutiva de las redes sociales: el opinionismo.
Yo, acá, en este sitio, muy ocasionalmente “informo” de algo. Y menos que menos en tuiter. Esta expresión de subjetividad, un aire fresco cuando los blogs políticos surgieron con fuerza allá por 2007 y 2008, parece haber colonizado la totalidad de los formatos periodísticos, donde ya ni siquiera guardan las mascaradas que otrora la prensa “profesional” se jactaba de tener (lo cual era falso, obvio): la objetividad.
Entonces, para leer en Clarín que Moyano es bueno. O para leer en Tiempo que Moyano es un traidor. O para leer en tuiter que Cristina es una gorila. O para leer en un blog que andan postulando que “con las cenizas de los traidores” no sé que huevada van a construir (por cierto: si construyen con cenizas muchachos, la casa les puede llegar a aquedar un poco débil, cuestión de que viene un vientito y te la vuela), prefiero pasar.
Y sentarme a pensar un poquito.
Y entonces pienso:
[b]- Que hay reclamos de Moyano que comparto y son válidos. Por ejemplo, la suba de las asignaciones familiares o lo falta de actualización de ganancias (por supuesto que sé que quienes pagamos ganancias somos, de algún modo, privilegiados en tanto los ingresos que poseemos, pero eso no quita el hecho de que es ridículo que un aumento salarial te genere cobrar menos de neto al final de las cuentas. Y en todo caso, lo que hay que reformular es una política tributaria en términos más amplios, ya que hasta el día de hoy seguimos sin gravar la renta financiera, por ejemplo. Y eso me parece más escandaloso aún).
Que es falso que Moyano haya ido escalando en el conflicto por razones estrictamente gremiales o de defensa de los trabajadores. Porque una situación muy similar afrontaban esos trabajadores hace un año y Moyano bancaba al gobierno. El paro ES político y, por ende, amerita una lectura y una respuesta política.
Que me parece acertado que el gobierno nacional, dictada y desobedecida la conciliación obligatoria, intente garantizar el normal abastecimiento de combustibles. Ya sea aplicando la ley de desabastecimiento, ya sea utilizando la Gendarmería Nacional, que, dicho sea de paso, también está constituida por trabajadores. Y trabajadores tan o más humildes que de otros gremios existentes.
Una obviedad: que cuando uno no quiere, dos no se pelean. Lo que implica que acá hay dos (la Presidenta y Moyano) que decidieron -más no sea tácitamente- que la alianza política que mantenían había llegado a su fin.
Que Moyano ya no tiene mucho más con que tirar. La máxima presión de la que dispone la acaba de usar: el paro. Lo cual me hace pensar que está jugado, pero débil.
Que no hay, nunca hay, posiciones CORRECTAS para todo tipo de situación. Y en todo caso dependemos de nuestra posición personal para saber qué es correcto y qué no. Si yo fuese camionero, lo más probable es que hoy estaría haciendo paro, porque ese es mi colectivo primero. Si yo fuese funcionario de este gobierno, podría salir -o incluso debiera salir- a acusar a Moyano fuertemente por su decisión de parar. Pero yo no soy camionero ni funcionario. Por eso no voy a decir que Moyano es un traidor, del mismo modo que digo que Moyano decidió no formar más parte del colectivo que sí me interpela: la fuerza política que se construye alrededor de este gobierno nacional.
Al cual, por cierto, le voy a seguir pidiendo que no se encierre ni se aísle cada vez más, por la sencilla razón de que pretendo que siga siendo gobierno por mucho tiempo más.
Una pena. Y dos errores. Por lo menos hasta que alguno de los protagonistas me pueda explicar las razones POLITICAS de por qué actuaron cómo actuaron.[/b]
El secretario general de Sanidad, Carlos West Ocampo, destacó que “de los 35 integrantes que fueron elegidos hace cuatro años, la mayoría se retiró del encuentro que se realizó en la CGT”, en el cual se anunció la medida de fuerza.
“Así que están funcionando en minoría; no fue una reunión formal”, indicó West Ocampo.
Al gremio de West Ocampo que manifestó su rechazo al paro y a la movilización a Plaza de Mayo se suman la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), cuyo secretario general Antonio Caló, pretende suceder a Moyano en la CGT; Luz y Fuerza, conducido por Oscar Lescano; Alimentación, por Héctor Daer; Comercio, por Armando Cavalieri; Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), por Gerardo Martínez; y Peones de Taxis, por Omar Viviani.
Otro que no acompañará la medida es la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), cuyo secretario general, Andrés Rodríguez, subrayó que la reivindicación por elevar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias “la tenemos todos los gremios”, pero puntualizó que “eso no justifica que por eso hay que parar el país”.
Tampoco estarán los gremios Obras Sanitarias, la Unión Tranviaria Automotor (UTA), el Sindicato de Encargados de Edificios (SUTERH), el de Obreros Marítimos (SOMU), el de Mecánicos (SMATA), el de Legislativos ni el de Docentes Particulares (SADOP).
Los ferroviarios de La Fraternidad y los de la Unión Ferroviaria también anticiparon su negativa y rechazo al paro y la movilización.
Asimismo, los trabajadores que se encuentran representados por la CTA que conduce Hugo Yasky subrayaron su oposición a la medida. “Nadie nos convoca a un paro por televisión”, argumentó el dirigente.
Por Gerardo Fernández | El paro de los camioneros terminó colocando al gobernador de la provincia de Buenos Aires en aprietos. Se le acota el margen de ambigüedad y ello lo obligará a definir dónde se ubica políticamente.
Finalmente Hugo Moyano levantó el paro ante la embestida de toda la estructura del gobierno y el peronismo que salió sin fisuras a cuadrarse para marcarle la cancha. La convocatoria a un acto para el próximo miércoles y el inmediato levantamiento de la medida de fuerza que desabastecía al país de combustibles muestra al líder camionero como a esos perros que ladran y muestran los dientes pero no paran de recular. Cuando el ministro de planificación Julio De Vido salió al mediodía a anunciar multas a la patronal luego de que ayer denunciara que no le habían atendido sus llamados puso los cañones del gobierno apuntados de tal manera que en horas se acordó un 25 % de aumento, lo que confirma, entre otras cosas que Moyano tiene intereses en los dos lados del mostrador.
Cierto es que el camionero no retrocede con la manos vacías: salió con gran habilidad de la encrucijada de quedar como el responsable de un hipotético desabastecimiento, retrocediendo pero con gran disimulo y quedando posicionado como el único referente con capacidad y ganas de aglutinar la oposición contra el gobierno de Cristina Fernández, y por si fuera poco con la estructura de Clarín atrás que no ahorrará esfuerzos en la operación de blanqueo social y político.
El que sale peor parado de esta escaramuza es el gobernador Daniel Scioli. No sólo hizo mucho ruido que ayer no estuviera en el conflicto mientras Mariotto asumía la conducción, sino que Aníbal Fernández puso en palabras la caracterización más certera cuando dijo que tiene que hacer coincidir sus gestos con sus palabras, que de nada sirve que declame lealtad cuando sus acciones van en un sentido diametralmente opuesto, ya sea cuando jugó al fútbol con Macri mientras Cristina era internada o cuando hace 15 días se sacó fotos con Moyano. Da la impresión que el tiempo de la ambigüedad se le acaba y que tendrá que acelerar los tiempos de las definiciones para que quede bien claro de qué lado está, si con el proyecto que lidera la presidenta o en contra.
El escenario político se comienza a ordenar de otra manera a partir de ahora. Para el gobierno será beneficioso que se visualicen con nitidez quienes están de cada lado y como contracara tendrá a Moyano directamente instalado en la vereda opositora con todo lo que ello implica pues será un hueso muy duro de roer. Sobre todo es un dirigente muy astuto que incluso en muchos momentos lo va a correr por izquierda. En un punto también es positiva una confrontación de este tipo porque obligará al kirchnerismo a desplegar un mejor juego y a dar respuestas en temas que tienen fuerte impacto en lo social.
La buena noticia para la sociedad es que se aventó por ahora el fantasma del desabastecimiento y que se puede retomar la discusión por fuera de las extorsiones. Algo que siempre es muy saludable.
JAJAjAJA Están viendo 678??? se agarraron el filosofo creo que Dante, y uno de bigotes. El de bigotes estaba hablando y Dante le dice: "Para de hablar BOLUDO (jAJAJA) que parece un speech tuyo vamos a hablar del caso de paraguay, "
Y el de bigotes “para, que me interrumpis BOLUDO (JAJASKAS) ???”
Y dante le dice: "Sabes que pasa, que yo vengo SOBRIO, ES LA SOBRIEDAD VISTE ( :lol::lol::lol::lol::lol::lol::lol::lol:)
y los para el conductor asjakjajkajkjajajjjajajajajajaj
La paritaria camionera ocupa el centro del ring. El gremio exige el 30 por ciento de aumento y que las patronales compensen, con una suma de 3.000 pesos, el impuesto a las ganancias. La federación (patronal) ofrece un 18 por ciento en cuotas.
Se siente un descontento entre los compañeros. Sucede que el básico de camioneros está por el suelo: apenas si llega a los 3.500 pesos. Ramas enteras dependen de las horas extras y de las cláusulas por productividad, sean kilómetros o piezas repartidas. La tercerización también resulta una norma en el gremio; por ejemplo, en las empresas de correos. El mito de que con Moyano el salario y las condiciones de trabajo de los camioneros se fueron para arriba está desmentido por la realidad laboral de las empresas de transporte.
Empezaron los paros “sorpresivos”. Del jueves al viernes 15 paró la rama de caudales. La patronal reclamó conciliación obligatoria. Tomada no la dictó; sin embargo, el gremio levantó la medida hasta nueva audiencia.
Pero los “paros sorpresivos” sorprenden aun a los propios trabajadores. No existe un plan de lucha que haya sido discutido y votado en asambleas obreras. La base no conoce qué se está discutiendo ni puede opinar sobre las medidas a tomar; tampoco sobre las negociaciones en curso.
Moyano amenazó con paralizar el reparto de combustible, de caudales y la recolección de residuos. Perfecto; pero hay que organizarlo.
El choque del gobierno con la CGT le da voltaje a plan de lucha; pero con eso no ganamos. Tampoco están claras las reivindicaciones, porque se deben discutir básicos, no premios, cuando está cayendo la actividad económica en todas las ramas.
La politiquería de Moyano -ahora anotado con Scioli en la interna kirchnerista- sirve a otros fines: los de salvar los negocios de Covelia con las intendencias, no el salario de los camioneros.
Necesitamos un plan de lucha contundente, con asambleas de base, y poner toda la carne al asador para obtener el 30 por ciento en una sola cuota, la incorporación de todas las sumas al básico, el fin de la tercerización y el fin del impuesto al salario. En esto último, nuestro gremio debe unirse al resto del movimiento obrero. Moyano debería convocarlo.
Que buen tema “la división del trabajo”. ¿Cuantas ganancias generan los trabajadores? Estoy seguro que más del doble de lo que ganan, si todos los trabajadores ganaran segun lo que producen, todos superarían la canasta familiar minima y tendrían una muy buena vida. Pero esto no pasa, las PATRONALES se quedan con la mayoría, y encima el Estado le saca otro porcentaje al salario que ganan muchos trabajadores con todo tipo de impuestos.
¿Por qué no le damos lo que le corresponde a los trabajadores y ajustamos a los capitalistas? ¿Por qué no le aumentamos el salario a los trabajadores y le restamos ganancias a los empresarios?
Obviamente, acompañando el reclamo de todos los trabajadores contra el impuesto al salario, por el aumento de la asignación familiar y por un salario minimo igual al costo de la canasta familiar, repudiando el acuerdo de Moyano con la patronal que es menor a la inflación.
VAMOS AL PARO Y A LA PLAZA
PERO RECHAZAMOS LAS PARITARIAS A LA BAJA
La Coordinadora Sindical Clasista que orienta el PO, parará y movilizará con todo el miércoles 27 de junio, pero no sólo por $15.000 de mínimo no imponible de Ganancias (o su anulación) y por un salario familiar para todos de $700 por hijo, sino también contra los techos paritarios y por un salario equivalente a la canasta famili…ar de $7000.
Néstor Pitrola, tras denunciar al gobierno kirchnerista por “el brutal ataque al derecho de huelga y al gremio camionero al militarizar el paro, multar y procesar dirigentes” resaltó que “luego del formidable cumplimiento de la medida de los camioneros y la simpatía que desató en toda la base fabril y sindical argentina, Moyano clausuró las paritarias al firmar por los mismos guarismos que el resto de la burocracia sindical que conspira contra él en la CGT por orden del gobierno: cuotas hasta marzo que sumadas dan un mentiroso 25,5%, pero promediadas dan un 17,5%, en línea con la promesa que Cristina le hizo a la UIA en la campaña electoral”.
“De este modo, Moyano acotó el contenido de la ‘jornada de protesta con paro nacional y movilizaciones’ del próximo miércoles al que adhieren sus gremios afines en la CGT, y sólo por Impuesto a las Ganancias sobre salarios y Asignaciones Familiares”, “pero incluso en estos temas hay que precisar el reclamo porque una actualización del mínimo no imponible del 18/20% sería una puñalada más al salario de millones de trabajadores”
“Nosotros iremos a la Plaza de Mayo, impulsaremos asambleas fabriles en todos los gremios y exigiremos definición y plenarios de delegados de cada sindicato, aún en los disidentes del moyanismo, lo mismo que en ambas CTA, donde bregaremos por un paro masivo de la docencia y los estatales, para marchar por un programa definido sobre los puntos planteados y sobre el salario que no aceptamos sea la variable de ajuste del derrumbe de la política kirchnerista: piso imponible de ganancias en $15000 o anulación de la cuarta categoría, salario familiar para todos de $700 por hijo, ningún techo en paritarias, salario equivalente a la canasta familiar y actualización y reapertura de paritarias de acuerdo a la evolución real de precios y tarifas”.