Los trabajadores reclamaban un 30% de aumento. En casi todos los gremios el pedido de los trabajadores rondaba por el 30% y/o lo superaba, pero las burocracias acordaron un aumento menor al que pedían las bases, acatando lo que dicta el gobierno y la patronal.
“El gremio exige el 30 por ciento de aumento y que las patronales compensen, con una suma de 3.000 pesos, el impuesto a las ganancias. La federación (patronal) ofrece un 18 por ciento en cuotas.
Se siente un descontento entre los compañeros. Sucede que el básico de camioneros está por el suelo: apenas si llega a los 3.500 pesos. Ramas enteras dependen de las horas extras y de las cláusulas por productividad, sean kilómetros o piezas repartidas. La tercerización también resulta una norma en el gremio; por ejemplo, en las empresas de correos. El mito de que con Moyano el salario y las condiciones de trabajo de los camioneros se fueron para arriba está desmentido por la realidad laboral de las empresas de transporte.”
Otros reclamos??? Apoyamos los reclamos que ya impulsan desde Camioneros, CTA y demas, pero a la vez tambien decimos FUERA LA BUROCRACIA SINDICAL, FUERA MOYANO Y QUE LOS SALARIOS MINIMOS DE LOS TRABAJADORES SEAN IGUAL A LA CANASTA FAMILIAR!!
Aclaro, esta nota salió antes de que Moyano levante el paro del día jueves.
El paro camionero y la crisis política
La reacción del gobierno frente al paro camionero ha desatado una crisis política de larga incubación. Después del ‘roce’ con Cameron, la Presidenta ha amenazado al sindicato camionero, primero con la fuerza pública (ley de abastecimiento) y con la intervención; luego con la Gendarmería. ¿Para qué? Para defender a rajatablas el ajuste “en casa”: paritarias con techo y la confiscación impositiva del salario. El sindicato de Moyano reclama un 30 por ciento de aumento y la elevación del mínimo no imponible. Página/12, el domingo pasado, defendió el impuesto al salario en nombre de la ‘redistribución del ingreso’. La advertencia de una intervención a los camioneros tiene como antecedente la amenaza de retiro de la personería a los técnicos aeronáuticos, por parte del camporista Kicillof, y coloca al gobierno “nac & pop” en la saga de la revolución libertadora. El arbitraje oficial contra la clase obrera se lleva adelante con unos métodos encarnizados que jamás se pusieron en marcha contra los especuladores capitalistas. Moyano, por su parte, se manifestó dispuesto a bajar la pretensión de aumento del 30 por ciento si el gobierno sube el mínimo no imponible. Pero no dijo de cuánto tiene que ser esa suba, lo que deja la puerta abierta a un acuerdo en torno de un aumento efectivo inferior. Según los mentideros oficiales, CFK piensa elevar el mínimo después del congreso de la CGT. Pero no en más de un 20 por ciento, en línea con los aumentos homologados en las paritarias. Esa variante deja la exacción impositiva al salario en el mismo nivel que existía antes de las paritarias, en el mejor de los casos. Desde el anuncio de la “sintonía fina”, el moyanismo se dedicó a una escalada de chicanas verbales con el gobierno -mientras dejaba pasar aumentos a la baja en la abrumadora mayoría de las negociaciones colectivas, sin promover una respuesta de conjunto. A la intervención de los K en la CGT, Moyano no respondió con un programa y un plan de lucha contra el ajuste.
La lucha por la sucesión
Moyano estuvo subordinando los intereses de los trabajadores a sus choques con el gobierno. Sostuvo reuniones con Scioli y con Lavagna en función de un armado político patronal para 2013 -nada que ver con un gobierno de trabajadores. Ese armado opositor propugna un ajuste fiscal a costa de tarifazos. Una lucha consecuente por las reivindicaciones obreras es incompatible con las alianzas políticas con estos ajustadores.
Dentro de los ataques del kirchnerismo a Moyano, Horacio Verbitsky denuncia el uso de “métodos gremiales para dirimir un conflicto político”; pretende que las paritarias y el impuesto al salario se zanjen en 2013 (Página/12, 17/6). Pero, en realidad, es el gobierno el que ha convertido a la lucha por la sucesión presidencial en un ataque contra el movimiento obrero y en una cruzada para convertir a la CGT en un anexo de la Rosada. El trabajo sucio de atacar el paro camionero quedó en manos de “Ciccone” Boudou, hasta que CFK tome la cadena. Los arribistas del kirchnerismo han salido a una campaña reeleccionista en nombre del “constitucionalismo popular”, para ocultar la marcha del ajuste y la regimentación sindical. El kirchnerismo viene condicionando la ayuda nacional para el pago de los sueldos bonaerenses a que Scioli desista de armar una lista propia para las parlamentarias de 2013. Por ahora, el oxígeno oficial llegaría para pagar los sueldos de junio, aunque el anuncio del “pago en fecha” quedó en manos del cristinista Mariotto.
Plan de lucha
Con su largo inmovilismo, Moyano confiaba en salvar la ropa de la paritaria camionera al final de las restantes negociaciones colectivas. Pero el gobierno resolvió que cualquier aumento de salarios de los camioneros debería ser bancado sin la ayuda estatal. Como también ocurre en ferroviarios o en Luz y Fuerza, el ajuste de los subsidios oficiales se opera a través de los trabajadores, no de la gestión capitalista.
Al final, un paro obrero terminó concentrando todos los elementos de la crisis política.
Los límites del moyanismo para dar una respuesta a esta escalada son insuperables. La crisis planteada exige un planteo y un programa de la clase obrera frente a sus reivindicaciones inmediatas y frente al conjunto de la crisis política. En sus diferentes vertientes, la política de la burocracia sindical coloca los reclamos obreros como moneda de cambio de las fracciones capitalistas que emergen del derrumbe de la política oficial.
El porvenir de los reclamos exige, en cambio, una orientación política y sindical independiente para la clase obrera, que debe manifestarse en un programa: abajo el ajuste, salario igual a la canasta familiar, por el pago integral de las asignaciones familiares; eliminación del impuesto al salario hasta los 15 mil pesos mensuales; por la liquidación del IVA, por impuestos progresivos a la tierra y a la especulación inmobiliaria; el cese del pago de la deuda externa, nacionalización sin pago de las privatizadas (en quiebra), fuera el capital financiero internacional del petróleo; por un Congreso de Bases del movimiento obrero y una alternativa política propia de los trabajadores.
El Estado es el interventor, el que dicta la conciliacion obligatoria, el que amenaza a los trabajadores, a los gremios y defiende a la patronal, etc, etc, etc
Vamos a apoyar los reclamos de los trabajadores y a denunciar a TODAS LAS BUROCRACIAS, no la de Moyano solamente…
A Pedraza, todos los moyanistas y toda esta manga de hijos de putas…
Juan Belén (metalúrgicos, kirchnerista, quien se refiriera a la izquierda como la “zurda loca” y a la CTA como manejada “por la Cuarta Internacional” ), Armando Cavalieri (dirigente desde hace décadas del sindicato de Comercio, kirchnerista), Oscar Lescano (veterano dirigente de Luz y Fuerza que cumplirá este año 80 inviernos, ex menemista, cómplice de las privatizaciones de las empresas eléctricas, actualmente kirchnerista), Héctor Daer (Sanidad, kirchnerista), Andrés Rodríguez (estatales, UPCN, ex menemista, hoy kirchnerista), Gerardo Martínez (Uocra, miembro de los servicios de inteligencia al revestir como informante en los listados oficiales del Batallón 601 del Ejército, ex menemista, actualmente kirchnerista), Carlos Ríos (Obras Sanitarias, kirchnerista), Ricardo Pignanelli (mecánicos en Smata, sucesor del colaborador de la dictadura militar José Rodríguez, kirchnerista), Omar Viviani (taxistas, ex moyanista, kirchnerista), Horacio Ghilini (docentes privados, kirchnerista), Norberto Di Próspero (personal legislativo, hiperkirchnerista), Carlos Sueiro (aduana, kirchnerista), Omar Suárez (marítimos, hiperkirchnerista), Omar Maturano (ferroviarios, La Fraternidad, kirchnerista, socio de Antonio Guillermo Luna, subsecretario de transporte kirchnerista), Roberto Fernández (colectiveros, UTA, kirchnerista), Viviana Córdoba (alimentación, kirchnerista), Noé Ruiz (modelos, kirchnerista) y Daniel Rodríguez (telefónicos, kirchnerista).
Jamás este Gobierno intervino en una negociación salarial. Por supuesto que tiene la obligación de tomar medidas ante un escenario de bloqueo y desabastecimiento a la población como el del otro día, para eso está.
Figurar?? Nosotros vamos a dar una disputa política, queremos que el movimiento obrero sobre pase a la burocracia y vaya para adelante con todas las reivindicaciones que tiene.
Imponganse en las urnas, peleen por la representación gremial. Vayan a decir “nosotros, la izquierda” a las fábricas. Bah, hagan lo que quieran, es solo una sugerencia.
Vamos para apoyar las reivindicaciones de los trabajadores, y vamos a seguir denunciando como siempre a la burocracia.
Creo que va a ser dura esa marcha. Más pensando que va a ir la derecha nazi, promilica, como Pando.
No vamos a medir fuerzas con Moyano porque sabemos que nos matan, pero como podamos vamos a denunciar a la burocracia como lo venimos haciendo. La organización para el miercoles es lo fundamental, tenemos que estar bien organizados para no lamentar nada despues.
Peleamos la representación gremial, aunque la burocracia lleve patotas, haga fraude, nos presentamos igual y la peleamos. Esta movilización creo que es importante justamente por esto, es una disputa politica y nuestra tarea es agitar la profundización de los reclamos y convocar a tomar medidas de fuerza.
El Miercoles proximo va la izquierda para cambiar el sistema y poner todo patas para arriba. Van los caceroleros porque quieren comprar dolares en el banco y cambiarlos en una cueva ganando un 30%. Moyano y Barrionuevo de la mano.
Va a estar tambien Cecilia Pando que revindica el proceso militar y apoderarse de menores.
Oseeeeaaaaaa…la jungla completa en su maxima expresion.
Me quedo en casa. Para los cambios propuestos que siga todo como esta. No se si mejor, pero no tan contaminado.