Interesante Artículo de J.P.Varsky en la nación

El colapso de la final empañó lo que era una gran copa argentina…

Argentina tenía que ganar la Copa América. Sólo así podía terminar el trabajo. Era el favorito antes del comienzo del torneo y fue justificando ese pronóstico a partir de triunfos rotundos y muy buenas actuaciones. Todo lo ofrecido hasta la final con Brasil era, ni más ni menos, que un puente para lo realmente importante: levantar la Copa. Para cumplir con la misión, el Coco Basile armó una lista de Mundial con sólo dos omisiones: Saviola, injustamente postergado y Maxi Rodríguez, correctamente preservado para su recuperación física. La necesidad imperiosa de un título para la mayor y el largo camino al Mundial (eliminatorias de 18 partidos en casi dos años y medio) aconsejaban no hacer experimentos de laboratorio probando jugadores. Fueron incluidos todos los futbolistas reclamados por el público. El equipo generó una expectativa muy especial. Hubo un gran interés en ver a Messi, Riquelme, Verón y Crespo, todos juntos. Ningún entrenador se había animado en reunir semejante grupo de estrellas.

Me pareció oportuno subir este artículo. Creo que es un análisis frío y no tan sanguíneo, como las opiniones post-final.

Para Basile el desafío era doble: no sufrir choques de egos en el vestuario y potenciar a las individualidades en el campo. El Coco puede decir misión cumplida. El grupo fue una piña y todos tiraron para el mismo lado. Verón adoptó a Messi y lo llenó de consejos. Crespo patrocinó a Diego Milito y le pidió a la prensa que lo valorara un poco más. Titulares y suplentes se abrazaron después de cada gol. Tras picarla en el penal contra México, Riquelme convocó a todos para la celebración. Dentro de la cancha, el equipo logró, de a ratos, cumplir con ese axioma futbolero innegociable: que el todo sea más que la suma de las partes.

Con tanto actor protagónico en el elenco, hizo falta que algunos aceptaran un rol de reparto. Verón marcó el camino. Mucho más líder de vestuario que de campo, se acomodó a la derecha de Mascherano y aportó a la causa desde un lugar complementario, sin imponer su tempo de juego. “A veces vos tenés que jugar peor para que el equipo juegue mejor”, le dijo un día Bielsa a Hernán Crespo. No sólo Brujita ejecutó esa formidable frase, que refleja como ninguna otra el famoso espíritu de equipo. Cambiasso renunció a su llegada por sorpresa y se convirtió en relevista para no dejar al equipo descompensado. La organización quedó a cargo de Riquelme, como no podía ser de otra manera. Román es conductor… o nada. Ultimo en sumarse al plantel tras hacer público su deseo de volver al seleccionado, no tardó en justificar su inclusión. Prolongó su excelente semestre de Boca con actuaciones que costaba encontrar con la camiseta nacional. Decoró la Copa América con pases clínicos y goles de todos los colores (derecha, izquierda, cabeza, penal y tiro libre).

Mascherano le ganó a Gago la pulseada por el mediocampista central. En realidad, la coexistencia de Verón y Riquelme (más dos delanteros) obligó a Basile a tomar dos decisiones incómodas, de esas que un entrenador debe asumir prescindiendo de “sentimentalismos”: sacar del equipo titular a Gago y a Tevez, dos de sus favoritos. Pueden invocar palabras como “equilibrio” o “compensación”. Pero también hubo un fundamento “creativo”.

El ensayo con Messi detrás de Carlitos y Crespo o Milito en los amistosos ante Suiza y Argelia no había satisfecho a Basile. Lo cierto es que la irrupción de Román provocó cambios en la formación titular y los dos ex Boca fueron las piezas sacrificadas. Basile ya había encontrado la defensa en el amistoso ante Francia. Ese día, Burdisso fue lateral derecho y Zanetti centrocampista. Quedó conforme con el funcionamiento de la última línea ante el subcampeón mundial y no tocó más teclas, salvo para probar al postergado Pinola. Arriba no tuvo dudas. Crespo de referencia y Messi por todos lados. Cuando se desgarró Hernán, pensó en Milito. Pero el hermano mayor nunca se sintió titular. Ni siquiera cuando lo fue. Mientras que Tevez siempre se lo creyó, aun en el banco de suplentes, y terminó jugando.

Basile mostró su enorme calidad humana para manejar grupos. Permitió una concentración de puertas abiertas, con permanente cobertura periodística. Admitió la presencia en el hotel de familiares en una notable muestra de confianza en sus futbolistas que retribuyeron el gesto con actos responsables. Sólo una mancha cae en el saco-amuleto de Míster Asterisco: la licencia a su hijo Alfito para filmar intimidades de la selección en nombre de un programa de TV a producir por Ideas del Sur. Sin duda, una desprolijidad que podría haberse evitado.

Llegó a la final ganando todos los partidos con golazos para el recuerdo, como el de Messi a México. El chico del Barsa sigue completando el formulario de crack con tan sólo 20 años. No nos olvidemos que Diego sacó definitivamente el carnet a los 25 en el Mundial 86 y que se fue de España 82 con una tarjeta roja. Hace ocho meses, Tevez y Mascherano eran suplentes en West Ham, Messi estaba lastimado y Riquelme peleado con Pellegrini en Villarreal. Hoy fueron los cuatro mejores del seleccionado en la Copa América. Nunca dejemos fuera de un análisis los momentos por los que pasa la carrera de un futbolista.

La gran expectativa generada por el equipo se reflejó en los índices de audiencia televisiva. Hasta Basile habló de números de rating en las conferencias de prensa. Finalmente, apareció ese tan reclamado vínculo entre la Selección y el público. Recién volverá en vísperas de Sudáfrica 2010, clasificación mediante. Semejante relación sólo es provocada por torneos cortos que concentran toda la atención. Nada que ver con un juego de eliminatorias, apenas una parte de un larguísimo camino.

Parece una nota dedicada a un equipo campeón. Pero todo esto es tan cierto como el colapso de la final, donde el equipo fracasó rotundamente en todos los aspectos del juego. No tuvo respuestas, ni individuales ni colectivas, ante la prematura adversidad que significó el gol de Baptista (cualquier similitud con el gol de Bergkamp en Francia 98 no es mera coincidencia). Con el gol en contra, Ayala se clavó el último puñal en su estigmatizada trayectoria en el seleccionado. Y Daniel Alves le regaló a Abbondanzieri una réplica del gol de Elano en el Emirates Stadium, de Londres. En aquel comienzo de ciclo para Dunga y Basile, jugaron juntos Riquelme, Messi y Tevez. También ganó Brasil 3 a 0. Desde 1995, siempre ganan ellos los partidos decisivos. Cuartos de final en las Copas América 95 y 99, las finales de 2004 y 2007 y la final de la Copa Confederaciones 2005. Aun sin sus craques, Brasil siempre exige respeto y, sobre todo, eludir el exitismo. Nuestra última alegría en duelos de mano a mano con la máxima potencia futbolera sigue siendo Ecuador 93 por penales, el año del último título para la mayor. Ojalá el lapidario 0-3 no borre algunas conquistas importantes de este grupo, que volvió a rechazar la medalla, como si en ese último gesto estuviera en juego el orgullo deportivo. Lamentablemente, el cruel mote de “perdedores” aún nos persigue. El equipo no completó el trabajo: la Argentina tenía que ganar la Copa América.

El colapso de la final empañó lo que era una gran copa argentina…

Argentina tenía que ganar la Copa América. Sólo así podía terminar el trabajo. Era el favorito antes del comienzo del torneo y fue justificando ese pronóstico a partir de triunfos rotundos y muy buenas actuaciones. Todo lo ofrecido hasta la final con Brasil era, ni más ni menos, que un puente para lo realmente importante: levantar la Copa. Para cumplir con la misión, el Coco Basile armó una lista de Mundial con sólo dos omisiones: Saviola, injustamente postergado y Maxi Rodríguez, correctamente preservado para su recuperación física. La necesidad imperiosa de un título para la mayor y el largo camino al Mundial (eliminatorias de 18 partidos en casi dos años y medio) aconsejaban no hacer experimentos de laboratorio probando jugadores. Fueron incluidos todos los futbolistas reclamados por el público. El equipo generó una expectativa muy especial. Hubo un gran interés en ver a Messi, Riquelme, Verón y Crespo, todos juntos. Ningún entrenador se había animado en reunir semejante grupo de estrellas.

Me pareció oportuno subir este artículo. Creo que es un análisis frío y no tan sanguíneo, como las opiniones post-final.

Para Basile el desafío era doble: no sufrir choques de egos en el vestuario y potenciar a las individualidades en el campo. El Coco puede decir misión cumplida. El grupo fue una piña y todos tiraron para el mismo lado. Verón adoptó a Messi y lo llenó de consejos. Crespo patrocinó a Diego Milito y le pidió a la prensa que lo valorara un poco más. Titulares y suplentes se abrazaron después de cada gol. Tras picarla en el penal contra México, Riquelme convocó a todos para la celebración. Dentro de la cancha, el equipo logró, de a ratos, cumplir con ese axioma futbolero innegociable: que el todo sea más que la suma de las partes.

Con tanto actor protagónico en el elenco, hizo falta que algunos aceptaran un rol de reparto. Verón marcó el camino. Mucho más líder de vestuario que de campo, se acomodó a la derecha de Mascherano y aportó a la causa desde un lugar complementario, sin imponer su tempo de juego. “A veces vos tenés que jugar peor para que el equipo juegue mejor”, le dijo un día Bielsa a Hernán Crespo. No sólo Brujita ejecutó esa formidable frase, que refleja como ninguna otra el famoso espíritu de equipo. Cambiasso renunció a su llegada por sorpresa y se convirtió en relevista para no dejar al equipo descompensado. La organización quedó a cargo de Riquelme, como no podía ser de otra manera. Román es conductor… o nada. Ultimo en sumarse al plantel tras hacer público su deseo de volver al seleccionado, no tardó en justificar su inclusión. Prolongó su excelente semestre de Boca con actuaciones que costaba encontrar con la camiseta nacional. Decoró la Copa América con pases clínicos y goles de todos los colores (derecha, izquierda, cabeza, penal y tiro libre).

Mascherano le ganó a Gago la pulseada por el mediocampista central. En realidad, la coexistencia de Verón y Riquelme (más dos delanteros) obligó a Basile a tomar dos decisiones incómodas, de esas que un entrenador debe asumir prescindiendo de “sentimentalismos”: sacar del equipo titular a Gago y a Tevez, dos de sus favoritos. Pueden invocar palabras como “equilibrio” o “compensación”. Pero también hubo un fundamento “creativo”.

El ensayo con Messi detrás de Carlitos y Crespo o Milito en los amistosos ante Suiza y Argelia no había satisfecho a Basile. Lo cierto es que la irrupción de Román provocó cambios en la formación titular y los dos ex Boca fueron las piezas sacrificadas. Basile ya había encontrado la defensa en el amistoso ante Francia. Ese día, Burdisso fue lateral derecho y Zanetti centrocampista. Quedó conforme con el funcionamiento de la última línea ante el subcampeón mundial y no tocó más teclas, salvo para probar al postergado Pinola. Arriba no tuvo dudas. Crespo de referencia y Messi por todos lados. Cuando se desgarró Hernán, pensó en Milito. Pero el hermano mayor nunca se sintió titular. Ni siquiera cuando lo fue. Mientras que Tevez siempre se lo creyó, aun en el banco de suplentes, y terminó jugando.

Basile mostró su enorme calidad humana para manejar grupos. Permitió una concentración de puertas abiertas, con permanente cobertura periodística. Admitió la presencia en el hotel de familiares en una notable muestra de confianza en sus futbolistas que retribuyeron el gesto con actos responsables. Sólo una mancha cae en el saco-amuleto de Míster Asterisco: la licencia a su hijo Alfito para filmar intimidades de la selección en nombre de un programa de TV a producir por Ideas del Sur. Sin duda, una desprolijidad que podría haberse evitado.

Llegó a la final ganando todos los partidos con golazos para el recuerdo, como el de Messi a México. El chico del Barsa sigue completando el formulario de crack con tan sólo 20 años. No nos olvidemos que Diego sacó definitivamente el carnet a los 25 en el Mundial 86 y que se fue de España 82 con una tarjeta roja. Hace ocho meses, Tevez y Mascherano eran suplentes en West Ham, Messi estaba lastimado y Riquelme peleado con Pellegrini en Villarreal. Hoy fueron los cuatro mejores del seleccionado en la Copa América. Nunca dejemos fuera de un análisis los momentos por los que pasa la carrera de un futbolista.

La gran expectativa generada por el equipo se reflejó en los índices de audiencia televisiva. Hasta Basile habló de números de rating en las conferencias de prensa. Finalmente, apareció ese tan reclamado vínculo entre la Selección y el público. Recién volverá en vísperas de Sudáfrica 2010, clasificación mediante. Semejante relación sólo es provocada por torneos cortos que concentran toda la atención. Nada que ver con un juego de eliminatorias, apenas una parte de un larguísimo camino.

Parece una nota dedicada a un equipo campeón. Pero todo esto es tan cierto como el colapso de la final, donde el equipo fracasó rotundamente en todos los aspectos del juego. No tuvo respuestas, ni individuales ni colectivas, ante la prematura adversidad que significó el gol de Baptista (cualquier similitud con el gol de Bergkamp en Francia 98 no es mera coincidencia). Con el gol en contra, Ayala se clavó el último puñal en su estigmatizada trayectoria en el seleccionado. Y Daniel Alves le regaló a Abbondanzieri una réplica del gol de Elano en el Emirates Stadium, de Londres. En aquel comienzo de ciclo para Dunga y Basile, jugaron juntos Riquelme, Messi y Tevez. También ganó Brasil 3 a 0. Desde 1995, siempre ganan ellos los partidos decisivos. Cuartos de final en las Copas América 95 y 99, las finales de 2004 y 2007 y la final de la Copa Confederaciones 2005. Aun sin sus craques, Brasil siempre exige respeto y, sobre todo, eludir el exitismo. Nuestra última alegría en duelos de mano a mano con la máxima potencia futbolera sigue siendo Ecuador 93 por penales, el año del último título para la mayor. Ojalá el lapidario 0-3 no borre algunas conquistas importantes de este grupo, que volvió a rechazar la medalla, como si en ese último gesto estuviera en juego el orgullo deportivo. Lamentablemente, el cruel mote de “perdedores” aún nos persigue. El equipo no completó el trabajo: la Argentina tenía que ganar la Copa América.

Uh que largo, lo leo despues nomas :smiley:

si, es largo, no me dí cuenta de resumirlo.
Siento admiracion por como escribe este tipo, me parece un gran periodista.

Todo lindo pero le falto hablar de la defensa pedorra que jugo.

de los limitadisimos rivales pre-Brasil…

de los limitadisimos rivales pre-Brasil…
[/QUOTE]

Brasil es como Boca, en las finales te mata. Argentina es muy pecho frio para agregar. De todos modos, esta defensa venia fallando desde un principio. Quedaron defensores muy buenos en el banco: Ibarra (no lo desbordan nunca y encima tiene subida), Cata Diaz (a ver si lo dejaba girar asi a Baptista), Burdisso (muy solido donde lo pongan).

Tevez es un gran jugador, de eso no quedan dudas,pero…donde vio el gran campeonato de Carlitos este? no jugo a nada,no tuvo juego asociado,que es una de sus grandes falencias,no tuvo gol,que es la tarea de un 9.si fuese un Crespo la prensa lo estaria ejecutando por no hacer goles.
abonzanzieri,no puede ser el arquero de la seleccion, se caga encima Ayala esta para el retiro voluntario,Heinze mucho huevo,poco futbol,en elmedio no podes meter 3 numeros 5,en ese articulo dice que Veron tiene que resignar para que brille Riquelme(gran jugador),esta admitiendo que jugamos con 10.
no jugamos contra nadie,la seleccion B de Brasil nos rompio el c***
armo un equipo sin suplentes,donde esta la joya?para que mierda lo llevo?
un saviola con su metro 68 es mucho mas peligroso y alternativa de Crespo,cosa que la joya no es.
periodismo bostero,ahi tienen su resultado

JP Varsky muy buen perdiodista,pero no se hace cargo de la presion que hicieron para conformar esta seleccion de mierda

Gerlo y Cata Diaz a la Selección!!!

Ah no bancá…el cata ya está en la selección xD

Dentro de todo es el mejor periodista deportivo JP

ESTE ES EL MEJOR PERIODISTA QUE HAY.SALUDOS

es un genio

¿Éste es el mejor periodista? ESTAMOS MAL, eh…

Muchas veces la grosera y burda forma en que escriben los muchachos del pasquín, puede parecer completamente inferior a lo bien, prolijo y con algo de vuelo literario que escribe el ex Mc Donald´s (¿?) Varsky.

Sin dudas que carece de un fuerte análisis crítico. Yo no me olvido como este muchacho (me hace acordar a Aguilar, que parece que cuando habla te enamora) enalteció a Passarella después del 5-0 a Tiro Federal en la primera fecha del Clausura `06. El Kaiser ni había empezado y este tipo ya decía que había un cambio en RIVER, que este Passarella era mucho más ofensivo, etc.

Entiendo que para muchos Varsky es un oasis en un desierto de Niembro, Pagani, Recondo, Palacios, Farinella, Nasarala, Gustavo López, etc. pero de ahí a ponerlo entre los mejores periodistas… Si bien hay cosas para achacarle (su soberbia, sus amiguismos, sus poco espíritu crítico a la hora de entrevistar) a Víctor Hugo, sin dudas que Varsky está a años luz del relator uruguayo.

No olvidar sus constantes ataque al Bambino Pons en ¨La pelota no dobla¨ y como ahora se lo ve junto al discípulo de Niembro comentando partidos. Un Pergolini en potencia, vive de hacerle creer a la gente que está contra el poder cuando en realidad come de la mano de éste.

En cuanto al análisis en sí me parece desacertado en cuanto a ponderar el fútbol de una Selección que nunca jugó bien. Que siempre dependió de una pelota parada o de un tiro de afuera del área para abrir un partido. Una Selección que solo puertas para adentro sabe como se lleva, ya que en los mundiales se comportaban igual que ahora y después saltaban las peleas (Verón-Sorín, Crespo-Riquelme). Una Selección que jugó al ritmo lento de Riquelme. Una Selección que tuvo en Cambiasso y en Verón a sus principales fracasos, y no por ¨solidaridad¨ de parte de ellos precisamente. Una Selección de la que muchos nos quisieron hacer creer que era la mejor en mucho tiempo. Por suerte muchos de este foro la criticamos antes.

Varsky… escribís muy lindo, tenés mucha facilidad de palabras, pero no podés ser tan necio de remarcar como único error perder la final, de ver todo como en Floricienta cuando el ambientev está muy podrido desde hace mucho…

PD: NOS ESTAN MEANDO Y EL PERIODISMO DICE QUE LLUEVE

jaja la primera vez q leí tu nick estaba convencido que era tino_papusa. No me preguntes por qué pero me causó.

En cuanto a tu opinión me parece bien, pero el tipo es uno de los que más sabe. El tipo no me parece ningún barrilete, si entrás en el blog, siempre mantuvo la misma postura.
Pero bue… no hay problema, cada uno tiene su propia interpretación.
El periodismo deportivo del país deja mucho que desear. El único que merece mis respetos es él. O sea quien soy yo? un simple espectador, un cuatro de copas, y muy poco le debe interesar mi opinión y la de todos.

Puede que sepa, yo no lo discuto. Pero entre saber y ser un buen periodista hay un trecho larguísimo.

En la nota que pusieron acá deja bien en claro que ve el fútbol de espaldas. O ve lo que le conviene. O lo que le dicen que vea desde una redacción. O es muy amigo de técnico y jugadores. O estamos todos equivocados y él tiene la verdad.

¿Alguien me puede explicar los concpetos que da sobre la actuación de Verón y Cambiasso? Porque yo los leó y me parece que jugaron bien, que la rompieron, que se sacrificaron por el equipo. Y muchos de los que adhieren (que dudo que hayan leído la nota completa) no dudaron en ponerlos como los peores de la Copa. Lo que hace JPV es justificar el pésimo desempeño que tuvieron. Como cuando un 9 no la mete que empiezan con el ¨se sacrifica por el equipo¨, ¨hace jugar¨, ¨va a todas¨… todo muy lindo… pero el 9 está para meterla, así como Verón y Cambiasso estaban para jugar, para ser solidarios que se vayan a la fundación Pupi.

Que Riquelme hizo una gran Copa América es otra falacia que se cae de maduro. Otra mentira que, al igual que la obstinada obsesión por poner a Tévez como titular, les quisieron hacer creer a muchos. Y no hay crítica, no se habla de la falta de ideas que tuvo esta Selección. En ningún momento dice la poca seguridad que ofreció el arquero, lo mal parada que estaba la defensa, el por qué ded si Milito era el reemplazante natural de Crespo no lo hizo jugar de 9 después de la lesión de Hernán.

Sin embargo habla del rating, de la pileta, del hijo de Basile.

Un gran mentiroso JPV… un mentiroso que sabe usar muy bien las palabras y hacerle creer a la gente que el árbol es más amplio que el bosque

alguna precisiones:

varsky sí debe ser de lo mejor del periodismo deportivo, lo cual tampoco es la muerte. sabe ver fútbol, sus acotaciones son nutritivas y sus comentarios aunque muy usados, entretenidos; también me queda la duda del amiguismo y de cuán cerca de las otras frutas podridas se mueve, pero si apilamos a todos en fila, seguramente destacará por bueno. no es ningún genio ni escribe lindo, para mí no.

en cuanto a los conceptos actuales no ha sido muy conciso, apenas acercamientos para justificar el espíritu de su nota. no dijo mucho.

de los limitadisimos rivales pre-Brasil…
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Brasil es como Boca, en las finales te mata. Argentina es muy pecho frio para agregar. De todos modos, esta defensa venia fallando desde un principio. Quedaron defensores muy buenos en el banco: Ibarra (no lo desbordan nunca y encima tiene subida), Cata Diaz (a ver si lo dejaba girar asi a Baptista), Burdisso (muy solido donde lo pongan)
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Lo que pasa que en el gremio no jugaban baptista , ni robinho.
Jugaba tuta y el otro muerto.
Sino boca que comia 4.
No es el de bianchi.

Exactamente…

Digo yo… los que defienden a voka o a Riquelme, Clemente y toda esa cría en sus comentarios por qué no se van al foro de ellos???.

Ya pasa por un tema de un enamoramiento de los vosteros, sino no se entiende. Hay jugadores, como el Cata Díaz, que si hace 20 años los postulabas para la Selección te crucificaban en la Plaza de Mayo. voka habrá ganado muchas finales, pero sus jugadores en la Selección jamás rindieron, y esto es histórico.

Y sí… el Cata no lo dejaba girar a Baptista, se lo llevaba puesto, penal y con 10 todo el partido.

Varsky es el mas objetivo de los periodistas bosteros…

igual me jode un poco que defienda a veron…

Riquelme venia demostrando hasta la final un gran nivel,porque yo admita eso no quiere decir que sea bostero pipo,pero…si arrugas en una final nop sirve de nada,asi que…prefiero una seleccion a lo Bielsa y no esta farsa,mentira que jugo bien contra Peru y se dejo c**** por Brasil B.

Riquelme venia demostrando hasta la final un gran nivel,porque yo admita eso no quiere decir que sea bostero pipo,pero…si arrugas en una final nop sirve de nada,asi que…prefiero una seleccion a lo Bielsa y no esta farsa,mentira que jugo bien contra Peru y se dejo c**** por Brasil B
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Note gastes en explicarselo, tiene un pedo en el cerebro…