De rendimientos y de desconcentraciones individuales ya dijimos todo y son temas que en el mañana pasarán desapercibidos o se esconderán en el cajón de los recuerdos. Esta clase de partidos demuestran - más alla de todo aquello y de la importancia de que los jugadores agarren ritmo de competencia - las reales intenciones que va a mostrar el equipo de cara a lo que viene, tanto en el dibujo como en el funcionamiento colectivo que pretende el entrenador.
Lo realmente preocupante son algunas señales o lecturas erróneas que se están haciendo. Con la dormilona a esta altura irritante e insufrible de Passarella y Cía. a la hora de mover el rabo con los refuerzos estamos ante la latente posibilidad de jugar el primer partido en Victoria con el equipo de ayer más Acevedo y quizás Buonanotte. Es difícil ser crítico con un DT ante la pobreza de recursos y de herramientas, pero si de antemano ya se sabe que el material y la jerarquía no abundan, promovamos a que el juego desde la medialuna al arco contrario sea un poco más decoroso.
¿Cuáles son los errores mostrados en estas intenciones?
1- Hay lecturas equivocadas. La característica de los jugadores puestos en ese dibujo ofensivo no contribuye a que el equipo tenga claridad para atacar. De los cinco jugadores de ataque que ayer puso River (Ferrari, Pereyra, Lamela, Lanzini y Pavone) solo uno se encontraba en una posición donde se le puede sacar el mayor jugo, y es Pereyra. Si encima que somos pobres ponemos el microondas en el baño, estamos todavía más complicados.
Sabiendo que Lanzini y Lamela son claramente más encaradores que conductores no veo cuál es la necesidad de hacerlos jugar tan lejos del area y libres o por el centro en la gestación de las jugadas. O se los manda bien de media punta para aprovechar los espacios que te pueda dar el centrodelantero o se les ordena atacar por afuera, donde en el uno contra uno pueden sacar más diferencias que en el embudo del centro. De Pavone no hay mucho por decir, participando todo el tiempo con la cola mirando al arco rival jamás va a jugar bien ni ser aprovechado, es imposible. La compañía de Caruso o de Funes Mori es totalmente necesaria desde el minuto uno para potenciarlo, sino, que no juegue, porque así su trabajo termina siendo casi tan fantasmagórico como el de Ballón. Con Buonanotte, el supuesto titular en la cabeza de López, la ecuación no va a cambiar, salvo que juegue con tres puntas definidas, cosa que no va a hacer.
2- El discurso del DT cuando se le pregunta por este esquema habla de volantes que lleguen al area para terminar las jugadas, pero no hay que olvidar el proceso de generación para que la bola llegue a los últimos metros y sobre todo, la capacidad de gol que tienen los jugadores. A mí entender, el esquema de ayer no se debería repetir nunca más. Creo que lo ideal es el 3-4-3, con Lamela de media punta más dos delanteros netos, pero hasta prefiero jugar 4-3-1-2 con Román y Díaz de laterales a pesar de lo reticente que soy con ese esquema y con el enganche, antes que plantear lo de ayer nuevamente. Si a la falta de oficio se le suma la tibieza la exasperación pasa a ser doble.
3- Otros detalles a tener en cuenta. Por un lado en las sustituciones, tanto en la tardía y permanente falta de reacción a la hora del primer cambio (no es la primera vez que se cae de maduro una modificación en el entretiempo y la hace pasados los 20 del ST), como en la muy extraña apuesta de Affranchino por adentro. ¿Lo tendrá en cuenta como recambio por ese sector? Sería otra mala lectura, como la que creo que ya es por ejemplo el hecho de considerar a Arano por sobre Díaz en el ala izquierda o tener en cuenta al uruguayo como recambio del stopper.
Por el otro, en lo mal escalonada que se posicionó la línea defensiva a la hora tanto de achicar como de tomar las marcas. Mucho tuvieron que ver las flojas actuaciones y las distracciones, pero los movimientos línea con línea fracasaron. La decisión de achicar hacia atrás no siempre puede ser redituable, sobre todo ante clase de equipos como los de Falcioni o como puede ser Tigre en tres semanas, quienes hacen mucho ruido si se los deja ser profundos por los costados.
En resumidas cuentas, River festeja un corner como un equipo de rugby un lineout a 5 metros del in-goal, porque sabe que es la vía más clara por la cual puede lastimar. Y así, con estas intenciones y estas formas, vamos a pelear el descenso atacando como equipo que pelea el descenso, y eso es un arma 100% peligrosa que va más alla de la evidente falta de refuerzos.
No debemos ignorar esta luz roja que se esta prendiendo, no debemos hacer sordera con esta alarma que esta sonando. Es una frase que le cabe a la dirigencia para no seguir en la nebulosa sobre lo que si o si necesita el equipo, pero también para el entrenador en lo que respecta a muchos aspectos propios del juego ofensivo.