Con el pasaje en sus manos
Mientras espera refuerzos, Gorosito tiene casi definido a los pibes que harán la primera pretemporada en Canadá.
FEDERICO ROZENBAUM | frozenbaum@ole.com.ar
No están esperando que el Porto, el Aston Villa o el Zaragoza los vengan a buscar. Tampoco están muy al tanto de cotizaciones, contratos en euros u opciones de compra. Pero apenas abren Olé, a Adrián Cirigliano, Roberto Pereyra y Gabriel Funes Mori se les hizo inevitable ir derechito hacia el Mercado de pases para revisar quién se va, quién se queda o quién llegará a River. ¿El motivo? Tienen muchas chances de realizar su primera pretemporada con los profesionales (los tres ya hicieron los trámites para poder ingresar a Canadá). Salvo que los dirigentes le traigan a Pipo los refuerzos que pidió y que hasta ayer, seguían lejos de Núñez…
Volante central, aguerrido, con muy buena marca y categoría 92 (la misma que Villalva y Lamela), Cirigliano es uno de los chicos que Gustavo Zapata le señaló a Gorosito pensando en la necesidad de recambio que tiene el DT en el centro del campo. Y al entrenador le encantó. Es más, con verlo en un par de prácticas entendió por qué en el club no se ponen colorados al compararlo con los inicios de un tal Mascherano.
Sobre el tucumano Pereyra no hizo falta darle información. Su nombre ya está dando vueltas por la cabeza de Gorosito desde hace rato. De hecho, Pipo fue quien lo sumó al plantel de Primera y, respetando su consigna de que juega el que mejor está más allá de que tenga 16, 17 ó 18 años, el que le dio la chance de debutar. Fue el 16 de mayo, cuando River perdió 4-0 ante Huracán. ¿Cómo lo vio aquel día? “Mostró cambio de ritmo, buena gambeta y se adapta a jugar en varios puestos. Es muy interesante”.
Aunque el más interesante para el DT es Gabriel Funes Mori, delantero mendocino de imponentes 1,85 metro y 74 kilos, llegó al club hace tres meses junto con su José, su hermano gemelo, y en la última fecha debutó con un gol en Reserva ante Estudiantes. Vino a River tras probarse en el Chelsea inglés y de vivir en Dallas, Estados Unidos. Ahí, cerca de Canadá, el suelo que los tres se ilusionan con poder pisar el próximo lunes.
Con el pasaje en sus manos
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