No es, “enemigo al acecho”?
La terminal es una historia verdadera?
Btk, Asesino en serie
Es la historia de un asesino serial de Kansas, U.S.A q asesino 10 personas entre 1978 y el 96. En el 2005 reaparece con notas a la policia y a la prensa avisando q todavia estaba al acecho.
En la pelicula muestran por q el chabon decide volver, como lo atrapan y como relata los asesinatos en el juicio. En el final dice q lo sentenciaron a 10 cadenas perpetuas y puede salir en libertado condicional en 2180 :lol:
http://en.wikipedia.org/wiki/Dennis_Rade
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Terminal es un típico Spielberg. Menos encantadora que Atrápame si puedes, menos ambiciosa que Inteligencia artificial, menos grave que La Lista de Schindler, funciona correctamente. Hace reír cuando hay que reír. Nos da ternura cuando la necesitamos. Y tiene los violines finales que nos hacen volver a creer en la humanidad.
Terminal está inspirada en la historia real de Merhan Nasseri, un iraní que en 1988, rechazado por Inglaterra, aterrizó en el aeropuerto de Charles de Gaulle de París, incapacitado de entrar a Francia ya que su pasaporte y el documento de las Naciones Unidas que lo certificaba como refugiado político habían sido robados. Como no quiso tampoco retornar a Irán terminó viviendo en el terminal Uno del aeropuerto francés durante 16 años, donde era -y es, porque aún vive allí pese a que ya tiene permiso para moverse- conocido como sir Alfred. Spielberg y su equipo trasladaron la acción para el JFK de Nueva York y en lugar de tratarse de un refugiado político crearon el personaje de Viktor Navorski (Tom Hanks), un viajero de Krakozhia (país ficticio que nos hace pensar en Europa Oriental) que es retenido en el aeropuerto debido a que una súbita revolución en su país natal ha invalidado su pasaporte y la posibilidad de que la aduana norteamericana lo acepte. Navorski, aparentemente criado bajo la burocracia comunista, acepta su confinamiento en el área de tránsito del aeropuerto con paciencia ovejuna, pese a que el director de aduana (un genial y relajado Stanley Tucci) hace buenos intentos por deshacerse de él.
Cómo hacer que una película que sucede casi totalmente en un aeropuerto dure más de dos horas parece haber sido el principal desafío que se propuso Spielberg y compañía. En términos de acción, el problema fue resuelto al incluir numerosas historias paralelas. El problema comienza cuando uno comienza a percibir que estas historias paralelas están incluidas con el fin de hacer la película un producto más completo, pero no con la idea de desarrollar un tema o realizar apuntes muy agudos. El discurso de los distintos personajes trata de acentuar la idea de la espera, de que todos siempre estamos esperando algo y que la espera, al final, se convierte en nuestra vida. Pero son sólo conversaciones. Nunca sentimos la angustia de la espera, nunca la desesperación. Navorski es un personaje demasiado paciente, demasiado plácido, demasiado entregado. Lo que sí sentimos es algo de encierro, pero el aeropuerto resulta físicamente un lugar mucho más grande de lo que parece en un principio.
Lo más logrado de Terminal está, quizás, en la idea de explorar un terminal de aeropuerto hasta hacer de él un mundo. Todo es interesante si se observa durante el tiempo suficiente. Este mundo, por cierto, se parece mucho a un mall, con su librería, sus locales de comida rápida, sus baños y, especialmente, su trastienda: la vigilancia, las azafatas, la limpieza, los sectores en construcción. Un cineasta con más agenda política hubiera llenado este mundo de relaciones de poder, de desajustes, de injusticias, de combates mudos. ¿No es así la vida en todas partes? Pero para Spielberg, el aeropuerto no es mucho más que un buena escenografía, un buen fondo que, además, tiene la ventaja de permitir sendos espacios de publicidad encubierta o, mejor dicho, cada día menos encubierta. El gran escenario de la economía de mercado sobre la cual la gente termina encontrándose a sí misma. Dulcemente, por cierto.